Niñas me conseguí una beta... algunas dirán ya era falta. Y si, les doy la razón a partir de hoy trabajare con Lucero Silvero, y haremos que esta historia quede lo mejor posible (gracias a luuu) para ustedes.

Es una grandiosamente genial persona y es muy buena en lo que hace, que es editando.

espero que les guste..!


Beteado por Lucero Silvero,

Beta Reader FFTH.


Capítulo 1

La llegada

Desde que llegue a Forks con mi familia hace ocho años pensé que sería un pueblo muy aburrido a causa del clima y la poca actividad existente, pero me he dado cuenta que gracias a ciertas circunstancias no es así.

¡Oh! Casi olvido presentarme, soy Isabella Marie Swan, para efectos prácticos Bella, como mi familia y amigos me llaman, tengo 23 años, simple como el aire, la tierra o lo que quieran para comparar.

En mí no hay gran distintivo, siempre me considere sencilla, para nada llamativa. Piel blanca, ojos de un extraño color marrón chocolate, cabello largo con ondas naturales hasta la cadera color caoba, y algunas que otras mechas artificiales de color verde y fucsia. Fanática del estilo Punk Skater, por lo tanto siempre visto ropas grandes, negras y mi infaltable cinturón con tachas. Estoy curso el último año de literatura inglesa en la Universidad de Forks, aunque no lo crean, me encanta leer.

Tengo dos amorosas y atolondradas hermanas:

Alice - duende de la moda y el buen vestir – de complexión baja, más con un buen cuerpo, cabello corto disparado en todas las direcciones de un color negro azabache y los ojos color miel. Es un año mayor que yo y tiene una hiperactividad que sobrepasa a la energía del conejito de la pila Duracell. Muy orgullosamente es la dueña de la boutique ''Al Chic''.

Y Rosalie - modelo automotriz - comparable con modelos de Tunning, tiene un amor raro por los autos, rubia de ojos color pardo hermosos, con un cuerpo escultural, habla y maldice como un camionero. Tiene 25 años. Ella es la dueña del gimnasio ''Salud y Cuerpo''.

Ambos locales están en Forks, lo cual hace que tengan algo en que trabajar. Yo, en cambio, tengo que buscar empleo para poder independizarme oficialmente de la fortuna Swan.

También están mis grandiosos padres, Charlie y Renée, mis pilares junto con mis hermanas. Ambos, gracias a su trabajo y dedicación abrieron la compañía de publicidad más exitosa de todo Washington; pero sus responsabilidades los mantienen alejados la mayor parte del tiempo de su hogar, y en síntesis, de sus hijas, haciendo que cada día los extrañemos más.

Vayamos a la circunstancia - o mejor dicho, a la persona - que me hizo cambiar el tétrico panorama de mí ya antigua ciudad. Aún recuerdo como lo conocí, tres años atrás.

Flashback

Mis hermanas y yo volvíamos de una magnifica - nótese el sarcasmo - salida de compras con sus respectivos novios Jasper y Emmett Cullen. Jazz, como me gusta decirle, es el psicólogo analista del grupo, centrado y serio, pero con un gran sentido del humor cuando se lo propone. Físicamente es alto, de pelo leoninamente rubio, ojos azules en donde puedes ver la calma que emana de su alma. Además de ser mi cuñado, es uno de mis mejores amigos y mi consejero personal.

Emmie, el oso de Rose, un niño de cinco años metido en el cuerpo de un levantador de pesas, mas no se dejen llevar por las apariencias, cuando se lo propone es una persona muy seria a pesar de las constantes bromas y chiste que siempre gasta. Es como el hermano mayor que siempre quise… Eso no quiere decir que Rose o Ali no lo sean, solo que hay veces que necesitas una figura masculina cuando tu padre casi nunca está, es mi hermanito mayor ¡Duh! Es el estúpido hermano celoso y protector, pero aunque nunca lo admita, me gusta que me proteja.

