Hola chicas lectoras de fanfics! Como estan el dia de hoy? Espero que esten muy bien, yo por mi parte lo estoy. Aqui Joy con una nueva historia para el fandom de TMNT.
Seguro TODAS -o al menos la mayoria- se preguntaran porque la clasificacion de esta historia es ¨Romance/Comedy¨... bien, porque he decidido experimentar con esa clasificacion. ¡Alto! No cierres la pestaña, mas adelante habra drama... quedate... te estoy viendo... muy bien, sientate ahi... ok, continuo: Pues, nada, que quiero experimentar con este genero de romance. Se que es bastante complicado escribir sobre esto sin caer en el famoso Marie Sue. Sobre todo si eres de las que recien inician en esta area de la escritura, como yo. Espero que esta historia sea de su agrado :D Ah, y antes de iniciar, uno de los personajes es mi amiga en esta pagina Bilbogirl. ¡Un apaluso!
*Todos aplauden y Bilbo entra.*
Espero que te guste amiga :3 Por cierto, el Oc de Bilbogirl -Ainhoa se llama el Oc- no es mio, es completamente de ella. Y el mio si es mio :D Carolina se llama el mio. Porque si, ambas salimos en la historia :3 Y tambien, mi nombre es Carolina, mucho gusto. Pero prefiero Joy. Si me conocen en la vida real me llamo Joy. Enserio, a quien escuche que me dicen Carolina en esta pagina, lo mato. Okno XD Pero no me digan por mi nombre, sino por Joy.
Ahora si, comencemos:
O-O-O
Toda su vida ha visto
el lado mas malo que hay en mi.
Le quitaron sus sueños de profeta,
por un lucro en las calles.
The script
O-O-O
Una linda mujer caminaba por las calles de Nueva York durante la noche. Acababa de recibir su sueldo y estaba ansiosa por poder gastárselo en alguna de las tiendas de la gran manzana. Pero había escogido el momento erróneo para salir.
Una sombra la veía desde los callejones. La miro de arriba abajo, analizándola. Vestia con ropas finas y una bolsa de marca colgaba en su brazo. Pensó que quizás tenia dinero como para comprar comida para ese día y pagarle a los Monstruos del Bosque. Saco de su bolsillo derecho una navaja y se paro enfrente de la mujer.
-Dame todo lo que tienes en tu bolsa- exigió. La mujer soltó el grito cuando vio la navaja que tenia su atacante, que tenia la cara cubierta por una capucha azul.-¡Ahora!-le grito.
-Bien, bien.-respondió asustada, sacando todo el dinero que había en su cartera. Apenas lo tuvo en sus manos, el atacante salió corriendo, sin mirar atrás.
-Hoy comeremos algo…-murmuro para si. Guardo el dinero en un bolso de su chamarra azul y sintió las monedas que le habían dado durante el día. Solo habían sido veinte. De un centavo. Y una de diez. Pensó en que esa gente del metro enserio estaba enferma de los oídos. Ni que cantara tan feo. Es cierto que nunca haba tomado clases de canto pero al menos no rompia oídos.
Esperaba que su hermana tuviera un poco mas de suerte.
O-O-O
Un hombre que había puesto su tienda en una esquina de la calle, estaba apunto de retirar todo. Guardaba la mercancía en las cajas, que consistía en frutas, verduras, pan y aguas de sabores o natural. Estaba tan distraído que no noto que alguien con chamarra verde pasaba enfrente de el. Luego, se paraba enfrente de la mesa y se quedaba viendo una bolsa de naranjas que alguien no había querido.
-¿Qué se le ofrece?-pregunto el hombre al notar la presencia de la persona. No media mas de 1.60. Antes de que se diera cuenta, el misterioso cliente tomo la bolsa que había y salió corriendo.
