Antes que nada NO PERMITO LA ADAPTACIÓN DE NINGUNO DE MIS FIC´S ASI COMO SEAN SUBIDOS EN OTRAS PÁGINAS ETC... ETC. PARA ELLO PRIMERO CONSÚLTENLO CONMIGO!
ADVERTENCIAS: escenas 18+, lenguaje obsceno, violencia.
ACLARACIONES: cursiva hechos del pasado (no son flash back). Letra normal hechos del presente
~Gracias por leer!
~NOTICIAS~
Allí estaba, mirándolo fijamente, sus mejillas se colorearon al instante en que recordó la reciente actividad. Una pequeña y disimulada sonrisa apareció en su rostro, tantas cosas habían pasado desde que accedieron a estar juntos de esa manera, aunque fuera algo rara su relación, estaba realmente feliz de estar a su lado. Con ese aspecto de chico malo, sus celos, su posesividad con ella, su frió tacto que cambia solo a momentos con ella. Paso una mano por su cabello desordenado, mientras se aferraba cada vez más a sus piernas por el eminente aire frío que recorría el balcón, mientras el moreno seguía fumando su cigarro, estaba sentado en el otro extremo de ella, y miraba en un punto perdido en el cielo. Desvió la mirada percatándose que se compañera le miraba intensamente. Ambos no dijeron nada, estaban sumidos en el silencio, pero no les resultaba nada incomodo al contrario eso era lo que a ambos les gustaba, tal vez la chica finalmente se había acostumbrado a él, porque por lo general, era más expresiva a comentar lo que sucedía Pero las veces que estaba con él, cambiaba. Le recorrió con su vista, desnudándola con ese simple acto.
-Sasuke-kun me gustas… -dijo esta sin ninguna timidez mientras este se sacaba una bocada de humo, se paró dejando ver sus largas piernas y su cuerpo bien formado, a través de la camisa que este poseía, mientras se sentaba alado de Sasuke, dedicándole dedicaba una linda sonrisa, su corto cabello parecía jugar con el aire, viajando por medio de éste su aroma a cerezas, inundando las fosas nasales del moreno con el aroma dulzón de la chica. Sólo rió de medio lado mientras la atraía a su cuerpo por la cintura. Se podía percibir el olor a sexo, en su cuerpo, en el aire, la habitación Ellos eran amigos solamente, sostenían una especie de "relación" por decirlo de esa manera, la quería para si mismo, solo pensaba en ello, era egoísta con ella puesto que podía estar con otras. Pero Sakura jamás con alguien más. Este hundió su cabezo en la curvatura de su cuello, mientras le acariciaba el cabello, sabía que él no era nada tierno con las mujeres… pero si con ella, siempre tenía tiempo para ella no importaba el tiempo, ni las circunstancias. No cabía la menor duda de que lo amaba… lo se lo había dicho hace 3 años, la había rechazado, con el tiempo comprendió que no podría imaginarla con otros, con otros hombres la tocaran donde él lo hacía, que llenaran de lujuriosos y prominentes besos alrededor de todos su hermoso cuerpo, que escucharan aquellos aquellos gemidos que eran música para sus oídos y en un suspiro gritará su nombre por haber llegado al éxtasis, o el natural aroma de su piel. Simplemente no podría imaginárselo siendo de otro. No podía. la tomó más hacia él, sus labios descendieron a su cuello, dejando húmedos besos, sintiendo que la chica se tensaba ante su perfecta obra, obteniendo pequeños suspiros tratando de ser contenidos.
