El callejón en San Valentin.

Eran las 7:00 de la tarde, e Tsuna se encontraba caminando tranquilamente por las calles casi desiertas de la ciudad. Estaba un tanto cohibido y pensativo por lo cual no le estaba prestando atención a casi nada a su alrededor, de ser así se hubiera dado cuenta de que era seguido de cerca por Mukuro.

– ¿Piensas? Vaya, eso si que es nuevo.– Dijo divertido Mukuro asustando a Tsuna debido a lo absordo que este se encontraba de lo que sucedía a su alrededor.
– ¡¿D-de dónde saliste?! – Le preguntó un muy sorprendido Tsuna tratando de ocultar el leve sonrojo que tenía en sus mejillas.
– De un lugar.– Le respondió con un tono de voz burlón Mukuro.

Mientras que Tsuna se encontraba nervioso, y no solo porque Mukuro estaba ahí cerca de el, sino también porque sus mismos pensamientos lo estaban traicionando y su cordura pronto comenzaba a disminuir haciéndolo perderse entre sus ensoñaciones.

– ¿Estás ahí?– Le preguntó divertido Mukuro mientras pasaba su mano de un lado a otro frente a Tsuna para "despertarlo".
– ¿E-eh? ¡Si, claro!– Exclamó Tsuna torpemente mientras dirigía su mirada hacía otro lado.
"¿Y a este que le pasa?"– Se preguntó mentalmente Mukuro mientras veía cautelosamente a Tsuna y en eso por su mente se le paso una idea.
– Oye, ¿no quieres jugar un rato?– Le dijo Mukuro mientras que en sus labios aparecía una leve sonrisa juguetona.
– ¿A-a... qué?– Respondió Tsuna temeroso de la respuesta que encontraría.
– A esto.– Le dijo Mukuro tomándolo de sorpresa mientras lo jalaba hacía un callejón cercano de donde se encontraban, asegurándose de no haber sido vistos por nadie.
– ¡¿Q-qué h-haces?!– Exclamó tartamudeante y confundido Tsuna mientras intentaba salir del callejón sin éxito alguno.
– ¿Yo?... Jugar.– Le respondió simplemente Mukuro para luego acercarse a Tsuna acorralandolo entre sus brazos y la pared del callejón.

Tsuna estaba nervioso y confundido, sumándole que sus pensamientos le traicionaban de nuevo.

"Mi sueño... ¡Era una advertencia!, debí hacerle caso."– Pensó Tsuna alterado mientras se ponía aún más nervioso debido al acercamiento de Mukuro.
– Vamos... Si quieres un poco de mi solo dilo.– Le provocó Mukuro divertido mientras sonreía juguetón.
– ¿Q-qué d-dices?... E-estas loco.– Le respondió Tsuna nervioso rogando porque alguien se apareciera.
– Si... Pero loco por ti.– Le dijo Mukuro mientras se divertía de lo lindo jugando con Tsuna.
"Oh, no; se me esta acercando... Y más... ¡Ayuda!"– Pensaba Tsuna nervioso a punto del colapso.

Mientras que Mukuro se seguía acercando poco a poco al rostro de Tsuna, este iba cerrando los ojos por instinto y con lentitud, un poco inseguro de ello.

"Caíste."– Pensó Mukuro divertido mientras que al estar a solo centímetros de los labios de Tsuna se soltó a reír dejando al otro totalmente desconcertado ante eso.
– ¿¡Q-qué rayos te pasa!?– Exclamó Tsuna sonrojado por lo sucedido, agradeciendo mentalmente el hecho de que el callejón fuera lo suficientemente oscuro como para que no se le notara el sonrojo.
– Eres demasiado inocente Tsuna.– Le dijo este simplemente volviendo a reírse sin tomar en cuenta los sentimientos que atravesaban a Tsuna en ese momento.
– E-eres un...– Murmuraba Tsuna enojado por la broma de Mukuro.
– Nos vemos.– Le dijo Mukuro con una sonrisa de lado en sus labios, para luego proseguir por irse y dejar a Tsuna.
– Feliz... San Valentin.– Susurro Tsuna para si mismo cuando Mukuro se retiraba, recordando su sueño.
– ¿Qué dijiste?– Preguntó Mukuro quien no había podido escuchar bien lo que había dicho anteriormente Tsuna.
– Que me gusta el pernil.– Dijo rápidamente y tontamente Tsuna rezando porque no lo hubiera escuchado antes.
– Ok...– Dijo Mukuro dudoso ante las parabras de Tsuna, sin creerse lo que había dicho.

» Fin «