Ya no puedo más… hice todo cuanto pude… luché cuanto pude… ya no tengo fuerzas ni para levantar el cetro… el cetro lunar… sucio y manchado de sangre… cuánto más habrá de durar esta guerra…

-Te traje esto, necesitas comer.

Al levantar la vista, es esa chica rara, parece fría y sin sentimientos pero puedo sentir su corazón.

-Sucy cierto?

-Tu brazo sangra, iré por unos hongos y unas vendas para curarte.

Tomé el plato y la pieza de pan que me ofrece, no me importa que sea… seguro me sabrá a cenizas… al levantar el brazo el dolor me recuerda la herida a la que Lotte se refiere.

-No, dejalo asi…

-Pero podría ser grave

-y que? Mira a tu alrededor… Luna Nova esta en ruinas… aún no sé cómo traer a mis amigas… como sigue Akko?

-Sucy está cuidandola en nuestra habitación… le di un brebaje de hongos, creo que va a estar bien…

-Fue muy valiente… arriesgó su vida por mi…

-Akko es mas de lo que crees.

Es ella, Chariot Du Nord… la famosa Shiny Chariot a quien tanto idolatra Akko y que ahora se sienta a mi lado… se ve tan cansada como yo… es como ver a Ami y Rei en una misma persona… inteligente y a la vez fuerte y valiente…

-Y en serio, deja que Sucy cure tu brazo… Diana y lo que sea que la ha poseído no descansará hasta tener la piedra filosofal, debemos estar preparadas… - dijo la chica de cabellos rojos

-yo… ya no quiero…

Los ojos de Chariot se abrieron como platos al ver a la chica de largos chongos rubios ponerse de pie y ver que una línea de sangre corría por su pierna, fue una reacción de segundos pero pudo incorporarse y recibir su cuerpo cuando esta desfalleció y fue ahí cuando notó lo que ella había estado intentando ocultar, una herida en su costado derecho.

-Sucy ayudame!

En otro lugar Diana observa los acontecimientos en un enorme espejo, Hannah se acerca silenciosamente a ella.

-M… me… me llamaste?

Diana volteó, sus ojos con un brillo verdoso observaron a la muchacha frente a ella.

-Quiero que me hagas un favor…

La chica limpió las lágrimas de sus ojos.

-Ya es suficiente, yo también sentí lo de Bárbara, por eso necesito que hagas lo que te pido.

La chica asintió y escuchó atentamente, luego tomó su escoba y salió a toda prisa, Diana volvió su vista a su espejo, una figura apareció en él.

-Lotte Jansson… vas a ayudarnos por las buenas… o por las malas…

La rubia sonrió y sus manos brillaron con un resplandor verdoso.

Continuará…