-Sa...suke-kun… -se separo, encarándola mirando el brillo de sus hermosos ojos jade. Esos ojos de los cuales se había quedado sin habla el día en que la conoció. Era perfecta, todos de ello estaba seguro. Beso de una manera dulce y tierna sus labios, aspirando nuevamente el aroma dulzón de esta, se separaron y juntaron sus frentes, mientras aparecía un adorable color carmín en las mejillas de la pelirrosa, a pesar de que habían estado "juntos" desde hacía años. Todavía tenía ese efecto sobre ella, haciendo que surcara en sus labios pero no era burlona ni nada… era sincera. Se paró,dirigiéndose a la cocina mientras la seguía con la mirada. Apareció de nuevo con un pequeño cuchillo, tomó la mano de este y corto un dedo, mientras hacía exactamente lo mismo con su dedo, mientras que le miraba interrogante y juntaba ambas heridas haciendo que la sangre se combinara. Le sonrió de la manera más tierna y dulce. ¡Sasuke-kun hay que prometer algo! -le observo-, que cuando cumplamos 28 años, y seguimos solteros nos casaremos y formaremos una familia. -finalizo la chica, el moreno se quedo callado por un momento. Casarse, nunca había pensado en ello, apenas tenía 19, habían otras cosas que pasaban en su cabeza pero ¿Comprometerse? Aunque si fuera con ella... con esa niña que tenia en frente de él, con sus absurdas y tontas ideas, con constantes caprichos, sus besos, su manera de actuar, tal vez... la idea no fuera tan mala.-: ¡Promételo! -dijo esta mientras lo miraba retadoramente.
-está bien -comento finalmente el moreno-, que molesta. Prometo que nos casaremos a los 28... -dijo con una leve una sonrisa en su rostro, algo curioso casi nunca sonreía como lo hacía en esos momentos- ...pero, ¿Por qué a los 28 años?
-porque conociéndote -pausó un momento antes de continuar-. Te vas a gustar querer disfrutar de tu libertad antes de atarte a una mujer, ¿No te parece?
-mph... -hizo una cara de pocos amigos- ...odio que me conozcas demasiado bien.
-jajajaja, Sasuke-kun. Pero eso es lo que te gusta de mi o ¿No?- decía esta mientras cerraba sus ojos y besaba la camisura de los labios del moreno, aceptando gustoso aquel delicado beso. "Eso y muchas cosas más…" pensó el azabache, mientras la atraía a su cuerpo profundizando el beso.
Era una noche como cualquiera, trabajaba desde temprano hasta altas horas de la noche, solo podía despejarlo de el ciertas circunstancias que de verdad eran necesarias: como juntas en lujosos restaurantes, fiestas privadas o mujeres que satisficiera sus necesidades carnales, no tenía a nadie que rendirle cuentas, era un soltero, el más codiciado por las mujeres de la alta sociedad, sólo que prefería seguir disfrutando de esa libertad por más tiempo, no había nadie que lo sacara de ese estado. Por más que muchas mujeres intentaron "atraparlo" jamás lo lograron, era demasiado suspicaz como para dejar que alguien le intentara obligarse a ello. Nadie, ni siquiera la mujer con la que compartió algo más que su cama algún tiempo atrás. Y por diversas situaciones terminaron por tomar caminos separados. Aunque, no había día en que pensara en ella, con su hermosa sonrisa en su rostro, o esos ojos jade tan perfectos y misteriosos.
Justo en esos momentos trabajaba en su computadora asegurándose de ver los archivos que tendría que ocupar en un par de semanas para una importante conferencia, su nombre? Uchiha Sasuke, hijo del magnate Fugaku alto, con un cuerpo envidiable por hombres, causante de las fantasías más apasionadas de todas las mujer, sus brazos fuertes y musculosos, con un pecho fuerte y unos abdominales de acero, su trasero firme y bien formado, sus piernas musculosas, sus facciones eran demasiado masculinas, sus labios carnosos y finos, sus ojos eran como unos pozos negros con cierto misterio que cualquiera quisiera descubrir, su cabello totalmente negro con ligeros destellos azulados. Era el menor de la familia, su hermano mayor estaba en una sucursal de Estados Unidos mientras él estaba en Tokio, seguía trabajando en su oficina sin ningún pudor, era un adicto al trabajo, de pronto se escucho la voz de una mujer, decidió ignorarla y continuar con su enmienda, pero cada vez se alzaba más esa molesta voz, terminándolo por sacar de quicio.
-espere, señorita por favor,está trabajando… - se levantó de su asiento con cierto fastidio. Abrió la puerta y miro a cierta pelirroja que discutía con su secretaria. Era alta con unas curvas pronunciadas, un robusto pecho, sus cabellos largos y lacios, sus piernas largas y bien torneadas, usaba una falda corta color negro, que modelaba sus curvas y una blusa en "V" roja, dejando ver sus encantos con cierta alevosía, usaba unas zapatillas negras, usaba unos lentes cuadrados y gruesos, pero era solo hacia resaltar su belleza.
