¡Hola!
Este es el primer fic que publico para Danny Phantom. Probablemente nadie conoce mi estilo, y aunque este fanfic pretende ser de terror, eso no es lo que suelo escribir... pero no importa. Además, lo escribo como tributo a el asombroso dueño de la canción utilizada en mi historia, quien (desafortunadamente) no comparte más la Tierra con nosotros.
Gracias de antemano a quienes entraron y estan leyendo esto.
Y como ultima nota, debo decir que el fanfic esta basado en la canción Thriller, perteneciente a Michael Jackson, e inspirado por tres estupendos one-shots, de tres esupendos escritores:
-"Amity Halloween" de Acosta Pérez José Ramiro.
-"Masked" de Chaos Dragon.
-"Snow white queen" de sam-ely-ember.
Ahora sí, aqui empieza la historia, pero antes...


Disclaimer: Danny Phantom y sus personajes pertenecen al brillante y talentoso Butch Hartman.


Dedicado a: la memoria de Michael Jackson (q. e. p. d.).


Thriller
Por: (LP) Luna Phantom


Capítulo 1: It begins

31 de Octubre en Amity Park... otra vez.

Samantha Manson despertaba aquel Halloween con una mueca de disgusto en el rostro, tal vez por la pesadilla que tuvo donde era porrista y vestía rosa o tal vez simplemente porque sabía qué día era... aunque, técnicamente, ya no era de día, sino de tarde, y para ser más exactos, las dos de la tarde. Afortunadamente era sábado y no tenía que ir a la escuela.

Abrió los ojos lentamente, al mismo tiempo que dejaba su posición acostada y se sentaba en su cama; observó todo lo que le rodeaba y una pregunta cruzó su mente, "¿Dónde estoy?". Los muebles que veía eran los mismos que los de su habitación, pero el resto era diferente: los posters que había en este cuarto eran demasiados coloridos, la alfombra en el suelo era rosa, había millones de cosméticos en el tocador, las sabanas de la cama y las cortinas eran violetas y...

"¡Oh, no! Esta es mi habitación". En el buró de la izquierda estaba su teléfono celular y su reproductor mp3, y en el buró de la derecha habían dos retratos, uno de sus amigos y familiares en su decimoctavo cumpleaños y otro de ella y su novio Danny, abrazándose felizmente.

Sam volteó a ver a su alrededor de nuevo, más extrañada que nunca, y preguntándose qué rayos le había pasado a su habitación. Decidió que levantarse e ir a preguntarle a sus padres sobre lo ocurrido a su habitación sería lo mejor; no sabía por qué, pero tenía la ligera impresión de que ellos tuvieron la culpa de que su cuarto pareciera una "casa de muñecas"... bueno, sí sabía por qué.

No llegó a la puerta, cuando un extraño presentimiento salido de quién-sabe-dónde se apoderó de ella. Inmediatamente corrió a su guardarropas y abrió las puertas, sólo para encontrar algo totalmente ajeno a ella y su estilo: cientos de vestidos rosas con corazoncitos y flores por todas partes.

-¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! - pegó un grito infernal. Cerró el armario de un portazo y bajó hecha una fiera al comedor, donde su padres alegremente merendaban. - ¡¿Qué le hicieron a mis cosas... a mi habitación y a mi ropa?!

-Cariño, no te enojes. - pidió dulcemente Pamela Manson.

-Pero los donamos a los pobres - complementó su marido.

-¡¿Qué?! - inquirió aún más molesta su querida y gótica hija. - ¡¿Y qué se supone que haga ahora? ¿Salir a la calle con uno de esos estúpidos vestidos rosas?!

-A menos que quieras salir con esa pijama, vas a tener que ponerte uno de esos preciosos vestidos rosas - le dijo su madre.

-¡Argh! - profirió molesta y subió de nuevo a su habitación. Alcanzó a escuchar que a su madre decir "¿Té, querida?", pero no le hizo caso.

Ni hablar, no podía hacer otra cosa sino lo que su madre decía. Se dio una ducha rápida y se puso el vestido con menos corazoncitos que vio, escogió unas zapatillas de tacón bajo (sus botas también habían sido desechas) y caminó hasta su espejo para observar su aspecto.

"Sé que quería pasar un Halloween escalofriante, pero esto es demasiado" Pensó molesta e irritada. "Sólo espero que Danny no se burle o haga algo parecido".

Menos de cinco minutos después...

Danny no paraba de reír; únicamente había abierto la puerta de su casa y observado a su novia usando un vestido rosa, y su sentido del humor había cobrado acto de presencia y lo había obligado a reír como loco.

-¿Vas a dejarme pasar o vas a tenerme todo el día en la puerta?

-¡Oh! Lo siento... - siguió riendo - adelante... - siguió riendo - pasa. - Sam entró y él cerró la puerta; siguió riendo.

-¡No te rías! Ya es suficiente condena tener que salir a la calle usando esto. No necesito de tus burlas para hacer mi vida miserable.

-Vamos, Sam - exclamó el chico acercándose a ella, ya no estaba riendo como antes, aunque una sonrisa divertida cruzaba su rostro - no estaba burlándome, no tienes por qué enojarte; además - agregó en su oído - creo que te ves linda.

Un delicioso estremecimiento sintió la ojivioleta cuando Danny le dijo estas palabras y un leve sonrojo adornó sus mejillas, sonrió gustosa y se acercó a él para besarlo. Varios minutos más tarde, el aire les faltaba a ambos y se vieron obligados a separarse.

