Primero que nada: ESTE FIC NO ES DE MI AUTORÍA, su autora es MONIK, ó MONALISA17 y fue publicado hace unos años en la página de la Warner, cuando ésta fue cancelada, el fic prácticamente se perdió. Yo lo único que hice fue recuperarlo y republicarlo para que ustedes lo disfruten.
Decidí publicar esta historia, por la cantidad de Reviews y PM que me llegaron pidiendomela.
Pero les advierto antes que empiecen a leer que ESTE FIC NO TIENE FINAL, Monik NUNCA LO TERMINÓ y nadie que yo conozca.
Si a alguien le interesa, supongo que puede pedir la correspondiente autorización de la autora para hacer una continuación, yo no voy a hacerla, no tengo tiempo y no me gustaría dejarlas colgadas.
DISCLAIMER : Todo lo que reconozcan en la historia pertenece a JK Rowling.
La Venganza de Hermione (Parte 2)
Capítulo 1
-
Draco sigues ahí?- dijo Hermione al otro lado del auricular.
-
Sí, aquí estoy.- dijo una voz a través del teléfono. – Malditos
aparatos muggles…nunca podré aprender a manejarlos..
Hermione
rió y se cubrió aún más con la manta rosa que estaba sobre su
cama. Observó cómo la lluvia golpeaba los cristales de su ventana.
Aquella noche era tan parecida a la que había tenido hace un año
atrás. Sí, lo recordaba perfectamente, recordaba cómo ella miraba
la lluvia caer desde su ventana, planeando su venganza contra
Draco…quién diría que un año después estaría ahí nuevamente,
con la lluvia cayendo….hablando tranquilamente por teléfono con
él.
- Me extrañas?- dijo él repentinamente.
- Claro que sí.-
dijo Hermione acomodándose en la cama.
- Qué bien, porque no ha
habido un solo momento en todas las vacaciones en el que no haya
pensado en ti..- dijo Draco. – Quiero verte..
- Mañana me
verás.- dijo Hermione. – Cuando entremos a Hogwarts.
Draco se
quedó en silencio.
- Por fin dejaré de usar este estúpido
aparato…
- Se llama teléfono.
- Como sea.- dijo el rubio. –
Qué traes puesto?
- Cállate Draco Malfoy! Mejor imagínatelo
solo….ya voy a colgar tengo sueño..- dijo Hermione sonrojándose.
-
Sueña conmigo..- dijo la voz varonil a través del auricular.
-
Lo haré.
Hermione cerró el auricular. Estaba feliz, después de
tres meses vería nuevamente a sus amigos y a su novio. Parecía que
nada podía opacar su alegría, sin embargo, no sabía por qué tenía
una especie de opresión en el pecho…como si sintiera que algo
andaba mal.
Draco cerró el auricular. Su fría habitación
era iluminada por unas antorchas que colgaban de las paredes. Se
levantó y escondió debajo de su cama el teléfono. Era mejor que su
madre no lo viera con él. La puerta de la alcoba se abrió
repentinamente dejando ver la figura de Narcisa Malfoy, su cabello
rubio caía por su espalda y parecía más pálida que se costumbre.
Draco se irguió y la miró fijamente, su madre lo miraba con una
mezcla de miedo y desesperación.
- Tu hermano va a regresar….
Hermione
abrió los ojos mientras su madre, una dulce mujer de cabello castaño
y ojos miel, casi idéntica a Hermione la despertaba con un beso en
la mejilla.
- Vamos, es hora de que vuelvas a Hogwarts…
-
Mamá yo..- dijo Hermione.
- No te preocupes..lo conseguirás.
Siempre consigues lo que quieres…- dijo su madre riéndose.
- De
verdad quiero obtener esa beca…
Su madre la observó
dulcemente.
- Recuerda esto mi pequeña: ser ambicioso es bueno,
pero no lo es cuando antepones tus ambiciones a las cosas que de
verdad importan. Eres tan joven y sin embargo te veo con demasiadas
metas y una obsesión por alcanzarlas. Toma un respiro, lo que tiene
que venir vendrá.
- Pero no creo que sea malo ser ambicioso
mamá…es así como voy a conseguir lo que quiero..
- Sí, pero
mírate amor, todas las vacaciones te has sumido en tu proyecto y no
has ido con tus amigos..ni con tu novio.
- Sí, lo sé. Pero no lo
entiendes.- dijo Hermione mientras se vestía. – Es mi último año
en Hogwarts..
- Sí…es tu último año; decide si lo que quieres
es terminarlo estresada o disfrutarlo. Crecer es hermoso, mas no
cuando te obsesionas con ser superior.
Hermione
atravesó el andén 9 ¾ y se vio frente al gran tren de Hogwarts. Su
mamá no lo comprendía, Hermione siempre había sido la mejor en
todo. Hogwarts ya iba a terminar, y lo único en que tenía que
preocuparse era en conseguir esa beca en la universidad para formar
Aurores. Sí, lo había decidido ya: quería ser una Aurora. Antes de
que pudiera hacer nada Nicole se le había prendido de la espalda.
-
cómo estás!!- dijo Nicole sonriéndole. La chica de cabello
negro y lacio y ojos grises la miraba alegremente.
- Y espero que
me expliques por qué no me has escrito en todas las vacaciones..-
dijo Harry con Ron llegando. Los dos se veían felices mientras Luna
y Ginny corrían hacia Hermione.
- Bella! Estás linda!.- dijo
Ginny
- Sí! Ahora nos cuentas que has estado haciendo todo el
verano que fue más importante que pasarlo con nosotros..- dijo
Luna.
- Hola Hermosa!- dijo Diego llegando. Nicole puso cara de
fastidio y éste solo le dirigió una mirada que ella no
correspondió.
- Se pelearon..- dijo Luna en susurro a Hermione.
Los
siete amigos entraron al tren y encontraron un compartimiento.
Hermione seguía sin decirles qué había hecho en las vacaciones, en
realidad prefería mantenerlo en secreto. Se quedó un rato más
hablando con sus amigos hasta que el tren salió y ella decidió
pasearse por él en busca de Draco.
Caminaba por los pasillos
cuando sintió que una mano la agarraba por la cintura y la metía
dentro de un compartimiento vacío. Draco pegó a Hermione contra la
puerta y sin dejarla decir nada la besó. Hermione correspondió al
beso algo intenso de Draco; habían pasado ya tres meses desde la
última vez que se vieron. Ella pasó su mano por el cuello de Draco
quien no parecía querer soltarla ni un segundo. Draco tomó la
cintura de Hemione y la pegó aún más contra sí, estaban demasiado
juntos. Hermione podía sentir la pasión con la que Draco la tomaba.
Él posó su mano en la pierna de Hermione, haciéndola subir hasta
su cintura. Hermione soltó un quejido, la perilla de la puerta se le
estaba clavando en la espalda, pero en realidad ahora aquello no le
importaba. Draco mordió el labio de Hermione mientras bajaba
mordiendo su cuello. Aquello se estaba volviendo demasiado excitante
así que la chica supo que tenía que pararlo.
