Les traigo una nueva historia la cual espero que les guste. Esté es el capítulo piloto espero que les guste.


"Piloto"

Desvié mi mirada en busca de algún punto que me distrajera después de escuchar las palabras de Cavanaugh, mi mente estaba intentando diseñar alguna solución la cual me ayudará a librar lo que él estaba planeado hacer, pero no había nada que pudiera evitarlo. Me levanté del asiento al comenzar a preocuparme de los peligros en los cuales podría llevar a Maura si rechazaba la oferta, sin embargo ¿qué diferencia habría de ocupar ese lugar? Suspiré molesta sin dejar de observar el rostro tranquilo de la forense la cual se encontraba sumisa en un diálogo interno. No comprendía como nuestros planes estaba cambiando en tan solo escasas horas. Al despertarme por la mañana pensé que sería el mejor día pues iría con Maura a desayunar con el pretexto de nuestra semana de vacaciones, sin embargo aquel plan había cambiada tras recibir la llama de Cavanaugh. En nuestra llegada, su oficina se encontraba habitada por Korsak y Frost quienes colocaban en el pizarrón varias fotografías y notas las cuales se trataban de un caso complicado; en un principio pensé que sólo necesitaban mi ayuda para algo simple pero al recordar que Maura había sido llamada aquella idea quedó en el pasado. Esperamos a que algunos de los tres hablaran y fue el teniente quien habló en primer lugar.

Mi mente se quedó en blanco al escuchar que necesitaba que Maura y yo realizáramos una misión encubierto pero que dicha encomienda no se trataba de algo simple sino todo lo contrario. Fue el turno de Korsak quien nos relató lo que semanas antes había ocurrido en unas de las zonas más prestigiosas de Boston. Se trataba de un doble homicidio aunque en ambos casos efectuados en diferentes tiempos, las fotos de las victimas ambas mujeres de complexión delgada, cabello rubio, ojos verdes en la primera víctima, azules en la segunda; sus nombres aún era desconocidos, pues no era factible comenzar con la investigación debido al lugar en donde se realizaron los homicidios. Sus cuerpos estaban cubiertos por hematomas impidiendo ver con exactitud donde comenzaba uno y donde inicia el otro. La espalda de ambas victimas mostraba las mismas señales de haber sido golpeadas y torturadas hasta la muerte. Los músculos de sus muñecas habían sido desgarrados por completo tras ser sujetos con alguna cuerda para evitar su movilidad. Las piernas mostraban el mismo desgarre, sin duda las víctimas habían sido incapaces de defenderse. Observé las fotografías con cuidado intentando buscar un patrón pero las marcas de las espaldas aunque a simple vista lucían diferente algo en ellas las relacionaba, no sabía decir con exactitud de que se trataba pero encontraría la forma de unirlas en el mismo caso.

Vi que Maura también observaba las fotos y sus ojos parecieron mostrar una imagen de su pasado pero aquel efecto solo duró segundos y después regresó al presente como si aquel percance jamás hubiera ocurrido.

-Rizzoli sigo esperando su respuesta- Preguntó Cavanaugh con su mirada clava en mí.

-No puede pedir que Maura participe en esta misión, es imposible- Dije molesta al escuchar que mi jefe estaba obligándome a tener como compañera a mi mejor amiga la cual no tenía ninguna experiencia en cuestiones policiacas.- Ella es la Jefa del Departamento Forense de Massachusetts por si no se ha dado cuenta jefe- Exclamé intentando hacerlo entrar en razón.

-Eso ya lo sé Rizzoli, pero sin ella no tendremos acceso a la escena del crimen.

