Capitulo 1: No quiero estar aquí

Yuuki permanecía en su habitación en los Dormitorios de la Luna. Se sentaba horas mirando la ventana hacia el paisaje, tratando de ignorar el bullicio a su alrededor.

Los comentarios de los vampiros que asistían en la Academia, no eran de su agrado. Después de todo, lo único que podía escuchar era que todo el mundo tenia lastima por ella.

La debilidad en un sangrepura no era bien vista. Todos esperaban mas de ella … liderazgo … característica que aun no estaba muy implantada. Aun seguía siendo una chica insegura. Aun no se había recuperado del abandono de Kaname. De la traición. De las muertes …

Tenia mucho en lo que trabajar, pero la verdad no tenia la voluntad … sus fuerzas se agotaban, no se renovaban cada día … el tiempo debía sanar las heridas, pero esas heridas cicatrizaban a un paso muy lento y parecían que no cerrarían nunca.

Ella prefería encerrarse en su habitación en vez de compartir la cena o tener algún contacto con los vampiros nobles. La única vez que se sentó en la mesa, la llenaron de preguntas que no pudo responder y se fue llorando a su habitación. Siempre era lo mismo. Aun no podía hablar de Kaname. Su tristeza era tan grande que dudaba que podría recuperarse algún día.

Si fuera humana habría muerto de depresión, pero su vida iba a ser larga y dolorosa. Pasaría sus días con la angustia de haber perdido a Kaname y a Zero. Nunca había entendido los planes de Kaname, nunca hubiera pensado siquiera que se separarían algún día, ni tampoco que Zero la ignoraría de esa forma. Oh! Sí … la ignoraba completamente … realmente aunque estuvieran en la misma Academia, desde que estaba allí, él no se había acercado a ella para hablarle. Solo la veía pasar cuando era el recambio de las clases nocturna y diurna.

El seguía con su trabajo de prefecto algunas veces y solo en esos momentos sus miradas se cruzaban. Yuuki debía bajar la cabeza, pues Zero mantenía esa mirada de querer matarlos a todos y eso la asustaba. Así que prefería no provocarlo.

Jamas se acerco a preguntarle como estaba. Jamas se acerco para saludarla. El silencio marcaba una linea que no podía cruzar a menos que él la cruzara.

Se sentía sola. Ni siquiera podía ver a Sayori. Su mejor amiga estaba en la Academia, pero no podían mantener contacto. Nada.

Su padre adoptivo, Kaien Cross, era Director de la Academia y Presidente de la Asociación de Cazadores asi que disponía poco tiempo para ella, si bien la llamaba a menudo para ver como andaba.

Realmente su vida era muy solitaria. Cada día que pasaba se hundía por completo en un pozo que no tenia fin.

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Zero se dirigía a contener a las alumnas de la Clase Diurna, para que la clase Nocturna se dirija a las aulas. No quería seguir haciendo ese trabajo y aunque le había rogado miles de veces a Kaien para que lo ponga tiempo completo en la Asociación, este insistía en que no tenia reemplazo para este puesto aun.

Quería evitar a toda costa el contacto con esos vampiros. Especialmente con uno: Yuuki.

Cada vez que la veía pasar quería pegarle. No podía evitar sentirse así. Había sufrido tanto luego que ella se había ido con Kaname que su corazón parecía haberse endurecido, y ya no podía sentir nada mas … pero en los momentos en que la cruzaba, se sentía tan frágil … tan expuesto … no podía hacer otra cosa que tratar de expresarle todo su odio aunque sea en gestos. Quería odiarla, pero ese odio le decía que aun la amaba, que se sentía rencoroso por su abandono … ahora ella se sentía de la misma forma que él antes, y quería que ella lo tuviera bien en claro.

Pero a pesar de todos sus intentos por no acercarse, no podía evitar preocuparse por ella, y se odio él mismo por eso.

Cada vez que la veía pasar, notaba que Yuuki estaba mas decaída. El había logrado sobreponerse, pero ella no parecía mejorar. Se lo había dicho discretamente a Kaien, pero este no podía hacer nada. Solo esperar.

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Mientras esperaba a que la Clase Nocturna saliera de sus dormitorios, Zero trataba de contener a las alumnas que enloquecían por la llegada de ellos, sobre todo por la de Aido. Minutos después, se abrió el portón, y cuando todos los días la dirección la había mantenido Yuuki por ser sangrepura, hoy no era así. Encabezaba la fila Aido y los demás lo seguían. Trato de buscar a Yuuki mas atrás pensando que se habría retrasado, pero ella no se encontraba entre ellos.

