Disclaimer: ni Sakura CC, ni Shaman King, ni Harry Potter me pertenecen cada uno tiene sus magníficos creadores y lamentablemente no soy ninguno de ellos.
Era un día como cualquier otro en la pensión Asakura, un chico castaño se hallaba tranquilamente sentado en la sala de su casa sin ninguna preocupación…
— ¡A entrenar! —bueno ninguna preocupación salvo por su prometida que de nuevo le tenía que gritar para que le hiciera caso.
—Pero Annita ya no puedo ni con mi alma, corrí diez kilómetros seguidos —se quejó el castaño en tono de súplica.
— ¡No seas flojo! ¿cómo piensas convertirte en el Rey Shaman si no entrenas? —preguntó con voz gélida la rubia.
—Pero… —trató de persuadirla Yoh.
—Sin peros y mejor apresúrate que tengo hambre —le espetó fríamente la sacerdotisa.
Mientras tanto en Tomoeda los hermanos Kinomoto compartían una amena charla.
—¡¡Pero hermano!! —gritó la menor enojada, bueno quizás la charla no era tan amena.
—Ya te dije que no —negó rotundamente su hermano mayor.
—Pero ¿por qué? —preguntó al borde de la histeria la card captor.
—Ya te lo dije, no me agrada ese mocoso —dijo Touya con el ceño fruncido.
—Pero… ¿qué te hizo para que lo odies tanto? dame un motivo —objetó la castaña.
—No es no —se negó el mayor.
—Ah pero Yukito si que puede venir cuando quiera ¿verdad? —dijo Sakura en tono acusador.
—Eso es diferente —dijo Touya algo ¿sonrojado?
— ¿En qué sentido? —cuestionó la chica.
—En el sentido de que él no es un mocoso odioso.
—Pero hermano no solo vendrá el Tomoyo, Meiling y Eriol también vendrán —dijo poniendo ojitos de cachorro.
— ¿De verdad? —cuestionó dubitativo.
— ¡Si! ¿Entonces? —dijo ahora cambiando su mirada por una de corderito degollado.
—De acuerdo —suspiró—, pero mantendré vigilado al mocoso.
Entre tanto en el Colegio Hogwarts de magia y hechicería, el trío de oro pasaba su tiempo con un ameno juego de ajedrez mágico.
—No se vale volví a perder —se quejó el niño que vivió.
—Es solo que te enfrentas al mejor —alardeó su mejor y pelirrojo amigo.
—Que modestia Ronald, además ese es solo un tonto juego barbárico —objetó Hermione.
—El ajedrez es un arte —se defendió Ron.
—Si como sea pero ya me aburrí —se quejó Harry.
—Como sea yo debo ir… —comenzó Hermione.
—A la biblioteca— completaron Ron y Harry a coro.
—Deberías pedirle a la señora Pince que te monte una habitación allá —sugirió Ron divertido.
—Muy gracioso Ronald —le espetó fríamente la castaña.
—Bien al parecer todo va de acuerdo al plan —dijo una voz áspera y atemorizante para cualquiera.
—Así es —dijo entre carcajadas una segunda y mucho mas juvenil voz —, mi querido hermanito no sabe lo que le espera.
—Deberías tener cuidado —sugirió la primera voz.
— ¡Ja! deberías tenerlo tú que te defiendes con un simple palito de madera —dijo el segundo con tono burlón.
—Si pero me valgo de las cosas por mí mismo no necesito de un espíritu que me ayude —se defendió Voldemort.
—Si claro como si pudieras hacer algo útil sin tu mísero palito —dijo despectivamente Hao Asakura.
—No se por que te soporto mocoso —dijo el Señor Tenebroso con cansancio.
—Yo te digo por qué, sin mí no podrías enfrentarte a los refuerzos que pedirá eso que llaman el ministerio de magia —dijo en tono petulante.
—Si pero tu sin mi jamás podrías con los magos —se defendió fríamente Voldemort.
— ¿Quieres apostar? —cuestionó Hao alzando una ceja.
