Tres años, ese fue el tiempo que su padre tardo en encontrar a su hermano, el tiempo que tardo en crecer, el tiempo en que no vio algunos amigos y el tiempo que llevaba muerta su madre.

Tanto le había costado entenderlo, superar el hecho, pero estaba seguro que aún faltaba para curar la herida, más aún ahora con su hermano tendido en el suelo.

Suicido, esa era la palabra. No por tristeza, no por angustia, tampoco por miedo, sino por amor, un amor especial, diferente a aquel que había leído en libros donde un protagonista se suicida por no conseguir a quien ama o por creer poder estar con ella en la otra vida y quien sabe que otras situaciones románticas.

No, este era un amor especial, el que solo podía surgir en una familia o por entrega, cuando uno muere por salvar a los demás. Ese fue el motivo de su hermano, murió por ellos, por no causarles daño… su hermano también había madurado durante estos años.

Estaba herido, eso no era algo para dudar, pero se sentía en paz, al fin había visto a su padre después de tanto tiempo y al fin había logrado reencontrase con su hermano… si hasta a su querida madre había visto y escuchado.

Seguro, así se sentía. Sabía que podía hacer esto, no por si mismo, sino por ellos, por todos a quienes amaba y lo habían apoyado.

Su padre seco sus lagrimas y le hablo, ya era hora. Seco sus propias lagrimas y a paso constante se acerco a la aguja, daba a gracias a Dios por esta oportunidad. ¿Quién había escuchado de un poder semejante? Podía arreglar todo, que todo volviera a la normalidad, incluso podía hacer un mundo mejor para todos, donde todos pudiesen alcanzar la felicidad sin temor a que alguien como Porky viniese y les hiciera algo como esto.

Frente a la aguja cerro sus ojos y tomo una respiración profunda. Era cierto, podía hacer muchas cosas al tirar de esta aguja, pero eso no le quitaba los nervios, solo esperaba que lo que fuera a salir de sus sentimientos, de su corazón, de su ser fuera lo mejor para todos. Tomo la aguja con ambas manos y concentrándose lo mejor posible reunió su poder y tiro de ella.

Destrucción, terror, miedo, angustia, gritos, podía sentir y oír todo lo que pasaba a su alrededor; y él también lo sentía por si mismo… ¿se había equivocado? No, estaba seguro de ello, lo había echo lo mejor posible. Debía concentrarse, vencer a la oscuridad que por medio de su hermano había entrado.

Calma, tranquilidad, todo había pasado ¡lo había logrado! Abrió sus ojos, todos estaban allí… incluso su madre y su hermano, ambos sonriendo y la gente de Tazmali… espera, habían vuelto al pueblo y todo parecía estar bien, todos se veían felices... después de mucho tiempo y con toda esas emociones desbordantes logro hablar, al fin pudo dirigirles la palabra.

Las lagrimas corrían por sus ojos cuando al fin después de tres años se dirijo ya no solo con gestos o con su mirada, sino también con palabras a sus amigos y familia. Tres años desde aquel accidente, tres años desde que su padre se fuera, desde que su hermano desapareciera y desde que creyó estar solo para siempre.

Tres años, ese fue el tiempo que transcurrió antes de su gran aventura y solo unos pocos días para ponerle termino y arreglar todo.


NA: Me baso para decir que Lucas no hablo en esos tres años en comentarios de Rope Snake y otros personajes, en los cuales le preguntaban a Lucas si la lengua se la habían comido los ratones o si lo estaban escuchando a falta de respuesta.

Existen casos de autismo que se dan tras un fuerte shock en la vida de la persona, supongo que eso debió pasarle a Lucas y salio de el al termino del juego.

Espero que aunque corto, les haya gustado.