Disclaimers: Los personajes y el mundo de Harry Potter pertenecen a J.K Rowling y todo aquél que posea el copyright por haber hecho compra de algunos derechos de autor, en esta historia son utilizados con fines recreativos y sin lucro alguno.
¡Hola! Bueno, quiero aclarar que la historia no será muy larga, cinco o seis capítulos, máximo, espero que a pueda superar las expectativas de los shippers de la pareja (soy un poco terrible) y espero que le guste a Kath (This is Chebacca) que me ha pedido que le escriba una historia con Lily Luna y Teddy.
Espero que les agrade.
De antemano. Muchas gracias.
Capítulo 01: Siempre Revisa tu Correspondencia.
Estaba completamente desparramado en la silla acolchada, su pierna derecha estaba sobre el brazo de la silla, tenía la correspondencia apilada en la mesa junto a él, era fin de semana, y estaban a punto de comenzar las vacaciones.
Le dio un trago a su cerveza de mantequilla y se estiró por otra de las cartas, admitía que muchas personas se preocupaban aún por él, no deberían, era más que mayor, tenía un trabajo y tenía un hogar, no propio, rentaba la planta de arriba de una casa un tanto vieja en Hogsmeade, le quedaba cerca de Hogwarts, donde era profesor de transformaciones, tenía ocho años como profesor, y no había mejor empleo que ese para estar cerca de las personas que quería, y siempre lo estaría, por decirlo de alguna forma.
Avanzó rápido en la invitación a pasar las vacaciones con uno de sus compañeros de Hogwarts, estaban pensando en una reunión nada oficial, tenía que pensar muy bien sobre esa invitación, dejó la carta aún lado y tomó un paquete, era de James Potter, sus paquetes siempre eran un peligro, había heredado más de los Weasley que de los Potter en el carácter, se llevaba más que bien con su tío George.
En esta ocasión, era algo inocente, un suvenir muggle que había comprado en Egipto, ya que estaba con su tío Bill, pasando una temporada.
Levantó la vista cuando la madera crujió suavemente, su vista se perdió en la figura femenina que había entrado a la pequeña estancia, llevaba puesta su camisa blanca, en realidad ya estaba un tanto café y estaba arrugada, muchos decían que había heredado lo desaliñado de su padre, Remus Lupin. Pero a la chica que bebía un poco de cerveza de mantequilla no le importaba eso.
Deslizó su vista hasta las piernas blancas y cremosas de la chica, su esbelta figura relucía perfecta en aquella iluminación. La camisa se elevó cuando ella elevó los brazos para agarrar su alborotado pelo rojo en un moño desordenado.
Lily Luna Potter se giró hasta él, le sonrió coqueta y volvió a darle un trago pequeño a la cerveza de mantequilla. Él se estiró por otro paquete.
—Ese lo envié yo –murmuró la pelirroja.
— ¿En serio? –Sonrió intrigado – entonces debería abrirlo ahora, debí reconocer las runas –se burló.
–Albus me obligo a enviarlo, no quería –admitió encogiéndose de hombros, le encantaba que fuera tan honesta.
—Lo abriré ahora –rasgó el papel.
—No –caminó hasta él y lo detuvo.
—Estoy consternado, Lily ¿qué pudiste enviar?
—Deja los paquetes para otro momento, Ted –comentó.
—He hecho eso desde hace tres semanas, Lils.
—Un día más, no hará diferencia —se inclinó a besarlo, su mano se deslizó por la pierna del chico hasta que la quito del brazo de la silla y se sentó a horcajadas sobre él
—Ya recordé la razón por la cual no he revisado esto –las manos del chico fueron a la cintura de la chica y la besó con pasión.
— ¿Te molesta la distracción? –Sonrío traviesa –puedo regresar al colegio.
—Me encanta que me distraigas, puedes distraerme cuanto quieras.
— ¿Puedo distraerte en el EXTASIS de Transformaciones? –sonrío.
