– ¿Recuerdas cuando todo era tan fácil?– Le preguntó sin notar el nerviosismo que empezaba a surgir entre su compañero de banca en esa tarde de verano. Realmente muchas cosas cambiarían dentro de unos días más; el equipo dejaría de ser equipo y aquellos alumnos que pertenecían a tercero de la secundaria, empezarían al bachillerato, por más que quisieran permanecer juntos sabían que eso no sería así.

–Todo estará bien, de algún modo todo seguirá su... camino. – Respondió alejando sus nervios para así disfrutar de esa última tarde antes de marcharse.

Así era como debía ser, más bien, así había deseado que fuese. Eso pensaba Endou Mamoru que por su participación en el torneo FFI había sido convocado por una prestigiosa academia para continuar con su perfeccionamiento y sus estudios aunque esto último era poco probable, tenía todo el futuro en sus pies y atajadas.

–Realmente nos hará falta tu presencia por aquí.

–Bromeas, no será tanto tiempo. Prometo venir a visitarlos cada vez que pueda. – Afirmó tan seguro de sus palabras que no temía no cumplirlas.

– ¿Y eso cuándo será?– preguntó escéptico recordando lo distraído y confiado que podía ser Endou.

– ¡Siempre!– su risa comenzó a resonar en esa cancha al lado de la rivera. Realmente no quería irse, sin embargo, algo llamado futuro lo estaba esperando en otra parte del mundo.

Kazemaru Ichirouta solo asintió ante lo dicho y disfrutó de esos momentos. Ciertamente se sentía muy feliz por lo que Endou había logrado. Aunque él no había corrido con la misma suerte que los demás que también habían sido reclutados y llamados a jugar en las ligas juveniles del mundo.

Cazatalentos al acecho que habían tenido en la mira a varios de sus amigos. Si tan solo hubiera sido…

– ¿En qué piensas?– Le preguntó e interrumpió sin borrar esa característica sonrisa de su rostro.

–En nada. Creo que ya es hora de irnos, ¿No? ¿No te espera mañana un día atareado?– respondió dejando sus pensamientos de lado y a la vez levantándose rápidamente de donde estaba.

–Tienes razón pero sabes... me hubiera gustado pasar este día con todos, con el equipo. – Se mostró con algo de tristeza pero rápidamente se reanimó. –Igualmente estoy feliz de haber estado con mi mejor amigo. – También se levantó y por un par de segundos se detuvo a ver el atardecer.

Apresuró su caminar cuando notó que Kazemaru le llevaba la ventaja en el regreso como también oscurecía y las luces de los faroles se encendían en su pasar.

...

–Así es...Así es. Tu mejor amigo.- pensó segundos antes de volver a darse vuelta para percatarse de que Endou ya no estaba detrás de él.