-... y yo te estoy diciendo que lo llames en este momento o tal vez te gustaría compensarlo con algo más… -dijo mientras se acercaba a su víctima, muy cerca de su oído y lamia lentamente su lóbulo, mientras la rubia se sonrojaba lentamente tratando de empujarla, pasó sus brazos por la cintura de esta mientras sus manos se concentraban en su pecho masajeando uno de sus senos.
-señorita, yo ¡aahh!… -el moreno miro como se intentaba quitársela de encima, pero parecía disfrutar del momento por la expresión en su rostro, mientras movía mas rápido su mano y la pobre chica trataba en vano contener sus gemidos. El azabache admiraba la escena desconcertado, era verdad que era bastante excitante, solo que si la dejaba, terminaría siendo testigo como su secretaria era violada por su amiga, se paro más cerca del acto que se estaba haciendo.
-...Karin deja a Temari en paz -paró de mala gana mientras veía a su amigo mirarle desafiante, la rubia que tenía en frente era preciosa, se la hubiera tirado de no haber sido porque Sasuke estaba había interrumpido justo cuando ya estaba casi por entregarse a aquel placer la chica. Empezó a caminar pero se detuvo tomó a la chica de la muñeca, comenzando a besarla apasionadamente en los labios, introduciendo su lengua hábilmente a su cavidad,la chica ya excitada correspondió al beso, después de un rato mientras comenzaba a bajar a su falda y metía la mano solo para comprobar que estaba ya bastante húmeda, sonriendo en el beso la pelirroja, ahogo un gemido la rubia, rompiendo con el beso, echando la cabeza hacia atrás gimiendo en el acto. Sasuke sintió una punzada en su entrepierna, si seguía mirando seguramente se uniría a esas dos. Tomó a Karin del brazo, mientras hacia un puchero, pero su rostro cambio cuando observo a la chica agitada, seguramente había llegado al orgasmo, le guiñó el ojo a la rubia que estaba bastante que sonrojada no por el hecho de haberle correspondido sino porque la manera en que lo hacía era demasiado placentera que llegaba a torturar. Miro como su jefe cerraba con fuerza la puerta.
-¡¿Qué demonios te pasa Karin?! No quiero despedir a otra, ¡¿Sabes lo difícil que es encontrar a una secretaria que no se te este insinuando todo el maldito día?! -la soltó de golpe mientras esta solo caminaba al mini bar que tenía en su oficina el azabache, lo miro con cierto fastidio para finalmente suspirar.
-por favor Sasuke, ¿Cómo si no te hubieras divertido con lo que vistes?
-eso no es verdad… -la pelirroja levanto una ceja en señal de protesta, señalo la entrepierna de su amigo mientras se terminaba de servir un vodka bien cargado. Sólo maldijo y frunció su entrejo -causando la risa de esta.
-...vamos Sasuke, además sino mal recuerdo gracias a mí has tenido mucha diversión o ¿No? ¡Haciendo tríos increíbles! Ya sé vayamos a un bar en busca de una chica, sabes creo que estas demasiado tenso, ¡te hace falta una buena sección de sexo! jajajajajajaja .- este solo bufo intentando calmar su "problema" que le había causado su amiga y su secretaria. Nara Karin podía ser una mujer bastante problemática como le solía decir su hermano mayor, solo que prefería tener su compañía que la de otras mujeres, no solo porque era de las pocas que no se le insinuaban, sino porque no tenía intenciones de "atraparlo", además que sus preferencias sexuales no era la que todas las mujeres usualmente preferían: era Lesbiana.
-...deja de decir tonterías.
-mmm, bueno que tal si ¿Vamos a comer?
-¿Podrías solo irte y dejarme en paz?
-vamos Sasuke, hay que divertirnos digo, en unas semanas ¡cumplirás 28 años! Hay que hacer un ensayo de tu fiesta ¿No te parece? -no respondió solo miro por la ventana, en si su oficina tenía una vista espectacular, paso su vista por una de las grandes ventanas que había, la pelirroja hizo una mueca de molestia, usualmente él no era así, él hubiera participado en echarse a la rubia de hace un momento, hubiera salido con ella a buscar mujeres para satisfacerse y más aún a tomar mucho alcohol y disfrutar de los placeres de la vida, actuaba raro, desde hacía algunas semanas atrás no parecía ser el mismo.- bien, ¿Qué es lo que te pasa?
