"¡Bella! Decide ya que vas a pedir, el camarero está esperando." Me dijo Alice desesperada. Si, siempre me pasa lo mismo. Me cuesta mucho decidir que cerveza voy a tomar pero al final acabo eligiendo lo mismo: una caña*o un botellín (cual marca sea). AMO la cerveza.
No me he presentado. Soy Bella Swan y tengo 18 años al igual que mi amiga. Mis padres están separados. Mi padre es Charlie y vive en Forks. Viví con él hasta que mis padres se separaron cuando yo tenía 13 años. Desde entonces vivo en la ciudad de Phoenix con mi madre. Hecho un poco de menos Forks, me gustaba mucho aquel tiempo frío y húmedo, al contrario de Phoenix. Sin embargo me adaptaba rápidamente a todos los sitios a los que iba.
"Mmm creo que esta vez voy a inclinarme por una Heineken…" respondí algo indecisa."Vamos Alice, ya elegí. Vamos a sentarnos a nuestro sitio de siempre". Alice y yo éramos mejores amigas. Nos conocimos en el instituto hace ya 4 años y desde entonces hemos sido inseparables. No pegamos nada… será eso lo que nos atrajo la una de la otra. Alice es bajita, con media melena y de color negro. Le encanta la moda. Una vez al mes se va de compras. ¡Se vuelve completamente loca! Gasta lo inimaginable pero no se va a tiendas baratas sino a tiendas de buenas marcas tales como Versace, Adolfo Domínguez, Tommy Hilfiger… ¿Os hacéis una idea, no? Mientras que yo no era una gran fan del hobby de mi mejor amiga. Voy poco a comprar ropa pero siempre voy a tiendas también algo caras. Tengo mucha suerte, pocas veces me arrastra con ella. Hicimos un pacto poco tiempo después de conocernos: ella no me obligaría a ir de compras mientras que yo le permitiera comprarme algo en fechas señaladas. Si… no me gustan los regalos. A veces me considero un poco rara.
"Jo… Está ocupada!" me contestó Alice. "No puede ser" le contesté. Ese era NUESTRO sitio siempre que íbamos a ese lugar, o sea todos los fines de semana. Nunca nos había ocurrido puesto que no era un bar muy concurrido a las horas que íbamos. "Al menos el chico que está ahí sentado es verdaderamente guapo aunque va acompañado de una chica" dijo Alice mirándoles de reojo. Cuando lo hice yo, me quedé completamente estática. Era el chico más guapo que había visto en mi vida. Me empecé a reír sin parar no sabiendo muy bien por qué. Era el chico que había estado creando en mi mente desde que empecé a fijarme en el sexo opuesto: Rubio, ojos verdes, tez no muy blanca… Corrí a sentarme viendo que me fallaban las piernas.
"¡Pero Bella! ¿Qué es lo que te ocurre? ¿Te has vuelto loca? La poca gente que está aquí no para de mirarnos…" soltó Alice extrañada. Cuando volteé la cara para mirarla solo fui capaz de decirle en voz baja "A ver Alice… ¿nunca te he hablado de mi chico perfecto?" le pregunté. Ahí fue cuando mi amiga cayó en la cuenta. ¿Cuántas horas muertas habíamos pasado hablando de nuestros chicos de ensueño?
Pasado el "susto" inicial, dirigí nuestra conversación a otros temas de vital importancia. Preferí hacerlo puesto que siempre me ocurre lo mismo, me fijo en un chico y siempre tiene o novia (este era el caso) o pasa de mi directamente, es triste. Llevábamos mucho tiempo sin vernos, tras terminar las clases, empezó NUESTRO verano. Nos fuimos a la playa con algunos amigos que teníamos durante 2 semanas. Fue fantástico. Cuando volvimos a nuestra ciudad, Phoenix, ya empezado el mes de julio seguimos sin hacer nada. Estábamos disfrutando nuestro verano que según decían era el mejor antes de empezar la universidad. Sin embargo en Agosto, Alice se fue con sus padres de viaje a España y no había vuelto hasta hacía dos días. Yo me había quedado en la ciudad trabajando para ahorrar un poco de dinero para cuando fuera a la universidad.
En mi pequeño grupo, también está otra amiga más: Rosalie. Las tres somos mejores amigas... Era amiga de Alice cuando llegué a la ciudad. Es la mujer perfecta: pelo rubio rizado, alta, guapa… Lo tenía todo. Ella después de las dos semanas en la playa se fue a Los Ángeles para probar suerte con la moda. Había hecho algunos trabajos aquí, había salido en algunos anuncios y había posado para marcas de ropa interior pero ella quería ser una modelo reconocida. Apuesto lo que tenga a que lo va a conseguir. Ella vuelve mañana.
A nosotras tres nos han admitido en la misma universidad en Nueva York. Volaremos hacia allí dentro de dos semanas. Al menos Alice y yo tenemos muchísimas ganas. Alice va a estudiar diseño de moda, Rosalie Relaciones públicas y yo algo que no tenía nada que ver con la moda, periodismo.