Golpeé con fuerza la mesa al escuchar sus palabras. Frost había explicado que la zona en donde fueron efectuados los homicidios era un área restringida por el estado, ningún policía tenía acceso a ese lugar para investigar ni mucho menos se podían cuestionar a los habitantes ya que aquella zona era protegida por altos mandatarios debido a su peculiar estilo de vida. Mis ojos vagaron por la sala en busca de alguna respuesta pero parecía que aquello ya había quedado en el pasado pues Maura se había puesto de pie acercándose y deteniendo el movimiento involuntario de mis manos. Suspiré resignada, no podía dejar que otra mujer fuera la pareja de Maura incluso aunque aquello solo fuera parte de nuestra fachada; pues resultaba que el lugar al que íbamos a ir se trataba del tan distinguido "Femme sur le ciel" conformado por varias casas las cuales eran habitadas únicamente por la crema y nata de la sociedad lésbica, ahí cada una de las mujeres que portaban una casa eran dueñas de grandes industrias sin dejar aún lado sus influencias dentro de la política. Por lo cual su privacidad era respetada incluso hasta por el mismo presidente de los Estados Unidos. Y sin duda la única mujer que portaba una casa dentro de tan distinguido círculo era Maura. Cuando Frost investigó quiénes eran las propietarias de las casas el nombre de la forense figuro entra las primeras al tener una mansión de más de 6 millones de dólares, lo cual ayudó a Cavanaugh a tomar una decisión un tanto descabellada. Sentía como todos me observaban en la espera de una respuesta, pero ¿Cómo podía aceptar dicha misión al saber que podía poner en riesgo la vida de Maura? No sabíamos a que nos enfrentábamos ni mucho menos había un plan, simplemente íbamos a actuar como una feliz pareja, nos relacionaríamos entre las mujeres e indagaríamos en sus vidas para obtener datos para procesarlos y descubrir el rostro y nombre de nuestro asesino.

-Rizzoli el tiempo corre, si no decides ser parte de la misión entonces buscaré a otra detective, quizás del F.B.I- Sentenció Cavanaugh al saber lo que aquellas siglas provocaban en mi.

-Acepto- Bufé molesta saliendo de su oficina. No esperé a que me detuviera, únicamente quería salir de aquel reducido espacio y pensar con claridad lo que estaba ocurriendo. Cerré los ojos al entrar al elevador, esperé a que las puertas cerraran pero fueron detenidas por la mano de Maura quien me observaba con curiosidad. – Puedo saber al menos ¿por qué tienes una casa en esa zona?- Le cuestioné al fin

-Sabía que no te resistirías, si te hubieras esperado un poco hubieras escuchado la historia ahora tendré que contarla dos veces, porque no dudo que también el teniente Cavanaugh desee escuchar esa parte.- Habló recargando su espalda contra la fría pared del elevador.

-Aun no puedo creer que alguien como tú este trabajando, cuando tiene su vida asegurada- Dije sin perder ningún detalle de su rostro al escuchar mis palabras.

-Sabes la respuesta a tal cuestionamiento.- Respondió cerrando los ojos, como siempre lo hacia cuando sacaba a relucir el tema del dinero.

-Lo sé, pero me cuesta creerlo.

-Lo entiendo y por eso no me molesta cuando tú lo dices-Dijo marcando con énfasis la palabra tú- Pero aquella casa no la compré. Fue un regalo de mi madre, en un principio pensé que la casa era demasiado costosa aun para mis padres quienes no carecían de dinero, sin embargo la historia es un tanto peculiar.

-Oh, no me digas que tu madre tuvo una aventura con una de las mujerea de ahí- Dije sarcásticamente.

-¡Claro que no Jane!- Exclamó alarmada.- Te contare el resto en la morgue, tengo que ir a analizar unas muestras aprovechando que mis vacaciones aún no comienzan.

-Maura te recuerdo que aquellas vacaciones ya no existen- La seguí hasta a la morgue en donde se dirigió hacia a su oficina y tomé varias carpetas en color rojo. Las observó por varios minutos olvidándose de mi presencia.- Sigo esperando la historia- Dije intentando llamar su atención.

-Lo siento Jane, retomando la conversación, cuando mi madre inicio su carrera como artista sus obras tuvieron una aceptación casi inmediata, algo que en aquellos tiempos no ocurría con frecuencia. Al presentarlas en todo Europa su fama comenzó a crecer convirtiéndola en una de las mejores artistas de su tiempo y sobre todo más joven; su fama alcanzó hasta América en donde se le invitó a presentar alguna de sus obras más representativas las cuales se enfocaban en una ideología fuera de contexto, es decir hablaba abiertamente del sexo.- Explicó sin apartar la vista de las carpetas, al mismo tiempo caminaba hacia el laboratorio y tomaba entre sus manos varios tubos de ensaye en los cuales con la ayuda de una pipeta automática vertía un líquido ambarino convirtiendo el contenido del tubo en una solución cristalina. Regresó su mirada a los documentos que tenía a su lado e hizo algunas anotaciones más para volver a realizar el mismo procedimiento. Esperé paciente hasta que finalizó y regresaba de nuevo a su oficina en donde me pidió que tomará asiento mientras ella preparaba un poco de café.

-Sabes que odio que me hagan esperas, ¿cierto?- Dije fastidiada al no seguir escuchando la historia de la adquisición de aquella costosa casa.

