No duele el instante en el que vemos partir a un ser querido, realmente no lo hace, sólo duele cuando tenemos que soportar todo lo que pasa después.

Todos perderíamos el miedo a la muerte si nunca moriríamos, si la gente que queremos fuera invencible. Haríamos chistes y la preocupación de que se fueran de nuestro lado para siempre se esfumaría, sólo tendríamos que preocuparnos del presente y de que siguieran a nuestro lado pero todo en este mundo es difícil.

No sabemos nada con certeza. No sabemos el día de nuestra muerte, venimos a este mundo maravillados por todo un mundo por conocer, un mundo que te va dando puñalada tras puñalada, uno en el que no se merece que la Cazadora se sacrifique por ellos.

Buffy nunca quiso esta vida, pero no tenía elección. Yo quiero sentirme especial, pero aquí sigo, siendo la humana más normal de todos. ¿Por qué nuestros deseos no se hacen realidad? No recurriré a ningún demonio vengador, nunca sale bien, aunque ganas no me falten.

A veces me siento queriendo vivir una realidad paralela completamente distinta donde yo soy la Cazadora y todo el mundo me ve como alguien útil y mi hermana tiene esa vida normal que tanto ansía pero nunca conseguiré. Quiero jugar a ser dios con mis propias normas. Sería tan fácil pedir un deseo como ese... pero sé que esa no sería Buffy y no sería yo.

No puedo cambiarla, ella es irreemplazable.

Es difícil vivir día tras día sin ella, es difícil cuando todos quieren protegerme porque ese era su deseo, cuando Spike hace su trabajo porque en todas sus acciones está presente y también en mi sangre, sangre de las Summers. Cuando no puedo evitar ver a Buffybot e imaginarme que es ella.

Todavía recuerdo la primera vez que me enteré de que era una llave y no era humana, que nada de mi vida hasta ahora había sido real. Todavía pienso que estos sentimientos no deberían existir y que yo mejor que nadie podría ser quien pidiera un mundo ajeno a éste porque no pertenezco aquí, porque no soy humana aunque respire y ande como humana, aunque estudie, hable como una adolescente, seguiré sin serlo. Sigo siendo una llave aunque ya no abra nada.

Pero así sólo conseguiría que el sacrificio de Buffy fuera en vano porque ella quiso proteger este mundo y yo debo pertenecer a él, quiero seguir lo que ella empezó aunque cueste, aunque quiera tirar la toalla siempre y dejarlos a merced de cualquiera, pero no puedo porque soy una Summers.

Me enviaron a la Cazadora para que me protegiera y lo hizo. Quizás no debería sentir esto porque todo debería ser al revés, yo debería haber saltado, así era pero ella lo hizo por mi. Yo era la llave que destruiría este mundo pero la cerradura está apagada. Buffy es quien lo salvó y es mi hermana.

Ya he elegido a quién ser leal.

La muerte era su regalo. Spike dice que todas las Cazadoras desean la muerte, por más que tengan a alguien a quienes les importe, la muerte siempre tirará más de ellas por la vida que llevan. En teoría, yo sería una Cazadora entonces, pero nuestro destino era completamente distinto. Ella destinada a proteger, yo destinada a destruir.

Tengo sangre de las Summers corriendo por mis venas y ni Glory ni Buffy están ya. Quizás simplemente no quiera aceptar que puedo ser normal porque eso significaría que Buffy ya no está completamente, eso significaría vivir la vida que siempre quiso llevar yo sola, pero no puedo hacer otra cosa porque nunca la traicionaría.