Bueno, antes que nada. Os preguntaréis qué demonios hago yo aquí con un drabble de… Pokémon. Sí. Pokémon. ¿Por qué no? Me dio el venazo de pokemaniática. Además de recordar esos momentos de mi infancia y sufrir algunos feels con la serie. Qué tiempos aquellos, señores…
En fin. No hay nada de especial en este drabble. Sólo se realiza una acción, y por lo demás se puede decir que es básicamente descripción. Lo dicho. No tiene nada de especial.
¡Dentro fic!
Disclaimer: Pokémon pertenece a sus respectivos creadores. Yo sólo soy la autora de este drabble.
La luna. Dicen que la luna tiene el poder de subir el nivel del mar. Menguante, creciente, llena o nueva. Siempre estará allí, gobernando en el cielo estrellado, incluso se mostrará como una intrusa cuando el sol haya nacido una vez más tras el horizonte, en un cielo completamente claro. Satélite que ha sido tema de diversas canciones y poemas.
¿Qué tendrá la luna?
De rayos fríos y enigmáticos. Los cuerpos son bañados por su luz blanca, y en ocasiones, por su luz anaranjada, dando un aspecto incluso sanguinolento a ese astro cuyas miradas consigue atrapar.
La luna. Dicen que la luna tiene el poder de generar un cambio en la estructura del ADN de los Eevee, siempre y cuando estas simpáticas criaturas, con una forma de zorro, desarrollen su actividad tras el crepúsculo.
En lo más alto de una colina, un cuerpo permanecía inmóvil. Un cuerpo que era acariciado por la gélida y suave brisa, bañado por los plateados rayos de la luna que se hallaba en su fase completa. Su pelaje negruzco como la mismísima oscuridad, se presentaba relajado, no se dejaba erizar por el repentino frío que se había levantado.
Se hallaba con la cabeza alzada, con su característica mirada escarlata brillando con cierto toque místico producido por la acción de aquel astro que se veía pintado, reflejado, en los ojos carmín de la criatura.
Un etéreo astro que parecía haber tomado el lugar de sus contraídas pupilas, creando un efecto siniestro, inquietante, pero que llegaba a resultar atrapante.
¿Qué tendrá la luna?
La criatura hizo brillar los óvalos grabados en su piel. La noche se encendió aún más de lo que ya estaba.
Había algo en ese orbe blanco que reinaba en el firmamento que le hacía soñar, crear ilusiones lejos de la realidad, de la Tierra misma.
Allí estaba Umbreon, dejándose llevar por sus ensoñaciones en aquella noche mágica.
¿Qué tendrá la luna, la cual se veía reflejada en sus ojos? ¿Qué mejor combinación que el de la luna y los ojos rojo sangre de Umbreon? ¿Cuál era el resultado?
Simplemente, una belleza incalculable.
