Disclamer: Los personajes cannon pertenecen a Amano Akira-sensei, los Occ donados para esta historia pertenecen a sus respectivos creadores.

Aclaraciones:

-Dialogo-

Narracion.

-"comunicación a través de un Aparato tecnologico"-

-"Pensamientos"

-Cambio de Idioma-

Beta: 19'Mika-chan'91

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Una figura se deslizaba con rapidez por las sombras, se movía con gracia entre el mar de personas del oscuro callejón.

Finalmente la persona se detuvo delante de una taberna de donde se oían alegres gritos y carcajadas. Con paso firme se adentro, ignorando a las personas que bebían mientras charlaban a gritos, su mirada localizo una mesa libre y se apropio de ella, fulminando con la mirada al par de jovencitas que se acercaron para sentarse.

-Grosero –exclamo una de ellas indignada y dando una media vuelta ofendida, pero el hombre la ignoro sin piedad bajándose la capucha, revelando un lacio cabello negro que llegaba en suaves ondulaciones al hombro, con unas trenzas pequeñas que bajaban hasta medio pecho. Un ojo verde se asomaba cauteloso, mientras que el otro cerrado permanecía parcialmente cubierto por el fleco.

Una mano cubierta por un guante negro sin dedos se alzo, y de en medio de la multitud una camarera se acercó a paso saltarín, saludando a todos a su paso y soltando risitas cuando recibía alguna ocasional palmada en su trasero.

-Oya Oya….no has cambiado nada, mocosa descarada –murmuro el hombre con voz profunda, apoyando su barbilla en la mano mientras su codo reposaba cómodamente en la mesa.

La chica cuyo cabello pelirrojo comenzaba de un profundo tono sangre y se degradaba hasta llegar a un naranjado chillón chasqueo la lengua.

-Eso fue malvado, y tú no eres mayor que yo por mucho –replico dignamente la mujer irguiéndose y entrecerrando sus ojos amarillos. Y era cierto, puesto que ambos se miraban de unos veinte y tantos, aunque el aura pesada alrededor del hombre le diera un toque de antigüedad y poder poco común-¿Qué te trae por aquí?

-Tengo una misión–dijo el hombre cambiando de tema, la chica frunció el seño y ladeo la cabeza mientras apoyaba una mano en la cadera en una pose de suficiencia.

-¿Quién la manda? –inquirió con tono suspicaz la pelirroja.

-El Décimo –respondió con simpleza el de cabello negro mientras que la chica abría los ojos como platos por la sorpresa.

Inmediatamente la mujer abandono su pose y se sentó en el borde de la mesa frente al hombre, importándole muy poco que su falda subiera descaradamente.

-Eso es imposible, el Decimo murió hace diez años –murmuro con un hilo de voz, mirando nerviosa a todas partes, casi con pánico de ser descubierta.

-Lo conocí prácticamente toda mi vida, y Tsuna siempre fue impredecible e implacable ante lo que él consideraba Familia –sonrió el hombre por primera vez y despejando esa macabra aura.

-¿Cuál es la misión? –pregunto la mujer en un susurro emocionado, sus ligeramente morenas manos con las uñas pintadas de carmesí clavándose en la mesa.

-Encontrar a la Onceava Generación –dijo el hombre con total calma mientras se apoderaba de un jarro de Vodka de una de las meseras que pasaban.

-¿¡QUE!? –grito la chica atrayendo algunas miradas, sus ojos brillaron con emoción mientras ignoraba a su jefe que se acercaba ceñudo.

-Neo Primo Vongola no podía permitir que Byakuran reinara como lo hace ahora, así que ideo un plan –dijo calmadamente mientras terminaba su cerveza y se levantaba, la mujer lo imito y tomo la mano extendida.

Ambos comenzaron a alejarse en dirección a la salida con paso ligeramente veloz.

-Así que dime, Yokubo… ¿Qué te parecería recorrer el mundo mientras buscamos a siete mocosos? –pregunto con pereza mientras se mezclaban con la gente.

La chica sonrió con malicia cuando de reojo vio a unos hombres de extraños trajes negros y blancos girarse en su dirección.

-No olvides a los esbirros de Byakuran-sama, por supuesto que estoy dentro, necesito un poco de aventura en mi vida –ronroneo la chica antes de que ambos se echaran a correr- ¿¡Quien más viene!? –grito a su compañero mientras esquivaba a un hombre cargado de pescados.

-Buscaremos a todo el Escuadrón Zero –respondió Lambo saltando por encima de un negocio de frutas – Es hora de reunir a los criajos que Xanxus entreno.

Yokubo sonrió malvadamente antes de activar sus llamas, sus pies se cubrieron de fuego dorado como el sol y su cabello revoloteo como una llamarada.

Una carcajada asusto a la gente mientras la muchacha reía desquiciada, sus ojos de búho brillando con locura.

-¡ES HORA DE LA CACERIA! –grito ella jubilosa antes de tomar el brazo del hombre y dar una patada al suelo, impulsándose lo suficiente como para llegar al techo, alejándose de sus enemigos.

Estos maldijeron su suerte mientras veían a la pareja corretear por lo techos.

-¿Quiénes eran? –jadeo uno que parecía bastante joven, de ojos rosas y cabello verde.