- para ya!- dijo
Hermione empujándolo.
- No puedo…sabes lo que es para mí haber
estado en castidad completa durante tres meses??
Hermione rió.
-
No me causa risa..- dijo Draco. – Es difícil…ya de por sí es
difícil mantener una relación contigo solo de besos y nada más..
-
Y qué quieres que lo hagamos aquí?!- dijo Hermione sonriendo y
burlándose de él.
- Por mí no hay problema…- dijo el rubio
acercándose a ella peligrosamente.
- Por mí sí..- dijo Hermione
sonriéndole. Draco volvió a tomarla por la cintura, pero no
insistió más en besarla, solo respiró el aroma de su cuello
mientras jugaba con su cabello largo ondulado.
- Te extrañé.-
dijo él finalmente.
- Yo también..
Draco
estaba sentado y Hermione recostada sobre sus piernas. Él jugaba con
su cabello.
- qué hiciste estas vacaciones?- preguntó ella.
-
Solo pasar con mi madre…aún no supera la muerte de mi padre.
Aunque en realidad no lo entiendo..ella y él se odiaban…sin
embargo ella cayó en un silencio abrumador desde su muerte..es
extraño..
- Sí, la verdad que sí lo es.- dijo Hermione. – Y
qué más? Te ha pasado otra cosa extraña en la vacaciones?
Draco
se aclaró la garganta y miró por la ventana. Recordó las palabras
de su madre:
"tu hermano va a regresar…"
- No, nada.-
dijo él finalmente.- Y tú qué has hecho en estas vacaciones que
has estado tan ocupada?
- Nada, absolutamente nada. Solo pasar con
mi familia, creo que necesitaba pasar con ellos una temporada..-
mintió Hermione, tan naturalmente como siempre. No había perdido
sus habilidades.
Draco la observó, ella era lo más preciado en
su vida, no quería perderla. Apretó los puños: ella no podía
enterarse de su secreto..del mayor secreto de su familia..esa verdad
podría alejarla de él…para siempre..
que
lindas están esas medias!- dijo Luna observando las medias de Nicole
que eran con rayas blancas y negras intercalándose.
- si, me las
regaló...- pero hizo una pausa para ver a Diego que jugaba ajedrez
con Ron. - olvídalo..
- por qué no hablan y arreglan las cosas?-
dijo Ginny.
- Es un estúpido..ojalá se lo coma el monstruo del
lago..- dijo Nicole. Entonces se levantó y salió del
compartimiento. Los ojos celestes de Diego la siguieron. Se levantó
y salió él también.
Nicole se volteó al verlo salir.
-
tenemos que hablar..- dijo Diego.
- ah! ahora quieres hablar! he
tratado de hablar contigo durante dos días y me has evitado por
completo!
- estaba enojado!.- dijo Diego. - de hecho lo sigo
estando!
- yo soy la que debería estar enojada! eres tú quien
salió con esa rubia sin decirme nada!- dijo Nicole.
- Es solo una
amiga! y no tengo que decirte siempre todo lo que hago! que salga con
una amiga no significa que no te ame! y creo que te lo he
demostrado
- Pues la próxima vez seré yo quien salga con "un
amigo" y no te lo diré!
- eres tan infantil!- dijo Diego
metiéndose nuevamente en el compartimiento.
Draco
le dio un último beso a Hermione mientras Harry se la llevaba hacia
la mesa de Gryffindor.
- ya suéltala!- dijo Harry sonriendo.-
después te la presto...
- me la prestas? es mía Potter YO te la
presto..- dijo Malfoy mientras caminaba hacia su mesa.
Todos se sentaron y Nicole lo hizo al lado de Hermione, sin mirar a Diego que se encontraba en la mesa de Ravenclaw.
Dumbledore se paró y dio la bienvenida de costumbre después de la selección de alumnos. Todos comieron felices. Hermione se sentía estúpida pensando que la noche anterior había presentido que algo andaba mal, era algo inaudito cuando todo estaba perfectamente bien.
Un chico rubio estaba sentado
dentro de un a limosina. Jugaba con sus dedos mientras sus ojos
grises se fijaban en la ventana. La limosina paró frente la mansión
Malfoy mientras el chico observaba con ojos fríos a una mujer rubia
parada en la puerta.
Un mayordomo abrió la puerta de la limosina,
y el chico rubio salió de ella. Sus ojso grises se fijaron en los de
ella, sin demostrar ninguna clase de sentimiento.
- Hola madre..
Draco
besaba a Hermione mientras acariciaba sus mejillas. Hermione lo
empujaba suavemente para que la soltara.
- Draco ya basta! ya
tengo que entrar a la sala común es hora de dormir!
- puedo
dormir contigo si quieres..- dijo Draco mientras besaba el cuello de
Hermione.
- por favor Draco! nos veremos mañana! ok? buenas
noches.- dijo Hermione mientras entraba a su sala común.
- Te
amo.- dijo Draco al verla irse. La sonrisa que se dibujaba en su
rostro desapareció.
Para este entonces Franco ya debe estar en
mi casa... pensó mientras caminaba hacia su sala común.
Cómo
se suponía iba a decirle a Hermione que tenía una hermano gemelo??
cómo se lo diría si ni siquiera él podía creérselo...
Durante
tantos años había estado alejado de él. No sabía nada,
absolutamente nada, solo que Lucius había decidido que ambos se
criaran alejados. Y ahora que el tío había muerto, Franco debía
quedarse con ellos. Cómo se sentiría al verlo? al ver a alguien
completamente idéntico a él...
Hermione
se cepillaba el cabello frente al espejo antes de dormir. Nicole, que
ahora compartía habitación con ella se acostaba.
- qué te pasa
Hermione? te veo algo tensa..- dijo Nicole.
- No, nada que ver.-
mintió Hermione, mañana tendría que estudiar en la biblioteca para
los ensayos que enviaría a la universidad para Aurores. Estaba con
el tiempo. Una sonrisa se formó en su rostro. Sería la mejor,
triunfaría y elevaría el nombre de a las que tantas veces llamaron
inferiores por no tener la sangre limpia...escribiría un libro..sí,
y sería famosa..
con estos pensamientos se quedó completamente
dormida.
Narcisa
entró rápidamente se quedó parada frente a la fogata de la gran
sala. El chico rubio, alto y con aquellos ojos grises característicos
se sentó en el sillón acostándose. Respiró profundamente y miró
a su madre con una sonrisa fría, que parecía esbozada..
- Que
bueno es estar en casa no es así madre?- dijo conservando la amarga
sonrisa en sus labios.
Narcisa se volteó con rostro
inexpresivo.
- No me gusta el sarcasmo, Franco.- dijo ella. Se
notaba lo tensa que se encontraba. Era extraño ver la exacta figura
de su hijo Draco, exactamente igual, exceptuando por la
mirada...Franco tenía una mirada sombría y triste, que podía hacer
que cualquier persona que fijara sus ojos en él se estremeciera.