También está Jake, que desde que llegué se convirtió en mi mejor amigo, moreno musculoso, alto, con los ojos color negro como la noche, igual que el cabello, es amable e increíblemente cálido. Su novia Leah, es otra de mis mejores amigas, junto con Ángela y Ben, mis amigos de la universidad. Ellos eran los únicos que no se burlaban de mi apariencia, no como los demás chicos de la universidad, ohh… se me olvidaba decirles, odio la moda.

— Bella, deberías dejar que te asesore, o más bien que te vista, sabes que te adoro y eres demasiado hermosa como para seguir vistiéndote como un chico rebelde — Dijo Alice

— Ali, sabes que no lo soy — Dije mirando mis jeans y mi camisetas holgadas — Además, me gusta como visto, es cómodo.

Acomode mi cabello dentro de la gorra que traía.

— No lo tomes a mal Bella, pero deberías hacerle caso para conseguir un buen chico que te ame como mi osito — Dijo Rose — Además, tienes un hermoso cuerpo.

— Creo que deberían dejarlo así, es bien sabido que esa clase de chicos tienen problemas de actitud y personalidad. Yo que ustedes lo llevo a un psiquiatra, mira que vestirse así… Es horrible.

Nos giramos para encarar al chico, que como otros tantos, se metía con mi modo de vestir. Pero al hacerlo me quede pasmada, en mi vida había visto un chico tan hermoso como este patán desconocido. Cabello desordenado color bronce, ojos del color de las esmeraldas que lo hacían lucir brillantes y expresivos, mandíbula firme, un cuerpo de infarto y, ¡Dios! Unos labios endemoniadamente sexys.

No sé cuánto tiempo me quede mirándolo, no aparte mi vista hasta que Rose y Alice hablaron.

— Idiota… ¿Quién te crees para hablarle así a mi hermana? — Preguntó Rose entre dientes.

— Si imbécil, de nuestra hermana nadie se burla — La acompañó Alice.

— Wow… El chico es chica ¡Que grata sorpresa! Mis disculpas… — Dijo el muy estúpido.

Eso sí que no lo iba a perdonar, que dijeran que vestía horrible era una cosa ¿Pero qué dudaran de mi sexualidad? Eso ya rayaba el límite de mi escasa paciencia.

— ¡Ja! Miren quien habla… la niña bonita — Dije con odio.

— Niña insolente, ¿Qué has dicho? — Me preguntó entre dientes.

— Lo que oíste cielo, ¿Acaso aparte del porte de gay que te mandas eres sordo? — Le respondí con sorna.

— Eres… — No terminó su frase porque en ese momento mis cuñados llegaron junto a nosotras.

— ¿Edward? — Dijo Jazz.

— Esta sí que es una gran sorpresa Edward — dijo Emmett — ¿Cómo llegaste junto a nuestras novias?

—Ohh… ¿No me digan que conocen a esta niña? — Pregunté entre dientes — Creí que no se juntaban con idiotas.

— Mira chico rebelde ¿Por qué mejor no cierras la boca?

— Mide lo que dices grandísimo idiota — Siseé con odio.

Jazz tuvo que intervenir antes de que ocurriera una desgracia y yo matara a la niña bonita.

— ¡Chicos, tranquilos! ¿Sí? Es solo el idiota de nuestro hermano, el que viajo a Londres ¿Recuerdan? — Dijo Jazz.

— Lo recuerdo — Murmuró Alice y después apunto al maldito chico con el dedo — Pero eso no te da derecho a expresarte así de Isabella.

—Eso es cierto — Secundó Emmett — Es nuestra cuñada, y por lo tanto le debes respeto.

—Okay, Okay… Ya basta de charla. ¿Es así como reciben a su hermano después de ocho años de estar alejado de casa?

Dicho esto se estrecharon en un afectuoso abrazo. Comenzaron las presentaciones, tanto Jazz como Emmett presentaron a sus novias, y Jacob, que para mi sorpresa también le dio un abrazo… Resultó ser un ex compañero del instituto, genial - nótese el sarcasmo -.

