Capítulo 1: Después de la Calma.

Edenia estaba restaurada, la paz y la armonía reinaban de nuevo a manos de la reina Sindel y su hija, la princesa Kitana. Todo había sido gracias al monje Shaolin, Liu Kang y al dios del trueno, Raiden, quienes le hicieron ver la verdad. Ella recuperó a su madre, su reino y descubrió su pasado, ahora debía empeñarse en sacar adelante a Edenia, pero existía un problema, no habían suficientes guerreros edenianos, como para defender al reino, ante cualquier tiranía o invasión que se presentara en algún futuro. Por el momento, seguían reuniendo los necesarios para lograr tener una cantidad exacta y que obtuvieran un entrenamiento adecuado. Aún tenía la compañía de su mejor amiga, Jade, quién le brindaba algún consejo cuando ella lo necesitara, aunque algunos no les tomaba tanta importancia, ya habían sido varios años tras la derrota del emperador Shao Khan, así que ella pensaba que no tenían de qué preocuparse, pero, eso cambió un día.

Era una tarde soleada, los rayos del sol iluminaban el reino y se respiraba el aire más fresco como nunca en Edenia, en el centro de aquel imperio, se encontraba un enorme templo de color lila y plateado, el cual resplandecía con la más mínima luz, ya sea la del día o la noche. Dentro de aquella estructura perteneciente a la realeza, estaba Kitana, sola, sentada en su trono de color plata y azul situado al lado izquierdo del de su madre, lucía un elegante traje de color azul celeste, parecido al que acostumbraba, sólo que un poco más decente, ya que éste, le cubría sus atributos más provocativos, su largo cabello negro estaba adornado por una tiara del mismo color que su atuendo, también usaba unos aretes que hacían juego a su conjunto, tenía puesto su velo, el cual le servía para proteger su identidad. Muy a menudo estaba ahí, porque recibía visitas de los guardias para informarle sobre cualquier avistamiento en el reino o si se trataba de algún súbdito que se ofreciera como nuevo guerrero. En aquella tarde, pensaba en esa vez en que su reino le fue devuelto y sin más preámbulos, en Liu Kang, a ella le hubiese encantado que él se quedara con ella, pero las labores de un héroe no tienen descanso, él tenía más mundos que proteger, ya que era un gran guerrero aclamado por los demás. Aún recordaba, la última ocasión en que lo vio y tuvo frente a ella, era lo único que invadía su mente en aquel momento. Se veía a ella y al guerrero Shaolin tomados de ambas manos, frente a frente, poco después de haber salvado a su reino.

—¿No puedes quedarte conmigo?—Ella decía en su recuerdo.

—Lo siento mucho Kitana, pero puede haber otros mundos que necesiten mi ayuda, te prometo que estaré bien—. Él respondió.

—Nunca habría logrado recuperar Edenia, ni a mi madre sin tu ayuda, siempre estaré tan agradecida contigo.

—Volveremos a vernos, nunca lo dudes.

—Está bien—contestó ella—, tú eres un héroe Liu y me imagino que nunca rompes una promesa.

—Tú prométeme que estarás tranquila, y serás buena gobernante, cumpliendo a Edenia con tus labores de princesa, ¿De acuerdo?—La miró dulcemente a los ojos.

—De acuerdo, yo también cumpliré mi promesa—. Sonrió para él.

Dicho eso, ambos se envolvieron en un tierno y fuerte abrazo, el cual duró mucho tiempo, más de lo que imaginaban, se separaron un poco y juntaron sus labios como una despedida, no era para siempre, sino que se trataba de un "hasta pronto". Despertando de aquel dulce beso, Liu Kang comenzó a separarse de ella y poco a poco, fue soltando sus manos, "Adiós Kitana, volveremos a vernos, algún día.", fueron sus últimas palabras antes de darse la vuelta y caminar hacia la salida. Los ojos color avellana de la princesa, observaban al guerrero Shaolin hasta que cruzó las puertas del templo y desapareció de su vista. Ese fue el final de su recuerdo, el cual atesoraba tanto en su mente. Ella era fuerte, sabía que podía cumplir con su promesa, pero más que nada, esperaba con ansias el regreso de Liu Kang, él le dio su palabra y por dentro, sabía que cumpliría con ella. Soltó un pequeño suspiro de aburrimiento, estando ahí sola, era imposible entretenerse con algo, se acomodó aún más en su majestuosa silla y miró hacia la puerta principal, eran justo por las que salió Liu Kang, cuando de pronto, una de ellas comenzó a abrirse lentamente hasta que una chica de piel morena y atuendo color verde entró, cerró aquella puerta y se dirigió hacia la princesa, la joven de nombre Jade, llevaba un rollo en su mano derecha, pero este objeto, no parecía ser su bastón de pelea, que muy a menudo se encogía para su fácil transportación, lo que llevaba parecía más bien un pergamino. Jade, por la expresión en su rostro, parecía ser que algo andaba mal, llegó hasta su mejor amiga y le saludó antes que nada.

—¿Qué pasa Jade, ocurre algo? —Preguntó Kitana con una mirada de preocupación.