Cuando terminaron de pasar, y los estudiantes de la Clase Diurna se dispersaron, decidió ir a patrullar los alrededores. Algo no andaba bien, dijo y se hecho andar.

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Yuuki caminaba por los jardines de la Academia. Debía haber ido a clase pero si hubiera tenido que pasar entre todos esos estudiantes de la clase diurna, hubiera perdido el control.

Las pastillas de sangre no saciaban su sed. Se había sentido con hambre desde que Kaname se había ido, pero pudo controlarlo con las pastillas hasta ahora.

Cada día que pasaba entre los estudiantes de la clase diurna podía sentir su olor, el latir de sus corazones … le resultaba tan tentador, que prefirió no ir a clases. Trato de dispersarse y olvidarse que tenia hambre caminando y observando la caída del sol en la Academia.

Cuando llego a la fuente, se sentó para tranquilizarse. ¿Con que mas debía luchar? ¿La vida no pensaba darle una tregua? Al parecer no. En frente suyo apareció Zero, mostrándose furioso de verla allí. Tuvo la sensacion de un escalofrío subirle por la espalda. El, que había sido su compañero de toda la vida, estaba allí, buscándola, para darle caza …

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Cuando Zero diviso a Yuuki sentarse en la fuente, quiso salir corriendo hacia el otro lado, pero no podía ser tan cobarde. Algún día debía enfrentarla y ese día, habia llegado.

¿Qué haces aquí? No esta permitido que los estudiantes merodeen por esta zona, deberias saberlo ya … - le dijo en tono muy serio y frío.

… Zero … - murmuró - Oh … lo siento … no estaba pensando … tienes razon, ya me voy … - le contesto en tono debil, su voz parecia que se sentia timida al expresarse.

Yuuki se levanto lo mas rápido que pudo tratando de alejarse y volver a su dormitorio, pero Zero se le adelanto y se le puso justo enfrente, impidiéndole seguir.

Lo miro con incertidumbre y pronto se dio cuenta que a penas podía sostenerle la mirada. Se sentía tan avergonzada. Sabia que Zero había tenido razón en todo lo que le había dicho sobre Kaname, pero ella no podia verlo de ese modo, e incluso ahora le resultaba muy doloroso aceptarlo.

No pudo resistir por mas tiempo y la coraza que trato de forjar en ese momento se rompió, sumergiendola en un ahogo de llanto. Sus lágrimas se derramaban mirando a Zero y sus ojos se habían vuelto de un rojo carmesí … el inconfundible color del hambre.

Zero miro a Yuuki mientras lloraba enfrente suyo y no pudo evitar sentirse tan miserable. Compartian ese dolor, pero habia algo mas … sus ojos se mostraban sedientos, dejaban en evidencia su ansiedad. Ella debía ser alimentada. Sino lo hacia, la Asociación la declararía un vampiro peligroso y la cazarian. El no podía permitir eso …

¡Basta de esto! – le dijo tomándola de la mano y se la llevo a su cuarto.

¿Que haces, Zero? - pudo decir mientras las lágrimas seguían cayendo.

Al llegar al cuarto, los dirigió al baño. No necesitaba preguntarle a nadie mas. Sabia lo que tenia que hacer.

Zero! Por que me has traído hasta aquí, no puedo estar de este lado … esto no esta bien Zero … - le decía, pero él no le hablaba y sus las lágrimas no se detenían.

El la soltó, y se llevo la muñeca a su boca, mordiéndose, dejando que Yuuki oliera la esencia de la sangre en el aire.

Qué … Oh! Noooooo … Nooooo … ciérrate la herida, por favor Zero no hagas esto … - lloraba angustiada, el olor a la sangre nublaba su mente, pero aun podía controlarse, aun podía resistir, prefería eso antes que hacerle daño a Zero.

Yuuki se dio vuelta tapándose la boca que mostraban sus colmillos alargados.

Tomala – le dijo con seriedad – tomala antes de que me arrepienta. Se que tienes hambre, la has tenido todo este tiempo, y empiezas a tener síntomas de abstinencia, lo demuestran tus ojos.