Narcisa prefería no mirarlo a los ojos, se sentía culpable,
profundamente culpable por haber criado solo a Draco..y haber
permitido que Lucius enviara a Franco con su tío, fuera del
Londres..
- No uso sarcasmo madre..- dijo Franco levantándose. -
aunque no le creas todavía recuerdo algunas cosas...como el olor de
la sala..y el color de de las padres...hay cosas que aún
recuerdo..aunque es difícil..pues la última vez que estuve tan solo
tenía 5 años...
Franco
pasó los dedos cobre una escultura grande de un ángel negro.
-
Siempre odié esta escultura..también la recuerdo muy bien...
-
Franco yo..
- Lo sé madre. Sé que no me quieres aquí...y sé
que no pretendías volver a verme nunca más en tu vida...después de
todo solo necesitas a uno..no a dos...
- No es eso Franco!
-
Pero resulta que mi tío murió...- Un rastro de tristeza se asomó
por sus ojos solitarios. - Fue como un padre...
- tu padre es
Lucius..
- ese solo fue el que me creó...al igual que tú
madre...pero no se ganó nunca el título de padre. - Franco caminó
hacia su madre. Narciza tembló nerviosa ante el acercamiento
repentino de su hijo. - Yo tampoco quiero estar aquí. Y
Draco?
Narciza respiró cuando Franco se alejó nuevamente,
examinando la sala.
- Está en Hogwarts.
Franco dejó salir una
risa.
- Sabía que vendría?
- Se lo dije ayer.- dijo
Narciza.
- qué bien.- dijo Franco mientras subía las escaleras.-
me muero por volver a ver a mi hermanito...quiero saber qué tan
parecidos somos..
Cuando Franco subió y Narciza se quedó sola.
Una fría lágrima cayó por sus mejillas.
- Son idénticos...
Draco
entró a su sala común y vio que el reloj marcaba las 12 de la
noche. Ya era algo tarde, y sin embargo no sentía ni el más mínimo
rastro de sueño. Entonces divisó a Spencer, el asqueroso
Jack...solo podía sentir repugnancia al verlo...al año pasado
habían pasado tantas cosas con respecto a él...simplemente era la
persona a quien Draco más odiaba en el mundo.
- Malfoy!- dijo él.
- qué bueno volver a verte! cómo has pasado estas vacaciones eh? ya
te acostaste con Granger?
Draco sintió el impulso de romperle la
cara, pero por alguna razón se contuvo.
- cállate, si quieres
seguir con vida Spencer..-dijo Draco.
- oh! déjame adivinar! aún
no te la has tirado! si..si...la Granger es la mujer más difícil
que he conocido...esa maldita perra´! no solo es difícil sino
inteligente y calculadora...no entiendo por qué sigues con
ella...cuando puedes tener a otra más buena y sin cerebro..las
mujeres sin cerebro son las mejores...
- Cállate Spencer...no
cabe duda que sigues siendo el imbécil de siempre. Cuidado con lo
que dices cuando te refieres a Hermione! porque soy capaz de..
-
acaso no recuerdas lo que te hizo el año pasado?? se te olvidó cómo
es esa perra fría?! es la chica más frívola que conozco! tu y ella
no van a durar..te lo aseguro.. ella es demasiado ambiciosa...hace
todo hasta conseguir lo que quiere,...no dudo que si algún día
tiene que dejarte para conseguir sus metas no vacilará en
hacerlo..
Spencer subió las escaleras hacia la sección de niños.
Hermione
despertó al día siguiente mientras Nicole le agitaba una carta en
la cara.
- Llegó por la ventana, es para ti..- dijo ella.
Hermione se sentó animada el ver que el remitente decía:
"Universidad Especializada en Aurores Haminston"
-
Hermione..no sabía que ibas a irte a Australia a estudiar para ser
Aurora..- dijo Nicole. - Eso está algo lejos...-
Hermione se
puso seria, estaba tan feliz por la carta que había olvidado que era
un secreto...secreto que ahora Nicole sabía.
- Escucha Nicole,
no debes decírselo a nadie...es un secreto..no quiero comunicárselo
a nadie hasta que me hayan aceptado.- dijo hermione. - En esta carta
seguramente me informarán qué ensayo debo escribir para que me
acepten..
- Hermione, no se lo diré a nadie..pero acaso has
pensado que si te vas no nos verás dentro de cinco años? tampoco
verás a Draco...
Hermione abrió la carta entusiasmada, sin
preocuparse por lo que le había dicho Nicole. Pero entonces Nicole
le arrebató la carta obligando a Hermione a mirarla.
- lo ahs
pensado siquiera?!- dijo Nicole.
Hermione se levantó y agitó
sus manos como si no le importara mientras caminaba hacia el espejo y
se cepillaba el cabello.
- Lo he pensado..contenta? y bueno..no
sé qué va a suceder aún con mi relación con Draco..no lo sé está
bien? tampoco sé qué va a pasar con ustedes...ahora devuélvemela..
Nicole tiró la carta sobre la cama de Hermione.
- Como
quieras. Pero espero de verdad que tus ambiciones no te terminen
destruyendo.
Franco
jugaba con una pelota de cristal mientras salía de la mansión
Malfoy. Greta, la mucama lo seguía tratando de alcanzarlo.
- pero
joven, la señora Narcisa no sabe de su salida..- dijo Greta
siguiéndolo.
- Bueno, la mansión es algo grande y se me hace
difícil encontrarla..- dijo Franco. - Ya no recuerdo tan bien la
casa, como debes saberlo..
- Lo sé joven.- dijo Greta
siguiéndolo. - Pero usted debe pedirle permiso a su madre si va a
salir...
- No es necesario,. - Dijo Franco deteniéndose de
repente. - Estoy seguro que tú te encargarás de avisarle de mi
salida Greta..así te llamas no es así?
Greta se quedó en
silencio, los amos no solían llamar a la servidumbre por el nombre,
eso era parte de las reglas...pero él...aquel chico idéntico a
Draco, su niño Draco, el que ella había criado como nana, aquel
chico parecía no importarle esa clase de reglas.
- Sí, ese es mi
nombre.- dijo finalmente.
- Bien.- dijo Franco mientras caminaba
y entraba la parte trasera de la limosina.
Greta se quedó parada
ahí, sin moverse.
- Dios mío! cuántas cosas van a cambiar por
aquí?!
Franco
se montó en la limosina mientras el chofer esperaba las
instrucciones.
- Vamos al Callejón Diagon.- dijo Franco.
El chofer procedió.
...
Hermione se encontraba
en la biblioteca después de haber estado en las clases de pociones.
Se encontraba con una pila de libros impresionantemente grandes sobre
historia, desarrollo, y distinción de los Aurores através del
tiempo. Tenía que escribir ese ensayo lo mejor posible, quería ser
aceptada en la universidad Hamilton más que nada en el mundo.