-¡Ladrón!-grito. Se levanto y corrió atrás de el encapuchado. Corria rápido pero el también tenia condición. Lo cual era curioso porque se veía como una bola de manteca andante. Lo que significaba que o el era mas rapido de lo que aparentaba o ella era muy pero muy lenta. Debía pensar en como huir de ahí.
Se puso alerta y noto un callejón a tres edificios mas. Quizás podía llegar ahí, meterse en alguna caja y perderse de la vista del comerciante. Pero estaba tan metida en eso que su perseguidor salto y la dejo debajo de el. Aunque forcejeo un rato, ese hombre era mas fuerte que ella.
-Quedate quieta pequeña zorra.-le ordeno el hombre.
-¡Zorra su madre!-grito pateando la parte baja del hombre. El golpe fue tan fuerte que bajo la guardia y le dio la oportunidad de correr al callejón que tenia previsto ir. Apenas recobro el aliento, reviso la bosa de naranjas. Todas completas. Suspiro y se dejo deslizar por la pared.
O-O-O
Unos minutos después, la encapuchada verde llego a otro callejón lleno de cajas con niños dentro. Se trataba nada mas y nada menos que un campamento clandestino de niños y adolecentes. Algunas cajas eran tan grandes como un refrigerador y ahí eran donde se metían gran cantidad de niños.
Algunos, hacían sus casas de carton y lonas rotas que encontraban por ahí. Generalmente, no había mucha comunicación de parte de los que vivian ahí. Las charlas mas comunes eran para gritarse groserías por agarrar las cosas de otra tienda. Por suerte, ella nunca había participado en algo así. Solo su hermana y por lo que le había contado, era muy difícil ganar ahí sin que tu orgullo saliera pisoteado al menos una vez. Paso de largo algunas de las tiendas hasta llegar a una tienda de carton del tamaño de un closet. Una sabana rota era la puerta para evitar curiosos que se asomaran cuando se cambiaban de ropa.
Abrió la puerta y no había nadie.
-Seguramente sigue afuera.-se dijo en voz baja.
-Hasta crees que te dejaría sola.-dijo una voz atrás de ella. Una chica castaña, con ojos mas oscuros, una blusa de cuadros bajo una chamarra azul con capucha, shorts de mezclilla y botas negras, estaba parada atrás de ella. Tenia una bolsa de cuero en el cuello.
-Ainhoa, llegaste.-dijo la chica quitándose la capucha de la cara. Tenia la piel morena, con el cabello y ojos negros, una blusa rosa bajo la chamarra verde y tenis rojos. La morena de catorce años corrió a abrazar a su compañera.
-Oh, hola enana.-la saludo. Luego, cuando se separo, Ainhoa busco en su bolsa y saco un carton de leche y una bolsa de pan.
-¡Wow!-exclamo la mas pequeña de ambas-¡Trajiste pan!
La castaña puso la mano en la boca de su amiga y le indico que se callara.
-Ssshhh… Carolina, no lo grites.-le ordeno con el seño fruncido.
-Bien.-respondió en voz baja. Ainhoa saco un pan de una bolsa de plástico, lo partió a la mitad y se lo ofreció a Caro. Ella negó con la cabeza y saco la bolsa de naranjas.
-Tu fuiste la de la bolsa de naranjas.-dijo la mayor. Carolina sonrió y saco dos naranjas. Le puso una en las piernas, mientras comenzó a pelar la suya. Pero su compañera, a pesar de que comio algunos gajos de los suyos, le dijo:
-Sabes que no me gusta que robes.
-Ya sabes que estoy harta de pedir limosna.-le contesto la morena.-Me gusta mas robar como los demás. A demás, cantar en los metros o en las esquinas no es lo mio.
-Pero esos ¨demás¨ no tienen educación como tu.-le respondió.-Da gracias de que al menos sabes hablar ingles y no como la chica de a lado que solo habla coreano.
