CAPÍTULO 1: "Every Saga has a beginning"
Estaba allí de nuevo. No pudo evitar sonreir con malicia. Se observó detenidamente frente a un espejo, admirando su nuevo cuerpo. Era tan similar al anterior, y al mismo tiempo tan diferente...
Ahora era el cuerpo de un adulto. Le encantaba su aura de maldad, la crueldad de su mirada, su diabólica sonrisa. Y volvía a ser él, en toda su gloria. El señor de los demonios. Mei Ou Sama Fibrizzo.
Se recostó en su trono y comenzó a planear su venganza contra la humanidad.
-¡Dame ese huevo de avestruz ahora mismo!
-¡No!¡Es mío!¡Tú ya te has comido toda la bandeja de filetes!
Al oir esas palabras un estremecimiento recorrió la columna vertebral de Philia Ul Copt. La mejor forma de arruinar unas vacaciones era encontrarse con Lina y Gourry. Trató de escabullirse por la puerta trasera de la posada, pero entonces escuchó lo que más temía
-¡Ey, Philia!¡Cuanto tiempo! Ven, siéntate con nosotros!
Resignada, la dragona se volvió, forzó una sonrisa y se sentó junto a la hechicera pelirroja. El guerrero de escaso intelecto y rubia cabellera hizo un breve saludo con la mano y continuó devorando el huevo que había arrebatado a la hechicera cuando esta saludó a Philia.
-Vaya, Lina, Gourry...¿Que os trae por aquí?
-Verás, es que hay un torneo de hechicería por parejas cerca de aquí, dentro de un par de semanas, y habia quedado con Ameria para presentarnos juntas
-¿Un torneo de hechicería?
-¡Si!-dijo Lina, entusiasmada-¿A que suena interesante? El premio son unas gemas mágicas que dicen que deben valer MILLONES!!!!
-Cfon efo fodremof comfrar fucha cofida-dijo Gourry, con la boca llena de huevo, lo que provocó que Lina lo golpease en la nuca con la palma de la mano
-¡No se habla con la boca llena, Gourry!-espetó la hechicera
-Eh...Lina...¿Cuando llegará Ameria?
-Dentro de seis dias. Hasta entonces tenemos alojamiento en esta posada.
Para sus adentros, Philia esperaba ver a la princesa de Saylune, así que decidió dar un paso del que, estaba segura, acabaría arrepintiéndose.
-Pues que casualidad, Lina, yo también me alojo en esta posada. Dado que no tengo nada que hacer, iré con vosotros al torneo de magia.
-Estupendo!-entusiasmada con la idea de poder sacar algo de la dragona, Lina accedió encantada.
Sentado en su trono, Fibrizzo sostuvo levitando sobre su mano derecha una esfera marrón que emitía leves pulsaciones y emanaba un gran poder.
-¡Dechala!¿Está todo listo?
Una hermosa mujer entró en la estancia. Su piel era pálida como la leche, adornada sólo con unas graciosas pecas. Su cabellera roja como el fuego del infierno y sus ojos, pulsantes como esmeraldas, inspiraban pasión, pero no arrebataban el aspecto inocente de la muchacha. Esta se inclinó levemente ante Mei Ou.
-Mi señor, dos de los tres están acabados, pero no queda suficiente Metal Estelar para el tercero. Dai ha salido en su busca.
-Perfecto-dijo Fibrizzo con una cruel sonrisa en los labios-Ahora sólo me queda visitar Demon Sea para que mi plan comience a andar.
Dechala se retiró de la sala del trono y volvió a la forja.. Allí, iluminada por el fuego de los hornos, parecía mucho más siniestra que en presencia de su malvado señor. Tomó un látigo de acero con púas y golpeó a uno de los demonios que trabajaban allí.
-¡Vamos, hatajo de incompetentes! ¡Preparad el molde para el tercer arcanum!!! Nuestro señor lo quiere listo para cuando Dai llegue con el Metal Estelar!
Los demonios aceleraron su ritmo de trabajo al oir chascar el látigo de Dechala. Era una "recien llegada", un demonio menor, pero con un gran poder mágico, que se había presentado en Dessert of Destruction al tiempo que su señor regresaba. Éste la había aceptado en su seno, y ahora ocupaba una posición delicada, ya que parecía que Fibrizzo la tenía en más estima que a Dai.
Mientras tanto, en el polo norte, la recién resucitada Sherra sintió que algo no iba bien. Durante unos breves instantes perdió el conocimiento. Cuando abrió de nuevo los ojos, se encontró en brazos de Dynast.
-¿Qué te ha sucedido?-inquirió Ha Ou
-He sentido que algo malo había sucedido. Malo para nosotros, y creo que tiene que ver con la decisión de L-Sama de resucitarnos a Fibrizzo, Gaarv y a mí.
-Tranquila, Sherra-Dynast depositó suavemente a su general sobre una cama de plumas y pasó un pañuelo bordado sobre la frente de ésta-Gaarv siempre fue alguien desdeñable, y no creo que Fibrizzo se atreva a nada por el momento. Ahora descansa, Sherra.
Y dicho esto, Ha Ou, el rey del hielo, el que no puede sentir nada, depositó un suave beso en la frente de Sherra y se fue, dejandola anonadada.