— Eddie — Reí ante el apodo — Esta niña de aquí es nuestra cuñadita, como ya te lo dijo Alice se llama Isabella… Pero si no quieres quedar estéril, te recomiendo que la llames Bella —Eddie me miro serio a lo que yo solo le dedique una sonrisa diabólica — Y es la mejor persona en el mundo, tanto que ya la adoptamos como nuestra hermanita.

— Hola — Fue lo único que atine a decir ¿Pero que más podría decir? ¿Es un gusto el conocerte y me alegra mucho que estés aquí ya que tus hermanos dicen maravillas de ti? ¡Ja! Eso jamás, con lo idiota que se comportó conmigo, que lo parta un rayo. Okay… no era una persona mala ni mucho menos, pero el hombre sacaba lo peor de mí.

— Emmie, ya sabes que no soy una niña — Continué — Así que por favor, no me trates como tal, si no quieres que le diga a Rose que te castigue — Fulmine con la mirada a Emmett ya que sabía que odiaba que me tratara como una niña, este trago en seco ya que los castigos de Rose se basaban en días sin mimos, y por consiguiente… días sin sexo.

— Disculpa por mi comentario de hace un rato, fue descortés — Se disculpó, pero estas estaban lejos de ser sinceras — No quería ofenderte ni mucho menos, no sabía que eras la cuñada de mis hermanos — En esto si era sincero, yo lo miraba con cara de ¿Qué diablos le pasa a este chico? Este tipo era bipolar, o sufría de cambios de humor… No confiaba para nada en él.

—Mira, comencemos de nuevo ¿Te parece? — Me dijo extendiéndome la mano — Soy Edward Cullen — Entrecerré los ojos — Veintisiete años, hermano menor de estos dos idiotas.

Fruncí el ceño.

— Okay, no acepto tus ''no disculpas sinceras'' Edward, pero por el bien de nuestros hermanos comencemos de nuevo — Dije estrechando su mano, en el momento en que nos tocamos, sentí un cosquilleo como de una corriente eléctrica — Me llamo Bella, y soy la cuñada de tus hermanos.

— Directa, me gusta — Dijo terminando el acuerdo.

Me devolvió una genuina sonrisa torcida con la cual apenas recordé como se respiraba. Desde ese fatídico gran día Edward - mucho ego – Cullen, entro a nuestras vidas.

Fin flashback

Hacía tres años que nos conocíamos, el cambio de Edward fue radical cuando comenzó a tratarme, nos habíamos convertido en los mejores amigos.

Pero con el correr de nuestra amistad, Edward se convertía en una persona muy importante en mi vida, no sé ni cómo ni cuándo, lo único que sé es que estoy perdida e irremediablemente enamorada de mi mejor amigo. Si, lo sé, suena cursi, pero no hay otra forma de expresarlo.

Compartíamos momentos en grupo, a solas, días buenos y malos, se comportaba dulce y atento conmigo, había veces que llegaba incluso a pensar que yo también le gustaba… Eso me daba tanta alegría. Pero desde que comenzó una relación con la zorra de Tanya Denali, una compañera de la universidad, mis suposiciones se fueron al traste. Y he aquí la cuestión de seguridad, esta zorra ya me hacia la vida imposible ¿Que pasaría si supiese que su chico me gustaba? Por eso nadie podía saber que amaba a Edward. Pero siendo realistas ¿Quién iba a enamorarse de una patética chica que vestía de negro? ¡Nadie! Genial, odiaba mi patética vida.

Edward me veía como un chico más, como su pequeña hermana, y el puto problema es que no era ninguna de las dos cosas, y eso me ponía de un humor de perros. Además que la muy idiota de su querida novia se montaba a medio mundo, se lo llegué a decir a Edward, pero ¿Qué creen? No me creyó… encima me trato mal, por esa razón decidí alejarme de él, sumándole las burlas de esa mujer y el 99% de la universidad, mi vida era un perfecto hoyo negro.

