Casualidades de la vida

By Narumi

Summary: Un beso de Rukawa, 15.000 yens. Una toalla de baño, 2000 yens. Unos panfletos para hacer chantaje: 12.000 yens. Un tanga con una borla de peluche a modo de conejito, 7000 yens. Una pelota de los Lakers y perder la dignidad: no tiene precio. Para todo lo demás, está Shina Suzakashi.

1. Cuando olvidé mi orgullo en casa y antepuse a todo la chica materialista que vive en mí

Lunes, 12 de Noviembre, 23:47, en mi cama, en mi casa, en Kanagawa, en Japón, en el mundo, en el universo… que hay después del universo? (Nota para mí: Dejar de buscar respuesta a las dudas existenciales.)

Estúpida libreta donde no sé a santo de qué escribo mi vida (comúnmente llamada diario):

Si alguien me viera ahora y me preguntara que tal me encuentro, esbozaría una sonrisa hipócrita, y diría que bien. Pero a la que se diera la vuelta, murmuraría entre dientes que ese maldito imbécil que se preocupa desinteresadamente´ por mi bien, se fuera a la mierda. Por que me cago en las coincidencias y la madre que las parió.

Ehem. Me sé la historia de memoria, pero mi oso de peluche está bastante destrozado, así que, al verme incapacitada para desahogarme de otra manera, la escribo aquí. Volvamos. Hoy hubiera podido ser uno de los días más felices de mi vida. Sí, el señor Tayama está de baja. No sabes quien es el señor Tayama? Mi pesadilla. Yo, Shina Suzakashi, una de las alumnas más inteligentes de mi preparatoria, humillada y suspendida por ese maldito profesor de gimnasia. Nunca, nunca, llaméis a vuestro profesor machista. Podéis acabar tan mal como yo, provocar una revolución femenina y acabar frente al claustro entero de profesores, intentando valerte de toda tu diplomacia para dar una teoría firme sobre porque dijiste aquello sin que nadie se sienta ofendido. Maldita impulsividad!

Dejémoslo, que la historia no trata sobre ese machista depravado,descerebrado…- Shin toma aire, se para a respirar hondo y sigue- y el inicio no se sitúa en una de sus estúpidas, innecesarias…- ya, Shin, piensa, hay un valle verde, el aire fluye…- clases.

Pues eso, teníamos una hora libre, y yo garabateaba dibujos sin sentido en una libreta cuando oí que alguien arrastraba una silla y la colocaba a mi lado. Era Sayaka, debía empezar a temerme lo peor. Sayaka es una de mis mejores amigas, extrovertida en extremo, loca donde las haya. Junto a ella, tres chicas más rodearon mi mesa: Akane, otra amiga de la infancia, Yumi y Nanako, que las conozco mucho, pero me caen bien.

.- Vamos a jugar a algo, que esto es muy aburrido – Uy. Teme. Sal corriendo. Los juegos de Sayaka son un tanto… esto… - os propongo… al beso, prueba, verdad – Qué? No gracias. La última vez, pedí prueba. Instantes después, estaba en la farmacia, la de debajo de mi casa, es decir, en la que conocen a mis padres, pidiendo un predictor. No se acabó ahí. Debía guardar el test de embarazo en la taquilla de la escuela durante una semana.

.- Ay, no, eso sí que es aburrido. Si queréis jugar, yo soy la coordinadora. – Muy bien, Shin, escapa como puedas

.- Ah, ah, de eso nada. Vamos Shin, que escoges? – Lo sabía, Nanako se reía por lo bajo. Que le había hecho yo a Saya, para que viniera a por mí? Podría haber sido una chica inteligente y responsable, e irme a dar una vuelta por los pasillos… pero fui el perrito faldero de Sayaka durante toda mi infancia, y hay costumbres que son difíciles de olvidar

.- Pues… Verdad – La más fácil. En toda mi carrera como jugadora de esto, jamás la he dicho.

.- No, no, Shin, esa la escogiste la última vez – Me advierte Akane. Mierda. Pues nos arriesgaremos a tener que comprar una caja de condones.

.- Pues… prueba

.- Esa también… o ya no te acuerdas del predictor? -Mierda, mierda, mierda. Estoy perdida. La última vez que cogí beso, mi víctima fue el mismísimo Tayama. Me abstengo a comentar los resultados

.- Entonces para que preguntáis? – Me cruzo de piernas y miro mis uñas fijamente. Como sigan así, empezaré a mordérmelas, por ende, acabar con una manicura diaria por un mes y mi fuerza de voluntad.

.- Pues ya sabes. Tienes que besar a … Consejo, chicas – Se reúnen todas, lo más alejadas de mí posible. Se ríen. Sal corriendo ahora que estas a tiempo, conozco esa risa… pero se acercan, y se acercan… y me dan a conocer el veredicto.

.- Tienes que besar a …- para y se ríe – Kaede Rukawa!

