Estando y escuchando
En una noche, en la ciudad de Okinawa en Japón, todo estaba tan tranquilo, excepto por un grito que desgarro la silenciosa noche.
-¡¡No¡¡Dios no!!- se escuchaba por la casa de la familia Hino- Eiri ¡No!- En una habitación una muchacha se revuelca en su cama, de un lado a otro sigue gritando- ¡no por favor! Vuelve ¡vuelve¡No! – dicho esto ultimo se levanto. Miro por la ventana y vio una gran oscuridad y la luna devolviéndole la mirada.
A la mañana siguiente una muchacha viéndose en el espejo intenta charlar consigo misma, ya que el reflejo no le permite ir a donde quiere. Se peina si cabello, aunque por como lo tiene solo una diadema basta, ya que más lacio no se podía. Sus cabellos color dorado brillan intensamente al frente de la ventana reflejando el lindo saludo del sol a aquel que lo recibe con unos buenos días. Ojos miel, verdes, castaños, transparentes, no definidos gracias a la luz que la rodea y su piel como la nieve cayendo desde el lugar mas hermoso para ella. Sus rasgos los cuales podrían recordar a la realeza. Boca delgada color cereza intensa, nariz levemente puntiaguda, larga, delgada, cara afilada sin olvidar los ojos con forma de avellana.
-Ese sueño me va a matar- se decía a si misma mientras intentaba ocultar esas ojeras profundas a causa de varias noches sin descanso- Siempre es lo mismo…... Lo odio. Todos, siempre son todos, y ¿yo? Oculta en las sombras- dijo con enojo. Se fue caminando hacia la puerta de su recamara sin antes tomar su chamarra y su mochila.
Cuando bajo las escaleras situadas a un lado de su recamara fue recibida por su fiel mascota: Sabizhy. La acarició y le dio mimos, para después dirigirse a la cocina donde encontró un gran plato lleno de tostadas con mermelada y mantequilla.
- Hoy no te vas a ir sin comer algo Hitomi- dijo una voz detrás de la puerta abierta del refrigerador- Aparte últimamente no estas durmiendo bien, aunque sea deberías comer algo.
- Si mamá- respondió con desgana- voy a agarrar unas 4 tostadas ¿esta bien?- dijo mientras las agarraba con una servilleta en la mano y se fue sin esperar respuesta. Fue hacia la cochera donde se encontraba su bicicleta, subió en ella y se dirigió a la escuela.
Al llegar había una persona la cual estaba esperando su llegada. Su mirada era una verdadera ventana a su alma, bondadosos, sinceros, de un color gris transparente lo cual lo hacia ver mas atractivo. Su cara ovalada con unos pómulos marcados a diferencia de su mentón el cual no tanto. Cabellos hasta la parte alta de su cuello color castaño claro.
Gracias, a todos por leer este fic!! Espero y les guste mucho 0, plis manden reviews
