Evolution
Summary:
Porque llega un momento en la vida de un hombre en que es necesario madurar, dar un paso adelante y evolucionar; cuando ya no solo eres un hombre, un shinobi, un traidor, un asesino o un vengador… ¿Estas listo para asumir un nuevo papel en tu vida, Sasuke-Kun?
Disclaimers: Naruto no me pertenece, es fruto de la imaginación e ingenio de Masashi Kishimoto; lo que justifica los reveces que esta tomando el manga actualmente; en fin, igual no es asunto mío así que vamos a lo que nos atañe.
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Prólogo
-Esta es la despedida entonces – murmuro una joven vestida únicamente con una sencilla Yukata blanca cruzando los brazos y apoyándose en el marco de la puerta. A su espalda se apreciaba un patio descuidado; la maleza le había ganado terreno a los senderos bordeados de piedra típicos de los cuidados jardines ornamentales de los nobles, un poco mas allá los muros parcialmente destruidos de lo que en otro tiempo habían sido las defensas de una gran mansión campestre.
La mujer ladeo la cabeza con aire melancólico mientras observaba como el hombre frente a ella se ajustaba el cinturón de tela sobre su haori, en su espalda lucia el abanico blanco y rojo, símbolo distintivo del clan Uchiha. Al terminar de arreglarse el hombre se volvió hacia ella con el rostro impasible, sus profundos ojos negros vagaron un momento por los terreno antes de posarlos en el rostro de la joven, que se sonrojo levemente por la intensidad de su mirada.
Los labios del hombre se curvaron levemente, casi formando una sonrisa, mientras acariciaba levemente la mejilla de la joven, que había inclinado el rostro hacia su mano, deseando sentir su calor.
-Si, esta es la despedida… Sakura
La muchacha sonrío levemente, al tiempo que se secaba una lágrima que había escapado de sus ojos. No quería llorar, y no iba a llorar, al menos no mientras él estuviera delante. Ya habría tiempo para ponerse a gritar mas tarde. De momento, prefería disfrutar esos últimos instantes a su lado, a sabiendas de que muy probablemente esa seria la última vez que lo vería.
-En estos momentos, realmente desearía que el tiempo se detuviera en este instante – murmuro Sakura en voz baja.
-Eso es imposible, y lo sabes… lo sabias desde antes, y se que lo sabes incluso ahora…
Sakura esbozo una sonrisa forzada mientras se separaba de él lentamente.
-Ya lo se Sasuke-Kun… se que es imposible que podamos volver a estar juntos de esta manera, al menos no en esta vida. Solo quería… disfrutar del momento, por imperfecto que fuera.
-Itachi todavía esta fuera de mi alcance – comento Sasuke- el combate entre nosotros será a muerte… probablemente para ambos. Soy un hombre sin futuro… solo puedo ofrecer el ahora.
-Si, eso fue lo que me dijiste hace una semana en aquella montaña… y yo acepte. No te preocupes Sasuke-Kun, encontrare la manera de superarlo.
Una extraña mueca asomo a los labios del Uchiha, mientras se erguía en toda su estatura. Sus ojos, intimidantes y terribles 1seguían tan indescifrable como siempre.
-Por tu bien, Sakura, será mejor que lo hagas – murmuro el Uchiha con voz queda, luego se dio la vuelta para tomar una pequeña taza que había dejado sobre una mesa baja – tomate esto después de que me vaya – ordeno él tendiéndole la taza humeante – te ayudara a relajarte – respondió ante la pregunta muda en el rostro extrañado de ella.
Sasuke se coloco la kusanagi en la cintura y se calzo las sandalias negras, luego salio al pasillo y se marcho sin volver nunca la mirada hacia atrás. Ella siguió su figura hasta que hubo desaparecido mas allá de los límites de la mansión, su plazo había terminado.
Ahora, el se reuniría con su equipo y reanudaría la casería de su hermano. ¿Y ella? Ella tendría que volver a Konoha con el corazón hecho pedazos una vez más. Con un suspiro observo la taza que aun sostenía entre sus manos. Apenas se la llevo a la boca un aroma sutil le llamo la atención, y aspiro un momento los vapores calientes del té.
Una sonrisa irónica se formo en sus labios, té relajante y un cuerno… Sasuke la estaba tomando por tonta si se creía que no identificaría ese aroma tan particular. El aroma de una planta medicinal especial, ella la conocía, pero no porque la hubiese probado antes. No, era porque en el pasado había tenido que entregársela a una o dos kunoichis que partían en misiones especiales. Aquella hierba, era para prevenir un embarazo.
Si no lo había pensado hasta entonces era porque realmente no quería pensar en el futuro, mas allá de esa semana, pero era evidente que Sasuke si.
-Tendrás que perdonarme Sasuke-Kun – dijo Sakura dejando la taza, llena aun sobre la mesa – pero esto es algo en lo que no quiero complacerte.