-Él era lo último que queda de Vongola, el Guardián del Rayo, Lambo Bovino y ella…es una loca –mascullo lo último pues no tenía idea de quien era esa chica. El muchacho abrió los ojos horrorizado y maravillado.

Vongola había sido una leyenda, la mafia más poderosa hasta la muerte prematura de su Capo, el Neo Vongola Primo, Sawada Tsunayoshi. Vongola tardo años en caer.

El primero fue Sasagawa Ryohei, murió salvando el hospital de Vongola, actualmente Hospital Millerfiore.

Le siguieron Yamamoto Takeshi, que se llevo consigo tantas vidas como pudo luego de enloquecer al ver morir a Gokudera Hayato en una explosión de bombas suicida.

Los demonios de la Niebla, Mukuro y Chrome murieron defendiendo la Mansión Vongola, antes de decidirse a destruirla desde sus cimientos, llevándose consigo todo el conocimiento de Vongola.

Hibari Kyoya había sido el último en caer, un Demonio mortal, con un aura asesina y ser de sangre incalculable… Arraso una base entera de Millerfiore antes de morir bajo las manos de Las Coronas Fúnebres, que aun así quedaron en mal estado.

Varia los siguió poco después en una misión suicida, de la cual no pudieron salir vivos, pero que cumplieron a la perfección.

Sin embargo nadie sabía que el día antes, Xanxus se había reunido con el último sobreviviente de los guardianes para otorgarle la última orden de Tsunayoshi antes de morir.

-Esa maldita basura lo intuyo desde el inicio –había mascullado el hombre de ojos rojos con furia, pero luego fijo su mirada en el cansado joven y se levanto de su trono antes de caminar hacia su escritorio y extraer una caja –Sawada Tsunayoshi me confió una cosa antes de morir. Su última orden y su más grande secreto –dijo mirando la caja inexpresivamente.

Un Lambo que en ese momento tenia quince años, que estaba aterrorizado y cansado de todo se estremeció ante las palabras del Jefe Varia.

Xanxus chasqueo la lengua y encendió el televisor. Allí se encontraba la imagen de Tsunayoshi, con su flama prendida sobre la frente, sus ojos entrecerrados en una expresión seria.

-"A mi guardián que se encuentra aquí en estos momentos, se que debe ser duro ser el único con vida, pero te encomiendo esa importante misión" –hablo con tono suave y pausado, sin la sombra de su antiguo titubeo –"Existen siete niños esparcidos alrededor del mundo, siete niños que llevan la Voluntad de Vongola, y te pido, como el Decimo, como un Vongola, y como tu familia…que los encuentres y los reúnas. Haz de ellos, la nueva Generación" –dijo el Tsunayoshi del video.

Lambo sollozo y se estremeció antes de soltar en llanto. Xanxus gruño ante la muestra de debilidad del malcriado mocoso, pero permaneció en silencio.

-No puedo hacerlo Tsuna-nii, soy débil y cobarde –gimoteo a la pantalla aun sabiendo que nunca lo escucharía.

-"Sobreviviste, estas vivo. Eres mi Guardián, mi familia. Estoy orgulloso de ti y sé que serás capaz de cumplir con esta tarea. Porque solo un Vongola puede hacerlo" –hablo el del video con los ojos serios, pero claramente se podía ver la confianza pura en sus rasgos.

Lambo paro de gimotear antes de embriagarse con la imagen de su adorado hermano mayor y morderse los labios con duda.

-"Hayato, Takeshi, Ryohei, Kyoya, Mukuro, Chrome, Lambo… todos ustedes son y siempre serna dignos de ser llamados La Neo Prima Generazione Vongola. Tú, estás viendo esta grabación porque los demás dieron su vida para permitir que nuestra voluntad siga en pie, ahora es tu momento, te confió los siete anillos originales que Xanxus te entregara"-Xanxus con mucho fastidio le tendió la caja y efectivamente, allí se encontraban los anillos originales, los mismos que Tsuna mando destruir.

-"Diez años, en diez años comenzaras la búsqueda de estos muchachos, contaras con la ayuda del Escuadrón Zero, debes mantenerte con vida, no puedes morir de ninguna manera o todo estará perdido" –dijo con seriedad el Hyper Tsuna. Xanxus le entrego un papel en blanco a lambo.

-Revísalo dentro de diez años, luego de que hayas reunido a todo el Escuadrón Zero, y allí encontraras los detalles –dijo el hombre antes de expulsarlo de su oficina, Lambo de quince años quedo temblando afuera, pero con una resolución en su alma.

Viviría y se aseguraría de cumplir el último deseo de Tsuna-nii.

El Lambo de veinticinco años sonrió y miro ambas posesiones, antes de guardarlas en su abrigo marrón. Cerca de él, la chica de escandaloso cabello coqueteaba descaradamente con un hombre, espero unos minutos antes de que ella se acercara con una sonrisa satisfecha.

-Nuestro Cielo nos espera –ronroneo Yokubo observándolo con suficiencia.

Lambo rodo los ojos pero se levanto y la siguió, siguiente parada: Sicilia, Italia.

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Y este es el primer capítulo, que les pareció? Kufufufu….ya apareció un personaje, se revelo la misión de Lambo-sama, y ya parecio un personaje.

Espero sinceramente que les haya gustado.

Estoy realmente entusiasmada con este fanfic ewe

Lynne

Fuera

PAZ!