31 de diciembre de 1999 Un momento de magia, el principio de algo nuevo... una oportunidad, ¿para casarse?
La valiente y decidida Isabela Swan sólo quiso impedir que su amiga Angela se casara con el hombre equivocado. Pero entonces, ¿cómo pudo ser que ella acabara siendo la esposa del novio? Edward Cullen era serio, respetable... e increíblemente sexy. Ambos eran como el aceite y el agua, el fuego y el hielo... pero nadie podía negar la atracción que existía entre ellos. El problema era que Edward estaba decidido a volver con su prometida...
Edward Cullen, único heredero de la familia, no supo explicar qué le pasó. Mientras se dirigía hacia la fiesta donde iba a anunciar su compromiso, se quedó atrapado en el ascensor con Isabela Swan y una botella de champán. Cuando volvió a la realidad, estaba casado... con la mujer equivocada.
