Luego del beso que hubo entre ambos, una sensación de que todo lo malo había pasado invadió a los jóvenes. Hace tiempo varios problemas los habían mantenido separados y aquel beso para Bruce significaba el comienzo de algo. Quizá al fin podría decirle la verdad a Selina, finalmente podría dejar sus inseguridades de lado y confesarle que la amaba desde la primera vez que la vio. Ya se estaba preparando mentalmente para escoger de forma sabia sus palabras.

-¿Por qué crees que este tan obsesionado contigo?- preguntó Selina observando con atención a Bruce.

La pregunta de Selina lo hizo parpadear y volver al mundo real. No quería hablar de eso, mas ella parecía querer saber bien lo que estaba ocurriendo entre él y Jeremiah Valeska. Ella quería comprender por qué ese demente quería hacerle tanto daño a Bruce.

-Jeremiah dijo que todo lo que se necesita es un mal día para volver loca a una persona.- Y como si estuviera viviendo un recuerdo muy triste, la expresión de Bruce se volvió nostálgica y observo hacia otro punto que no fuera Selina.- Me pregunto si la muerte de mis padres me volvió un poco loco. Tal vez él percibió eso, tal vez él quería revelarlo.

-Bueno, demostraste que él estaba equivocado - dijo Selina sonriendo y sin dejar de observar a Bruce.

Él estaba por girar su rostro en dirección a ella para devolverle la sonrisa, mas una voz intrusa hizo que a ambos jóvenes se les erizara la piel. Selina fue la primera en reaccionar levantándose del sillón y girando en dirección a aquella voz. Quedó en Shock cuando descubrió que se trataba de nada más y nada menos que Jeremiah Valeska. La punta del arma hizo presión en su vientre y el miedo la recorrió de pies a cabeza.

-Para ser justos... el día no ha terminado todavía.

Él presionó el gatillo, lo siguiente que vio Bruce fue el cuerpo de Selina cayendo sobre la mesita de la sala. Observo a Jeremiah quien sonreía como si hubiera hecho algo bueno. Luego, reaccionando, se agachó y se colocó al lado de Selina mientras con una mano presionaba la herida y la otra sostenía su cuello.

La vista de Selina se nublo, se sentía pérdida y sólo escuchaba el llanto de Bruce y con dificultad lograba ver su rostro. Empezó a tener espasmos, sentía frío, y lágrimas salieron de sus ojos porque ella no quería morir. Aún era joven, aún tenía ganas de vivir y cumplir las metas que ella misma se había dado. Aún quería quedarse y estar junto a Bruce.

-Selina...- la voz de Bruce se escuchaba lejana.

Ella le sonrió mientras más lágrimas salian de sus ojos.

- Todo va a estar bien ¿lo entiendes? Selina no te puedes ir ahora. Mirame por favor.- Las mejillas de Bruce estaban empapadas por las lágrimas.

Ella quería responderle, decirle que se tranquilice, que ya no importaba lo que pasará de ahora en adelante. Y que estaba feliz de haberlo conocido. Quería decirle tantas cosas, pero no podía, las palabras no salían de su boca.

Sus ojos se empezaron a cerrar de a poco, las súplicas de Bruce se escucharon más y más lejana. Un frío invadió por completo su ser y antes de caer en la nada escucho un "Te amo, Selina".