A ver Kaede Rukawa, Kaede Rukawa… sí ya sé! Segundo, asocial, aparentemente mudo, jugador de básquet y cuerpazo de impacto. Entonces reaccioné

.- Quéééé? – Entonces estallo a carcajadas nerviosas – Es una broma, no?

.- No, no – Tararea Yumi – A Rukawa

.- Tu madre.

.- Tienes miedo, Shina? – empiezan a imitar a una gallina. Clavaditas, cabe decir.

.- No, no tengo miedo, pero lo que pedís es im-po-si-ble

.- Imposible is nothing

.- Many things are imposible… esta lo es – Balbucí.- Bueno, Rukawa? Es que… es Rukawa! El tío más inaccesible del mundo… por favor, Rukawa? Ni queriendo. Que queréis, que me una al club de imbéciles anormales que le envían cartas y se sonrojan cada vez que se cruza en su camina? Que aplauden cada vez que habla? Bueno, lo retiro, eso aún no se ha visto. Ni hablar, nenas, antes al de historia.- Pero ellas vuelven a cacarear

.- Shina, eres una cobarde. No nos esperábamos esto de ti, sabes? Siempre evitas cualquier compromiso o relación con chicos, y yo te diré porqué. Sabes que no eres lo suficiente buena para Rukawa y que todos se reirán de ti…

Sé perfectamente que soy una chica inteligente y madura. Y que eso era chantaje emocional. Pero en ese momento, yo sólo quería matar a Saya, y por eso no pensé en las consecuencias de decir:

.- Cobarde? Cobarde yo? Mira, bonita, yo estoy buena, soy guapísima, joven e inteligente, estoy en la flor de mi feminidad y TODOS me adoran. Y si nadie del sexo contrario se digna a pedirme salir, es por que soy inalcanzable! – Cuando atentan contra mi orgullo, me pierde el narcisismo.- Así que sienta tu culo y prepárate para ver como le meto la lengua al autista macizo! A dios pongo por testigo, que se le va a quitar la indeferencia con el morreo que le voy a pegar.

Entonces pasé a mi habitual faceta de chica-que-piensa-antes-de-actuar. Y todos me miraban. Y murmuraban. Que ha sido de Suzakaishi, esa que casi nunca habla, la de la última fila, que suele mirar encandilada las musarañas, o dormir profundamente? Qué hace gritando, a quién le va a meter la lengua y porque está levantando un brazo al más puro estilo Scarlett O'Hara? Que alguien llame a un exorcista.

En fin. Me senté, alcé altiva la cabeza y miré a aquella panda de arpías que no sabían en que demonios emplear el tiempo.

.- Pues, ahora mismo voy. Pero eso sí – chica materialista on – Si consigo besarle, me dais 5000 yens cada una. – chica materialista off

Parecen reconsiderarlo. Vuelven a crear un consejo general, y vuelven a reírse.

.- Ok. Pero si no lo consigues…- Vuelven a reír – Los 5000 yens nos los das tú a nosotras, y… El sábado hay partido. Te conviertes en una de las animadoras del espléndido Rukawa.

.- Hecho. – Piensa, piensa… 20.000 yens, cuánta ropa te podrás comprar? – Erm… dónde está?

.- En la terraza, fijo. – Me olvidé de decir que Sayaka es la fan número 1.567 de Kaede Rukawa?

.- Bueno…

Aspiré hondo, me levanté, mientras todos seguían pendientes de la nueva Shina. Bien, bien… entonces empecé, por primera vez desde que todo había empezado, a cuestionarme lo que estaba haciendo. Que les debía 5000 yens y que el sábado estaría agitando los pompones, y gritando histérica: Rukawa, Rukawa, eres el mejor! Y, fuera mono pelado!´ Con voz extremadamente aguda y una faldita rosa.

Y mi dignidad? – Me la dejé en casa

Y mi orgullo- Lo perdí por el pasillo, ya lo buscaré más tarde.

Estaba en las escaleras. Y solo una puerta me distanciaba de la mayor humillación jamás sufrida, yo, que suelo abstenerme de hacer el ridículo de tan estrepitosa manera… La abrí. Y ahí estaba, un metro ochenta y siete de músculo y pura fibra, de impasible ser que yo debía besar. Dormido, tan mono él. Según Sayaka, no tiene muy buen despertar. Pero ahí estaba yo, ahí estaba Shina Suzakashi, para ponerse en evidencia en la terraza del instituto.

Me agaché tímidamente hasta ponerme a su altura y palpé su hombro. Ronquido. Lo zarandeé. Ronquido, murmullo. Lo zarandeé tan fuerte, que su cabeza se levantó levemente y dio contra el suelo. Murmullo inteligible, blasfemia, y un no perdono a los que me despiertan.

Se levanta y me pega un puñetazo.