Caro dejo la cascara de la naranja y tomo otra. Ainhoa sonrió. Su hermana tenia mucho apetito últimamente. Bueno, desde que la conoció hacia cinco años, siempre tenia apetito. Aunque era delgada, gracias a que tenia que correr mucho para escapar.
-¿Y tu? ¿Por qué robaste? No creo que te hayan dado pan ahí. Y menos de que te dieron dinero suficiente como para comprarlo. La ultima vez no cenamos porque ganamos poquito dinero.
-La tipa se lo iba a gastar en ropa.-dijo Ainhoa intentando excusarse.-Y seguro que tenia muchísima en su closet de ricos.
-Closet de ricos, jeje. ¿No lo volveras a hacer, verdad?-pregunto la morena esperanzada.-No me importa quedarme sin comer uno o dos días, con que no robes. No quiero que te lleven.
-¿Llevarme a mi? No me hagas reír.-se burlo la castaña. Dio un mordisco a su pan y dijo:-No se llevarían al orfanato a una chica de dieciséis ¿o si?
-¿Y que me dices de… de Yoshua? El tenia dieciséis y se lo llevaron.
-No se lo llevaron a un orfanato. Fue a una clínica de salud mental o algo así. Se drogaba y quizo matar a una mujer. La tipa sobrevivió y no es mi culpa que lo haya reconocido.
-Quizás no los lleven a los de dieciséis pero a los de catorce si…-murmuro la morena, con un tono triste.
-No nos ocurrirá nada. Solo debemos ser precavidas y no intentar matar a nadie. Así funciona esto.-contesto Ainhoa, poniendo ambas manos sobre los hombros de la menor. Luego, las aparto lentamente y dijo:-Y cambiando de tema, ¿has encontrado algo?
-No he logrado encontrar nada.-dijo la morena comiendo un gajo de ya su tercera naranja.-Ya hemos buscado por cinco años y no hay ni un solo rastro de mi o tu familia.
-No has de perder al esperanza.-le dijo abrazandola.
Carolina se sorprendió ligeramente por ese gesto, pero le correspondio cariñosamente. Tuvo ganas de llorar.
¿Por qué no lo hizo?
-Te sientes caliente…-murmuro la mas pequeña.
-¿Qué? Oye, eres toda una loquilla.-se burlo Ainhoa, separándose ligeramente.
-No, enserio. Creo que tienes fiebre.-dijo Caro poniendo la mano sobre la frente de la mayor. La castaña la miro extrañada y quito la mano de su hermana para poner la suya. De hecho, estaba con fiebre.
-Ñah, seguro que para mañana ya estoy mejor.-aseguro sin darle importancia.-Si duermo, se va a quitar enseguida.
Cada una extendió una vieja bolsa de dormir en el suelo. Carolina durmió del lado izquierdo mientras que Ainhoa de lado derecho. Las dos dormían con la ropa que llevaban todo el día, en caso de que tuvieran que salir de ultimo momento o algo así.
-Buenas noches.-murmuro Carolina a su amiga.
-Buenas noches, enana.
O-O-O
-Hey chicos,-dijo Mikey -miren esto.
Los otros tres hermanos, levantaron la vista de sus respectivas actividades –Rafa estaba leyendo un comic al igual que Leo y Donatello estaba en la computadora- y miraron lo que su hermano menor apuntaba en la televisión.
-Serie de asaltos en Nueva York.-dijo un hombre trajeado en la pantalla.-Se han reportado 10 asaltos en menos de 24 por toda la ciudad. Todos dan la misma descripción; encapuchados de distintos colores, desde negro hasta verde, con estaturas de 1.40 a 1.72. Algunas victimas aseguran que son niños. Aquí el testimonio de un hombre que fue terriblemente atormentado por uno de los pequeños asaltantes.-el micrófono fue pasado al hombre del puesto de mercado-Diganos buen hombre, ¿Cómo fue su experiencia con estos pequeños asaltantes?
