¿Confías en mí? Una historia de Ichimaru

Capítulo 1 La Reunión

- No sé si es de día o de noche
- Aquí siempre está oscuro y hace frío
La figura vestida de blanco caminaba con velocidad por los pasillos, como si tuviera prisa por llegar a algún sitio. Torció a la derecha y se adentró en un blanco vestíbulo que tenía una puerta al fondo. El personaje se quedó parado unos minutos delante de la puerta meditando si entrar o no.
- No me apetece escuchar ninguno de esos comentarios tan mordaces que me dedica – dijo, pensando que sólo le gustaban los comentarios mordaces cuando los hacía él - Bueno, qué más da, no tengo más remedio.
Conteniendo la respiración empujó la puerta y ....
Nada. En la sala de reuniones no había nadie. La blanca figura suspiró:
- Pero si la reunión era a las 5... - pensó mientras recordaba la hora que marcaba el reloj de la gran sala. La había mirado cuando pasó por allí, las 5, ni una hora más, ni una hora menos.
Lanzó una mirada de izquierda a derecha para cerciorarse del vacío de la sala. Al centrar sus ojos en lo que había delante de él descubrió que no estaba solo...
- Hola Ichimaru, me alegro de que hayas venido.
- Hola Tousen - respondió al saludo de su compañero, sonriendo, mientras comprendía quien había sido el desgraciado que había adelantado las manecillas del reloj - ¿Por qué me has hecho venir tan pronto? Quería mantener mi récord de impuntualidad.
- Tan ingenioso como siempre. Sabes que a Aizen-sama no le gusta que le interrumpan cuando ya ha empezado la reunión, así que será mejor que corrijas tus maneras.
Ichimaru siguió sonriendo mientras observaba a su interlocutor. La sala le hacía parecer más oscuro de lo que ya era de por si. Ichimaru se preguntó por qué, aún estando el palacio pintado de blanco, todo estaba siempre en penumbra. Quizá fuese un reflejo de lo que habitaba en su interior...
- Supongo que no es esa la razón de que me hayas hecho venir media hora antes ¿verdad?
- Está bien, iré al grano. No confío en ti, Ichimaru. Desde el principio he desconfiado de ti. No me gusta la gente como tú y ya sabes como actúo yo en estas situaciones...
Tousen empezó a echarle un discurso sobre la justicia, la ética y la moral al que Ichimaru no hizo caso.
La confianza ¡ja! ¿Cuánto tiempo llevaba oyendo a la gente decir que no confiaban en él, que sospechaban de él, que no era de fiar...? Desde su infancia su sonrisa, sus ojos, su mirada... todo era sospechoso de alguna forma, como si llevara el cartel "sospechoso habitual" pegado en la frente. Estaba convencido de que su amiga de la infancia Matsumoto Rangiku también desconfiaba de él. Pensar en ella hizo que sus labios dibujaran una sonrisa amarga.
- ... así que por el bien de Aizen-sama no te quitaré el ojo de encima ¿entendido?
Ichimaru se forzó a pasar por alto todos los dobles sentidos que la frase "no quitar el ojo de encima" tenía para una persona que carecía de ese sentido y contestó:
- De acuerdo, pero en el baño me gusta la intimidad.
Tousen torció el gesto y fue a replicarle algo cuando la puerta se abrió y aparecieron el resto de participantes en la reunión.
- Pagaría una fortuna por saber de qué habéis estado hablando - dijo Nnoitra con voz provocadora.
Tousen le dirigió un frío ademán pero, antes de poder abrir la boca, Aizen entró cerrando la puerta tras de si.
- Bienvenidos caballeros. Pónganse cómodos y tómense el té. Tenemos cosas importantes de que hablar.