—Si fuéramos solo los dos, lo permitiría. Sin dudarlo, pero todo mundo estará presente.
—Ya lo imagino –puso los ojos en blanco y se levantó de las piernas del chico –seguramente tía Hermione estará ahí para juzgar por si misma que califiques bien a Hugo, de la misma manera en la que el tío Ron estuvo en los EXTASIS de Rose, echándole en cara al Sr. Malfoy que su hija sacaría mejores notas que Scorpius.
—Eres una excelente bruja, Lils, tu padre es Harry Potter...
—Ya lo sé, Edward –lo observó molesta, Lily odiaba que siempre que hablaban de sus habilidades en la magia sacaran a relucir a sus padres, incluso en el Quidditch, era buena porque sus padres lo eran ¿para qué era realmente buena sin que sus padres influyeran en eso?
—Yo sólo...
—Querías hacerme sentir mejor, lo sé, pero en serio, tienes que encontrar mejores formas para ello, los logros de mis padres no son una forma aceptable.
—Lily –la siguió hasta la pequeña habitación, todo el lugar olía al delicioso perfume de la chica, había pasado más tiempo del que sería normal ahí, con él.
Lily se enfundó en su falda del colegio, se puso la blusa y tomó todo lo demás, Teddy la observó un poco molesto, Lily podía ser la chica de la cual estaba enamorado desde hacía tiempo, pero odiaba su dramatismo.
—Ahora harás un berrinche y regresaras al colegio ¿cierto? –soltó mordaz haciendo que ella volteara a verlo.
—Tengo que volver a Hogwarts de todos modos, Edward –contestó en ese mismo tono –te recuerdo que tengo clases a primera hora.
—Pensé que llegaríamos juntos, como siempre.
—Olvidé que tengo que estudiar, y no herede la inteligencia de mi tío Percy, además, Pociones no es mi fuerte.
—No puedes enojarte por lo que dije, Lily, no es para tanto.
—Tú no tienes que lidiar con superar las expectativas de tus hermanos, no eres golpeado en la cara cada que una buena habilidad tuya es atribuida a tus padres siempre son mis padres odio tener que vivir bajo su maldita sombra todo el tiempo –gruñó.
—Tienes a tus padres, Lils –murmuró él –es algo que me hubiese gustado experimentar, vivir bajo las expectativas de mis padres vencedores en una batalla por la libertad, sin embargo estuve bajo la sombra de mis padres muertos, viviendo con mi abuela y pasando tiempo con mi padrino, pregúntale a tu padre que tan fácil fue vivir bajo la sombra de unos padres muertos, cubrir expectativas de gente ajena, que ni si quiera sabes si interpretaron bien los deseos de tus padres.
—Sí, fui insensible –admitió –y no puedo evitar sentirme asfixiada con la constante comparación –No soy mis padres y no soy mis hermanos –caminó hasta la chimenea –al parecer mi único logro has sido tú, y si contamos que te conozco por mis padres, desapareces de mí, como todo lo demás.
—Hay muchos otros en el colegio que puedes llamar tus triunfos, si es lo que quieres.
—Dime, Teddy ¿Por qué razón los otros chicos se acercarían a mí?
—Porque eres perfecta, Lily.
Ella sonrió, regresó en sus pasos hasta él, levantó la vista para toparse con sus bonitos ojos y le besó en la mandíbula.
—Tienes el cabello azabache –le informó y besó más cerca de su cuello –luces demasiado serio así.
—Quédate –murmuró en tono grave –por favor, Lily.
—Tengo Pociones a primera hora –le recordó –no he podido con la poción de...
Los labios de Teddy la silenciaron, dejó caer el resto del uniforme que llevaba en las manos para rodear el cuello del chico, que había recuperado el azul de su cabello, bueno, al menos el que llevaba fuera de su rol de profesor.
—Te amo, Lils.
—Te amo, Teddy –sonrió rodeando las caderas del metamorfomago. Volvieron a dirigirse a la pequeña habitación.