Nooooo … no quiero, puedo contenerme, aun puedo hacerlo … por favor cierrate la herida Zero – su angustia iba en aumento, no podía creer que Zero le ofreciera su sangre, debía parecer muy débil … pensó.

Vamos! Hazlo ahora, tómala – le dijo con severidad – la Asociación te dará caza sino puedes controlarte … ven aquí – se acerco a ella y bruscamente la dio vuelta, poniéndole su muñeca frente a sus labios, obligándola a beber su sangre.

N … - Yuuki quiso resistirse, pero cuando la sangre de Zero toco sus labios no pudo controlarse y lo mordió con ansias.

Zero tenia una mano sobre la nuca de Yuuki, sosteniendola para que no se aparte y la otra la sostenía ella, con sus dos manos. Se aferraba a esa muñeca como si fuera lo ultimo que tocaría en su vida.

Mientras la observaba alimentarse, se sintió satisfecho solo sentir fluir su sangre hacia Yuuki. Ella mantenía sus ojos cerrados, porque sus lágrimas seguían cayendo, pero no soltaba por nada del mundo esa muñeca que tanto alivio le estaba trayendo.

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Cuando Yuuki recupero su conciencia, noto que estaba sentada en el suelo y que a su lado Zero la observaba alimentarse. Se sintió muy culpable de haberlo mordido y terminó de beber antes de saciarse. Se avergonzaba por haberse mostrado como un animal sin conciencia.

Lo siento … lo siento mucho … quise evitarte esta situación Zero, pero no pude … tenias razón, no pude contenerme … - lloraba amargamente. Se sentía tan débil. Tan frágil.

No te disculpes … yo te forcé a hacerlo. Además es importante que lo hagas diariamente y estoy dispuesto a darte mi sangre para que te recuperes – le dijo tratando de ponerse serio otra vez. Pues, pese a que se había derretido por alimentar a Yuuki, quería mantener la distancia … o de eso quiso convencerse …

No, no quiero hacerte esto, se lo difícil que resulta para ti, aunque trates de ocultarlo. Debo aprender a tomar las pastillas. No puedo seguir siendo una niña malcriada …

No te lo estoy preguntando. Si quieres seguir viva, mas te vale que mañana a las 12 de la noche estés en este lugar, porque si te vuelves peligrosa no dudare en avisar a la Asociación, ¿me entiendes?

Las palabras de Zero dolían. Era muy frío, aunque todo esto de alguna forma retorcida expresaba que aun se preocupaba por ella. Así que acepto el trato, no para saciar su sed, aunque se lo agradecía, sino porque ésta era la razón para que puedan volver a hablar como antes.

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Al otro día, Yuuki se levanto y decidió tomar coraje para desayunar con los otros estudiantes de la clase nocturna. Mientras bajaba las escaleras y se dirigía al salón pudo notar que muchos la observaban sorprendidos de verla allí. Camino entre ellos sin tenerlos en cuenta, tratando de mejorar su figura de sangrepura que todo este tiempo había caído en decadencia. Odiaba tener que aparentar fuerza cuando no la tenia, odiaba tener que fingir … esa no era ella, pero trató de no pensar en eso y siguió caminando pensando qué iba a desayunar.

En el salón comedor, los estudiantes cuchicheaban y no pudo evitar escuchar un comentario que astillo su corazón:

- … Ayer no salio con nosotros, no se aparece en las grandes reuniones que hicimos todo este tiempo, debe tener vida social, es su deber como sangrepura, Kaname lo hacia … Atender nuestros problemas y preocupaciones … creo que deberíamos reportarla y elegir a otro sangrepura que venga a representarnos … estamos pasando la mayor vergüenza … su debilidad es tan evidente, que …

- No deberías estar hablando así de ella, no voy a permitírtelo … - dijo Aido enojado.

Yuuki prefirió no seguir escuchando y se marcho de allí lo mas rápido que pudo. Estaba decidida, no pasaría un minuto mas en esos dormitorios. No podía soportarlo. Así que se encamino hacia el despacho del Director.

Al llegar a la puerta, golpeó y cuando escucho "pase", entró.

- Hola … - dijo algo avergonzada de lo que estaba a punto de pedirle.

- Hola Yuuki, ¿como estas hoy? - preguntó como cualquier otro día normal - ¿que se te ofrece?

- Debo pedirte un favor muy grande, se que no debería, que esta prohibido, pero me es imposible seguir conviviendo con los estudiantes de la Clase Nocturna.