Era casi seguro que habría consecuencias, y las afrontaría, pero no iba a negar que la posibilidad de estar esperando un hijo de Sasuke hacia que su corazón latiera de gozo. Puede que el futuro no luciera tan oscuro después de todo – pensó sonriendo.
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14 años después
Aquel día parecía ser diferente, algo había sucedido, incluso los habitantes de la villa, que generalmente era ajenos a las conmociones ninjas podían notarlo. Había mucha mas vigilancia de lo habitual, la tensión en el ambiente era palpable incluso para el mas inocente vendedor de la aldea. Ellos no podían saberlo pero en aquel momento la torre Hokage era un hervidero de movimiento, en especial la oficina del sexto Osage. Reunidos en torno a su escritorio estaban apostados al menos media docena de ninjas Anbu, acompañados de unos cuantos shinobis cercanos al Hokage.
El Rokudaime daba vueltas de un lado a otro de su oficina, su semblante crispado era un reflejo de los rostros de las personas a su alrededor. Arrugada en su mano, estaba la nota que hubiera recibido dos horas antes, y que había sido la causante de la improvisada reunión.
En ese momento el Hokage se detuvo y giro la cabeza hacia la ventana, hacia donde un momento después aparecería el rostro enmascarado de Kakashi Hatake, el hombre entro de un salto y el Rokudaime le lanzo la nota que el Ninja copia atrapo al vuelo.
-Es un aviso, no una petición – comento Hatake – ¿vas a hacer algo al respecto?
El Rokudaime se pasó una mano por sus rubios cabellos, exasperado, estaba en una posición difícil, y lo sabía. Por un lado porque no deseaba nada mas que autorizar el ingreso a Konoha de uno de sus desertores mas emblemáticos, aunque sabia que tendría una dura oposición; por el otro, porque si se negaba podía desatar un enfrentamiento con serias consecuencias, después de todo, Uchiha Sasuke había sido claro al decir que regresaba a Konoha. Así, sin más, simplemente estaba avisando que iba a regresar, aparentemente con buenas intenciones, considerando el hecho de que no le había infringido ningún daño al shinobi al que había ordenado llevar aquella nota hasta la aldea. Con todo, Naruto ya había tomado su decisión, solo restaba que el consejo diera también su aprobación.
-Ya ha pasado mas de un año desde que liquido a Uchiha Itachi – comento Shikamaru mientras se llevaba un cigarrillo a los labios – todos pensamos que ya no iba a volver
-¿Por qué querría volver precisamente ahora? – Pregunto uno de los ninjas encargados de la vigilancia de la torre – da que pensar.
Volvieron a sumirse en el silencio mientras Naruto reanudaba su marcha nerviosa por la oficina. Al momento un estallido de humo se hizo presente y al disiparse el humo pudieron ver el rostro sonriente de Sai.
-Están de acuerdo –anuncio, Naruto suspiro de alivio y Kakashi sonrío debajo de la mascara –pero hay ciertas condiciones.
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-¿Te haz enterado? – Inquirió un jovencito de cabello oscuro y tez pálida –han autorizado la entrada de Uchiha a la aldea.
-Todos nos hemos enterado, Ryota –comento una chica con tono aburrido mientras se sentaba sobre la mesa en que su compañero tenia apoyado un cuaderno – no se habla de otra cosa en la aldea
-No se a que juegan – aporto un segundo chico sentado una fila mas arriba que sus compañeros – mi padre dice que ha tenido suerte, al parecer si no es por la intervención de Tsunade-sama que convenció al consejo el resultado habría sido muy diferente.
-En todo caso eso no nos interesa, por cierto ¿te ha dicho tu padre a quien nos van a asignar como sensei esta vez? – pregunto Ryota girándose con una sonrisa burlona en los labios.
-No, aunque de saberlo seguro no me lo diría.
-Bah, de que sirve que nuestros padres estén en el circulo mas próximo al Hokage si igual no nos dicen nada… que perdida de tiempo – concluyo Ryota mientras se acomodaba en su sitio nuevamente y destapaba un frasco de tinta.
Sus dos compañeros intercambiaron una mirada cómplice y rieron burlonamente. Su equipo era conocido por ser una pesadilla para los senseis de la aldea, a fin de cuentas, no era fácil lidiar con un trío de chunins genios en edad adolescente, o al menos era lo que decían algunos.
Y claro que ellos se encargaron de confirmárselo a todo Ninja que había tenido la desgracia de ser su tutor. Solo Shikamaru, su primer sensei, había tenido la paciencia y el genio para controlarlos, sin embargo su matrimonio con la hermana del Kazekage le había obligado a dividir su tiempo entre la aldea de la hoja y la de la arena, razón por la que habían tenido que ser asignados a un nuevo profesor. Que tampoco les habían durado mucho, la verdad. Desde entonces les habían asignado no menos de una docena de senseis diferentes.
