Bueno, me ocurrió esta idea, no pude evitarlo y escribirlo ya. Lo terminaré pronto pues no le doy más de 10 capítulos o eso creo. Esta historia tiene algo que suelo usar en varias de mis historias, no se sorprendan por ello jajaja.

Tambien comentó que la próxima semana aproximadamente finalizaré "La Broma"

Bueno, ah comenzar.

Oh por cierto, Dragon Ball no es mío, pero esta idea si.

"El Gran Dilema"

…Bueno, de más está decir que este es el inicio de mi historia, sí, si pudiera llamarle inicio, pues bueno, así como estoy ahora, es irónico decir que es el inicio de mi historia cuando estoy a una hora de mi fin, el veneno muy pronto invadirá todo mi cuerpo y mi último suspiro estará cerca, claro no quiero morir sin compartir con alguien mi mal dicha, no sé exactamente con quien pero el que sea el afortunado de encontrar el precioso cuerpo sin vida de la princesa saiyajin, se llevará consigo todos mis secretos y la historia de mi vida…

Mi nombre es Bura, tengo 16 años, soy hija del Rey Vegeta Tercero y de su concubina Bulma, como mencioné antes escribiré mi auto-biografía antes de irme de este mundo.

Vivo y nací en Vegetasei, cuando mi hermano mayor tenía 10 años y mi madre 26 (Sí lo sé, mi madre dio a luz a temprana edad a mi hermano mayor) pero ese no es el tema, según me contaron Vegetasei en aquel tiempo estaba en un gran conflicto y en un descuido mi madre y yo sufrimos un atentado, ahí fue donde nos separamos, mi madre fue secuestrada y yo muy pequeña volví al palacio, el lugar al que pertenecía, pero mi madre bueno a ella la secuestraron unos hombres en venganza a nuestro pueblo.

Bueno eso es lo que me contaron pues hay cosas que no puedo recordar muy bien. Mis recuerdos más bien comienzan desde los cuatro años, no puedo negar que a pesar de que mi madre no estuvo presente tuve una buena infancia, mi hermano mayor Trunks entrenaba con el abuelo Vegeta pues él debía ser un digno heredero, y yo era cuidada por mi padre.

No es que mi padre haya actuado de niñera, no él era un hombre ocupado. Pues sí era él Rey y tenía cosas que hacer, yo disponía de una niñera, una mujer muy estricta llamada Milk.

Ella fue mi niñera y nodriza según sé y por eso me quería como una madre, ella es de la misma procedencia de mi familia materna, esta casada con un saiyajin de clase baja y tiene tres hijos, Gohan, Goten y Pan. Esta última es como una hermana para mí.

Pero él que ella haya sido mi cuidadora no significa que haya sido como una madre para mi porque no lo fue, nadie podía suplantar a mi madre, pues yo ya estaba resignada a no tener una. Con mi pequeña familia me bastaba. Mi padre, mi hermano y mi abuelo.

Como decía yo me críe con mi padre pues aunque la señora Milk me cuidase en el día él lo hacía en las noches. Y no, no era del tipo de padres que te cuentan cuentos hermosos sino uno que te presumía sus victorias y lo poderoso que era, ganándose mi admiración.

Pero él tenía un punto débil, mi madre. Recién al llegar a los aproximadamente ocho años comprendí el porqué miraba melancólicamente las estrella en su balcón antes de dormir, el porqué acariciaba mi cabello tan tiernamente, él extrañaba a mi madre.

Y no era él solo, tambien notaba eso en mi hermano mayor, según el joven Goten me contó mi hermano mayor era alegre y simpático hasta que mi madre desapareció, yo no puedo decir nada pues mi hermano nunca fue ante mis ojos lo que Goten me contó.

Pero lo que si entendí es que mi madre hacía falta en mi familia.

Cuando cumplí 10 años, me organizaron una gran fiesta. Todo el pueblo saiyajin hablaba de gran belleza y de mi potencial, halagos, regalos y mucha comida, todo aquello era parte de mi fiesta.

Pero todo eso se arruinó cuando una persona dijo lo que nadie se atrevía a decir y lo que les dolía a todos.

"Eres igual a Bulma" - había dicho el soldado de clase baja esposo de Milk.

Todas las miradas fueron hacia él y luego vi a mi hermano con los ojos llorosos y mi padre salir del lugar.

Mi fiesta perfecta se había arruinado.

Me sentí mal, sé que no debí hacerlo pero molesta eché a todos de mi fiesta y me quedé llorando en el salón.

Sentía que era la culpable de las tristezas de mis familiares por parecer me tanto a mi madre.

Y es que si bien yo no la conocía en persona sabía muy bien que mis rasgos eran de ella, yo era su doble y eso causaba dolor a mis seres queridos. No podían olvidarla por mi culpa.

Sintiéndome en deuda con ellos fui rumbo a pedirles unas disculpas en aquel tiempo, al entrar a la habitación de mi hermano él me corrió de ahí, no me dejó siquiera hablarle. Me dolía que fuese así.

