CAPITULO 1

-Hola señor¿Cómo estuvieron sus vacaciones?

-Bien Berta, gracias. ¿Cómo van las cosas aquí?

-Demasiado trabajo, pero todo esta bajo control no se preocupe.

-Claro que tengo que preocuparme es mi empresa. ¿no?

-Si...quiero decir que todas las tareas están bajo control.

-Muy Bien. Quiero ver los últimos informes sobre mi oficina, y no se tarde.

-Enseguida se los mando a su escritorio.

-Bien.

El rubio iba a su oficina, llamando la atención de todo el que estuviera en ese momento allí. Era como si una ráfaga de viento los dejara helados, no acostumbraban a ver al jefe tan bien. Es decir, no se comportaba como el arrogante y odioso hombre que era siempre. Muchos decían que le había sentado bien sus vacaciones y otros que estaba poseído, en fin, eran rumores de oficina.

-Veamos...hay que revisar los últimos resultados de las ventas..- pensaba mientras iba hacia su escritorio y se sentaba enfrente de su computadora personal.

Un sonido lo hizo desconcentrarse, eran los papeles que había pedido a su secretaria. Reviso hoja por hoja. Al parecer no le habían mentido y todo iba bien. Pensó que las vacaciones que había tenido le habían servido para relajarse. Muy raro que el gran Draco Malfoy no se hubiera acostado con ninguna mujer durante sus vacaciones. Necesitaba pensar que quería de su vida. Tenia una empresa, tenia dinero, tenia mujeres, pero sentía que aun le faltaba algo.

El sonido de la puerta al abrirse lo hizo salir de sus pensamientos. Tenia frente a el a una mujer alta pelo castaño y ojos cafés.

-Hola Draco. ¿Por qué no me avisaste que venias?. Me tuve que enterar por tu secretaria que estabas aquí. Acaso no querías verme. – replico la mujer un poco fastidiada.

-Basta Julianne yo no tengo que darte explicaciones de lo que hago con mi vida, creí haber dejado eso en claro cuando comenzamos esta relación. ¿No te acuerdas? – dijo Malfoy con un tono increíblemente tranquilo en su voz.

-Draco tu sabes lo que yo siento por ti no deberías jugar con mis sentimientos. ¿No te parece? – añadió la mujer cerrando la puerta y dirigiéndose al escritorio de Draco.

-Ya hemos hablado de esto. No quiero volver a repetírtelo. No te metas en mi vida Julianne.

-Esta bien Draco pero al menos déjame hacerte feliz...déjame poder ser parte de tu vida...sin tener que entrometerme en ella...- dijo mientras besaba el cuello del joven.

-No lo se, ahora déjame que tengo que seguir trabajando. – necesitaba diversión pero no podía hacer nada ya que recién llegaba de sus vacaciones y no había arreglado sus asuntos de trabajo.

-Estas muy...calmado diría yo. No eres el Malfoy que todos conocemos.

-Será por que realmente no me conocen. Ahora retírate Julianne.

La chica se retiro, sin decir una sola palabra. Su meta seria tener a Draco Malfoy a su lado cueste lo que le cueste. Sabia que no le seria fácil, la personalidad de Draco no le facilitaba las cosas pero aun así no dejaría de intentarlo.

Una bella pelirroja se despertaba de su sueño. Soñaba que estaba en un hermoso jardín con un hombre al que no podía verle bien la cara pero se sentía feliz. Como si no hubiera nada que pudiera interrumpir el momento hasta que sintió que la besaba, y el beso cada vez se hacia mas intenso. Abrió sus ojos y se encontró con un gran perro encima de su cama. Era Jack su perro desde hacia un año.

-Vete no molestes ahora, mami estaba soñando algo hermoso y tu la despiertas así, para nada. Ven te daré la comida.

Ginevra Weasley le dio de comer a su perro y se fue a bañar para irse a trabajar. Trabajaba en una revista de tecnología muggle y a la vez era publicista enuna empresay de vez en cuando ayudaba a la revista "Corazón de Bruja", ya que su amiga trabajaba en esa.

Iba directo al trabajo en su auto y le suena el celular.

-Hola Ginny¿cómo has estado?

-Bien, gracias. Tengo mucho trabajo.

-¿Mucho?. Por que necesito tu ayuda.

-Ah. ¿Y ahora por que?

-Por que estoy enferma y bueno tengo que esperar a que San Mungo me mande una poción y tengo que hacer una entrevista. ¿Podrías reemplazarme?

-No lo se, depende para quien sea la entrevista – dijo Ginny dubitativa.

-Es para el hombre mas codiciado por las mujeres. ¿A que no adivinas quien es?.

-Mmm...no, no lo se. ¿Quién es?.

-Para Draco Malfoy.

-...- hubo un silencio en el teléfono.

-Ginny¿estas ahí?

-¿Tu te escuchas lo que me estas pidiendo?

-Si¿Tienes algún problema?

-¿Como que si tengo algún problema?. Me estas pidiendo que le haga una entrevista a Malfoy.

-¿Lo conoces?. Por que si es así haces las cosas mas fáciles.

-Era el chico de Howarts mas arrogante que he conocido, y nos ha molestado a mi, a Harry y a mis amigos.

-Bueno vamos Ginny. Hazlo por mi, que estoy enferma y no puedo ir. Necesito tu ayuda, vamos. ¿Porfis? – suplico su amiga.

-Esta bien, lo pensare.

-Gracias Ginny, igual no tienes mucho tiempo para pensarlo, solo una semana.

-Esta bien, bueno nos vemos luego que no puedo seguir hablando. ¿ok?

-Ok. Adios Ginny.

-Adios.