—Kitana, no quisiera angustiarte, pero al parecer, son muy malas noticias—. Respondió Jade.

La chica vestida de verde, comenzó a desenvolver el nudo de aquella cinta que sujetaba el pergamino envuelto, poco a poco fue desenvolviéndolo frente a sus ojos, mientras que Kitana, la miró confundida.

—¿Qué es eso? —Preguntó la princesa.

—Al parecer es un mensaje, pero proveniente de… Del Mundo Exterior —. Explicó Jade.

Kitana, agrandó los ojos de la sorpresa, al escuchar eso, trató de recuperar su cordura y se dispuso a seguir escuchando a su amiga.

—¿Qué, dice? —Preguntó en un tono muy serio, seguido de eso, frunció el ceño y puso una fría mirada.

—Dice… "Querida Princesa Kitana y Querida Reina Sindel, aquí presente, les doy un cordial saludo y mando este mensaje para informarles lo siguiente: Nuestro emperador, Shao Khan ha resucitado, y hace su regreso a conquistar mundos para expandir aún más a su reino, por lo tanto, se les invoca al gran torneo de Mortal Kombat, que se realizará con el propósito de decidir el destino de su reino, Edenia, si vuelve a manos del emperador o la conservan sana y salva. Si ustedes con sus guerreros vencen, Shao Khan se verá obligado a renunciar a ella para siempre, pero si se resisten a luchar, automáticamente se les verá derrotadas y nuestro emperador tomará posesión de su reino por el resto de la eternidad. Sin más que decir, se les espera junto con sus guerreros, entrenados adecuadamente y si no aceptan, ya saben qué pasará. El torneo se realizará en dos semanas. Se despide el gran hechicero, Shang Tsung"—. Terminó Jade y miró directo a los ojos de su amiga.

—¡¿Qué?! Pero, ¿cómo es posible, Jade? —Preguntó Kitana, en un tono molesto.

—Pues no lo sé, supongo que fue él y Quan Chi quienes lo resucitaron.

—¡¿Y cómo osa pedir que luche para retener a mi reino?! —Gritó la princesa.

—Sabes, que los Dioses Antiguos tienen esa condición para poder conquistar un mundo, solamente si vence a través del Mortal Kombat, yo creo que fueron convencidos, de que si te niegas a luchar, Shao Khan fusionará su reino de nuevo con el de tu madre y tuyo, a la fuerza—. Explicó Jade.

—Si, lo entiendo, pero… ¡Simplemente me molesta que esto, esté pasando! —Rezongó Kitana.

—Lo sé, recuerdo que fue muy difícil recuperar Edenia, pero tú prometiste mantenerlos a salvo, y eso es lo que harás, ¿Cierto? —Preguntó Jade.

—Si, di mi palabra a todos, en especial a Liu Kang y voy a cumplir con ella, cueste lo que cueste —. Dijo de manera muy segura.

—Por cierto, ¿dónde está Liu Kang? Él puede ayudarte de nuevo.

—Él ahora no puede, hace unos días recibí una visita de Lord Raiden, pregunté por él y me dijo que junto con Kung Lao, están protegiendo un reino que se encuentra situado en la tierra, donde también su defensa es el Mortal Kombat, los monjes Shaolin son los únicos que fueron requeridos para esa misión. Así que ahora estoy sola, y puedo vencer —. Replicó la princesa.

—No estás sola respondió Jade , cuentas conmigo Kitana y con todos tus súbditos, para el torneo —. Se acercó aún más a su amiga y posó una mano en su hombro.

Kitana dio una media sonrisa y se puso de pie, pensaba muchas cosas que no le permitían escuchar a Jade, quien le estaba hablando para que reaccionara. Ella no quería perder a su gente, había escasez de guerreros para representar a Edenia y no pensaba por nada del mundo en arriesgarlos, su orgullo sobresalía siempre, hasta que por fin había tomado una decisión, era muy arriesgada y peligrosa, pero le importaba más la seguridad de su gente.

—Lucharé en el torneo, para que Shao Khan deje en paz a Edenia, de una buena vez —. Dijo Kitana decidida.

—Bien, iré a organizar a los guerreros, para que estén informados y entrenen perfectamente —. Dijo Jade y se dirigió hacia la salida.

—¡No, Jade, detente ahora mismo! —Gritó Kitana antes de que su amiga saliera.

—¿Qué sucede? ¿Por qué no? —Preguntó Jade muy confundida.

—Si tú dices que cuento contigo, así será, solamente seremos tú y yo en el torneo Jade, ¡Nadie más!

—¡¿Qué?! ¿Acaso enloqueciste? —Preguntó Jade muy sorprendida.

—No, simplemente no pienso arriesgar las vidas de los guerreros —. Respondió.

—¡¿Qué?! Entonces, ¿de qué sirven? Sé que son muy pocos pero con esos serán suficientes.

—Mira, cuando Edenia estaba fusionada con el Mundo Exterior, perdimos varios guerreros por causa de los asesinos que trabajan para Shao Khan, también por la esclavitud. Los guerreros que tenemos, pueden terminar muertos porque aún no han completado bien su entrenamiento. Tú y yo, tenemos mucha experiencia, y sé qué solo las dos podemos vencer —. Explicó la princesa.