-¿De qué hablas? No tengo nada.-aseguró.
-a mí no me engañas idiota, te conozco demasiado bien¡¿Quién es ella?- este levanto una ceja a modo de interrogante, mientras esta, intentaba por todos los medios no golpearlo.
-¿Cómo sabes que es una mujer?
-simple, es mi trabajo saberlo… Sasuke podre ser lesbiana, pero sé perfectamente diferenciar como cuando un hombre tiene ese tipo de sentimientos que tú tienes…- este sonrió de medio lado y posó sus ojos en una foto que tenía en uno de los muebles de su oficina, se levanto la pelirroja y tomo el marco con sumo cuidado mientras el azabache seguía mirando por la ventana.
La fotografía mostraba a una linda pelirrosa de aproximadamente 16 años, usaba el uniforme de la preparatoria, su cuerpo era bastante hermoso, la cintura bien definida, sus caderas pronunciadas, como la falda estaba ceñida a su cuerpo dejaba ver un trasero bien formado y apreciable, sus pecho no eran tan grandes como los de Karin pero eran apetecibles, de un tamaño perfecto, sus piernas largas y bien torneadas, sus manos se venían delicadas, su rostro mostraba facciones delicadas, sus labios carnosos y delgados, de un color rosa, sus mejillas teñidas de un color carmín, mientras que sus cabellos, le llegaban por arriba de los hombros pero aun así se veía hermosa, aunque tuviera un color extraño: rosa, pero lo que más le llamo la atención fueron esos bellos ojos jade. En la fotografía se mostraba sentada en el pasto mientras sus cabellos jugaban ligeramente con la brisa de viento, y sonreía… esa sonrisa que hubiera puesto a sus pies a cualquiera, podía transmitir ternura, dulzura e inocencia que desbordaba a la sensualidad de una manera bastante sutil. La pelirroja volteo a ver a su amigo, que fruncía el entrejo… al parecer era muy importante esa niña para él.
-no sabía que te gustaban las pequeñas -este levanto la mirada y la fulmino con ella.- Aunque he de admitir que esta preciosa… hey Sasuke preséntame al ángel, está hecha toda una belleza, ya puedo imaginármela ge…- esta no dijo nada mas pues le había arrebatado de las manos la fotografía de la pelirrosa. Hizo una mueca mientras la volvía a acomodar en el mueble.
-se llama Haruno Sakura, es de mi edad, bueno ella acaba de cumplir los 28 hace un par de meses.
-cierto, ese día la llamaste. No recuerdo haberte visto tan feliz como ese día -esbozo una sincera sonrisa cosa que hizo que este la imitara- ¿Entonces?
-¿Entonces qué cosa?
-¿Es tu novia? - formo una cara de pocos amigos- jajajajaja. Vamos Sasuke, digo las veces que me la has mencionado se ve que le tienes un afecto muy especial, no será que tu…
-...es mi mejor amiga - completo antes de que la pelirroja pudiera comentar algo más, está la miro sorprendida por lo general sabía que no tenía amigas mujeres porque siempre solían ser unas "molestias" como le llamaba. Eso era un avance en el azabache, tal vez ella si significaba algo más para él.- también es la madre de mis hijos…
-!¿Qué?! ... espera un segundo, ¿Es tu mejor amiga o tu mujer ? -grito la pelirroja explotando por lo mencionado.
-se podría decir que ambas cosas- una ligera sonrisa se formo en su rostro parecía una locura lo que decía.- la conocí hace años…
FLASH BACK
Un pelinegro veía con cierto fastidio el camión de mudanza de alado, vecinos nuevos… era lo último que le faltaba, no le gustaba nada la idea de tener que ir a saludar, pero era una obligación por parte de sus padres, por aquel entonces tenía unos 12 años, a pesar de ser muy chico, tenía muchas mujeres tras de él, e imaginarse que sus nuevos vecinos tuvieran una hija, y más si eran de esas tipas que todo el día lo perseguían gritando su nombre como locas era fastidioso, solo esperaba que no fuera así. Llegaron pronto a la casa continua, mientras abría la puerta una rubia bastante linda, con ojos azules y buen cuerpo. Parecía inspeccionarla con la mirada tratando de analizarla.-buenas tardes, somos la familia Uchiha y solo queríamos venir a saludar… -sonrió Mitoko Uchiha la madre del moreno, su padre solo se limito a hacer un ligera reverencia no era un hombre de muchas palabras pero al final de cuentas era un buen hombre. Mientras su esposa hacia exactamente lo mismo que su marido.