Áng y Ben, mis amigos dentro del calvario académico - como le llamaba a la casa de estudio - eran el 1% restante que no se burlaban de mí, me defendían siempre, pero no hacía falta su protección, aquel que se metiera conmigo ya tendría asegurado una buena patada en el culo, o en definitiva, una vida sin descendencia.

Ya era casi fines de octubre, a dos meses de por fin librarme de la maldita Universidad, iba saliendo de la biblioteca, para encontrarme con mis hermanas para que me llevaran a casa, ya que mi apreciada moto estaba en el taller de Jake.

Estaba yendo en camino, cuando vi que tanto ellas como una pequeña multitud liderada por Tanya – zorra – Denali, veían un afiche con colores llamativos. Me acerqué y escuché unos cuantos murmullos, se trataba de un concurso de canto y baile de estilo libre donde el premio sería un viaje todo pago para dos personas a una isla del Brasil llamada Fernando de Noronha.

Estaba leyendo las bases y condiciones cuando una voz nasal me saco de mis pensamientos.

— Vaya, vaya pero si es Isatonta Swan, ¿Qué pasa niña boba, piensas concursar? — Dijo Tanya con cierto tono de burla.

— No lo creo Tanya — Dijo Jessica, una de sus descerebradas seguidoras — No creo que los jurados quieran ver un espectáculo de circo

— O mejor dicho de sexta, mira por como viste — Terminó Lauren, otra descerebrada.

— Oh, cierto, lo olvidaba, la boba no sabe ni cantar ni bailar, solo sabe babear por mi novio — Quería soltar un jadeo cuando menciono lo último pero logre contenerme y mantuve mi rostro inexpresivo, para cuando iba a defenderme mis hermanas hicieron acto de presencia.

— Sucia zorra, ¿qué fue lo que dijiste de mi hermana? — Dijo Rose.

— Oh, mira la camionera mayor salió a flote — Oh, oh no debiste haber dicho eso Lauren.

Segundos después, en un movimiento sumamente rápido Rose ya la tenía agarrada del cabello, haciéndola aullar de dolor.

— Repite lo que dijiste, idiota — Dijo Rose.

Solté un gritito ahogado cuando vi que Jessica iba a por Rose, pero Alice fue más rápida y la sujeto del brazo.

— ¿A dónde crees que vas, rubia oxigenada? — Le dijo Alice.

— Chicas, suéltenlas, no quiero que se metan en problemas por mi culpa, ya saben cómo son ellas, no les presten atención, ignórenlas como yo — Dije como pude al reaccionar, hicieron lo que les pedí y las soltaron, pero Tanya no quería quedarse con los brazos cruzados.

— ¡Bella! — Escuche decir a mis hermanas, al girar la mano de Tanya se alzó como para darme una cachetada limpia, fue muy rápido pero reaccione para detener el golpe, la sujete con fuerza haciendo que su brazo derecho quedara pegada a su espalda. Al hacer esto, la muy zorra empezó a gritar como gata en celo, ¿Y qué creen? El súper profesor Cayo Vulturis apareció para su rescate. Era un hombre de unos treinta y ocho años, rubio, de ojos cafés, alto, y de buen cuerpo. En fin, les presento a los benditos cuernos de Edward.

— Señorita Swan, suelte de una vez a la señorita Denali — Dijo dirigiéndome una mirada severa — Ahora señores, no hay nada que ver, despejen el área —Dijo mientras se dirigía junto a la zorra — ¿Te encuentras bien, amor? — Le pregunto a Tanya.

En ese momento explote ¿Es que acaso no les era suficiente engañar a Edward? ¿También lo tenían que hacer en público?

— ¿Es que acaso no te da vergüenza jugar con un ser humano como Edward? — Espeté con odio — Lo que hacen es asqueroso.