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Mientras tanto, unos pisos más arriba de la torre Hokage, se producía una reunión largo tiempo anhelada. Uchiha Sasuke, enteramente vestido de negro se encontraba frente a frente con dos miembros de su antiguo equipo: su sensei, y quien en otro tiempo fuese su mejor amigo y rival. Un silencio pesado había caído sobre la habitación justo después de que Sasuke fuese puesto al corriente de los requerimientos del consejo.
El Uchiha entrecerró los ojos, desafiante.
-Esto debe ser una broma – soltó despacio
-El consejo no tiene sentido del humor Sasuke – comento Kakashi sonriendo divertido
-Nunca, me niego
Naruto apretó los puños tratando de contenerse, en aquel momento lo que mas deseaba era liarse a golpes con su antiguo amigo, pero considerando que era el Rokudaime debía actuar siquiera con un poquito de diplomacia, o al menos toda la que le permitía su escasa paciencia.
-Es una orden, Sasuke-baka – El Uchiha torció el gesto al escuchar esas palabras, y Naruto añadió burlón – o me vas que tienes miedo de entrenar a un grupo de chiquillos. Quizás temas que te venzan
-¡Cierra la boca Usuratonkachi, si aprecias tu vida! No voy a rebajarme a entrenar a unos mocosos, eso es ridículo. Por no hablar de la prohibición de acceso a todo lo que legalmente me pertenece. Y claro no hablemos del escuadrón Anbu que me pondrán de niñera – Grito Sasuke furioso
-Esos son los términos Sasuke – intervino Kakashi – Ordenes del consejo, ya sabes… a mi me parece muy justo. Además estos chicos no son cualquier cosa, son realmente buenos y merecen un sensei a la altura
Sasuke le lanzo una mirada fulminante y Kakashi sonrío divertido, Naruto le miro arqueando una ceja mientras se cruzaba de brazos esperando una respuesta.
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La puerta de la sala se abrió despacio y los tres chicos pasaron por alto la presencia de los adultos deliberadamente. Sasuke apretó los labios al notar lo disciplinados que eran sus nuevos pupilos. Sentados en lo más alto de la sala, les daban la espalda, enfrascados en una discusión. Naruto se aclaro la garganta ruidosamente y solo entonces los muchachos les prestaron atención a regañadientes.
Varias cejas se alzaron y hubo quien esbozo una sonrisa burlona.
-Chicos, gracias por esperar – comenzó Naruto sonriendo pícaramente – He venido a presentarles a su nuevo sensei. – El Rokudaime se giro hacia Sasuke mientras le hacia un gesto para que se presentara, El Uchiha torció los labios en un gesto agresivo y Naruto suspiro - Uchiha-sensei ha accedido a tomarlos bajo su cargo chicos, espero que hagan un buen trabajo.
De pronto se escucho una risa ahogada, y Ryota empujo a su compañera con el codo.
-Ahora si la hicimos chicos – comento el chico entre risas
-Si, yo creo que si – coincidió el otro muchacho, cuyos ojos pálidos delataban su parentesco con el clan Hyuga – ¿Tu que piensas, Megumi?
La aludida sonrío burlona y girando la cabeza en dirección de sus compañeros añadió en un susurro:
-Pienso que nos vamos a divertir mucho esta vez.
Desde abajo, Sasuke torció el gesto intuyendo lo que aquel trío comentaba entre murmullos. A su lado, Naruto le dio una palmada en la espalda y le dirigió una sonrisa de ánimo, cosa que a Sasuke, no le pareció una buena señal.
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Notas de la autora:
¡Hola! Vaya, nunca pensé decir esto, pero casi siento miedo de asomar mis narices por aquí, mas aun para publicar una nueva historia. Vale, que tengo un poquito (bueno, bastante) olvidados mis otros fics, pero realmente estos son los primeros instantes de tiempo libre que tengo en mucho tiempo, con la universidad y eso, y ahora en donde vivo estan sucediendo continuas fallas del servicio electrico, que ocasionaron entre otras cosas que se quemara el MODEM de la compu, el microondas, el cargador de mi tlf y etc etc… ahora se va la luz un dia y al otro tambien… me tiene harta… pero en fin, dejando a un lado mis rollos me gustaria saber que opinan sobre esta nueva historia. Si, que ya se que el tema de Sasuke volviendo a Konoha esta mas que quemado, (y ya tengo un fic al respecto) pero esta vez quiero darle otro enfoque, uno menos dramatico, y de aquí en adelante se aligeran las cosas. Estos tres chicos se encargaran de hacerle a Sasuke la vida de cuadritos, y Sasuke, ni corto ni perezoso tampoco se quedara atrás… - se oye risa malevola - su opinión es importante, ustedes decidan si se continua esta historia o no…
Sin mas que añadir, me despido… ¡Hasta la proxima!