-
qué haces?- dijo Draco mientras se sentaba a su lado y besaba su
cuello. Hermione cerró los libros de inmediato y los empujó a un
lado.
- Un trabajo de Aritmancia..- dijo ella.
- Sigo sin
entender por qué tomas esa materia..- dijo Draco .- Te quita tiempo
para estar conmigo..
Draco la besó mientras la tomaba por la
cintura y la pegaba contra sí.
- Draco! estamos en la biblioteca
nos pueden ver..- dijo Hermione.
- Yo sé, eso lo hace más
emocionante..- dijo mientras mordía el labio inferior de Hermione.
Hermione supo que si no lo detenía iba a terminar cediendo ante
sus caricias así que se paró para coger otro libro de las
estanterías. Pero Draco se levantó junto a ella y la pegó contra
las estanterías de libros mientras la besaba y tomaba con su mano la
pierna de Hermione. La chica rodeó el cuello de Draco con sus brazos
mientras correspondía al beso de Draco. Los dos profundizaban en el
beso, lo que hacía que su respiración se volviera entrecortada.
Draco parecía no poder controlarse más, mientras subía su mano
lentamente por el muslo de Hermione, levantando la falda
notablemente.
Franco
bajó de la limosina al verse enfrente de un tumulto de magos y
brujas que cruzaban por el estrecho callejón Diagon. Todos mirando
por los aparadores y comprando cosas.
- Vuelve dentro de una
hora.- le dijo al chofer.
Caminó decididamente, esa caminata digna de los Malfoy's, esa que cualquiera reconocería, esa que Franco había heredado. Sus ojos grises y frívolos se fijaban en las vitrinas. Nunca había visitado aquel lugar, siempre era su tío quien le compraba los útiles para que se instruyera. Franco jamás había ido a un colegio, su tío le había enseñado absolutamente todo lo que un mago oscuro debía saber, por lo cual a pesar de sus 17 años, sabía ya todo lo que Draco seguramente estaba recién aprendiendo en séptimo curso.
- Nicole! te lo he dicho ya! no
encuentro la tienda de pociones!- dijo Adriana caminando con una
funda en su mano izquierda mientras que con la otra sostenía un
intercomunicador, en la pequeña pantalla estaba la imagen de Nicole
sonriéndole.
- Por dios! te dije que está a dos cuadras de
Olivander's!
- Como sea, la buscaré nuevamente.. no puedo creer
que mi vuelo se haya retrasado! quería entrar a Hogwarts el primer
día contigo!- dijo Adriana.
- No importa ya! lo importante es que
vengas..--dijo Nicole. - Te va a gustar, es un lindo colegio.
- Sí
pero nunca tan hermoso como el nuestro eh?
- Eso pensaba antes,
pero ahora..simplemente creo que Hogwarts es el mejor.- dijo
Nicole.
- Eso porque ya eres una Hogwarts!- dijo Adriana entonces
sin darse cuenta tropezó contra un chico rubio. Sus cosas cayeron al
suelo al igual que ella y el intercomunicador se hizo pedazos en el
suelo.
- qué no puedes mirar!.- dijo ella pero paró de repente
al chocarse con unos ojos grises que la miraban desde cerca.
Creo
que te equivocas.- dijo el apuesto chico rubio mientras le tendía la
mano y la ayudaba a levantarse. - Eres tu quien no estaba mirando
mientras caminaba..
Adriana no atinaba a decir nada, aquello ojos
grises la penetraban como espinas. Se recogió el cabello rubio y
ondulado en una cola y lo miró con sus ojos verdes.
- Puede ser
que tengas razón.- dijo finalmente mientras se daba media vuelta y
se iba.
- Puede ser? tengo razón.- dijo Franco siguiéndola, algo
en ella había cautivado su atención.
Adriana se volteó.
-
Sabes? he tenido un mal día, ahora se me ha destruido por completo
el intercomunicador, si lo que quieres es oir que tienes razón para
dejarme en paz, pues tienes razón.
- Por qué eres tan agresiva?-
dijo Franco sonriendo.
- No soy agresiva es solo que...uf como
sea!
Franco entornó los ojos.
- Como sea entonces.- dijo
mientras se daba media vuelta.
- oye!- dijo Adriana, .- por lo
menos podrías ayudarme al cargar todo esto no?- dijo ella, por
alguna razón había empezado a sentir una atracción hacia aquel
chico.
Franco se volteó.
- Claro, pero antes deberás
acompañarme a otro sitio...- dijo él fríamente,
- a dónde?
-
al callejón Knocturn
Adriana
caminaba detrás del chico rubio. Estaba un poco asustada. Sabía que
aquel callejón era para familias de magos oscuros, lo que
significaba que él era uno de ellos. Entraron por un estrecho
callejón, Adriana se preguntaba si el chico no se había olvidado
que ella estaba tras pel, para corroborarlo lo llamó.
- Oye,-
dijo Adriana. - Tal vez no sea tan buena idea...tu sabes...lo del
callejón.
Franco se volteó, Adriana sintió nuevamente una
corriente por su cuerpo al ver aquellos ojos grises.
- Ya estamos
aquí, no vale la pena regresar.
Franco
entró a una cantina. Varias personas tomaban, personas hoscas y
obviamente magos oscuros. Adriana se sentía nerviosa entre toda esa
gente. Franco la detuvo.
- Espérame aki.- dijo Franco.
Adriana
asintió y se quedó ahí parada.
- Draco Malfoy!!- dijo el
cantinero en voz alta mientras Franco se acercaba. - Hace mucho
tiempo que no te veo por aquí!
Adriana escuchó por primera vez
el nombre del chico. Jamás le había preguntado el nombre...aquello
le explicaba todo.
Franco se acercó a él.
- No soy Draco, soy
su hermano, Franco.
El cantinero palideció y puso una cerveza en
la mesa para Franco.
- Entonces los cuentos era ciertos. La
leyenda siempre contada por miles de lenguas de que aquella noche
nacieron dos niños con ojos grises era cierta.- dijo el
cantinero.
Franco tomó un largo trago de cerveza.
- Es
cierta.- dijo él.
Adriana solo podía ver desde lejos cómo
Franco conversaba con aquel hombre desagradable.
- Hermosa...sí
tu hermosa.- dijo un hombre delgado y con capucha negra desde la
esquina. - aléjate de ese chico...ojos verdes no deben estar con
él...cosas van a suceder...cosas que harán que ojos verdes se
sientan mal...vete hermosa...y aléjate d él y de su
hermano...
Adriana no entendió nada de lo que aquel hombre le
decía pero tomó sus bolsas de útiles y salió de la cantina.
Harry
estaba sentado en la mesa haciendo su deber de pociones.
- Como
odio a Snape.
Entonces Ginny entró a la sala común. Tenía una
frutilla en la mano mientras la comía. Harry sonrió al verla.
-
qué haces?-le preguntó Ginny.