— Mira niñata, lo que haga o deje de hacer no es asunto tuyo — Dijo señalándome —Sólo estoy con Edward por lo que pueda darme, los regalos que hace son costosos y hermosos. Además ¿Qué te importa? Me creyó a mí y no a ti — Eso sí dolía ya que tenía razón, Edward no me creyó, pero no por esa razón tenía que dejar de defenderlo.

— Claro que me importa, maldita idiota, es mi mejor amigo, no se merece… — No terminé de decir mi discurso ya que me interrumpió un carraspeo, alcé la mirada y vi a Edward junto con sus hermanos parados detrás de la parejita feliz. Se giraron a mirar y Tanya soltó un gritito de horror al ver a Edward.

Edward avanzo hasta quedarse a mi lado. Su hermoso rostro estaba serio, siempre se pone así cuando está enojado.

— Tanya, profesor, si no les importa, me llevo a Bella— Dijo Edward dirigiéndose a ellos.

— Ed… Eddie — dijo Tania— te lo puedo explicar… no es lo que crees.

— Ahórrate tus explicaciones, ya lo escuche todo, no hay nada más de lo que tengamos que hablar. Hasta luego.

Dicho esto me hizo girar con él, pero yo todavía tenía que decirle algo así que me detuve y la miré.

— La respuesta es sí Tanya, si pienso participar en el concurso — me gire y seguí mi camino con Edward.

-.-

POV Edward

Llegué a Forks luego de ocho largos años de esfuerzo para convertirme en el mejor médico, y así lo hice abriendo un centro médico del que orgullosamente soy dueño y director, no era muy amplio pero para mí era el mejor de Londres, luego de largos años de trabajo, decidí tomar unas ligeras vacaciones, yéndome a casa de mis padres en Forks. Dejé a Alec, mi mejor amigo, a cargo del hospital junto con su esposa Jane para que me cubrieran por un tiempo.

Al llegar hice y retome amistades. Hubo una ligera tensión que ocurrió cuando conocí a Bella, la cuñada de mis hermanos, pero en ese entonces no lo sabía ¿Cómo demonios iba a saber que la chica Punk era su cuñada? Llevaba solo tres horas en Forks. Desde entonces me he pateado mentalmente por lo idiota que fui, porque a pesar de su apariencia nada femenina y descuidadamente rebelde es la persona más noble y dulce cuando se lo propone, tiene un carácter de titanio, más de una vez me cobro las bromas que le hacía, por más de que sea delgada tiene una fuerza increíble.

Gracias a la ''amabilidad''- por decirlo de algún modo - de Bella, todo quedo olvidado, y desde entonces fuimos convirtiéndonos en amigos, hasta ser los mejores amigos, es más, la quería como una hermana más ¿Y cómo no quererla? Si es un ángel personificado. Su rostro angelical, su sonrojo, su mirada expresiva hacía que cada vez que la mirara mi instinto sobre protector saliese a la luz, y mierda, adoraba cuidarla. Aunque varias veces me ganaba golpes de su parte; justificando que ella podía cuidarse sola, y vaya que lo sabía.

Conocía casi todo de ella, solo dos cosas no estaban a mi alcance: Lo primero, su pasado en Phoenix. Nunca hablaba sobre su vida en Phoenix, era muy cerrada en ese campo. Y lo segundo: ¿Pueden creer qué jamás en estos tres años entre a su habitación? Era el único lugar que no conocía de la casa Swan, Bella siempre decía: La habitación de una chica es la puerta del alma de una, así que por esa razón su puerta lleva "No Pasar" en letras negras para que acentué su petición.

Todo iba bien hasta que me hice novio de Tanya hace dos meses. Por algunos comentarios que hacían mis hermanos y mis cuñadas sobre mi novia, e incluso Bella, los cuales no creí es más le reproche que solo decía eso porque no se llevaban bien, terminamos peleados. Es así como mi mejor amiga se fue alejando de mí, ya no hablamos por mucho tiempo, ya no salíamos en grupo y ni aceptaba que me fuera a su casa a verla, su distanciamiento me dolía, la apreciaba mucho, y eso que ni con Tanya me sentía así.