-buenas tardes mucho gusto, soy Haruno Tsunade…-dijo mientras aparecía por detrás un peliazul, bastante apuesto,se posicionó a un lado de la rubia, tomándola de la cintura- el es mi marido...
-... Haruno Dan, un placer- la familia Uchiha paso al recibidor mientras el moreno maldecía su suerte, su hermano mayor no estaba con ellos, porque tenía entrenamiento de Judo. Vaya que tenía suerte, sin darse cuenta empezó a inspeccionar la casa mientras que sus padres seguían teniendo una amena platica con los Haruno, por un instante se sintió observado, alguien le miraba, por inercia volteo encontrándose con unos hermoso orbes jade que parecía brillar con anhelo, no le quito la vista de encima, mientras le seguía observando desde su lugar con un toque de timidez.
-¿Sakura? ¿Eres tu linda?- la pequeña salió de su escondite, tenía un lindo vestido blanco con pétalos rosas, ceñidos a su cintura, llevaba puestos unas sandalias café, sus cortos cabellos tomados en unas coletas bajas, transmitía una ternura a la primera impresión, era de la misma edad que el moren, mientras este mismo la observaba sólo que mas disimulada. Al parecer era un poco recatada -Sakura, saluda a la familia Uchiha serán nuestros nuevos vecinos -esta volteo a mirar a sus padres quienes le sonreía, hizo una profunda reverencia
-mucho gusto, me llamo Haruno Sakura -Mitoko miro con cierta ternura a la pequeña, su marido inspecciono de pies a cabeza a la joven Haruno, cosa que no fue desapercibida por ninguno de los presentes mostrando al final una sonrisa, esa era su manera de decir que le agradaba la niña. Por su parte Sasuke seguía en su trance, nunca se había comportado de esa manera. Esos ojos, esos ojos tan enigmáticos, lo mataban… de cierta manera era incomprensible que llegara a tal estado. Desvió su mirada al azabache, quien se sorprendió un poco verle dedicarle una de las más hermosas sonrisas…mientras este intentaba descubrir el cierto enigma que poseía aquella niña…
FIN DEL FLASH BACK
-Vaya, entonces si te dio duro, pero aún así no me explico cómo pudiste serle fiel a esa niña a no ser que…- dijo divertida la pelirroja que tenía en frente.
-¿Qué cosa?
-...te enamoraste- surco una sonrisa triunfante en su rostro mientras este solo la fulminaba. Esta iba a articular algo más pero su celular resonó en la habitación. Verifico dicho aparato mientras veía lo apartaba con cierto fastidio
-¿Que pasa?
- nada mi hermano, quiere que le ayude con uno problema que surgió.
-¿No vas a irte?
-no, ¡Hasta que me digas que es lo que te pasa con esa niña!
-mph… no vas a irte hasta que te digas ¿Verdad?
-¡así e!-dijo entusiasta mientras hacia una cara de fastidio el susodicho
-hicimos una promesa,antes de que tuviéramos a mis hijos, teníamos 19 años acordamos que si ambos seguíamos solteros a los 28, nos casaríamos… -la pelirroja se sorprendió un poco por lo dicho.
-Entonces ¿Irás a pedirle matrimonio?
-no lo sé
-piénsalo sabes, tomate tú tiempo, me voy -se levanto, dirigiéndose a la puerta.
-¿A dónde vas?
-no me voy a quedar aquí, es viernes. Voy a salir en busca de una buena mujer y tal vez deberías hacer lo mismo - esta le guiño el ojo, y mientras salía vio a la rubia no sin antes lanzarle un beso cosa que le hizo sonrojándose.