Entro a la empresa , subió al piso 52 y pregunto a su secretaria si tenia algún recado. Luego fue a su oficina y se sentó en su escritorio. Abrió su notebook y entro a internet para revisar su correo. A veces recibía algunos mails de Hermione que se había ido de viaje con Ron para hacer un trabajo, aunque dudaba que solo fuera por el trabajo. No tenia mensaje alguno, estaba aburrida ya que todavía no le habían mandado las ultimas noticias para la revista (N/A:para el q no entiende ginny trabaja en una empresa qesta asociadacon una revista..jeje no se si me explico)y no podría clasificarlas.

Mientras miraba por el gran ventanal que había en su oficina, por donde podía ver gran parte de la ciudad. Pensaba si debía hacer caso a la propuesta de su amiga. Por un lado le gustaba la idea pero por otro no le gustaba por que eso implicaba acercarse a el odioso de Malfoy. Sabia que era un hombre codiciado pero no lo había vuelto a ver desde su salida de Howarts, lo evitaba ya que recordarle le hacia sentir rabia por no poder haber echo algo en sus años en el colegio cuando los molestaba. Luego de un largo rato llamo a su amiga Caty. Solo lo haria por su amiga.

-Hola Caty?

-Si

-Hola soy ginny y he pensado en tu propuesta.

-POR FAVOR DIME QUE SI! – grito su amiga en el teléfono.

-Esta bien, he decidido que...

-Dime

-Que si. – terminó Ginny.

-Oh gracias! Sabia que dirías que si. ¿a que no te resistes a Draco Malfoy?

-Pero que dices si yo lo odio con toda mi alma.

-Pero ginny ¿tu no has visto lo guapo que esta ese hombre?

-Ehhh...bueno no.

-¿Como? Sale en todas las revistas, que se refieren a las brujas y tu no lo has visto.

-Bueno es que desde que salí del colegio quise evitar verlo ya que me ponía los pelos de punta.

-Bueno no sabes lo que te espera. Cuanto te apuesto a que caes rendida a sus pies. Jajaja.

-Ni que lo digas, por favor. Jamás, escucha, jamás me dejare llevar por ese hombre.

-Esta bien Ginny lo que tu digas.

-Bueno, tal vez pase a visitarte a la tarde ¿ok?

-Ok pero tráete alguna poción para no contagiarte.

-Esta bien. Adiós

-Adiós

Colgó el teléfono y al instante entra su secretaria por la puerta.

Srta. Weasley el coordinador quiere hablar con usted. Dice que vaya a su oficina, ahora si puede ser.

Esta bien Sally ya voy para allá.

Fue a la oficina del coordinador, deseando que no le pidiera que hiciera una de esas entrevistas estúpidas o publicidades tontas. Entro a la oficina y allí estaba el coordinador Macknam. El le pidió que tomara asiento y comenzó a hablar con ella.

Salió de allí muy malhumorada aunque trató de disimularlo. ¿Por qué le estaba pasando eso a ella¿Qué había hecho para que la eligieran a ella?. Tuvo que aceptar ya que sino seria muy malo para su trabajo. Pesadamente se dirigió a su oficina, había un sobre encima de su escritorio. Bien ni siquiera su secretaria se ocupada de decirle que tenia correspondencia. Abrió el sobre, que era grande y pesado, y supuso que serían las opciones de la temporada tecnológica de mes. Y eso era. La puerta se abrió dando paso a Sally.

-Srta. Weasley le ha llegado el sobre con...- no pudo terminar ya que Ginny la siguió.

-...Las opciones de la segunda temporada.

-Lo siento Srta. Weasley no estaba aquí y no pude avisarle. – Ginny pensó que seguramente había estado con alguno de los empleados, como para no darse cuenta si estaba mas desarreglada que cuando la había visto al llegar.

-Esta bien no te preocupes, ahora déjame sola.

La secretaria se fue, dejándola sola. La vida estaba empeñada en cruzarla con Malfoy ahora hasta en su propio trabajo lo tenía que aguantar. Eso si era mala suerte, pensó.

Mañana tendría que ir a laempresa que le recomendaronpara ver si podían hacerle un poco de publicidad a la empresa de su amigo Blaise Zabbini. Como este había tenido un problema reciente tuvo que viajar y dejar la empresa a cargo de su mejor amigo Draco Malfoy. No le hacia gracia tener que ocuparse de esa empresa recién llegado de sus vacaciones. Pero lo hacia por él ya que estaba pasando una situación difícil. Pensó desde cuando se había vuelto tan generoso. Pero ese cambio le agradaba, no sabia que o quien lo había producido pero le gustaba.

Llego a su departamento tiró su maletín al suelo y se dejo caer en el sofá. Su mucama se había ido, por que había terminado su horario de trabajo. Estaba completamente solo. Apreciaba esos momentos pero en algunas ocasiones no. Deseo que Julianne no se apareciera por ahí, no deseaba verla. Necesitaba salir y lo hizo. Fue a darse una ducha, salió del baño y fue a su armario a buscar ropa. Le agradaba la ropa muggle, eligió un jean y una camisa blanca, abajo llevaba una remera negra ajustada. Se puso las zapatillas y salió.

Solo fue a un bar. Tomo algunas copas, pero no se paso ya que al día siguiente tendría que ir a trabajar. Una mujer se le acerco.

-Hola Draco. ¿Cómo estas?

-¿Nos conocemos?

-¿No te acuerdas?. Oh vamos no recuerdas esa noche de pasión que vivimos juntos. – le dijo la mujer muy cerca de su oído.

-Mmm...no la conozco y no me moleste que me tengo que ir. "Mujeres" pensó. "Se piensan que no las recuerdo pero recuerdo al menos con las que me he acostado y eso que no son pocas"

Salió del bar, directo a su departamento. Saco las llaves y abrió la puerta. Se enfureció al máximo al ver que alguien estaba allí.