- Pensando en ti.- dijo Harry
mientras se levantaba y caminaba hacia ella peligrosamente.
- y
además de pensar en mí?.- dijo Ginny.
Harry tomó a Ginny por la
cintura y le dio un dulce beso.
- ...pensar nuevamente en
ti...mientras hago el deber de pociones...
Ron entró a la sala
común.
- por favor váyanse a un hotel!- dijo Ron mientras subía
las escaleras.
- qué le pasa?- dijo Ginny.
- No tengo idea.-
dijo Harry.- espérame aquí que lo averiguo.- dijo mientras subía
las escaleras.
Harry entró a la habitación que compartía con
Ron y dos chicos más. El pelirrojo estaba sentado sosteniéndose de
la cabeza con las manos.
- qué pasa Ron?- dijo Harry.
- Es
Luna.- dijo Ron. - siento que me está ocultando algo...hace tiempo
que le pregunto cosas que evade responder..
Adriana
caminaba por el estrecho callejón Knocturn algo nerviosa. Aquel no
era un buen lugar, ella lo sabía...si siquiera entendía por qué
había aceptado ir hasta allá.
- Kenzaburo.- dijo una voz varonil
detrás de ella.
Adriana se volteó. Un hombre de no más de 30
años con aspecto de viajero, de esos que se pasan de un lugar a otro
la miraba con unos ojos negros brillantes.
- Cómo sabes mi
apellido?- dijo Adriana.
- Sé reconocer a un Kenzaburo con solo
mirarlo...lo llevas en la sangre..- dijo él mientras metía en un
boca un cigarrillo.
- conoces a mi abuelo?- dijo Adriana. - O tal
vez a mi madre o a mi padre?
- Oh sí! claro que conozco al viejo
Kenzaburo, no he tenido el gusto de conocer a tu padre...pero sí a
tu madre. Linda familia de samurais.
Adriana sonrió, aquel hombre
no le parecía malo, de hecho, parecía confiable.
- quién eres
tú?.- dijo Adriana.
- Fui un aprendiz de tu abuelo, él es mi
maestro. Gran hombre, un gran fabricador de espadas.
- Sí que lo
es.- dijo Adriana.
- Vete de aquí. No es un buen lugar para una
samurai joven como tú.
Adriana sonrió y siguió su camino. No
mucha gente conocía su origen samurai, y hablar con uno que sí lo
sabía llegaba a ser algo relajante.
Draco
la fue llevando mientras se besaban y acariciaban hasta la puerta de
la sección prohibida.
- no podemos entrar aki..- dijo Hermione
como pudo, pues Draco no dejaba de besarla.
- Aki nadie nos verá.-
dijo Draco mientras abría la puerta y metía a Hermione
adentro.
Draco pegó a Hermione contra la pared mientras besaba su
cuello y bajaba hasta el escote de la camisa del colegio. Su mano
seguía moviéndose debajo de la falda de la chica. Hermione mordió
la oreja de Draco mientras él desabrochaba la blusa de la chica por
abajo y metía su mano en ella para acariciar su pequeña cintura y
su plano abdomen. Hermione no quería pararlo, lo amaba demasiado.
Fue entonces cuando Draco se separó de ella bruscamente.
- qué
pasa?.- dijo Hermione. - Hice algo malo?
Draco la observó desde
la oscuridad donde solo entraban algunos retazos de luz de
afuera...su piel se veía brillante, sus labios rojos se veían
demasiado provocantes mientras se los mordía por la preocupación.
Ella era nueva en todo aquello, jamás se había entregado a
nadie..por lo que no sabía si lo que estaba haciendo estaba bien o
mal...él en cambio tenía experiencia...
- Tu no hiciste nada
malo, es solo que..- dijo Draco.
- qué pasa?- dijo
Hermione.
Draco caminó hacia ella y la abrazó con todas sus
fuerzas.
- Tu no eres como las demás. Te amo por ser así..por
eso mismo no puedo apresurar las cosas contigo...te deseo..pero puedo
esperar..hasta que sienta que estés lista.
Hermione lo miró y
sonrió. Sabía cuando le costaba a Draco contenerse..lo que le
demostraba cuánto él la amaba al esperarla.
Nicole
iba directo hacia su sala común después de la cena. Tenía varias
cosas en su mente, la principal era Hermione. Ella era su amiga y
sabía que estaba haciendo mal al ocultarle todo aquello a sus amigos
y a Draco, él tenía que saberlo. Sin embargo las ambiciones de
Hermione eran muy altas, y tal vez no incluían a los demás.
Nicole
sintió que la tomaron por el brazo, al voltearse estuvo frente a
frente con Diego...sus narices rozaban de lo cerca que estaban. Diego
se acercó un poco más besándola, pero ella lo empujó.
- déjame
Diego.- dijo Nicole.
- Tenemos que hablar.- dijo él.
- No
tenemos nada de qué hablar hasta que asumas que lo que hiciste
estuvo mal...
- te dije que solo era una amiga!
- pero debiste
decírmelo!
Diego se pasó la mano por su cabello negro.
- Te
amo, lo sabes...por qué me haces esto?
Nicole rió.
- Yo te
hago algo? eres tú quien me hizo algo a mí!
- Sabes? no voy a
pedirte perdón así que puedes quedarte esperando. Sé que no hice
nada malo y tú deberías confiar más en mí.
Diego se dio media
vuelta y se fue sumamente enfadado.
Luna
caminaba por un pasillo con unos libros en mano. Le dolía un tanto
la cabeza, trataba de olvidar aquel presentimiento y aquellos sueños
que había tenido últimamente, pero era imposible. Y si no era un
sueño? y si era cierto lo que había estado viendo? Como sacerdotisa
que era podía ser normal que viera aquello...pero..cómo podía ser
cierto??
Unas manos rodearon su cintura y empezaron a hacerle
cosquillas en el vientre.
- Draco!- dijo Luna volteándose.
-
Cómo está la prima más hermosa del planeta?- dijo Draco mientras
la abrazaba.
- Bien y tú?
- Perfectamente.- dijo Draco
mientras la miraba. Simplemente se sentía bien cada evz que ella
estaba cerca. - Sin embargo te noto tensa..qué te pasa?
Los ojops
grises de Draco penetraron en los de Luna, inquietándola. Era hora
de saber la verdad.
- Draco, quiero que me respondas una pregunta,
pero quiero que sea con la más sincera verdad...porque si no, lo
sabré.
Draco la miró dispuesto a responder.
- Tienes un
familiar que ahora de repente haya regresado?
Draco contuvo la
respiración.
- Sí.
Luna miró al suelo.
- Entonces no era
un sueño..Draco, la llegada de esta persona no será buena...no lo
será.
- Cómo lo sabes?- dijo Draco sintiéndose tonto al
preguntarle aquello: ella era una sacerdotisa, las sacerdotisas saben
muchas cosas...y nunca se equivocan.
