Hola personitas del internet, aquí les traigo una nueva historia, espero que les guste.

Esta historia se sitúa en un universo alterno, (pero no le quita lo interesante).

Yo no soy dueña de Katekyo Hitman Reborn, lamentablemente.

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Era un día triste para los 7 hermanos, en especial para el más pequeño de todos con tan sólo 6 años, un pequeño castaño con un cabello muy rebelde.

La mujer que los había dedicado a recogerlos y cuidarlos, se había ido a un lugar mejor para siempre. Esa mujer en secreto había luchado contra una enfermedad que al final había ganado.

Sin embargo no los había dejado a su suerte, un señor con traje y unas patillas únicas se haría cargo de ellos de ahora en adelante.

La casa tenía un ambiente pesado y triste, todos estaban sentados alrededor de la mesa, sin embargo esto no impidió que el señor se presentará d una manera un poco ruda.

-Está bien, me llamo Reborn, no me molesten, nada de preguntas sobre mi trabajo-estaba balanceando se en la silla, algunos hermanos sintieron un poco de sorpresa ante esa presentación y otros tan sólo lo ignoraron.

-¿Por qué no podemos preguntar sobre su tra...-un pelo blanco de unos 7 años tuvo las hayas de preguntar, pero se oyó sólo un disparo lanzado al cielo.

-Créeme que no quieres saber-Reborn tenía una sonrisa en los labios mientras guardaba el arma en alguna parte de su cuerpo.

A todos lo recorrió un calosfrío en la espalda, la mujer dulce y tierna los había dejado con un loco con un arma.

-Bien mucho hablar de mí, preséntense mocosos-volvió a balancearse en la silla.

-Soy Hibari, y algún día te ganare en una pelea-un muchacho de 11 años, con el pelo negro como la noche, y unos ojos afilados, desde que vio a aquel señor que los iba a cuidar, se propuso que lo iba a derrotar.

-Jeje, ya lo veremos-había dicho esto en un tono burlón, y sin cambiar de posición.

-Kufufu, yo soy Mukuro y ella es mi melliza Nagi-dos niños de 10 años, parecidos en el cabello, con un peinado de piña, la niña era ligeramente más baja que su mellizo y además tenía un parche en el ojo izquierdo, y su hermano tenía un ojo de un color azul profundo y el otro un color rojo sangre.

-Interesante color de ojos-Reborn sabía que ese muchacho había acabado con toda una familia de mafiosos con una técnica prohibida sólo porque se habían metido con su hermana.

-YO SOY RYOHEI, Y CUANDO SEA GRANDE SERÉ UN LUCHADOR EXTREMÓ-un niño peli blanco muy corto, de 9 años se había levantado mostrando sus puños, tenía mucho entusiasmo, siempre peleaba en la escuela y con sus hermanos.

-Que energía-dijo Reborn impresionado por eso

-Yo soy Takeshi, el mejor en baseball- el muchacho de 8 años quería impresionar al nuevo señor, quería verlo sorprendido por él.

-Me gusta ese deporte, podrías ser bueno con otras cosas también-le había dicho, se había dado cuenta de los celos y la atención que este muchacho quería.

-Yo soy Gokudera-dijo sin decir nada más él estaba fastidiado y no quería a esa persona en la casa, estaba seguro que el podría arreglárselas solo.

-Vaya humor-dijo el señor de traje, lo cual provoco que se enojara aún más y lansara un pequeño gemido.

-¿Y tú?, ¿acaso no vas a hablar?-pregunto volteando a ver al pequeño castaño, el mas pequeño de todos los hermanos.

-Y-yo me-me-me lla…-Se quedó en blanco cuando vio que ese señor le estaba apuntando con un arma directamente en la cabeza. Los demás se pusieron en un modo más alerta, estaban dispuestos a lo que fuera por ayudar a su hermano más pequeño.

-Sin titubear, si no tendrás una bala en esa pequeña cabeza-dijo sin mover el arma de la frente del pequeño.

-No le hagas nada, si no me encargare de que vayas al infierno-Mukuro estaba dispuesto a crear una ilusión al punto de matar a Reborn, solo si este se atrevía a mover un milímetro más el dedo donde estaba el gatillo.

-Vamos dímelo, no hace falta que me mientas a mí-había ignorado al peli morado, no le importaba lo que él pudiera hacer, no podrían contra él, ni todos juntos.

-Soy Tsuna-dijo tragando duro, tenía la garganta seca, y unos nervios de lo que ese señor pudiera hacerle, empezó a sacar unas pequeñas lágrimas porque este no alejaba el arma de su rostro, le preocupaba que podría pasar si ese señor lo hacía llegar a su límite.

-¿Solo Tsuna?-le pregunto con una sonrisa en el rostro, Hibari ya había sacado sus tonofas, y Gokudera un encendedor.

-Tsunayoshi señor-y al decir esto Reborn le dejo de apuntar con el arma, y la volvió a guardar, el pequeño castaño sintió como su alma le regresaba al cuerpo, tenía el presentimiento de que Reborn sabia su verdadero secreto y también el de sus hermanos.

