¿Qué podía decir? Lo iba a extrañar. Sí, a pesar de todo, Walburga Black era una madre. No la más cariñosa del mundo, ni siquiera era agradable con sus hijos la mayoría de veces, pero les quería. Quería lo mejor para ellos, aunque su idea era errada.
Los amaba.
Y él, su primogénito, su príncipe Black.. La había decepcionado. Jamás lo creyó posible, ni cuando entró en Gryffindor, ni cuando se juntó con esos mestizos y traidores a la sangre. La decepcionó cuando le dijo que era una mala madre.
Ella no se veía así, sí, quizá no era una madre ejemplar, pero lo intentaba.
Aquella noche no durmió, ni tampoco la siguiente.. Sólo quería saber que su hijo estaba bien.