En Funbari las cosas no habían cambiado demasiado, Yoh estaba tranquilamente sentado observando el cielo cuando una lechuza entro por la ventana de la cocina.
— ¡Annita! ¡Un pájaro! Pájaro feo vete —gritó Yoh como un loco desquiciado.
—Yoh esa es una lechuza —le corrigió su pequeño y cabezón amigo Manta.
—Ah y ¿tú de donde saliste peque? —preguntó distraído—, ¡no me muerdas pichón!
—Lechuza Yoh y por si no lo recuerdas todos estamos aquí —le recordó su amigo como si estuviera hablando con un discapacitado.
—Es verdad —dijo Yoh con su siempre calmada sonrisa
—Eh mira la lechuza tiene una carta atada a la pata —dijo Manta señalando a un trozo de pergamino perfectamente atado a la pata del animal.
— ¿Enserio? a verla —dijo Yoh mientras desataba la carta.
—Que extraña carta —dijo Anna arrebatándosela de las manos a su prometido.
—Annita déjame verla —le rogo su prometido con cascaditas en los ojos.
— ¿Qué te traes bruja? —preguntó Horo Horo incorporándose.
—Imbécil —exclamó mirando despectivamente a Horo Horo—, bien al parecer la carta esta en ingles —dijo analizando profundamente la carta.
—Chino tráete a Lyserg —gritó Horo Horo a todo pulmón.
—Que no me digas chino —gruño Len—, Lyserg muévete —gritó Len haciendo que al ingles le saliera un suspiro.
—Bien ¿qué dice? —preguntó Anna algo intrigada.
—Dice: señor Asakura, prometida y amigos, pensión Asakura, Funbari, la presente es para pedirles su colaboración en la guerra que se viene —comenzó a leer Lyserg traduciendo lo escrito en el pergamino.
— ¿Quién la manda? como si fuéramos a ayudar en algo que no nos concierne —dijo la sacerdotisa con obstinación.
—Yo creo que si nos concierne —dijo Lyserg algo sorprendido.
—De que hablas verdecito —preguntó Horo Horo en tono de un niño que le pregunta a su papa que animal era el que había pasado a su lado.
—Esta guerra se lleva acabo en el mundo mágico desde hace décadas pero ahora no la podemos llevar a cabo solos ya que el enemigo tampoco lo está, el mago tenebroso llamado Lord Voldemort cuenta con la ayuda de su conocido Hao Asakura —continuó Lyserg pronunciando con dificultad las dos ultimas palabras.
—Hao —gritaron todos menos Lyserg que leía y Anna que se mantenía igual de serena.
—Así que se les pide que vengan a Inglaterra lo antes posible, al llegar sigan el mapa adjunto a la carta y se encontraran con los aurores, de ustedes depende que prevalezca la luz. Atentamente Albus Dumbledore.
— ¿Y qué haremos? —preguntó Len.
— ¿qué no es obvio? —preguntó Yoh.
—Es un hecho debemos partir a Inglaterra —afirmó seriamente Anna.
En la casa Kinomoto todo iba tranquilamente Sakura preparaba todo para la llegada de sus queridos amigos bajo la supervisión de su muy enfadado hermano hasta que sonó finalmente el timbre de la puerta.
—Por dios Sakura te ves divina ¿no es verdad Li? —saltó Tomoyo apenas su prima abrió la puerta.
—Si —dijo Syaoran totalmente sonrojado.
—Gracias —contestó Sakura algo ruborizada.
—Mocoso… —gruñó Touya.
—Ay Touya no des lata —le regañó Yukito.
—Gracias por venir Yukito —le dijo Sakura con su dulce sonrisa.
—Siempre a tu servicio —le contesto el devolviendo la sonrisa.
—Hey miren un pichón —gritó Meiling señalando la ventana donde se observaba claramente una lechuza volando a toda velocidad.
—Esa es una lechuza —le corrigió su primo.
—Una lechuza.... —dijo Eriol con la mirada perdida en el vacio.