Porque Luche san tuvo que dejarlos, porque tenía ese señor que cuidarlos, era misterioso, y no le daba buena espina.

Reborn había sido enviado a una misión de suma importancia, cuidar a unos niños, pero no eran niños comunes y corrientes, eran peligrosos y un objetivo para muchas familias. Le habían dado los expedientes de todos los niños, cada uno tenía peculiaridades, eran sorprendentes.

Hibari Kyoya, tenía 11 años, sabia artes marciales y sabia usar las tonofas como todo un experto, tiene un fuerte apego a las criaturas débiles, se sabe que su familia era fuertes, entrenados en el arte de matar, su familia fue eliminada por ser una amenaza, el único que se pudo salvar fue el pequeño Hibari y fue acogido por Aria quien luego se lo dejo a su madre Luche. Siempre a entrenado para ser el más fuerte de toda su familia y así poder vengarlos.

Los mellizos habían sido abandonados al nacer y luego acogidos por la familia Estrano, con la promesa de que no les iba a faltar nada, sin embargo fueron objeto de experimentos atroces, y fue cuando el poder especial de Mukuro Rokudo despertó, la habilidad de controlar los 6 infiernos, cuando a su hermana, Nagi Rokudo empezaron a hacer más cosas, razón por la cual ahora usaba un parche. Se sabe que los hermanos tienen la habilidad de crear ilusiones tan fuertes que se llegan a confundir con la realidad, son letales y siguen siendo buscados. Luche los encontró y les dio un hogar.

Ryohei Sasawaga un muchacho sumamente activo, lleva su cuerpo al límite en cada entrenamiento, cuando es una pelea sin motivación usa menos del 50 por ciento de su potencial. Su familia fue asesinada enfrente de él, lo que lo llevo a usar el 101 por ciento de si poder, matando a los asesinos, los cuerpos estaban tan deformados ya que todos los huesos estaban rotos. Colonello lo acogió y le enseño a mantener la calma, pero al final se quedó viviendo con Luche, quien gustosa lo acepto.

Yamamoto Takeshi tenía alma de asesino de nacimiento, su padre le entreno en el arte de la espada, siempre centrado en sus objetivos, jamás fallaba en ninguno. Se sabe que su afición es jugar baseball y realmente era muy bueno en eso. Su padre fue asesinado al protegerlo de un enemigo, él se escondió en el sótano por dos días siendo encontrado por Luche y Aria en una investigación.

Gokudera Hayato era un muchacho prodigio, sabia tocar el piano como todo un maestro, un genio a la hora de resolver problemas matemáticos y de estadística y probabilidad, personalidad explosiva, pero era un fanático del fuego, un piro maniaco desde que tiene memoria. Desde pequeño tuvo una extraña obsesión con las explosiones, y desde entonces sabe desde cómo fabricar bombas, hasta donde esconderlas en su cuerpo. Su familia lo rechazo ya que era un hijo fuera de la familia del jefe, y su madre había muerto en un atentado, desde entonces Luche lo acogía en su casa.

Y el último expediente, Tsunayoshi Sawada, un muchachito que parecía inofensivo, incluso se podría decir que la mas mínima ráfaga de aire lo derrotaría, pero no todo es como se ve, es el último heredero de la extinta familia Vongola, tiene una habilidad única cuando se le es sometido a mucha presión o cuando atentan con su vida o la vida de alguien cercano a él, además de que es capaz de ver más allá de los demás, puede predecir si algún ataque enemigo segundos antes, lo cual le da una ventaja cuando usa su habilidad especial. Su familia fue eliminada del mapa, siendo el único sobreviviente, protegido por Aria y luego por Luche. Casi nadie sabe de la existencia de un sobreviviente Vongola, lo cual lo hace aún más peligroso.

Reborn al leer el último expediente se sorprendió, la familia Vongola había entrado en guerra con la familia Simone, y pues Vongola había perdido territorio y después empezaron las pérdidas humanas, hasta que acabaron con todo el legado de Vongola. Había sido una guerra muy dura y muy fuerte, Reborn se podría atrever a decir que era una de las peores, nunca creyó que alguien hubiera sobrevivido y menos un niño pequeño. Vongola era una de las familias más temidas, a su disposición tenían una habilidad única, que era heredada por sangre.

Esta misión sería muy interesante, que era lo que tenía planeado su amiga Luche y su hija Aria, los ayudaría y talvez hasta se divertiría en el proceso. Se dibujó una sonrisa en el rostro del asesino número uno del mundo.

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¿Qué les pareció el capítulo?, a mí me está gustando mucho.

Quien iba a decir que Vongola ya no existe, y solo el pequeño Tsuna sobrevivió, ¿Cómo lo hizo?, en los próximos capítulos se aclararan más dudas.

Voy a estar actualizando lo más pronto posible, no se preocupen.

Espero sus comentarios, dudas, quejas y todo lo que me quieran poner, todo me sirve y me animan mucho.

Si quieren leer otras de mis historias son bienvenidos, también están interesantes.

Los quiere Fericii.