-Algún día tendrás que ser paciente para poder conseguir algo- Respondió regresando con dos tazas de café. Agradecí y bebí el contenido sin importante lo caliente que estuviera, necesitaba en aquellos momento mi tan anhelada dosis de cafeína. – Bueno, como te decía el tema de las obras de mi madre era escandaloso para su época sin embargo su forma de representarlo le adjudicó mucho prestigio y respeto por parte de los críticos, por cual al llegar a América la dueña de la casa más antigua de las residencias "Femme sur le ciel" la invitó para que expusiera sus obras dentro de su sociedad.

-Y Constance aprovecho la oportunidad para ligarse a la mujer más rica de ese condado y fue por ello que adquirió la casa- Dije interrumpiendo su relato riéndome al ver su expresión de horror.- Vamos Maur suena divertido- Dije mostrándole mi mejor sonrisa.

-Por supuesto que no Jane- Exclamó y giró los ojos en una expresión de frustración por mi comentario. – Al presentar sus obras, Agnes la mujer quien había invitado a mi madre, quedó cautivada y no en el sentido sexual entre dos personas sino por en el ámbito artístico; pues creía que las ideas de mi madre eran revolucionarias para alguien de su edad. Por tanto la mistad comenzó a crecer hasta tal punto en que Agnes se volvió una coleccionista de arte convirtiendo su casa en casi un museo, pero eso lo descubrirás cuando nos instalemos en la casa.

-Entonces estás diciendo que esta tal Agnes heredo una mansión de 6millones de dólares a tu madre, solo por el simple hecho de que veía el mundo de forma muy diferente- Dije sin poder creer lo que estaba escuchando.

-Exacto, tras la muerte de Agnes mi madre fue llamada para leer el testamento. Ella sin duda no daba crédito a lo que estaba sucediendo; en un principio pensó en vender la casa pero había ciertas cláusulas que impedía dicha acción por lo cual la única vía era ser la dueña. Tras pasar varios años yo crecí siendo independiente y en mi último año de medicina decidí tomar unas pequeñas vacaciones, mi madre me habló del lugar y fui sin siquiera dudarlo y como podrás darte cuenta me enamoré del lugar.

-Así que Constance te heredo la casa- Finalicé la conversación.- En verdad esperaba algo más… no sé atrevido- Dije riendo sin poder evitar como Maura me observaba detenidamente sin dar crédito de mis palabras.- Acéptemelos Maur, la historia debería haber sido más intrigante más emocionante- Dije levantándome tras haber escuchado un relato de lo más aburrido.

-Vamos Jane, no fue tan aburrido después de todo, digo supiste una parte de mi madre que nadie más conoce- Explicó poniéndose de pie y tomando su bolso.- De cualquier manera mañana será un día largo, pasaré a recogerte a las siete de la mañana, trata de llevar la mejor ropa que tengas, porque al lugar que vamos, digamos que no soy muy amables como dicen serlo.

-¿Mi mejor ropa? Pensé en llevarme lo mismo que me pongo todos los días- Exclamé

-Jane te recuerdo que no estarás trabajando en homicidios sino que interpretaras el papel de mi pareja y como tal debes estar a la altura- Dijo con una gran sonrisa.- Si gustas podemos ir a comprar ropa para ti.

-Maura Isles, si vuelves hacer otro comentario sobre mi ropa te juro que te haré pasar la vergüenza más grande frente a esas mujeres- La amanece riéndome.

-Nos vemos entonces y por cierto no te vayas alarmar mañana.- Pidió al salir de la oficina y dirigirse hacia la salida sin esperar siquiera mi respuesta.

Me dirigí a mi oficina sintiéndome nerviosa tras lo que iba a comenzar mañana, sabía que todo sería una fachada pero hasta donde teníamos que actuar, ¿acaso Maura se sentía cómoda efectuando aquella fachada de pareja felizmente casada? Suspiré cansada al pensar lo que tenía que decirle a Casey para no alarmarlo pero al mismo tiempo sin decir nada. Tomé la información que Korsak y Frost había dejado en mi escritorio y comencé a analizar ambos caso en la espera de encontrar alguna pista la cual nos ayudará a resolver el caso lo más rápido posible y así evitar poner en riesgo a Maura, ante aquel pensamiento sentí como mi cuerpo se estremecía con la idea de pensar que ante los ojos de aquellas mujeres la forense sería sólo mía y aquel pensamiento que debía hacerme sentir avergonzada causaba el efecto contrario, me comenzaba a agradar.