Se quedó callado un buen rato, se levantó de su asiento, mientras apagaba su computador, y cerraba su oficina, vió que su secretaria también se preparaba para salir mientras esta hacia una leve inclinación a modo de despedida. Entró al elevador, llegó finalmente a la entrada donde le entregaron su carro último modelo, color negro, era asombroso, se subió rápido, escuchó a unas cuantas mujeres susurrar lo guapo que era. Sonrió altanero, siempre era con todas. En el lapso de viaje a su departamento, no pudo evitar pensar en ella nuevamente. Golpeó el volante con su cabeza ligeramente. Era tan contradictorio pensar en esa promesa.
Llegó a su departamento era grande y lujoso, con grandes caprichos, en ese lugar había albergado a muchas mujeres donde sólo las utilizaba a su antojo y las desechaba después de obtener lo que quería, sí, era un mujeriego,entonces ¿Por qué demonios quería sentar cabeza? Era la madre de sus hijos, era una de las pocas personas que podía estar y disfrutar de la compañía de esta, pensar que había preferido el libertinaje. Pero su egoísta deseo por seguir disfrutando de estar con otras mujeres fue el que lo cegó, después de todo y a pesar de los años, la seguía deseando como si la hubiera conocido apenas unos cuantos ayeres. Miró el reloj con desprecio eran las faltaba poco para la media noche, desvió su mirada hacia una fotografía que tenía en una repisa, eran ellos dos a la edad de 19 años, ella sonreía como siempre mientras que él se mostraba recio, eran sus personalidades tan diferentes, sus opiniones, sus familias, incluso sus profesiones, pero si tenia que casarse con ella, tal vez no sería tan malo. Pero recordar aquella promesa... de cierta manera lo perturbaba, sabía que si debería escoger una mujer por esposa, Sakura era perfecta, sus padres la adoraban, tenía una brillante carrera, era exitosa, además de ser una de las mujeres más codiciadas, recordó cuando intentaron robársela una vez de su lado, pero no pudieron porque la pelirrosa lo eligió a él como tantas veces lo hizo. Sonrió de medio lado al imaginarse cómo se pondrían sus hijos al saber que este se quedaría ya con su madre y formarían una verdadera familia, como siempre habían soñado. Su celular lo sacaron de sus pensamientos pues empezó a sonar, lo tomo entre sus manos sonriendo en el acto, al ver de quien era la llamada…
-Hola.
-Sasuke-kun… Hola- resonó en el otro lado del teléfono.- ¿Estás ocupado?
-sabes que para ti, siempre estoy disponible pequeña - "pequeña" siempre le llamaba así cuando hablaban por teléfono. Escuchó como reía al otro lado de la bocina, podía imaginar su hermosa sonrisa en el fino rostro que poseía. ¡Dios! ¡Qué alegría tendría cuando se enterara de sus planes!
-¿Cómo has estado? Me imagino que debes estar con alguna de tus "amigas"
-mph -bufo a lo bajo- bien pero no estoy con ninguna de mis "amigas"-esbozo una sonrisa sarcástica en su rostros, maldecía a sus adentros. Lo conocía perfectamente, y eso de cierta manera le fascinaba. Tomo uno de sus cigarrillos, lo prendió y se dirigió a la terraza que tenía su departamento
-¿Estás fumando en la terraza verdad?-este le dio una bocada a su cigarro dejando salir el humo que guardo por unos instantes en su boca.
-¿De qué quieres hablarme Sakura? Por lo general no es para decirme que es lo que hago.
-Sasuke-kun… quería hablarte de algo muy importante…
-yo también,Sakura muy pronto cumpliré los 28 años ¿Recuerdas de la promesa… la que hicimos a los 19 años? Creo que estoy listo para…
-...Sasuke-kun de eso justamente quería comentarte – lo interrumpió. Nunca hacia eso, y cuando lo hacía era porque era en verdad importante el caso.- yo… Sasuke-kun… – su voz se escuchaba viva parecía muy feliz por lo que iba a comentar mientras este se dirigía a sentarse en una de las sillas que tenia afuera.- ...Me caso…
Esas dos palabras, lo hicieron que cayera al suelo inmediatamente y su teléfono de igual manera, mientras esas palabras resonaban en su cabeza una y otra vez "Me caso… Me caso… Me caso… Me caso… Me caso… Me caso…"– se sentía a morir… la perdería…y para siempre…
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Los quiere y adora: CiinD! :)