—¿Estás segura de esto Kitana? —Preguntó Jade con una ceja arqueada —¿Y, tu madre tampoco participará? —Cruzó los brazos.

—A ella menos, es quien quiero perder —bajó la mirada —, mi madre puede reunir más guerreros en lo que estamos allá—. Dijo Kitana.

—De acuerdo, respeto tu decisión, sólo espero que sepas lo que haces—. Respondió Jade.

—Sí, se perfectamente lo que haré, ¿me acompañas a informarle a mi madre? —Preguntó Kitana y le regaló una sonrisa a su mejor amiga.

—Si, vamos —. Contestó Jade con una sonrisa.

Ambas chicas, salieron de esa gran habitación hacia los pasillos del templo, observaban detalladamente todo lo que las rodeaba, no querían que acabara, Kitana siendo princesa de Edenia, estaba dispuesta a protegerla sin arriesgar la vida de sus súbditos, Jade, siendo su mejor amiga, le brindaría todo el apoyo que necesitara y además de eso, dándole ánimos para ganar el torneo, ya que ésta vez, sólo serían ellas dos. Se dirigían directamente a los aposentos de la reina Sindel para informarle de aquella noticia que no era muy buena. Llegaron ante una gran puerta de madera adornada por dibujos plateados, Kitana tocó dos veces y acercó su oído para escuchar la voz de su madre autorizando que entraran.

Abrió la puerta y vio a aquella reina sentada en una silla, cepillaba su largo cabello blanco con una franja negra en medio, vestía una larga túnica color morado con hilo color plata en cada extremidad. La mujer miró a las dos chicas y notó más que nada, la cara de angustia que presentaba su hija, dejó el cepillo a un lado y les dijo que pasaran y cerraran la puerta, preguntó si ocurría algo, Jade miró a su amiga, Kitana también miró a Jade y después aproximó sus pasos hacia su madre, Sindel iba a ponerse de pie, pero la princesa se lo impidió y con sus manos tomó a la reina de los hombros y suavemente la sentó, después ella se hincó para estar a su altura y le miró directo a sus blancos ojos.

—¿Qué ocurre hija? —Preguntó la reina angustiada.

—Madre, todo estará bien, pero ocurrió un acontecimiento que pone en peligro a Edenia—. Respondió Kitana.

—¿De qué hablas? Puso una mirada de preocupación y sintió su corazón acelerarse.

—Shao Khan… regresó, y de nuevo quiere fusionar a nuestro reino con el de él—. Explicó la joven princesa.

—¿Pero, cómo es posible?

—Mira, creemos que por obra de los hechiceros, Shang Tsung y Quan Chi, convocó un nuevo torneo para salvar Edenia, así que como no tenemos suficientes guerreros, Jade y yo seremos las únicas para representar el reino.

—No, yo también voy con ustedes—. Dijo Sindel y seguido se levantó de su silla.

—Madre, por favor no, tú eres lo que más me importa y no quiero arriesgarte, desde que recuperaste tu memoria y combatiste en contra de Shao Khan, has estado un poco débil, quería pedirte que reunieras más guerreros y también los que tenemos, completen y perfeccionen su entrenamiento —. Dijo Kitana poniéndose de pie.

—Yo tampoco quiero arriesgarte Kitana —. Respondió la reina.

—Confía en mí, madre, te prometo que Jade y yo no nos rendiremos hasta vencer y conservar Edenia, yo siempre cumplo mis promesas, por favor, ¿Podrías hacer lo que te encargué? —Dijo esto la princesa y tomó a Sindel de las manos.

—No es fácil, pero confío en que defenderán a nuestro reino y derrotarán al enemigo, ten por seguro, que si algo sale mal, suficientes guerreros bien entrenados irán en tu ayuda—. Sonrió la reina Sindel.

—Te doy mi palabra de que venceremos, madre —. Respondió Kitana devolviéndole la sonrisa.

Después de aquella conversación, madre e hija se dieron un fuerte abrazo, mientras que Jade observaba tan conmovedora escena. Ahora lo que debían hacer, era preparar los recursos necesarios para emprender un largo viaje y sobre todo entrenar adecuadamente para demostrar, que solamente ellas dos podían luchar a nombre de Edenia contra el malvado emperador del Mundo Exterior, quién esperaba fusionar de nuevo los reinos.

Continuará…

Ahlan!

Bueno he aquí la nueva versión de mi antiguo fanfic, Sub-Zero x Kitana: Un Amor de Hielo Azul. También decidí hacer un pequeño cambio al título, espero que hayan disfrutado el capítulo, como podrán ver, si pude crear una trama diferente, el asunto era darle también más interés a la historia, esperen lo que falta, ya inicié las clases y tal vez demore en actualizaciones. ¡Yo me aseguro de que no sea así! Palabra (^u^)/ muy bien, espero les guste esta nueva trama. Dejen reviews, saben que es el mejor pago por escribir ;)

Ma'a Isalama (^3^)/

JoCeLyN KhAn. 3