No puedo … no puedo cumplir el rol que se me pide, que esta establecido para los sangrepuras … por favor papa … no lo soporto … no soporto esta presión … siento que voy a estallar … - le decía apresuradamente las palabras.

- … Oh, Yuuki, como sabes, no puedo hacer eso que me pides … quisiera aliviarte las presiones, pero esto va mas allá, sabes que si te descontrolas solo por un segundo pudiendo morder a cualquier estudiante lo convertirías en vampiro … eso seria fatal … la Asociación no dudaría en ponerte en su lista … no quiero darles excusas … - dijo con tristeza, sabiendo que esto pondría peor a Yuuki.

- Por favor!, no soporto ese lugar, no hacen otra cosa que hablar a mis espaldas, de cuan débil soy, de cuan débil me veo, que soy una vergüenza para la raza … estoy harta de sus comentarios, de que me pregunten por él … - dijo con un nudo en la garganta.

- Lo siento tanto Yuuki … de veras … quisiera poder decirte que si, pero lamentablemente debo decirte que no y … - no pudo terminar la frase, pues Yuuki se había ido corriendo del despacho.

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Cuando salio del despacho de Kaien, no contuvo las lágrimas. Todo el mundo parecía estar en su contra. ¿Podrían empeorar las cosas? Se pregunto tan amargamente. Se sentía tan sola en el mundo, tan pequeña, tan … débil … era verdad … pensó, eso es lo que soy: una vergüenza, débil … no merezco ningún trato especial … la sangre que corre en mis venas, no tiene nada que ver conmigo … quisiera no existir …

Se alejo lo mas que pudo, quiso ocultarse en un lugar donde nadie la encontrara y por una vez en la vida sintió que algo salia bien. Comenzó a llover en gran manera y todos los estudiantes se refugiaron dentro de sus habitaciones, dejando libre el patio y los alrededores.

Al fin podría estar sola, sin contacto con nadie. Sin escuchar comentarios sobre ella. Sin peligro de atacar a los estudiantes de la clase diurna. No había nadie dando vueltas y realmente en ese momento, se sintió libre de llorar como tanto quería …

Al llegar a su habitación, luego de una jornada agotadora en la Asociación, Zero miro la hora. Eran las 12 de la noche y Yuuki debía estar en su baño. Empapado como estaba se dirigió al baño y no la encontró. En el fondo sabia que ella no vendría por si misma. Debía buscarla.

Aunque odiaba lo que estaba haciendo, se dirigió al Dormitorio de la Luna, donde los estudiantes debían estar despiertos. Alguien le diría donde estaba Yuuki.

Caminaba por los jardines de la Academia, mientras la lluvia lo golpeaba con fuerza en la cara. Debía haber traído un paraguas … maldición …

Al golpear en la gran puerta, le dijo al vampiro que atendió:

- Llama a la presidenta del dormitorio, debo hablar con ella … -

- Oh! lo siento pero aun no ha regresado … -

- ¿De donde? - preguntando mas de lo que debía.

- Pues … no lo se … salio hace unas cuantas horas y no ha regresado …

Esto no olia bien. Se fue corriendo para hablar con Kaien. Rogaba poder encontrarlo. Ultimamente, tenia que sacar turno para hablar con él. La Asociación le estaba demandando mucho tiempo. Pero si se trataba de Yuuki, seguro que dejaba todo para poder encontrarla.

Mientras corría pensando en lo que iba a decirle, sintió en el aire un perfume particularmente familiar … Yuuki, estaba cerca …

Comenzó a dar vueltas hasta que la vio. A primera vista se impresiono solo de verla, y se pregunto si estaba viva. Yuuki se encontraba acurrucada debajo de un árbol. Su vestimenta estaba embarrada y totalmente mojada. Su cabeza estaba metida entre sus piernas que tiritaban del frío, pero a ella no parecía importarle el frío. Al acercarse pudo escuchar el llanto de Yuuki, y se le rompió el corazón. Trato de ser fuerte para poder hablarle con claridad, sin nudos en la garganta …

- ¿Que haces aquí sola? … - le dijo arrodillándose frente a ella, tocándole el brazo.

No recibió respuesta de Yuuki, asi que trato de levantarle la cabeza con ambas manos.

