* Hace 9 años *

Una familia aparentemente feliz andaban por las zonas de compras de la ciudad. Allí aparecía tres personajes. Un señor no muy mayor de pelo castaño claro repeinado y ojos verdes. Al otro lado se encontraba una mujer preciosa de pelo rizado, corto y castaño y ojos marrones caramelo. En el medio de esta pareja se encontraba una chiquilla de cinco años de pelo rizado castaño claro y ojos marrones caramelo. La niña llevaba un precioso vestido azul claro de manga corta con un lazo blanco que rodeaba la cintura de la pequeña, unas medias de rayas blancas y negras y unos zapatos negros de charol. En la cabeza había una diadema azul como el cielo. La niña iba agarrada de ambas manos por sus padres.

Madre:-Cariño,¿por qué no miras ese escaparate de la juguetería y ves algo que te guste?

Nanako:-¡Sí mamá!

La pequeña Nanako, engañada por su propia madre, se soltó y se dirigío a dicha juguetería.

Nanako:-¡Mamá ya he elegido lo que quiero para mi cumpleaños!...¿Mamá?

Ese día fue el peor de todos.

* En la actualidad*

Nanako:-Aún pienso por qué me abandonasteis. En el día de mi cumpleaños.

Nanako se encontraba en el instituto/orfanato más famoso de Japón. La escuela Harvad.

La joven se levantó de la cama y se dirigió al baño. Se aseó y se vistió con ropa casual.

Una camiseta gris manga corta, unos shorts vaqueros y unas sandalias grises. Bajó las enormes escaleras encontrándose con varios alumnos. Era la típica escuela para ricachones a los que también acogían a huérfanos, como lo era Nanako. Corrió hacia la cocina para desayunar rápidamente.

Nanako:-Buenos días señora Sakura.

Sakura:-Hola hija. ¿Qué tal has dormido?

Nanako:-Estupéndamente. Nos vemos a la hora del almuerzo. Que pase un buen día.

Sakura:-Lo mismo digo hija.

La chica de orbes castaños salió del comedor y se fue hacia la salida del instituto mientras mordisqueaba una manzana. Era sábado y no había nada que hacer. Cogió su bicicleta y fue a dar una vuelta por ahí. Salió del colegio y fue dando vuletas sin sentido. Bueno…sin sentido. Más bien a ver al Raimon Eleven. El nuevo Raimon Eleven dirigido por Endou Mamoru. Llegó al puente colgante que se situaba encima de la cancha de fútbol de la í vio entrenar al equipo. Sacó de su bolsillo su móvil. Eligió la cámara y empezó a hacer fotos a los chicos, gerentes y entrenador. Ni siquiera se fijó en que unos de los jugadores, Minamisawa Atsushi, estaba detrás de ella buscando alguna explicación. El chico de cabello violeta decidió hablar.

Atsushi:-¿Qué haces? ¿Espiarnos?

Nanako:-¡Ahhhhh!-gritó mientras soltaba el móvil.-Me tengo que ir.

Atsushi:-¡Espera!

Pero sin más la castaña salió disparada con su bicicleta olvidando de que aquel chico tenía su móvil.