-Linda... - repitió embobado el ojiazul, para luego dedicarse a observar profundamente el rostro de Sam - ¿Quieres... subir a mi habitación?... Podríamos ver una película o jugar videojuegos o... - calló cuando notó que estaba a punto de decir eso que no quería decir. Sabía que su relación era aún muy temprana y que no era sano estar pensando en ese tipo de cosas; pero no podía evitarlo en momentos como ése, cuando terminaban de besarse apasionadamente o cuando creía que se veía sexy... tal como ahora, además, sus padres no estaban en casa y podrían...

"¡Ya basta Fenton! Deja de pensar en eso".

-Claro, ¿por qué no? - respondió la ojivioleta con una sonrisa.

Así que subieron... dos horas y media más tarde, la joven pareja se encontraba en el cuarto del menor de los Fenton; descansaban plácidamente sobre la cama de éste, mientras escuchaban un poco de música de su banda favorita, Humpty Dumpty. Ya habían conversado sobre muchos temas y ahora comenzaban a hablar sobre su amigo Tucker.

-¿Crees que Tuck vaya a pedir dulces este año o se haya dado cuenta (por fin) de que ya es un poco mayorcito para esas boberías? - preguntó Sam.

-No creo que algún día se de cuenta de eso, - rio un poco - pero esta noche él y Val van a pasar un momento a solas por ahí. Tal vez... tú y yo debamos hacer lo mismo. - se acercó insinuante e irresistible a la ojivioleta y comenzó a besarle el cuello; pero se vio obligado a detenerse cuando su sentido fantasma se activó - Oh, no...

-¿Qué ocurre? - inquirió Sam alarmada.

-Fantasma - respondió Danny. Se puso de pie con gran rapidez y comenzó a observar a su alrededor, buscando (sin éxito alguno) al dichoso fantasma que había interrumpido semejante momento, hasta que apareció...

-¡Cuidado! ¡Soy el fantasma de las cajas! Y vengo a atemorizarlos hoy, Halloween.

-¡Oh, genial! - exclamó Sam con sarcasmo. - Es él.

-¿Tú? ¿Atemorizar? - preguntó Danny con una sonrisa.

-Muy pronto pararan de burlarse, ya lo verán. - amenazó el fantasma.

-¿En serio? ¿Nos vas a obligar? - preguntó la ojivioleta.

-Ohhh, sí... Creen que no asusto, ¿eh? Miren esto. - dijo con una sonrisa que casi podía ser maléfica. Hizo aparecer una caja frente a él, la cuál, pronto comenzó a desdoblarse, con el propósito de quedar completamente plana.

-¿Papiroflexia? - bromeó Sam con una sonrisa burlona; sin embargo, en ese preciso momento, el cartón de la caja, cual afilada navaja (guillotina), se dirigió con enorme velocidad hacía Danny y le cortó la cabeza, haciendo que la ojivioleta dejara de sonreír. Ambas partes del cuerpo del chico cayeron al suelo y un gran charco de sangre empezó a formarse en él.

Sam gritó horrorizada, alejándose del cuerpo de su novio; gruesas lágrimas corrían por su rostro. El maldito asesino del halfa reía sin parar, desquiciado y desquiciante. La música se volvió estridente y chillante, una macabra combinación de sonidos y silencios... y voces y susurros, que le llenaron la cabeza y le helaron la piel, volviéndola loca.

Parecía un sueño.... una pesadilla. Las imágenes no eran claras ya, ni los sonidos a su alrededor, nada parecía real... y menos lo pareció cuando un espeso humo se arremolinó junto al cuerpo destrozado de Danny, sólo para desaparecer instantes después, llevándoselo consigo.

Segundos más tarde, Danny Phantom apareció. El fantasma de las cajas seguía riendo y ahora también el halfa lo hacía, pero no con su risa de siempre, sino con otra muy diferente.

-Danny... - Sam paró de llorar, pero su corazón y respiración aún estaban agitados - ahh... ¿deseas asustarme? - le reprochó, sintiendo, sin saber por qué, una extraña opresión en el pecho... una corazonada, algo no andaba bien.

Él la observó con vivo interés por varios segundos, se acercó a ella y con una voz profunda y malévola, respondió "sí"; sus ojos se volvieron rojos.

Sam comenzó a retroceder sintiendo que su cuerpo se congelaba; pero por cada paso que ella daba para alejarse de él, éste daba uno para acercarse a ella. De pronto, detrás del cuerpo de la ya muy asustada chica, apareció el otro fantasma, haciéndole chocar con él e impidiéndole seguir retrocediendo.

-D... de... deja de... jugar Danny - la voz se le quebró cuando mencionó su nombre.

El aludido se detuvo, la miró a los ojos y le respondió con una voz escalofriante.

-No estoy jugando - dijo y se abalanzó sobre ella.

(CONTINUARÁ...)


... y el verdadero Halloween apenas comienza.
Como ya dije, pretendo que el fic sea de terror y que haya sangre y violencia. Si alguien desea leerlo, esta advertido.
Sí es songfic, pero la historia constará de tres capítulos y es en el tercero donde la canción encaja.
Gracias por leer. Sería muy feliz si me dejaran un reviw diciendome qué les pareció, acepto de todo.
Eso es todo por ahora. ¡Saludos!
¡Nos vemos!