- Vamos, no debes estar aquí … - le dijo y aunque trato de ser fuerte, una lágrima cayó de sus ojos cuando la miro a la cara. La lluvia hacia su trabajo, pero pudo distinguir claramente las lágrimas de Yuuki, tenían un olor especial. Sus ojos estaban casi cerrados, pues los tenia tan hinchados de llorar que no podía abrirlos mas. Parecía un trapo mojado. Estaba desarmada. Destrozada. No había rastro de la Yuuki que él había conocido.

- No. Dejame aquí. Aquí puedo ser libre. Me estoy asfixiando en ese lugar. No puedo seguir ahí … Dejame Zero. Estoy bien … - le dijo realmente convencida.

- ¿Estas loca? ¿Crees que te voy a dejar tirada en este lugar? ¿Desde que hora estas aquí? Estas helada, vamos … - le dijo con determinación.

- Noooo … por favor … por favor … - le decía llorando - solo un rato mas … prometo no hacer nada malo, de verdad, además no hay nadie dando vueltas, la lluvia me lo facilito. Ve … ve … yo luego iré cuando todos se hallan dormido … no quiero cruzarmelos … no quiero … no puedo … -

- No voy a dejarte aquí … además te dije que fueras a alimentarte … - la levanto arrastrándola, ella se negaba a caminar, asi que sin pedirle permiso la levanto a upa.

- Sueltame Zero … por favor … dejame … no quiero entrar … no me lleves allí … por favor … - lloraba amargamente pero no tenia fuerzas para resistirse al agarre de Zero.

Zero la llevo a su habitación para alimentarla. Se le habia encogido el corazon al escuchar a Yuuki suplicar para que no la lleve de regreso a su cuarto. No podía verla así, en ese estado. Cualquiera sentiría pena por ella, y se imaginaba que esa pinta no debía ser del agradado de los vampiros que esperan un líder en un sangrepura. Debió imaginar los malos ratos que Yuuki estaba pasando en el Dormitorio de la Luna.

Al entrar, fue directo al baño dejando un rastro de agua en la alfombra. Coloco a Yuuki en la bañera y abrió el agua caliente. Yuuki no había parado de llorar en todo el camino. Su depresión era muy grande, pensó. Algo debería hacer por ella.

Se metió en la bañera y se acerco a Yuuki, que se agarraba la cara con las manos para que Zero no la mirara.

- Toma - le dijo.

Descubriendo con una mano su cara, le acerco a los labios la mano que se había mordido para que Yuuki oliera la sangre y reaccionara.

Ella no dudo en tomar lo que él le ofrecía. Estaba tan sedienta, que en cuanto la sangre toco sus labios no pudo recordar nada mas … solo que le gustaba esa sangre.

La reacción de Yuuki fue violenta. Cuando Zero llevo a sus labios la muñeca ella lo lamió y mordió con fuerza. Succionaba su sangre como un animal. Era brutal.

Zero la observaba beber su sangre de esa forma tan violenta y se sintió extraño. Hacia un rato la vio tan débil y sintió pena por ella. Ahora era un animal, furiosa, peligrosa … tan … ¿sexy?¿que diablos estaba pensando? … aparto esos pensamientos y siguió observandola …

Yuuki parecia inconsciente de lo que hacia, pues dejo de beber de la muñeca para tirarlo y beber directamente de su vena … de su cuello … se aferraba a él con fuerza … su hambre era demasiada y no le importaba qué pensaba Zero.

Cuando su almavolvió a su cuerpo, noto que estaba encima de Zero bebiendo de su cuello. Por alguna extraña razón lo tenia agarrado de sus manos, como si él hubiese puesto resistencia a que lo mordiera allí y ella lo hubiese obligado. Pensar en eso le dio tanta vergüenza que paro la succión enseguida y cerro la herida. Lentamente se elevo para mirar a Zero a la cara, aun no lo había soltado de su agarre.

- ¿Volviste? - le pregunto, parecía divertido aunque lo disimulaba poniendo cara de enojado … esa no era su verdadera cara de enojado

- Lo siento, lo siento, lo siento … por qué no me detuviste … Zero, estoy muy apenada, ¿te he hecho daño? - le dijo mientras intentaba pararse pero Zero no se movía y como no había lugar para los dos, se quedo mirándolo hasta que él se acomodara.