Luego fui a la habitación que compartía con mi padre (si yo dormía con él pues en la noche era el único momento que podía hablar con mi padre y compartir con él) él estaba de nuevo mirando al cielo con nostalgia.

Tomé su mano, la apreté y suavemente le pedí disculpas.

"Lo siento papá, siempre tengo la culpa de todo" - le dije muy triste.

Sin embargo él me miró y apretando mi mano me dijo con su voz áspera de adulto.

"Nunca te alejes de mi princesa"

Esas palabras bastaron para que a la corta edad de 10 años yo comprendiera que mi padre añoraba tanto a mi madre y me amaba por ser tan igual a ella.

Ilusionada pensé que algún día me casaría con alguien que me ame tanto como mi padre amaba a mi madre, era lo único que podía rescatar de romántico o por el estilo en Vegetasei.

Mi vida siguió, pero nunca dejé de sentir que me comparaban con mi madre incluso mi propio abuelo me decía a veces que tenía características propias de ella. Por lo que había oído ella era una gran mujer.

Pero al pasar del tiempo, sentimientos encontrados brotaron en mi, yo me sentía halagada y soñaba con como era mi mamá, pero al mismo tiempo detestaba que me trataran como una mini-Bulma y no como Bura.

Yo no era ella, yo no lo era. Por eso me decidí a buscar maneras de destacarme, gracias a mi insistencia logre que mi padre convenciera a mi abuelo de entrenarme y enseñarme cosas del reino junto a Trunks, cosa que mi hermano no tomó bien e interpretó como si yo quisiese desplazarlo de su derecho al trono.

A los 12 años cuando dejé de ser una niña mi padre me cambió de habitación a una individual ya no durmiendo con él argumentándome que no se veía bien que durmiese con su hija, no le di importancia después de todo se sentía muy bien la independencia y una cama grande para mi sola.

A los 12 años tambien di mi primer beso, fue con el hermano de Pan, Goten. Goten era 9 años mayor que yo pero bueno yo me sentía distinta y quería experimentar sensaciones, así que abruptamente lo besé, fue un beso casto y puro, tambien podría decirse tierno.

Sin embargo me sentí muy arrepentida luego de besarlo, me sentía bien y mal al mismo tiempo por haber crecido, esa etapa difícil llegó a mi vida.

No respetaba las reglas, peleaba con mi hermano incluso desafiaba a mi padre, quien me mostraba esas horribles miradas llenas de decepción.

Incluso inicié una relación secreta. con Goten solo para romper esquemas.

"Goten quiero que me toques" - le dije una vez intentando descubrir sensaciones.

Goten me tocó los senos y las nalgas para luego lanzarme al pasto y subirse sobre mi besándome el cuello, todo parecía ser una escena excitante sin embargo yo no sentía esa chispa que buscaba, no sabía por qué.

Me separé de él abruptamente y corrí a mi habitación a llorar arrepentida, cada vez que tocaba a Goten me sentía arrepentida, sin embargo yo creía amarlo al igual que él creía amarme.

Todo eso fue un dilema teniendo solo 12 años (dirán que Goten y yo teníamos mucha diferencia de edad pero en Vegetasei la edad no importa sino el rango y él era un clase baja).

Yo quería saber más del amor, en serio lo deseaba, deseaba sentir un amor inolvidable. Solo tenía mi familia para saberlo.

Intenté preguntárselo a Trunks pero él solo jugaba con las mujeres del harem de papá, tambien se lo pregunté al abuelo y me dijo que los saiyajins no sienten "esas cosas", se lo pregunté a Milk y me dijo que ella amaba a su esposo pero él solo la quería por su buena sazón, así que decidí preguntárselo a mi padre.

Después de todo yo aun veía un ejemplo a seguir en él y su romance con mi madre.

Cuando se lo pregunté el sonrió y me dio un consejo, que fue el mejor de todos pues su gran experiencia lo ayudaba.

"Nunca te enamores, el amor es solo sufrimiento princesa" - me dijo para volver a mirar al cielo como siempre lo hacía.

Él aun la extrañaba después de tantos años.

Me atreví a preguntarle a mi recto padre y Rey una pregunta que no cualquiera lo haría.

"¿Todavía la extrañas padre?" - le pregunté con curiosidad.

No quería ver a todos tristes, estaba cansada de siempre verlos de aquella forma.

Él solo me miró y respondió sin problema o sin romperme la cara por el atrevimiento.

"Tu madre es de las personas que nunca puedes olvidar" - me dijo cerrando los ojos con fuerza como si contuviese sus lágrimas.

Nunca pensé que mi padre fuese así de sentimental, lentamente me retiré y volví a mi habitación en donde antes de dormir deseé que mi familia sea una familia feliz.

Yo era inocente dentro de todo, solo quería el bien de los demás.

Espero les haya gustado.

Que tengan muy buen día.