-Fue horrible.-contesto con un falso tono dramático-Estaba yo en mi puesto y uno de esos asaltantes se acerco a mi y me robo una bolsa de naranjas. Si me las hubiera pedido seguramente se las hubiera dado, no me servían de nada.
-Pero que gran mentira.-dijo Rafael al escuchar las palabras del sujeto. Todos lo voltearon a ver y el continuo:-Seguramente hubiera golpeado hasta la muerte a su asaltante.
-Si, probablemente haría eso.-dijo Leo con duda.
-En su declaración dijo que fue golpeado, ¿eso es cierto?-le pregunto el periodista.
-Si, es verdad.-contesto-Me dio un golpe en la parte baja de mi cuerpo cuando intente pedirle que me diera la bolsa.
Mikey se comenzó a reír como loco a lo que todos sus hermanos le mandaron una mirada asesina. Querian escuchar.
-¿De que te ries enano?-le pregunto el rojo enojado.
-Que le pego… en la… parte baja del cuerpo… y que… ¡no se defendió o algo!-le contesto entre risas. Entonces, de la nada dejo de hacerlo y dijo:-Ya no es chistoso.
Los tres voltearon los ojos y el reporte termino. Leonardo se levanto y le dijo a sus hermanos:
-Parece que nos toca averiguar quienes son los asaltantes de Nueva York.
-Parece que si.-respondió Donnie, asintiendo.
-No creo que sea tan difícil.-dice Rafael confiado-Solo son un monton de niños. No puedo creer que la policía no los haya atrapado.
-Ojala la policía fuera como en la televisión.-comento Mikey.-Ya saben, policías fortachones, con compañeras sexys, que si son buenos en defender a la cuidad de lo malos.
-Que no son malos, son solo niños vagabundos que buscan comida.-corrigio el ojiverde, algo enojado.-A demas nosotros ya somos fortachones.
-Solo nos falta ser policías. Y tener compañeras sexys.-dijo Donnie aguantándose la risa.
-A ti te falta ser fortachon. Y ahí tienes a Abril ¿no? Ya sabes, para ser tu compañera sexy-se burlo su hermano rojo. El castaño tomo una almohada de a lado de el y se la lanzo en la cara.
-Oigan, dejen de estar jugando.-los regaño Leonardo. Se cruzo de brazos y continuo diciendo:-Si la policía no se va a encargar, entonces nosotros vamos a ser los que lo hagan.
-Y Abril también.-dijo Miguel Ángel. Leo arqueo una ceja y pregunto:
-¿Por qué ella también?
-Porque es nuestra compañera sexy.
-Considerate muerto.-le dijo Donatello a su hermano menor. Mikey soltó un grito y se echo a correr por toda la alcantarilla cuando vio que su hermano amenazaba con golpearlo. Leo y Rafa se quedaron mirando y esperando a que terminaran.
-¡Ya, ya, dejame!-gritaba el pecoso aterrado.-¡Prometo ya no hacerlo de nuevo! ¡Solo tu podras decirle sexy!
-Eso esta bien.-dijo el deteniéndose.-Si, me parece un buen trato.
-Que pervertido es.-le ¨susurro¨ el ojiverde a su hermano mayor, quien no pudo evitar soltar una carcajada.
-Te escuche.-aviso el morado. Suspiro molesto y dijo:-¿Vamos a ir por los niños rateros, si o no?
Pronto las historias de los Hamato y las chicas se encontraran, ya veran :D Intente poner comedia con lo de la compañera sexy, pero no soy muy buena en eso :P Den gracias que al menos intente.
Espero que les haya gustado, den fav y follow si es asi y si me dejan un review es muchisimo mejor :D Si es la primera vez que leen una de mis historias, no sean timidos y pasense por las demas. Ninguna otra es de amor asi que no se emocionen si eso es lo que piensan encontrar. Solo una pero es Apritello. Y de un solo cap asi que no esperen mucho.
Nos vemos en el proximo cap!