Ted despertó a causa del sonido de la chimenea, eran las cuatro de la mañana del lunes, no esperaba a nadie, así que sujeto su varita y se sentó en la cama, para ir a revisar.
—Lumos –escuchó el susurro y la luz lo dejó ciego por un momento.
— ¿James? –interrogó sorprendido, se suponía que él estaba en Egipto.
—Hey Teddy –saludo en voz baja –no era mi intención interrumpir tu aventura con... ¿Mi hermana? –gruñó enfadado.
—Shhh –lo silenció y se levantó, lo sacó de la habitación.
—Te estás acostado con Lily, Teddy –lo amenazó con la varita.
—James, puedo explicar las cosas, baja la maldita varita –le dio un manotazo.
—Comienza a cantar, o te asesinaré.
—Hemos estado saliendo desde hace un año –contó.
—Un año, un maldito año y no me dijiste Teddy ¿qué mierda tienes en la cabeza? Está por cumplir los 17, ni siquiera es mayor.
—Lo siento, no pude soportarlo más, Lils es... Todo para mí, James ¿lo entiendes? Y no hemos guardado esto porque sólo quiera jugar con ella, están de por medio muchas cosas, mi trabajo, sus estudios... Muchas cosas.
—No puedo creer que no confiaras en mí, eso es lo que me molesta, ni siquiera ella, con lo mucho que la quiero y he hecho por ella, es una malagradecida.
—A todo esto ¿qué haces aquí? –interrogó.
—Te mandé una lechuza hace días ¿no viste lo que te mandé?
—Bueno —se llevó una mano al cuello.
—Has estado ocupado ¿no? Con mi hermana.
—Sí.
—Sabes una cosa, estoy bastante cabreado con lo que me topé en este maldito lugar, sí, muy cabreado –volvió a amenazarlo con la varita –tan cabreado, que tal vez escriba a mis padres por la mañana, para decirles lo que están haciendo ustedes dos.
—Adelante –se encogió de hombros Teddy –hazlo, nos ahorrarías muchas discusiones y la charla previa a decirles a tus padres, sí, tal vez la ira se venga, pero te culparemos, sabes que Lily es experta en culparte de las cosas, diremos que tú estabas al tanto de todo, y que has acudido a ellos hasta ahora, porque no quisimos caer en tus chantajes sobre huir, que no quieres ser Auror, que no quieres quitar maldiciones para el banco, que estabas pensando ir a buscar suerte al mundo muggle, y simular que estabas con tu tío Bill ¿eso es lo que quieres?
—Le aprendiste algo a Lily –gruñó frunciendo el cejo.
—Instinto de preservación.
—Iré a las tres escobas –acercó más su varita al rostro de Teddy –y te buscaré a una hora donde estés más decente, y vestido, de preferencia, y pasaré a visitar a mi hermana cuando esté vestida también.
—Adelante –sonrió Ted.
—No voy a olvidar que me has chantajeado, Edward Remus Lupin –murmuró ofendido –no he esperado eso de ti.
—He convivido mucho con los Weasley y los Potter como para aprender unas cuantas mañas –sonrió.
—Eso viene de tu primo Malfoy, no de nosotros –regresó hasta la chimenea –tenías que tener un oscuro pasado, Ted, muy oscuro –bromeó James y desapareció.
Teddy se sentó a la mesa y se cubrió el rostro con ambas manos, no podía creer que James les había pillado en un momento así, de todos en esa enorme familia, quien tenía que pillarlos era precisamente James Sirius Potter. De todos. El que más mercenario se volvía respecto a Lily. Nunca había puesto buena cara cuando su hermana era asediada por los chicos, había dado palizas incluso a varios cuando aún estaba en Hogwarts.
Era cuestión de tiempo para que todos en la familia de Lily se enteraran, desde sus padres, su hermano restante, hasta sus primos, tíos y abuelos, estaban en una difícil situación. Y no sabía cómo solucionarlo.
P.S. Los capítulos no son muy largos.