Hable con mis hermanos y estos me dijeron que ni Alice ni Rose le comentaban el porqué del alejamiento de Bella, solo decían que eran cosas de ella y así pusieron fin al comentario.

Iba de camino a la cocina cuando Emmett me comunicó que junto con Jazz iban a la Universidad de Bella a recogerla ya que el arma mortal que tenía por medio de transporte estaba en el taller de Jake. Pregunté si podía acompañarlos para poder llevar a Tanya a comer en algún restaurante.

Llegamos a la Universidad justo cuando era la hora de la salida. Había una pequeña multitud enfrente de unos afiches colgados, según lo que entendí se trataba de un concurso, o algo así. Reconocí la cabellera rubia rojiza de Tanya así que me adentre junto con mis hermanos hasta el pequeño círculo formado por Bella, Alice, Rosalie, Tanya y sus dos amigas, Jessica y Lauren. Iba a interrumpir pero mis hermanos me susurraron que me quedara callado y mirara.

— Vaya, vaya pero si es Isatonta Swan, ¿Qué pasa niña boba, piensas concursar? — Dijo Tanya con burla a Bella. La miré extrañado, ella siempre se comportaba dulce con Bella, ver como la agredía me hirvió la sangre.

— No lo creo Tanya — Dijo Jessica — No creo que los jurados quieran ver un espectáculo de circo

Un gruñido salió de mí al escuchar sus insultos.

— O mejor dicho de sexta, mira por como viste — Terminó Lauren.

— Oh, cierto, lo olvidaba, la boba no sabe ni cantar ni bailar, solo sabe babear por mi novio — Me quedé mudo al escuchar lo que Tanya dijo. En mi vida pensé que un ser como Bella se fijaría en mí… Reaccioné cuando mis hermanos me codearon.

— Sucia zorra, ¿qué fue lo que dijiste de mi hermana? — Dijo Rose.

— Oh, mira la camionera mayor salió a flote — Dijo Lauren.

No podía creer que trataran así a Bella, ahora me daba cuenta de toda la fachada inventada por Tanya y que la que decía la verdad era Bella.

En un rápido movimiento Rosalie tenía agarrada del cabello a Lauren haciéndola gritar por el dolor.

— Repite lo que dijiste, idiota — Dijo Rose agarrando cada vez más fuerte la cabellera de Lauren.

Jessica salió en su defensa yendo por Rose pero Alice fue más rápida y la sujeto por el brazo.

— ¿A dónde crees que vas, rubia oxigenada? — Le dijo Alice.

— Esas son nuestras chicas — Escuché a Jazz y a Emmett decir con una gran sonrisa pintada en la cara.

— Chicas, suéltenlas, no quiero que se metan en problemas por mi culpa, ya saben cómo son ellas, no les presten atención, ignórenlas como yo — Dijo Bella como siempre protegiendo a sus hermanas.

— ¡Bella! — Gritaron al unísono Alice y Rose. Cuando observé lo que pensaba hacer Tanya trate de intervenir pero como siempre la pequeña era más rápida, agarró la mano con la que la golpearía y la sujeto en la espalda. La maniobra me sorprendió, e hizo que Tanya gritara como loca. Mis hermanos me sujetaban para que no pudiera intervenir.

— ¡Quédate quieto y mira! — Me dijo en susurros Jazz.

— Señorita Swan, suelte de una vez a la señorita Denali — Dijo un hombre que apareció, imaginé que sería uno de los profesores— Ahora señores, no hay nada que ver, despejen el área —Dijo a la multitud mientras se dirigía junto a Tanya — ¿Te encuentras bien, amor? — Le preguntó.

¿Amor? ¡¿Qué?! Idiota… mil veces idiota. La puta lámpara entonces se prendió, las palabras de mis hermanos, cuñadas y Bella resonaron en mi mente. Y todos llevaban razón. Yo que la defendía a capa y espada… ¡Me peleé con mi mejor amiga por ella!