- Es, es una fiebre que he
tenido durante meses, y ahora se atasca en mi estómago y en mi pecho
dejándome sin aliento. Imágenes rondan mi cabeza, y solo puedo
pensar que algo muy malo está por ocurrir...lo sé.
Nicole
entró a su habitación molesta, Hermione lo notó.
- Aún estás
enfadada conmigo?- dijo Hermione.
- No, no es eso..es Diego.
-
qué es lo que pasa con él?
- Bueno en las vacaciones él me
acompañó a mi campeonato de MotoCross, y bueno, en él se encontró
a una vieja amiga...la cosa es que salieron juntos y no me lo dijo.
-
Tal vez no hicieron nada malo.- dijo Hermione.
- No lo hicieron!
lo sé! el problema es que no me lo dijo...eso es lo que me
molesta!
- Entiendo. Quieres que él sepa lo que se siente que
salgas con un viejo amigo y no se lo digas.
- exacto!.- dijo
Nicole poniéndose la pijama.
- Entonces hazlo,.- dijo Hermione
con una mirada maliciosa. - Soy una experta en esto créeme..sino
cómo crees que enamoré a Draco el año pasado...no fue fácil pero
con táctica todo se puede.
- ósea, dices que salga con un "viejo
amigo" y no se lo diga?- dijo Nicole interesándose en la
idea.
- claro! pero obviamente que tú misma te encargarás de que
se entere...y después cuando él se ponga celoso te harás la
ofendida..y bueno, lo volverás a tener en la palma de tu mano. Los
hombres funcionan así, solo hay que saber manejarlos.- dijo Hermione
mientras se acostaba.
- Eres una experta.- dijo Nicole acostándose
también. - Te llevarás muy bien con Adriana.
Franco
entró a la mansión y vio que su madre estaba esperándolo en la
sala. Su rostro pareció iluminarse al verlo entrar, como por arte de
magia.
- no me dijiste que saldrías?
- No te encontré.- dijo
Franco fríamente mientras caminaba para subir las escaleras. Narciza
quería decir algo ...cualquier cosa para que no se fuera
nuevamente...
- Franco.- dijo mientras su hijo se volteaba a mitad
de camino.
- Podrías acompañarme a cenar esta noche?
Franco
fijo sus ojos inexpresivos en los de Narcisa, aquella mujer pálida,
sin vida, como una flor en invierno...lo miraba con aquellos ojos
suplicantes. No podía hacer otra cosa que no fuera aceptar. Pero no
por compasión, él no sentía nada hacia aquella supuesta
familia...ellos lo habían hecho a un lado...fue por simple
caballerismo; su tío le había enseñado nunca dar desplantes a una
dama. Y no pensaba hacerlo.
- Está bien.- dijo Franco mientras
bajaba las escaleras. - Pero quiero que sepas que mañana iré a
Hogwarts, a ver a mi hermano.
Draco
despertó en la mañana y vio que ya era muy tarde. Se arregló lo
más rápido que pudo y bajó al comedor, interrumpiendo la ceremonia
de selección de una chica alta y rubia, de ojos verdes que lo
observó de una forma extraña, como si lo conociera, y no dejó de
mirarlo hasta que se sentó en la mesa de Slytherin.
- Ravenclaw!-
exclamó en sombrero mientras Adriana caminaba hacia la mesa y se
sentaba al lado de Luna.
Una mano se apoyó en el hombro de
Draco.
- Señor Malfoy, el director Dumbledore lo espera en su
oficina.- dijo Snape.
Draco se levantó extrañado mientras
caminaba hacia la oficina del director.
Hermione vio todo aquello sin entender nada, y no entendió tampoco por qué la profesora McGonagal les dijo a todo el alumnado alejarse de la cabaña de Hagrid.
Draco caminó hasta el cuadro que daba entrada a la
oficina.
- Jugo de limones.
La puerta se abrió y él entró.
Dumbledore lo miraba desde su silla, sus ojos brillaban de una forma
extraña, como si pudiera leer el pensamiento a Draco. Esta sensación
lo molestaba profundamente.
- siéntese señor Malfoy.- dijo
Dumbledore.
- Prefiero estar de pie.- dijo Draco observando con
detenimiento la oficina del director. Jamás había estado allí.
-
Siempre contradiciendo no es así?- dijo Dumbledore con una amable
sonrisa en su rostro. - Eso es algo que nunca se le va a quitar. Al
igual que a Harry no se le quitará el meterse en problemas.
Draco
sonrió. Por primera vez estaba de acuerdo con Dumbledore.
- se
preguntará señor Malfoy..por qué lo estoy citando aquí no es así?
Verá. Hay un chico idéntico a usted esperándolo en la cabaña de
Hagrid. Me pareció un lugar conveniente de encuentro, ya que no los
molestará nadie...no queremos que alguien los vea no es así?
Draco
sintió que todo le daba vueltas. Y confundido se fue cuando vio que
Dumbledore le guiñó el ojo.
Draco
caminó hacia la cabaña de Hagrid. Muchas chicas volteaban a verlo
mientras pasaba, seguía siendo el más guapo del colegio.
Su
cabeza estaba en blanco. ¿qué le diría?, pensó. Qué tan parecido
a él podía llegar a ser? y qué quería? por qué lo buscaba?
Draco
tragó saliva cuando se encontró frente la puerta de la rústica
cabaña. Por alguna extraña razón le sudaban las manos y sentía
que todo daba extrañas vueltas...un hermano? Jamás se había
logrado acostumbrar a la idea de que tenía uno muy lejos de él..y
en realidad nunca pensó en el momento en que se volverían a
ver.
Draco abrió la puerta y entró. La típica cabaña de Hagrid
estaba ante sus ojos; los muebles viejos llenos de pieles de
diferentes animales, las tazas y pilas de platos desordenados y
muchos pergaminos tirados por doquier le daban al lugar un ambiente
algo abrumador. Draco caminó hacia la ventana pensando que tal vez
su hermano aún no llegaba.
- Hola Hermanito..- dijo una voz a sus
espaldas.
Draco
volteó y sintió como si le hubieran golpeado la cabeza con una
piedra. Lo que estaba frente a él era simplemente inaudito...
-
No vas a decir nada?- dijo Franco.
Draco seguía en shock, no
despegaba los ojos de aquel chico exactamente idéntico a él. Los
mismos ojos grises, el mismo cabello rubio...hasta aquella expresión
de superioridad podía reconocerla como suya...aquel ser era un
reflejo...era como mirarse a un espejo.
- Ahora entiendo la
reacción de mamá al verme.- dijo Franco mirándolo con una frívola
sonrisa en su rostro. - Somos idénticos...
- Qué quieres
Franco?- dijo Draco finalmente, aún sin salir de tu aturdimiento.
-
No quiero nada. Qué te hace pensar que quiero algo de ti.- dijo
Franco. - Lo único que quería era verte...no soy como tú Draco, yo
sí tenía curiosidad por saber de ti.
Franco caminó hacia la
chimenea.