Alice y yo no parábamos de hablar de todo lo que íbamos a hacer cuando estuviéramos en la universidad, solas… Nos habíamos pedido dos cervezas más e íbamos ya un poco tocadas. Cuando dejamos de hablar, nos quedamos pensando nuestras propias cosas. De repente, Alice me dijo al oído "El chico guapo te está mirando" y sin intentar que se notara mucho eché una ojeada. ¡Sí, me estaba mirando! Me empecé a poner nerviosa por lo que me levanté y me dirigí al baño. Cuando volví, me senté y comenzamos a cuchichear. Hacíamos como que no nos dábamos cuenta, pero vimos como el chico guapo y su novia se levantaban de la mesa y pasaban por mi lado. Para lo que no estaba preparada era para el empujón que recibí por parte del chico rubio guapo. Me levanté de la silla rápidamente mientras Alice miraba sonriendo a la amiga de éste. Lo único que pude decirle mosqueada fue "Acabas de tirar mi cerveza". El chico me miró y se empezó a reír. "Perdona, mi amiga me empujó sin querer" dijo mirándola sonriéndola de lado. "Si quieres te invito a otra, aunque visto lo visto creo que deberías dejarlo por hoy". Le miré enfadada "¿Cómo que visto lo visto? ¡Era cerveza!". Me sentí realmente estúpida. Todos se empezaron a reír de mí. Alice decidió "ayudarme" o eso fue lo que me dijo después. Lo único que hizo fue dejarme peor que antes diciendo "Bella y la cerveza son uno. Siempre que hay cerveza de por medio desaparece al cabo de un rato, ¡hay que escondérsela!" Carcajada general. También me empecé a reí yo, fue un poco exagerado por lo que tuve que ponerme en buen lugar "Bueno, Alice ha exagerado -la miré acusándola- bebo cerveza y es lo único que bebo que contenga alcohol. Me gusta mucho pero no hasta esos extremos." Otra carcajada general.
Pasaron un par de minutos hasta que conseguimos calmarnos y acabó con el silencio el chico rubio "No nos hemos presentado. Soy Edward y mi amiga se llama Ángela." A lo que respondió Alice: "Encantadas, yo soy Alice y mi amiga es Isabella" a lo que rápidamente añadí yo "pero prefiero que me llamen Bella". Seguimos hablando por un rato más, nos dimos los teléfonos móviles, nos despedimos y nos fuimos cada pareja por un lado.
Llevábamos un rato en silencio Alice y yo cuando dijo "Creo que deberías darme las gracias. El empujón lo planeamos Ángela y yo" Le miré interrogante "Si, cuando te fuiste al baño al momento lo hizo Edward también. Nos miramos y empezamos a hablar. Al final surgió el tema de las miradas de Edward y lo decidimos. Dejamos de hablar cando escuchamos la puerta del baño de los chicos abrirse". Yo algo sorprendida dije "por lo que veo tardé bastante en salir… pensé que había pasado menos tiempo. Tardé mucho en calmarme" dije. Alice me miró sonriente y dijo "Ya, saliste con la cara mojada y algo colorada".
Ya habíamos llegado a nuestras casas (vivíamos al lado la una de la otra) y nos despedimos. "Nos vemos mañana. A las 10 enfrente de mi casa y vamos directamente hacia el aeropuerto a recoger a Rosalie" me gritó Alice. Simplemente le respondí levantando la mano.
Llegué a casa y me dirigí al salón donde estaba mi madre. Me senté a su lado y me abrazó. "Bella, te voy a echar mucho de menos". Me quedé callada. Yo también iba a notar la ausencia de mi madre revoloteando a mi alrededor. Teníamos una buena relación madre-hija. "Mamá, quedan todavía dos semanas hasta que me vaya" le contesté al final. "Prométeme que en estas dos semanas no vas a salir tanto y te vas a quedar conmigo" me dijo poniéndome su cara con la que conseguía todo aquello que se proponía. "Si mamá, tranquila. Me voy a la cama, estoy muy cansada. Por cierto, mañana por la mañana Alice y yo vamos a ir a buscar a Rosalie al aeropuerto. Comeremos por ahí para contarnos las cosas pero volveré por la tarde" le dije. "Vale hija, descansa" Nos dimos un beso y me subí a mi habitación. Rápidamente me puse el pijama y me metí en la cama. Me puse a pensar en Edward y cogí el móvil. Estaba pensando en mandarle algún mensaje a su móvil pero me sorprendió puesto que empezó a llamarme. Se lo cogí rápidamente y empezamos a hablar. Estuvimos hablando durante 15 minutos y al final se decidió a pedirme salir (como amigos para tomar algo) a lo que respondí entusiasmada.
Creo que por primera vez en mi vida, voy a tener suerte con un chico.
*Caña. Para aquellos que a lo mejor no lo sepan, hablando de cerveza, una caña es un vaso normal de unos 23 cl. tirada.
Hola!! Es el tercer fic que escribo pero es la primera vez que me gustaría que tuviera continuación. Si os ha gustado y os gustaría que lo continuase.. reviews por favor! si por el contrario creéis q es una perdida de tiempo decídmelo sin cortaros :)
Hablamos!!
