¡Nihao~! Tanto tiempo sin vernos, ne? ...etto.. bueno, mi mente de escritora (?) me ha abandonado, por lo que les he traído una traducción de un fic que me gustó. Lo sé, soy muy sádica.. pero es que lo encontré bastante bueno ._.

Sin mucho más que decir..

Disclaimer: Ni los personajes, ni Hetalia, ni siquiera la historia son mías.. los originales son de Hidekazu-sensei y de Chibichu of Russia, respectivamente. Esto es SOLO una traducción.

El original se llama "Top 10 Russian Tortures"

Advertencias?: Algo de.. sufrimiento.. ne~..

Sin más que decir, al primer capítulo.


Capítulo 1.

Número diez: "La máscara de la infamia".

Torturado: Alfred F. Jones.

Torturador: Iván Braginsky.

¿Muerte de la víctima?: Nyet.

Iván apoyó su mentón en la parte posterior de su mano mirando al americano que había sido traído ante él por algunos soldados. Era joven. Quizás se encontraba en sus primeros veinte, o nada más un adolescente.

Tenía su cabeza levantada orgullosamente, lo que le molestaba un poco a Iván. No debería verse tan orgulloso frente a él, siendo un enemigo.

"¿Por qué está él aquí?" Le preguntó el ruso a dos de sus soldados. Uno de ellos habló.

"Ha estado insultando a otros soldados por la frontera. Su nombre es Alfred."

El albino suspiró ante la situación.

Honestamente ¿los americanos no podían mantener su boca cerrada? Siempre era molestado por ellos de una u otra manera.

"¿Y por qué harías eso?" Le preguntó finalmente al joven. Éste se burló.

"¡Ustedes, estúpidos bastardos comunistas, no tienen idea de lo que están haciendo! ¡Todo lo que hacen es correr por ahí y matar gente! ¡Eso es tan poco heroico!" Exclamó el estadounidense.

Dios… Iván no estaba de humor para esto. No había conseguido dormir mucho la noche anterior. Estaba irritado.

Necesitaba entretenimiento.

"Bueno… normalmente no castigo a los extranjeros muy duro, pero tú lo necesitas para aprender a mantener tu boca cerrada." Dijo. Alfred le dirigió una mirada asesina, mientras apretaba los dientes.

"¿Qué derecho tienes tú para ordenarme un castigo?" Siseó. El otro entre cerró sus ojos.

"Estás en mi país, por tanto sigues mis reglas ¿Entendido, chico?." Alfred se tensó ante la dureza en la voz del de ojos amatista, que se dio vuelta hacia uno de los soldados. "Llévalo al sótano, mientras logro que un herrero le haga su máscara." Ordenó. Ambos soldados asintieron y jalaron al chico lejos de Iván. Su expresión de orgullo cambió casi inmediatamente a una de pánico.

"¿Máscara? ¿Qué máscara? ¿Qué es lo que vas a hacer?" Demandó el americano, resistiéndose débilmente. El ruso sonrió ladino.

"Necesitas aprender a morderte la lengua cuando tengas algo malo que decir, Alfred."

Entonces se fue.

Unos días después, la máscara había sido completada. Estaba hecha de hierro extremadamente pesado. Dos hoyos para los ojos, uno para la nariz y otro para la boca. El americano fue llevado nuevamente frente a Iván. Su expresión llena de pánico mientras observaba la máscara.

El ruso rió entre dientes. "Esto te dará un fuerte dolor de cabeza". Dijo, tomando el gran casco en sus manos y caminando hacia Alfred. Los guardias debían mantenerlo quieto mientras él chillaba y se agitaba.

"¡No me pongas eso! ¡Me va a aplastar la cabeza!" Gritaba, con sus ojos abiertos, notablemente alarmado.

Iván rodó sus ojos. "Me aseguraré de que no sea un peso mortal, americano. No te matará a no ser que choques contra una muralla… Y dudo que seas lo suficientemente idiota para hacerlo." Se pausó. "A menos que los agujeros de los ojos sean muy pequeños."

Antes de que el chico pudiese reclamar nuevamente, Iván puso la máscara sobre su rostro, asegurando las tiras de cuero muy apretadas en la parte de atrás de su cabeza. Empujó el peso hacia abajo y Alfred comenzó a gritar de dolor. Piensa en una migraña que no se va y que es diez veces peor que la que alguna vez tuviste.

El euroasiático escuchó los gritos del americano por bastante tiempo, sonriendo satisfecho antes de que empezara a aburrirse e incluso molestarse por ello (lo que, por supuesto, había tomado un par de horas.). Se volvió hacia los guardias, que parecían bastante incómodos al tener que ver y oír esto.

"Ponle la mordaza. Esto se está volviendo molesto." Ordenó Iván. Los soldados asintieron, tomando un pedazo de tela con una gran bola de metal unido a él, y la enrollaron alrededor de la cabeza del chico, asegurando la bola en su boca, y te lo diré ahora, no estaba hecha para tener un buen sabor. Solo Dios sabía cuánto tiempo había pasado desde la última vez que había sido limpiada.

Los lamentos de Alfred habían sido amortiguados, y el ruso decidió llevar éste castigo al extremo. Realmente necesitaba entretenimiento. Se volvió hacia los soldados.

"Hagan que el pequeño Alfred tenga una semana de trabajo duro. Se quedará con la máscara puesta por seis de los siete días. Sólo se le quitará la mordaza cuando coma, pero la máscara se mantendrá puesta." Pensó por un momento, antes de sonreír. "Ah, y no tendrá nada de comida ni agua los primeros tres días."

Los soldados se miraron antes de asentir, volviendo a arrastrar a Alfred lejos de ahí. Iván hizo una nota mental para observarlo los siguientes pocos días. Esto iba a ser divertido.

Fin capítulo uno.

Siguiente tortura: La hija del barrendero.

Torturado: Feliciano Vargas.

Torturador: Iván Braginsky.

¿Muerte de la víctima?: Depende del torturador.