- No, no lo hiciste … pero tenia razón cuando te advertí de alimentarte … eres peligrosa …

- Eso me dijo el Director cuando le pedí que me pasara a la Clase Diurna hace un rato … - se acordó de esa charla y entristeció nuevamente.

- ¡¿que le pediste que cosa? - ahora Zero se acomodo dejándole un espacio para ambos en la bañera.

- Que me pase … no quiero convivir mas con la Clase Nocturna. Realmente me hace mal … - no quiso seguir recordando mas, asi que salio algo apresurada de la tina.

- No puedes estar hablando en serio … - estaba sorprendido que ella quisiera pasarse, sabia que no estaba cómoda allí, pero tomar la decisión de pasarse, era algo serio. Sobre todo tratándose de una sangrepura.

Cuando emitió aquellas palabras, y pensó en todo esto, haberla visto de ese modo, llorando bajo la lluvia, quiso ayudarla … aunque ella no tenia que saberlo …

- No espero que lo entiendas Zero, pero para tu tranquilidadtratare de dejar de pensar en eso y vendré alimentarme todas las noches. Así evitare que tengas que venir a cazarme, ¿verdad? - diciendo esto se fue de la habitación, ahora enojada.

Cuando entro en los Dormitorios de la Luna, no saludo a nadie y se dirigió a su cuarto como de costumbre. No quería escuchar a nadie. Se metió en el baño para bañarse intentando relajarse. El baño funciono a medias: por lo menos tuvo sueño y se quedo profundamente dormida.

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A la mañana siguiente, Zero se dirigio al despacho de Kaien y tuvieron una larga charla.

- Hable con Yuuki, ayer. Me contó que te pidió una transferencia - dijo Zero tratando de meter el tema.

- Si, lo hizo. Pero, por que estas aqui?

- Quiero que consideres su petición. Se que no te esperas que yo interceda por ella, pero la vi realmente mal. Además, quiero decirte que me hare cargo de lo que pase con ella si decides transladarla.

- No puedo. Correríamos demasiados riesgos. No es seguro.

- Es la única forma que tengo de protegerla. Si estoy cerca de ella, podre vigilarla.

- ¿Por qué, Zero?

- Ya te he dicho, esta mal, ¿te jactas diciendo que es tu hija, y no vas a hacer nada?

- Por ella lo hago, para su seguridad … lo sabes … sabes los riesgos que corren los estudiantes y ella …

- No voy a ponerla en ese riesgo, tu sabes que yo no le haría eso a Yuuki … - le dijo y Kaien torció el ceño, parecía confundido … pero lo comprendio enseguida, sabia que Zero se las ingeniaría para proteger a Yuuki, sabia que todavía la amaba …

- Voy a hacerlo con la única condición de que pase lo que pase protejas la paz de esta academia, tu sabes lo que eso conlleva, Zero.

- Si, lo se. Estoy de acuerdo con el trato - le dijo y prosiguió - eh … mmm … quisiera que Yuuki no se enterara de esto por mi, y no quiero que me nombres en ningún momento. Prefiero que ella no lo sepa …

- … Claro, no se enterará.

Arreglo todo con Kaien y se retiro del despacho.

Cuando Yuuki se despertó, deseo no haberlo hecho. Los rayos de sol le daban en la cara, aun le quedaba bastante por dormir pero ya había dormido suficiente, asi que se levanto rezongando de su falta de sueño.

Minutos después pensó que seria buena idea levantarse e irse rápido para no cruzarse con ningún vampiro que la molestara. Pensó que seria buen momento de ir a ver a su padre y pedirle una disculpa por su reacción del otro día, asi que se encamino para el despacho del director. Esperaba poder encontrarlo.

Al llegar golpeo la puerta y cuando Kaien invito a pasar, dudo hasta ultimo momento en entrar.

- Hola … - le dijo tímida y avergonzada.

- Yuuki … ¿Como estas hoy? - pregunto Kaien tratando de comenzar una conversacion que estaba surgiendo incomoda …

- Mejor … mejor … papa … solo quería pedirte disculpas por lo de antes … me porte como una niña malcriada … ya no debo hacerlo, lo se … pero pensé que quizás …

- Yuuki, no sigas … he decidido reconsiderar tu petición … puedes cambiarte a la Clase Diurna, pero hay algunas condiciones que me gustaría pactar contigo de antemano …

- ¿De verdad? has considerado … ¿que debo hacer? - dijo muy entusiasmada.