—Llévense a ese pajarraco —gruñó rápidamente Touya.
—Hermano —lo regaño Sakura.
—Hey pájaro del demonio no me muerdas —dijo Syaoran mientras se sobaba el dedo que le había mordido el animal.
—Permíteme —dijo tranquilamente Eriol, seguidamente el ave se posó en su regazo y el joven tomo la carta.
— ¿Qué es eso? —preguntó Sakura tan distraída como siempre.
—Una carta —le dijo dulcemente Syaoran.
—Eso es obvio —dijo Touya con desprecio.
— ¿Quien la manda?—preguntó Tomoyo dudosa.
Eriol permaneció totalmente callado con la carta extendida en sus manos.
—Joven Hiragizawa —preguntó Tomoyo.
—Es del director de mi antigua escuela —dijo Eriol con la voz hecha un susurro.
— ¿Y por qué la manda con un pichón? —dijo Meiling con fastidio.
—Lechuza —le reprendieron todos al unísono.
—Como sea —bufó la china.
—Oh oh—exclamó Eriol.
— ¡Dilo de una buena vez! —gritó Syaoran exasperado.
—Estimados Señorita Sakura Kinomoto, Señores Li y Hiragizawa, Tomoeda, Japón. Ha quedado en mis manos solicitar su ayuda para la guerra que se esta afrontando en el mundo mágico, como supongo estará enterado el joven Hiragizawa Lord Voldemort esta al ataque de nuevo, pero esta vez no esta solo se les pide por favor acudan a Inglaterra ya que esta guerra traerá resultados importantes para todo el mundo, confió en que la reencarnación de uno de los mejores Ravenclaws de todos los tiempos coopere en la causa y le explique a sus amigos, hasta entonces. Atentamente Albus Dumbledore —leyó rápidamente Eriol.
—Hiragizawa habla antes de que nos de un paro cardiaco —gruñó Syaoran.
—Bien la guerra mágica lleva mucho tiempo y comenzó con un mago tenebroso llamado Lord Voldemort… —comenzó Eriol hablándoles poco a poco de todos los sucesos ocurridos en el occidente por culpa de ese mago tenebroso, luego les hablo de los mortifagos y de un tal Harry Potter, hasta que finalmente llego a la parte de el regreso de aquel malvado mago.
— ¿Entonces qué haremos? —preguntó Sakura.
—Pues no queda de otra más que ir —respondió la reencarnación del mago Clow con voz neutra.
—Oigan para qué nos habrá mandado a llamar Dumbledore —preguntó Hermione.
—Debe ser algo importante —dijo seriamente Harry.
—Aja —contestó distraídamente ron.
—Bien jóvenes, debo decirles que la guerra se aproxima y que Voldemort esta vez no esta solo— dijo el director con un semblante serio.
— ¿Qué? —preguntó Harry estupefacto.
—Así es, por eso nos vimos en el aprieto de mandar a llamar refuerzos —dijo Dumbledore mientras tomaba asiento y hacia señas para que el trío hicieras lo mismo.
— ¿Qué tipo de refuerzos? —cuestionó Harry.
—Todo a su tiempo, pero lo que deben saber es que ustedes este año tomaran clases particulares y si ellos lo desean, los alumnos Luna Lovegood, Ginny Weasley y Neville Longbotton también pueden participar —dijo el director aun con su semblante serio.
— ¿Qué tipo de cla... —trató de decir Hermione.
— ¿Cómo que Voldemort no esta solo? —se apresuró a cuestionar el niño que vivió.
—Pues cuenta con la ayuda de Hao Asakura —dijo Dumbledore con voz cansina.
— ¿Y ese quien es? —preguntó el pelirrojo.
—Todo a su tiempo —dijo calmadamente el director.
Despues de un tiempo vuelvo a subir este fic, esta vez mejor editado, me gustaria agradecer a los chicos de malosfics por darme a notar mis errores. Espero que les haya gustado nos leemos en el siguiente cap.