"Bravo Cullen, eres un asco de persona… mira lo que defendías" Me dijo mi conciencia.

— ¿Es que acaso no te da vergüenza jugar con un ser humano como Edward? — Dijo Bella entre dientes — Lo que hacen es asqueroso.

No lo podía creer, a pesar de que yo no le creyera ella continuaba defendiéndome. Bella era un ángel, sin lugar a dudas.

— Mira niñata, lo que haga o deje de hacer no es asunto tuyo — Dijo Tanya señalando a Bella con el dedo —Sólo estoy con Edward por lo que pueda darme, los regalos que hace son costosos y hermosos. Además ¿Qué te importa? Me creyó a mí y no a ti — Terminó con una gran sonrisa.

Ya no aguantaba semejante comportamiento por parte de Tanya.

— Claro que me importa, maldita idiota, es mi mejor amigo, no se merece… — No deje que continúe su discurso ya que la interrumpí con un carraspeo. Bella alzó la mirada, me vio y abrió los ojos tan grandes que pensé que se le saldrían de las orbitas. Su reacción hizo girar los demás. Tanya lanzó un gritito ahogado al verme.

Avancé hasta quedar al lado de Bella. Sentía el enojo recorrer todo mi cuerpo, quería golpear a todo el mundo pero me contuve. Tanya ni siquiera se merece una escena por más dolido que me encontrara.

— Tanya, profesor, si no les importa, me llevo a Bella— Dije.

— Ed… Eddie — Dijo Tania— te lo puedo explicar… no es lo que crees.

— Ahórrate tus explicaciones, ya lo escuche todo, no hay nada más de lo que tengamos que hablar. Hasta luego — Dije esto dando por finalizada la conversación y la relación con Tanya.

Bella se detuvo y giró para encarar a Tanya.

— La respuesta es sí Tanya, si pienso participar en el concurso — Dijo mientras se giraba de nuevo y seguíamos con nuestro camino.

Alice y Rose comenzaron a chillar de la emoción, la abrazaron y empezaron a cuchichear. Yo tenía una cara de: ¿Qué rayos me perdí? Mis hermanos me despejaron las dudas.

— Bella canta genial — Dijo Jazz.

—Pero más genial es como baila, estudió canto y danza unos años pero los dejó por la Universidad y cosas así — Dijo Emmett — Vimos los videos que Alice grabó a escondidas en su ensayo — Terminó susurrando, supongo que para que Bella no lo escuchara.

— Si siguen con esos elogios se quedan sin novias, y créanme que antes de eso a ti Oso te dejo sin descendencia — Dijo Rose seria. Emmett tragó en seco y por inercia tapo sus partes nobles logrando que todos estalláramos en una sonora carcajada.

— Tu tampoco Jazz cantes victoria con eso de "Bella canta genial" — Dijo Alice haciendo que Jasper dejara de reír.

Me acerqué a Bella por la espalda cuando percibí un dulce aroma, ¿irónico, no? Que uno pueda considerar dulce a un aroma… Pero era así, olía a fresas y Fresia, una extraña combinación, pero cautivante. Decidí seguir el aroma hasta toparme que se concentraba en el cuerpo de Bella. Era hipnotizador; jamás lo note. Me aleje un poco para no parecer un tarado.

— ¿Cómo es eso de que a tu amigo no le cuentas que cantas y bailas? — Le dije logrando que girara y su esencia me golpeara por la brisa.

— Lo deje hace años por los estudios y por un tema que no quiero mencionar, aun no sé si concursar, he dejado de tener practica — Dijo encogiéndose de hombros.

— Pero para ver si puedes o no debemos oírte cantar ¿No es así, chicos? — Me dirigí a los chicos que estaban hablando.

— Solo tú no la has oído Eddie, tuvimos la gracia de oírla cuando llevábamos serenatas a nuestras queridas novias — Dijo Emmett.