- Primero, debes sobreponerte para comenzar a ir a las clases, no quiero que abandones tus estudios. En segundo lugar, debes dejar un líder de reemplazo para la clase nocturna, sabes que sino la paz se quebraria rápidamente. Prometeme que en cuanto puedas tomar el control nuevamente, lo harás …

- Claro, solo necesito … algo de tiempo … aun no me puedo acostumbrar a esta nueva situación y ya se me pide que sea lider de una clase de vampiros que apenas conozco … además … las preguntas … aun no puedo. Pero lo haré, retomare mi lugar.

- Eso es, quiero que pienses a futuro. Ahora parece estar todo mal, pero con el tiempo sanaras, ya lo veras … Una ultima cosa: Zero sera tu guardián. El te vigilara noche y día. ¿Puedes aceptarlo?

- … ehmmmm … si, si … solo espero que pueda perdonarme algún día, por todo …

- Lo hará. Quiero que sepas que es necesario que te acostumbres al horario de la clase diurna. Desde ahora despertaras a la mañana y dormirás a la noche, ¿crees que puedes manejarlo?

- mmmm … lo intentare … gracias, muchas gracias … de verdad - se acerco y le dio un abrazo en agradecimiento. Al cual Kaien se derritió en la ternura del abrazo.

Luego de hablar con Kaien, se fue volando hacia el Dormitorio de la Luna … debía encontrar un nuevo líder … quien … quien podría … pensó por largo rato. Considerando que no conocía a muchos de los estudiantes, decidió ir a lo seguro. Aido. El, a pesar de haber tenido un comienzo terrible con ella aun cuando era humana, aseguraria el comando de la Clase Nocturna. Sabia que él podría con eso. Asi que se hecho a buscarlo.

Al golpear la puerta de la habitación de Aido, se percato que debía estar durmiendo y cuando pensó en retirarse, él le abrió la puerta.

- Yuuki-sama … que ocurre … - dijo soñoliento, intentando abrir los ojos.

- Aido-san, lamento haberte despertado, pero no tengo tiempo que perder, debo irme esta misma mañana y debes saberlo.

- ¿Que ha pasado?

- Estaré por un tiempo en la Clase Diurna, para recuperarme mejor, cerca de mi padre … (y de Zero, pensó) y tengo una tarea para ti en mi ausencia: debes cuidar de la clase nocturna y velar para que el tratado de paz no sea roto. Por ello, te designo líder del Dormitorio de la Luna.

- eh? … que has dicho? - expreso Aido sorprendido, sospechando que el sueño le estaba jugando una mala pasada.

- Escuchaste bien.

Estuvo largo rato hablando con Aido, sincerándose para que él entendiera sus razones. Ahora mismo necesitaba ser alguien mas entre estudiantes, y no ser una líder, ser el centro de atención de todos ellos.

El la comprendio y le aseguro que podía contar con él para lo que deseara. Se había ganado su respeto. Luego del fallecimiento de su padre, Yuuki le había pedido perdón por todos los crímenes que Kaname había cometido, y allí había forjado un lazo de amistad que no se romperia facilmente.

Bien entrada la noche, los estudiantes de la clase nocturna comenzaron a bajar desperezándose. Pronto se encontraron todos reunidos en el gran salón para desayunar y Yuuki se hizo presente para anunciar que se iba de momento por un tiempo, pero que dejaba a cargo a Aido del Dormitorio de la Luna.

Los estudiantes no se sorprendieron, ni suplicaron para que no se vaya, parecía de mutuo acuerdo que no se encontraban cómodos con ella ahí, ni ella a gusto con ellos. Asi que no hubo ningún problema en ceder su liderazgo a Aido.

Cuando termino de hablar, los saludo y se retiro para su habitación. Detrás suyo, a sus espaldas se escuchaban murmullos de júbilo, pero les resto importancia.

Ella deseo que las cosas fueran distintas, pero habiendo pasado lo que había pasado, no dudo mas en ir a armar el equipaje y mudarse hacia los otros dormitorios.

Allí comenzaria de nuevo, sin presiones. Siendo ella misma, la vulnerable Yuuki. Ahora podría llorar cuanto quisiese, podía acercarse a Sayori y a Zero.

Por primera vez en meses, se sintió libre. Pero a pesar de que esa libertad la hacia feliz, ni bien entro en su nuevo cuarto se le llenaron los ojos de lágrimas.

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