Estaba allí de nuevo. No pudo evitar sonreir con malicia. Se observó detenidamente frente a un espejo, admirando su nuevo cuerpo. Era tan similar al anterior, y al mismo tiempo tan diferente...
Ahora era el cuerpo de un adulto. Le encantaba su aura de maldad, la crueldad de su mirada, su diabólica sonrisa. Y volvía a ser él, en toda su gloria. El señor de los demonios. Mei Ou Sama Fibrizzo.
Se recostó en su trono y comenzó a planear su venganza contra la humanidad.
-¡Dame ese huevo de avestruz ahora mismo!
-¡No!¡Es mío!¡Tú ya te has comido toda la bandeja de filetes!
Al oir esas palabras un estremecimiento recorrió la columna vertebral de Philia Ul Copt. La mejor forma de arruinar unas vacaciones era encontrarse con Lina y Gourry. Trató de escabullirse por la puerta trasera de la posada, pero entonces escuchó lo que más temía
-¡Ey, Philia!¡Cuanto tiempo! Ven, siéntate con nosotros!
Resignada, la dragona se volvió, forzó una sonrisa y se sentó junto a la hechicera pelirroja. El guerrero de escaso intelecto y rubia cabellera hizo un breve saludo con la mano y continuó devorando el huevo que había arrebatado a la hechicera cuando esta saludó a Philia.
-Vaya, Lina, Gourry...¿Que os trae por aquí?
-Verás, es que hay un torneo de hechicería por parejas cerca de aquí, dentro de un par de semanas, y habia quedado con Ameria para presentarnos juntas
-¿Un torneo de hechicería?
-¡Si!-dijo Lina, entusiasmada-¿A que suena interesante? El premio son unas gemas mágicas que dicen que deben valer MILLONES!!!!
-Cfon efo fodremof comfrar fucha cofida-dijo Gourry, con la boca llena de huevo, lo que provocó que Lina lo golpease en la nuca con la palma de la mano
-¡No se habla con la boca llena, Gourry!-espetó la hechicera
-Eh...Lina...¿Cuando llegará Ameria?
-Dentro de seis dias. Hasta entonces tenemos alojamiento en esta posada.
Para sus adentros, Philia esperaba ver a la princesa de Saylune, así que decidió dar un paso del que, estaba segura, acabaría arrepintiéndose.
-Pues que casualidad, Lina, yo también me alojo en esta posada. Dado que no tengo nada que hacer, iré con vosotros al torneo de magia.
-Estupendo!-entusiasmada con la idea de poder sacar algo de la dragona, Lina accedió encantada.
Sentado en su trono, Fibrizzo sostuvo levitando sobre su mano derecha una esfera marrón que emitía leves pulsaciones y emanaba un gran poder.
-¡Dechala!¿Está todo listo?
Una hermosa mujer entró en la estancia. Su piel era pálida como la leche, adornada sólo con unas graciosas pecas. Su cabellera roja como el fuego del infierno y sus ojos, pulsantes como esmeraldas, inspiraban pasión, pero no arrebataban el aspecto inocente de la muchacha. Esta se inclinó levemente ante Mei Ou.
-Mi señor, dos de los tres están acabados, pero no queda suficiente Metal Estelar para el tercero. Dai ha salido en su busca.
-Perfecto-dijo Fibrizzo con una cruel sonrisa en los labios-Ahora sólo me queda visitar Demon Sea para que mi plan comience a andar.
Dechala se retiró de la sala del trono y volvió a la forja.. Allí, iluminada por el fuego de los hornos, parecía mucho más siniestra que en presencia de su malvado señor. Tomó un látigo de acero con púas y golpeó a uno de los demonios que trabajaban allí.
-¡Vamos, hatajo de incompetentes! ¡Preparad el molde para el tercer arcanum!!! Nuestro señor lo quiere listo para cuando Dai llegue con el Metal Estelar!
Los demonios aceleraron su ritmo de trabajo al oir chascar el látigo de Dechala. Era una "recien llegada", un demonio menor, pero con un gran poder mágico, que se había presentado en Dessert of Destruction al tiempo que su señor regresaba. Éste la había aceptado en su seno, y ahora ocupaba una posición delicada, ya que parecía que Fibrizzo la tenía en más estima que a Dai.
Mientras tanto, en el polo norte, la recién resucitada Sherra sintió que algo no iba bien. Durante unos breves instantes perdió el conocimiento. Cuando abrió de nuevo los ojos, se encontró en brazos de Dynast.
-¿Qué te ha sucedido?-inquirió Ha Ou
-He sentido que algo malo había sucedido. Malo para nosotros, y creo que tiene que ver con la decisión de L-Sama de resucitarnos a Fibrizzo, Gaarv y a mí.
-Tranquila, Sherra-Dynast depositó suavemente a su general sobre una cama de plumas y pasó un pañuelo bordado sobre la frente de ésta-Gaarv siempre fue alguien desdeñable, y no creo que Fibrizzo se atreva a nada por el momento. Ahora descansa, Sherra.
Y dicho esto, Ha Ou, el rey del hielo, el que no puede sentir nada, depositó un suave beso en la frente de Sherra y se fue, dejandola anonadada.