— Oh, querido cuñadito, se me había olvidado decirte que, los que tienes por hermanos, no gastan un centavo en las serenatas justamente porque Bella las hace — Dijo Alice burlonamente — A ver si de ese modo cuando llegue el próximo aniversario no la hagan trabajar tanto en su cumpleaños.

— ¿Cómo que hacerla trabajar en su cumpleaños? No entiendo… — Dije realmente confundido.

— Pues que debido a cierto acuerdo que ellos — Rose señalo a mis hermanos — decidieron pedirnos para salir justo el 13 de setiembre, cumpleaños de Bella, las serenatas son hechas por ella justo después de la cena de su cumpleaños.

— Hey… paren con sus burlas — Dijo Bella totalmente sonrojada, se veía adorable. "Dios Edward, deja de pensar así ¿qué te pasa?" Me reprendió mi subconsciente — Que bien se pasaron toda la noche suspirando y llorando por lo románticos que eran — Terminó sonriendo.

— Por lo que me doy cuenta soy el único que no te escuchó cantar y mucho menos te ha visto bailar, ya que nunca asistí a las dichosas serenatas, ¿Por esa razón te despedías tan temprano en tus fiestas, no? — Dije tratando de llegar al meollo de la cuestión — Debes ensayar desde ahora para el concurso.

—Bu-Bueno y-yo no estoy segura de querer participar —Tartamudeó totalmente sonrojada —Fue hace años, y si, esa era la razón por la que escapaba de las fiestas, las odio, así que cada año les pido ayuda a mis hermanitos ya que las mías se empeñan en joderme la vida — Dijo Bella mirando seriamente a sus hermanas. Y con razón Alice se empeñaba en montarle fiestas cuando solo quería una cena con sus padres y amigos — Y ni sueñes Cullen viéndome bailar —Me apuntó con un dedo.

— ¿Qué? ¿No me digas que le darás la razón a Tanya ahora? — Dije tratando de probarla — ¿Y porque no te puedo ver bailar? Eres mi amiga ¿No?

— N-No es eso, solo que no dejo que nadie me vea ensayando, trae problemas — Dijo agachando la cabeza con tristeza —Y hablando de Tanya ¿Cómo te sientes? — Me preguntó.

—Mal, pero no por el engaño… Sino porque dude de ti — Secundé —Y te debo una disculpa enorme por tratarte mal por ella, eres mi mejor amiga Bella, en verdad lo siento — Creí ver dolor en su mirada… Seguramente lo imagine ¿Por qué sentiría dolor?

— No tienes por qué disculparte, para eso estamos los amigos ¿No? — Me dijo golpeando mi hombro.

Íbamos avanzando hasta la salida de la Universidad donde aparcamos los autos hasta que Bella choco con alguien. Giré para mandar al demonio al tipo descuidado que choco con Bella pero ella se le quedo mirando con un brillo en los ojos que no supe descifrar.

— ¿Ale-Alejandro? — Pregunto Bella.

El chico la miro dubitativo. Bella se quitó la gorra que tenía y los ojos de chico brillaron y una enorme sonrisa apareció en su rostro.

— ¿Bella? ¡Bella! ¡Mi Bella! — Dijo abrazándola.

Algo… un sentimiento que no entendí me apretujo el pecho cuando ella correspondió el abrazo. ¿Quién carajos era ese tipo para decirle Mí Bella? "Okay Edward, bájale dos cambios ¿qué mierda te pasa?" Y como si hubiera formulado la pregunta en voz alta, Alice se me acercó.

— Es su ex novio — Me susurró.

— ¿Bella tuvo novio? — Pregunté incrédulo.

— Pues claro que si, idiota — Me reprendió Rose por la perplejidad en mi pegunta — Tuvieron que alejarse cuando vinimos a vivir a Forks, Bella solo tenía 15 años.

Me quedé observando la escena atónito, jamás pensé que Bella podría llegar a tener un novio.


que les pareció? grande no, la diferencia?

espero que me lo digan...

gracias y atte.

lunagotik..!