- Supe lo de mi tío.- dijo Draco. - Lo siento mucho,
debiste quererlo como a un padre.
- Era mi padre.- dijo Franco. -
Yo también siento mucho lo de nuestro padre...
Draco bajó la
mirada unos instantes y luego la alzó para volver a mirarlo
fijamente.
- Supongo que ahora vivirás con nosotros no es así?-
dijo Draco.
- No por mucho tiempo.- dijo Franco. - Solo este
año..después tengo otros planes.
Draco sonrió.
- No puedo
creer que en verdad hayas regresado..- dijo Draco.
- Así es la
vida. Tampoco pensé hacerlo..pero así se dieron las cosas..- dijo
Franco. - Cierto que tenemos una prima? y que estudia aquí mismo...
Draco
sonrió al recordar a Luna.
- Sí.- dijo él. - Es hermosa.
-
Me gustaría conocerla..- dijo Franco.
- No lo harás.- dijo
Draco.
Franco fijó sus ojos en los de su hermano. Habían tratado
de mantener una conversación tranquila, pero se notaba por encima lo
tensos que ambos estaban con su mutua presencia. Ahora más que nunca
Franco notaba que a Draco no le gustaba el que él hubiera venido a
Hogwarts.
- Nadie sabe que tu..
-existo..- dijo Franco
completando la frase. - Nadie sabe de mi existencia...lo sé. Esa fue
la estrategia de mi padre..que quería que ambos fuéramos m o r t í
f a g o s, y que pensó que en el futuro sería útil que nadie
supiera lo de los dos...pero mi padre está muerto. Y las cosas van a
cambiar un poco..
Draco
caminó hacia él decididamente.
- No habrá cambios Franco.- dijo
el rubio. - Las cosas deben quedarse como está.
- por qué si se
puede saber?- dijo Fraco también caminando decididamente, como si
imitara lo que Draco había hecho hacía unos segundos. - Acaso te
preocupa que todos crean que eres un mentiroso al tener un secreto
tan importante guardado? Ya deberían saber que los Malfoys estamos
llenos de secretos...lamentablemente la mayoría no son buenos..
-
Qué crees? eh? que puedes aparecer de un día para otro y destruir
todo lo que me ha costado tanto trabajo? Crees que tu inquebrantable
presencia es capaz de arruinarme la vida!
- Arruinarte la vida?-
dijo Franco riendo tristemente. - Yo soy el que tiene la vida
arruinada Draco..o quieres que te lo recuerde? Tu fuiste el que se
quedó con la familia..el que estuvo en el mejor colegio..el que
recibió todo..y yo...yo fui el que tuvo que vivir de incógnito..solo
porque nací dos minutos después que ti..el primogénito.
Draco
sintió una punzada en el pecho. Franco tenía derecho a odiarlo..sí,
a odiarlo por haber tenido todo lo que él no tuvo.
- Y por eso
viniste a destruirme la vida?- dijo Draco.
Franco rió
falsamente.
- Ya te dije que yo no quiero arruinarte! no me
interesa lo que hagas o no con tu vida! lo único que quiero y lo
único que he querido durante toda mi vida es existir...quiero
existir para el mundo...quiero ser Franco Malfoy.
Hermione
caminaba por los campos de Hogwarts, por ahora c u m p l i e n d o la
orden de no acercarse a la cabaña de Hagrid.
- por qué no
puedo?- se preguntó.
La brisa rozó su rostro mientras se pasaba
una mano por el cabello ondulado.
- Todo esto me parece muy
raro.- se decía mientras miraba la cabaña a lo lejos. Entonces por
una ventana vio a Draco.
- Draco? q hace él ahí?- se dijo
mientras caminaba hacia la cabaña, esta vez decidida a romper las
reglas de Dumbledore había impuesto.
- Franco...no lo
entiendes.- dijo Draco. - Si Luna o mi novia...saben lo que les he
ocultado todo este tiempo...tal vez nunca me lo perdonen.
- Y lo
siento Draco.- dijo Franco sinceramente. - Siento mucho que el que yo
exista te cause tantos problemas. Pero escúchate a ti mismo:
pretendes que siga viviendo incógnito toda mi vida? pretendes que
siga viviendo esta vida de la cual ya he tenido suficiente? olvídalo.
Siento que el que yo aparezca a la luz pública te cause problemas,
pero no pienso dar un solo paso atrás. Si quieres te doy tiempo para
que hables con Luna y con tu novia...te doy una semana, después de
eso dejaré de ser simplemente un fantasma.
Draco abrió la boca
para decir algo, pero la puerta sonó mientras alguien la tocaba con
vehemencia.
- Draco?! Draco qué haces ahí dentro!- decía una
voz conocida para Draco...
- quién es?- dijo Franco.
-
Hermione...mi novia.
Dijiste
que me darías tiempo, ahora dámelo.- dijo Draco mirando a Franco.
-
Como quieras.- dijo Franco.
Draco caminó y abrió la puerta pero
no dejó entrar a Hermione, sino que salió él.
- qué hacía
ahí...está prohibido.- dijo Hermione.
- Bueno tú también estás
aki no es así?.- dijo Draco.
- Porque te vi por la ventana.- dijo
Hermione. - No estarás en problemas no es así?.- dijo Hermione
preocupada.
- No lo estoy.
- Entonces qué haces ahí?-
preguntó Hermione.
Draco se pasó una mano por la cabeza y
respiró profundo evitando la mirada de Hermione.
Franco se
asomó ligeramente por la ventana, sentía curiosidad por conocer
todo de su hermano..su vida, esa vida que le fue arrebatada a
él.
Franco fijó de inmediato sus ojos grises en la chica que se
encontraba hablando con Draco. Su piel bronceada era brillante y
resplandeciente, o tal vez solo era su ser, que parecía simplemente
esplendoroso. Sus ojos era grandes y marrones, tenían un brillo
único, un brillo que Franco nunca había visto en ninguna otra
chica. Su cabello ondulado suelto y castaño caía por sus hombros
delicadamente. En aquel momento vio cómo la chica se mordió los
labios con expresión consternada. Sus brazos estaban en su cintura,
una cintura pequeña. Era simplemente la chica más hermosa que
Franco jamás hubiese visto. Hizo un esfuerzo por recordar el nombre
de la chica..
- hermione...- dijo cuando se acordó.
Draco
seguía hablando con ella.
- Hasta eso tienes hermano..- dijo
Franco fijando sus ojos fríos en la pareja.
Hermione,
hablamos sobre esto luego te parece? ahora tengo que hacer unas
cosas..- dijo Draco algo nervioso pero firme.
- qué cosas que no
pueda saber?- dijo Hermione.
- Lo sabrás! pero ahora no es un
buen momento podrías irte?!- dijo Draco mirándola molesto, sus ojos
grises estaban llenos de miedo, miedo de que ella descubriera la
verdad.
- No tienes que gritarme!- dijo Hermione.
- Entonces
ándate! y espérame en los baños de niñas!
- y si no quiero
esperarte?- dijo Hermione desafiante.
