El manga-anime de Vampire Knight no me pertenece, es propiedad de Matsuuri Hino y demás. Sus personajes en este fic son usados sin nungún fin de lucro y ninguno me pertenece.

PROLOGO

Caminos Cruzados

"Una promesa destinada a romperse al igual que el delgado lazo que ya los unía"

¿Cuánto tiempo había pasado exactamente? ¿Un mes, dos, medio año? Pues lo sabía a la perfección, casi como si hubiera estado contando, uno a uno, los días que habían transcurrido. 8 meses, ni más ni menos.

Sabía poco de lo que había pasado, desde su partida, en la Academia.

¿Por qué el viaje? Bueno, eso también se lo había preguntado insistentemente Cross. Se podría contestar, primeramente con una palabra: redescubrimiento. Nuevamente, no sabía sobre que terreno estaba de pie ¿Era humano? No, esa mujer, Shizuka Hiou, se había encargado de que dejara de serlo, de convertirlo en una bestia. Entonces… sí, lo era, un maldito chupasangre. Pero tenía una pequeña esperanza de encontrar algo que lo hiciera pensar (y sentir) que era un humano normal.

Sentado en la cama del hotel de paso en el que está, piensa en los últimos acontecimientos que lo marcaron: una pelea que no era suya y que sin embargo peleo, una mujer que nunca sería suya y que amó con tanta fuerza y una promesa que desgraciadamente si era suya pero que no sabía si se cumpliría o no. Le prometió matarla. Él tenía que cumplir con esa promesa, pero no estaba seguro de querer hacerlo. Por eso buscaba hacerse más fuerte y mejor cazador de lo que ya era para poder eliminarla. Pero… bien, la cosa era que la amaba, con todo lo que había pasado, la amaba y wow… cuanto le dolía.

Aunque también estaba el detalle de decirle que "la mataría la próxima vez que se vieran". Si nunca volvían a verse (como más o menos esperaba), ahí quedaba la promesa, sin tocarse nunca.

Hacía poco tiempo que Cross le había propuesto regresar a la Academia. Y con el anterior (y algo pesimista, debía admitir) pensamiento, ya no le parecía mala idea; total, ella estaría para toda la eternidad con el bastardo de… de… de su hermano y él podía seguir con su vida como si nada hubiera pasado, como si nunca la hubiera conocido. Y aunque la Academia podría llenarlo de recuerdos, Zero sabía, podía con eso.


¡Tanto, tanto tiempo! ¿Diez años, quizás? Asintió para sí misma. Para ella eso de que el tiempo pasa volando es una farsa.

Se acicala el largo cabello negro mientras va en marcha, viéndose en el reflejo de los vidrios. Los ojos de un, poco común, azul zafiro brillan bajo una espesa hilera de pestañas largas.

Él la había citado en una cafetería de esas que abundan en su ciudad. Ella, aceptó sin dudarlo siquiera un momento, acostumbrada por completo a siempre hacerlo. El lugar es pequeño comparado con el resto de lugares, pero a ella le parece encantador con su terraza llena de mesas –ocupadas en su mayoría por parejas-, su vitrina llena de postres y un par de meseros que se "pasean" llevando las ordenes.

Camina directamente a la mesa que está en la esquina, rodeada de jardineras con blancas rosas. Supone que él está ahí, en un intento de pasar desapercibido aunque siempre acaba recibiendo la atención que tanto rechaza.

-¡Hola! Lamento mucho la tardanza –Hace una reverencia que es notoria para el resto de comensales, junto con su singular japonés. Su largo cabello se desacomoda un poco. Él se levanta dispuesto a quitar la silla para que se siente, ella se limita a hacerse a un lado, acostumbrada también a eso.-

-Igual no llevaba mucho. –Comenta algo despreocupado el gran Kaname Kuran, mientras observa acercarse al mesero.

-Gracias.

-¿Qué les traigo? –Pregunta el mesero, viendo a la pelinegra que tiene una gran sonrisa en el rostro. Kaname pide solamente un americano y la muchacha capuchino y una tartaleta. Termina yéndose todavía pensando en la sonrisa de la joven, complemento perfecto de una bella pareja.

-¿Cómo estás, Kaname? –Pregunta con una voz suave y con una tranquilidad que denota también alegría. Su japonés le saca a sí misma una sonrisa, dándose cuenta del marcado acento que ahora tiene. – Lo siento.

-No te preocupes. Estamos bien. –Ella entiende que sólo habla lo necesario, así que tal vez no pretenda sacarle mucho.- No has cambiado nada, de hecho, sigues igual que tu hermana.

-¡Oh, vamos Kaname! ¿No me puedes decir por una sola vez que no luzco como ella? –suspira y alza los hombros en señal de resignación.- En fin, ¿Y qué te trae a Londres? Claro, si es que puedo saberlo.

-Ayumi, necesito un favor.

-¿Qué clase de favor? –La curiosidad es evidente en la voz de la joven- ¿Es algo que puedo realizar?

El mesero se acerca a ellos con la charola que trae su orden. No escucha nada de la conversación pero es obvio que ninguno quiere ser oído porque se callan en cuanto lo ven.

-¿Se les ofrece algo más? –Pregunta cortésmente dirigiéndose a Ayumi, pues ella le despierta interés.

-Nada más, gracias. – Responde Kaname con un tono que, aunque amable, parece decir "Vete de aquí"- Necesito que tomes mi lugar.

-¿Cómo líder? –Pregunta asombrada.-

-Sí, pero no como la líder que piensas. –Dice antes de tomar su taza y beber de ella.- ¿Recuerdas la Academia donde estaba? –Ella asiente- Quieren un sangrepura para la Clase Nocturna.

-Ahí entro yo…

-En cuanto estés lista para partir, mandaré a alguien por ti. –Le dice como si ya hubiera aceptado.

-¿Y… los otros, los vampiros quiero decir, ya lo saben?

-Saben que alguien "nuevo" estará a cargo, pero no quién, es una sorpresa.

-¡Vaya sorpresa!, Hiou Ayumi como la nueva líder. –Deja su tasa en el blanco plato frente a ella.- ¿Pero no se supone que estoy tan loca como mi hermana y por eso me "autoexilie"? –dijo haciendo comillas en el aire.

-Les demostraremos lo contrario.


No tenía idea de lo lejos que se encontraba, tomándole cerca de dos semanas en llegar, tiempo que aprovecho para matar algunos cuantos nivel E. Casi no se creía frente a la Residencia del Director, lugar que había sido su hogar durante tanto tiempo. Tocó la puerta después de algunos segundos de duda. Apenas luego, un alegre y extrañado Director lo recibía intentando abrazarlo aunque fue esquivado con facilidad.

Cross le dio una de las habitaciones de su casa para que la ocupara, la misma que había tenido cuando niño, argumentando que en los dormitorios del sol ya no había más disponibles.

Tiró al suelo el saco en que llevaba sus pertenencias, también la chaqueta que usaba y se acostó boca arriba en la cama. Estaba cansado, pero eso no evitó que varias imágenes de su pasado se arrastraran por su cabeza.

Cerró los ojos y suspiró.

Ya había pasado mucho tiempo como para seguir pensado en ella.


...NOTAS

Mi primer fic es una historia ALTERNA así que no todo va a estar de acuerdo al manga o anime. De antemano GRACIAS a los que se tomaron la molestia de leer este prólogo. Por favor si no les gusta esta introducción dejenme un review o un MP y escriban todas sus quejas, sugerencias o criticas constructivas, si les ha gustado hagan lo mismo :).

Capítulo editado. Fecha 29. Dic. 2011-