.- Pero que haces, maldito cabrón? – Y se lo devolví. Bueno, él por poco me parte el labio, y me hizo caer al suelo. Yo hubiera necesitado una escalera para darle en la cara, y su torso era una masa compacta. Y mi puñetazo, si merece ser llamado así, fue equivalente al impacto que hubiera producido una mosca estampándose contra él. Ahora, mientras analizo mis increíbles técnicas combativas´ y mi fuerza inusitada, supongo que nada le hubiera dolido tanto como la indiferencia, pero bien, todo el mundo conoce mi impulsividad y mi capacidad para razonar en momentos como este, demostrado anteriormente.

Y al parecer, iba a volver a dormirse, pero ahí entré yo.

.- Espera, Rukawa! – Mi voz es más suave, inocente e infantil. No parece que de mis labios haya salido antes tal insulto hacia el hombre que supuestamente amo. – es que yo…

Improvisa, Shina, me dije. Entornando la mirada, mis ojos brillaban por las intensas emociones que ahora vivía, mi pelo, mecido en un ligero vaivén por el tenue viento que soplaba, como la falda de mi uniforme.

.- Hmmm – dijo él. Sus palabras hicieron que mi corazón latiera impetuoso, acelerándose

.- Yo… estoy enamorada de ti! – Mis piernas temblaban, y lo dije todo de golpe, casi gritando, para vencer los nervios que corrompían mi ser. Él se acercó a mí. Se inclinaba hacia mis labios, y yo sabía que el correspondía enteramente mis sentimientos. Y dijo, aquello que yo esperaba oír…

.- Déjame pasar

.- Si… qué? Oye, espera… - Y tras romper la magia, me dirigió una de sus miradas. Y antes de que me matara, o me empujara, o lo que hiciera, la chica materialista que vive en mi, y el orgullo, que entraba recompuesto por la puerta diciendo Ya estoy en casa, Shina!´ me recordaron lo que estaba en juego. Aquella falda que vi en la tienda. Con aquellas monísimas sandalias a juego. El pintalabios rojo pasión con efecto volumen, y el rimel violeta con efecto pestañas postizas´. Todo! Un fin de semana de compras! – Esto… Mira Rukawa, a ninguno de los dos nos gusta esto. Pero quiero que sepas, que lo hago por orgullo y dignidad - definidamente, me la dejé en casa – Es decir, por una apuesta. Tú no sabes lo que me juego…

Entonces. Lo cogí por el cuello de la camisa y lo atraje hacia mí. Sólo que no era suficiente, a duras penas llego al metro setenta, y el pasa con creces el ochenta, considerando que me debe sacar casi veinte centímetros, debía tirar mucho del cuello de su camisa para ponerlo a mi alcance. Y cuando el pobre chico se debía de ver de bruces en el suelo, llevé sus labios a los míos. En ese momento, tendría que haberme apartado, pero los labios de Rukawa sabían demasiado bien. No sé, estuve así varios segundos y estuve pensando en meter la lengua, pero Rukawa empezaba a salir de su aturdimiento y forcejear conmigo, así que no era plan. Me aparté, y me fui, a paso pausado, aunque deseando correr. Abrí la puerta. Y, ante, mí, un centenar de furibundas seguidoras incondicionales de Rukawa me mostraban un centenar de maneras diferentes de acabar con mi vida. Da igual, he ganado 20.000 yens! Tal vez me dedique a esto, en un futuro.

Y ahora, te dejo, que tengo sueño. Ah, no creas que se acaba aquí… sigo en cuanto pueda!

Shina

N/A:

Díganme que esto no es tan catastrófico como yo creo que es…Prometo que el próximo será mejor (en todos mis fics prometo lo mismo… prometo que un día de estos lo cumpliré – Gina descruza los dedos y sonríe. Se dispone a dar una larga perorata de lo que pretende ser este fic que no es imprescindible escuchar, a no ser que queráis oír mis desvariaciones en momentos de mero aburrimiento, aunque la autora preferiría que lo hicierais. ) A ver, esto es un intento´ de fic cómico, en plan esos miles de libros escritos por cuarentonas que pretenden rememorar su juventud (Hice un estudio sociológico de este tipo de libros, véase, chicas: las novelas y los manuales mas divertidos escritos en la mordaz clave femenina! O las confesiones de Georgia Nicholson, personaje con un increíble parecido a la autora. Con esto, Narumi cae en cuenta de que debe leer algo más interesante y dejar de comprar esos libros para adolescentes con problemas de personalidad. También se da cuenta de que se tiene que callar, o sus notas acabarán siendo más larga que el capitulo en sí, como le pasa siempre. ) En fin, a lo que iba, que no pude evitar recuperar un fic horrible de cuando aún no descubría el Yaoi y hacer un remake en plan diario. O sea, es un fic no Yaoi más que previsible, con los tópicos mil y una veces usados en los fics no Yaoi, aunque Shina se abstenga de ser una Marie Sue (más adelante aparecerá un personaje así, debido a la poca imaginación de la autora.). Agradecería muuuuchííííí´simo que me dejaran Reviews, aún que sean para criticarme despiadadamente. Gracias!

Narumi