- Lo harás...te
conviene...- dijo Draco amenazante. - Ahora vete.
Hermione dio
media vuelta enojada. Podía sentir cómo Draco le ocultaba algo, era
algo que recorría su cerebro.
Draco entró nuevamente a la
cabaña.
- No deberías hablarle así a tu novia.- dijo Franco.
-
Yo le hablo como me de la gana!.- dijo Draco. Efectivamente estaba
nervioso. - Dame dos semanas.
- Con una es suficiente, ya he
esperado demasiado. Además, quiero conocer a Luna.
Draco tragó
saliva.
- Como quieras. Saluda a mamá cuando estés de
vuelta.-
Con esto Draco salió atravesando los campos hasta llegar
al castillo.
Dumbledore
estaba sentado en su escritorio, enfrente de él estaba Adriana. Los
ojos del director parecían turbados, preocupados, como si supieran
que nuevas cosas estaban por venir.
- Señorita Kenzaburo..usted
sabe muy bien que es difícil...- dijo Dumbledore.
- No me
importa.- dijo Adriana. - Soy una samurai y pienso arriesgarme si es
necesario. Así me criaron, para mantener la frente muy en alto
frente las adversidades...incluso ante la misma muerte..
- Usted
ya sabe muy bien que cuenta con todo mi apoyo.- dijo dándole una
sonrisa. - Es usted muy valiente, y llena de coraje.
- Solo quiero
proteger a mi gente, eso es todo.
Dumbledore se levantó de su
silla y caminó hacia su Fénix.
- Creo que ya sabe muy bien que
no es conveniente q alguien sepa sobre su origen samurai..exceptuando
a la señorita Lafountein, que es la única que lo sabe.
- Lo sé.-
dijo Adriana. - Quiero hacerle una pregunta, cambiando el tema.
-
Cuál es señorita Kenzaburo?
- Por qué los Malfoy se
obsesionaron con mantener ese secreto tan grande? no sabían que iba
a explotar algún día?
Dumbledore la miró perplejo. Adriana le
sonrió.
- Una de las viejas lecciones de mi abuelo fue la
siguiente: "si sabes leer los ojos de las personas, podrás
guiarte bien por el mundo. Cada uno tiene su mirada única,
identificable e implagiable"- dijo Adriana. - Cuando entré a
Hogwarts y miré a Draco Malfoy, fijamente, supe que no era la misma
persona que yo había conocido en el callejón Diagon..
- Es muy
lista señorita. Sabe que tiene que mantener eso también en
secreto.- dijo Dumbledore.
- Lo sé. No conviene que ellos sepan
que son gemelos...querrán matarlos de inmediato..
Franco
estaba en la limosina, no podía dejar de pensar en Hermione. Era
simplemente hermosa, nunca había visto una chica que le impactara de
tal forma como aquella.
- Pero es de Draco..- dijo mientras miraba
por la ventana.
Y qué importaba si era de él? Draco lo había
tenido siempre todo. Y qué se suponía que él debía hacer?
renunciar siempre a todo! no, era hora de que algo por fin le
perteneciera...y además..era hora de que Draco supiera lo que
significaba no ganar por una vez en su vida...
- Cambio de
planes...- dijo Franco al chofer. - Regresemos a Hogwarts.
Draco
entró al baño de las niñas y vio que Hermione estaba ahí sentada.
La chica jugaba con su cabello pero cuando él entró fijó sus ojos
en los de él con su mirada típica de reproche.
- No tenías que
tratarme de aquella forma.- dijo Hermione levantándose.
- Lo sé.-
dijo Draco .- Y lo siento...no sé lo que me pasó..
Pero sí
sabía lo que le había pasado. Tenía miedo de que ella supiera su
verdad.
- Ahora quiero que me expliques..- dijo Hermione.
Draco
tragó saliva y fijó sus ojos grises en ella. Cómo decirle la
verdad? cómo decirle que durante todo aquel tiempo él le había
ocultado algo tan importante?
- Lo que pasa es que Dumbledore
quería hablar conmigo.- mintió Draco. - Porque estoy bajando en mis
notas y piensa que es porque no supero la muerte de mi padre..
Draco
se sintió como una basura al mentirle a Hermione, pero no podía
decirle la verdad: por lo menos aún no tenía el valor.
La pose
de reproche de Hermione se borró por completo. Sus ojos marrones lo
miraron con ternura mientras se acercaba a él y lo abrazaba.
-
era eso? Dumbledore tiene razón...aún no has superado la muerte de
tu padre? sabes muy bien que lo puedes hablar conmigo si
quieres...siempre estaré junto a ti..- dijo Hermione.
Draco
caminaba hacia su sala común mientras pensaba en cómo decirle la
verdad a las personas que más quería en el mundo: Hermione y
Luna.
- Espera.- dijo la voz de Franco detrás de él.
Draco se
volteó en pánico.
- qué haces aki te pueden ver!- dijo él.
-
Solo quiero decirte que estoy dispuesto a callar...no tienes que
decirle nada a tu novia ni a nadie si no lo quieres...
- Pero...-
dijo Draco adivinándole el pensamiento.
- Pero a cambio quiero
ser tú una semana...
Draco
abrió los ojos impresionado, no entendía lo que su hermano le
estaba proponiendo.
- estás loco?- dijo Draco.
- Vamos, qué
tan difícil es prestarme tu vida una semana?- dijo Franco.
- No
puedo hacer eso! es imposible no lograrás suplantarme nadie te lo
creerá!
Franco rió.
- Somos idénticos Draco, en cuanto a la
actitud tampoco somos muy diferentes..- dijo Franco. - Además, es
eso y nunca más te molestaré.
- Tengo una novia. Qué vas a
ahcer con ella toda una semana? y si intenta besarte? estás demente
olvídalo!
Franco se exasperó.
- No me besaré con tu
noviecita ok? me alejaré de ella. No le corresponderé en toda la
semana...después tu le das una explicación y tu vida vuelve a la
normalidad.
- Y para qué quieres mi vida!?- dijo Draco.
-
Quisiera sentir por una vez en mi vida lo que es tenerlo todo. Puedo?
Draco
se quedó en silencio. Su hermano solo el pedía una semana, qué
podría pasar en una semana? además, era eso o decirle la verdad a
Hermione y a Luna..lo cual sería demasiado difícil y no estaba
listo para hacerlo.
- entonces qué?...aceptas o no.- dijo
Franco.
- Está bien.- dijo Draco.
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Quiero invitarlos a que se pasen, a quienes gusten, por el nuevo foro de Twilight, que se llama "El lobo, la oveja y el león"…
Ya saben, cualquier cosa que tengan que decirme, reviews, PM o mail -figura en mi profile-
Gracias por leer, por el apoyo y por dejarme reviews.
Miles de Gracias a quienes se pasaron por mis fics y también me dejaron reviews.
Love you, Draco!!
Que lluevan Dracos y Edwards!!
Nat.
