El comienzo de todo… (Cap1):
Harry acaba de terminar su 3 año en Hogwarts y desgraciadamente tendría que pasar un verano en la casa de sus tíos, Ron y Hermione le habían dicho que tratarían de invitarlo unos días a sus casas, pero de momento, Harry tenía que aguantarse a sus tíos y a su primo, mirando ansiosamente a la ventana esperando alguna carta de Ron o de Hermione… Cuando pensó en el nombre de su amiga, Harry se estremeció, sintió algo que nunca había sentido, no sabía cómo describirlo, pero era algo lindo…
No, definitivamente no. Ella es mi amiga, es como mi hermana, no me está pasando esto, solo me lo imagine – Se dijo a sí mismo.
Pero en sus 2 primeras semanas de vacaciones no hacía más que mirar a la ventana, pensando en ella… Cada día la veía más perfecta, no lograba admitirse a sí mismo lo que sentía, pero por dentro lo sabía, se estaba enamorando de su mejor amiga…
Eso no está bien – Pensó.
Hermione acaba de terminar su 3 año en Hogwarts, le esperaría un verano aburrido, se ilusionaba con la idea de invitar a Harry o a Ron a su casa… En especial a Harry… Claro, porque es como mi hermano, se decía ella. Ya llevaba 2 semanas de vacaciones, no se había comunicado mucho con sus 2 amigos, pero por lo menos se mantenían en contacto. Cuando habían pasado casi 2 semanas de vacaciones, decidió preguntarle a sus padres si podía invitar a Harry a pasar una parte del verano en su casa. Cada vez que pensaba en él se sentía feliz, no sabía porque…
No definitivamente no. Él es mi amigo, es como mi hermano, no me está pasando esto, solo me lo imagine – Se decía a sí misma.
Mira por la ventana, un punto negro se acerca… Que sea de Harry, que sea de Harry, rogaba para sus adentros ella. Pero no, puedo divisar que era la lechuza de Ron. Se desilusiono un poco, pero la abrió de buena gana. La invitaba a pasar las últimas semanas del verano junto a su familia y Harry, se celebraría el mundial de Quidich y su padre tenía entradas. A ella no le gustaba mucho el quidich, pero prefería estar con sus amigos que en su casa, en especial con Harry…
Eso no está bien – Pensó.
En ese momento se le ocurrió una muy buena idea… Bajo corriendo a preguntarle a sus padres…
Harry seguía mirando por la ventana, cuando vio que 2 puntos se acercaban, cuando llegaron recibió 2 cartas, una de Ron y otra de Hermione… Otra vez sintió esa sensación… Esto no era bueno. Cuando leyó la carta de Ron se puso feliz, pasaría 2 semanas con sus amigos al final del verano y vería la final de la copa mundial de Quidich… Luego abrió la carta de Hermione, con más expectativa… Casi se desmalla. Lo invitaba a pasar lo que quedaba del verano en su casa y las últimas 2 semanas irían a la madriguera… Estaba más feliz que nunca. Claro, porque se iría de la casa de sus tíos, pensó. Pero aun que él se lo auto-negara no era por eso. Pasaría un mes entero en la casa de Hermione… Con ella… casi se derrite, algo andaba mal, pensó.
Cuando les dio la noticia a sus tíos, no se mostraban muy convencidos de dejarlo ir, les alegraba deshacerse de él, pero no les agradaba mucho hacerlo feliz, le costó convencerlos, pero cuando menciono que se iba y que escribirá a su padrino aceptaron de inmediato…
Llego el día, por suerte, lo iría a buscar Hermione y su padre en auto, cosa que alegro a los Dursley y fue un factor que contribuyó a que aceptaran. El señor Granger saludo formalmente a los Dursley, no les callo tan mal, pero no se mostraron muy agradables. El viaje no estuvo mal, al parecer, Hermione le había hablado mucho de Harry a su papa, el cual le tenía mucho respeto y al parecer el agrado el chico. Le agradeció afectuosamente por la vez que él y Ron la salvaron del trol.
Llegaron a la casa, el señor Granger lo recibió con alegría y efusivamente.
Hermione nos ha ablando mucho sobre ti… Lamento mucho lo de tus padres – Le dijo compasivamente.
Gracias señora Granger.
Llámame Jean.
Está bien…
La casa de Hermione era pequeña, pero era linda. Tenía 2 pisos y 2 habitaciones, lo cual a Harry le llamo la atención, por un momento pensó que debería dormir bajo la escalera nuevamente.
Hermione lo guio hasta su cuarto, noto que había 2 camas, lo cual le llamo la atención porque era hija única. No le molestaba la idea de compartir habitación, en realidad le gustaba. Estuvieron hablando durante horas…
Hermione… - Dijo Harry - ¿Puedo preguntare algo?
Lo que quieras Harry.
¿Por qué hay 2 camas en tu habitación?
Hermione se sintió un poco mal, no quería hablar de eso, pero hace mucho tiempo quería hacerlo, y quien mejor que con Harry… Al pensar en el sintió otra vez esa sensación. Una lágrima se le resbalo y comenzó a hablar.
Cuando tenía 5 años, iba a tener una hermanita – Admitió tristemente – Pero… Pero… - Dijo sollozando, Harry la abrazo, eso no se lo esperaba. Hermione se sintió bien, reconfortada… No quería que Harry la suelte, era el mejor momento de su vida, siguió hablando acurrucada en su hombro – Nació muerta… - Dijo y se puso a llorar.
A Harry se le partió el alma, odiaba verla así, estaban ambos sentados en el piso de la habitación, contra la pared. Harry el abrazo más fuerte, quería que deje de llorar, quería verla sonreír. Pasaron los minutos y seguían así… Harry miro la hora, eran las 2 se la madrugada, se les había volado el tiempo. Hermione no paraba de llorar.
Harry – Dijo sollozando Hermione.
¿Sí? – Dijo haciéndole una caricia en la cara, le encantaba consolarla, sacarle una sonrisa y al parecer ella disfrutaba su compañía, eso era perfecto… pensó.
¿Podrías dormir conmigo? – Dijo tímidamente, al ver la cara de Harry se explicó – No me siento bien, necesito compañía – Dijo tristemente.
Claro, pero, no quiero que tus padres entren e imaginen otra cosa… - Dijo Harry, se moría de ganas de estar con ella toda la noche, pero no quería ni imaginarse la reacción de los padres de Hermione.
Tranquilo – Dijo dejando de llorar – Ellos no abren la puerta de mi habitación, nunca, saben que no me gusta.
Pero Hermione… - Comenzó a decir.
Esta largo otro sollozo, pero fingido, tenía que convencerlo, se sentía triste y necesitaba su compañía. Harry se dio cuenta de esto y sin más pretextos accedió. Hermione fue a cambiarse al baño de la habitación y luego Harry. Se acostaron, Harry la abrazo por la espalda, se sentía como en un sueño… Hermione se acurruco en sus brazos, esto era perfecto… Harry cada vez la abrazaba más fuerte y ella seguía sollozando cada tanto. Ambos, por dentro, estaban muy felices. Lo que no sabían era que alguien los estuvo escuchando tras la puerta todo este tiempo…
