Hola!

Desde que descubrí a la hija de mis dos personajes favoritos decidí buscar su historia. Pero nada me complacía completamente, quería más y más x'D, así que decidí dar mi punto de vista de cómo nació, creció y vivió esta niña, (Vive :u)

Uchiha Sarada

Gaiden

Sakura removió entre las hijas secas del suelo para buscar algo que soportara la presión que ejercía en sus manos. En el cielo culminaban las aves huyendo asustadizas de los gritos de la pelirosa.

─¡Sasuke-kun! ─ Sakura arañaba el suelo y las hojas a su alrededor. Se suponía que no debía estar ahí, una mujer embarazada no puede ir a misiones menos tan lejos de Konoha.

─Señorita Sakura, ¡recuerde el entrenamiento!, uno… dos…─ Akira, una ninja que iba con ellos en la misión trataba de animarla, en un inocente intento de ayudarle sostuvo su mano… grave error. Sólo se escucharon los huesos tronar de la pobre mujer ante la presión que hacía sakura en su empuñada mano─ ¡Aaaaaah!

Sakura la soltó al mismo instante de su grito, genial, ahora eran dos mujeres sufriendo. 'Recuerde el entrenamiento', ¡claro que lo recordaba!, ella misma había diseñado ese entrenamiento para calmar el dolor de parto, pero en esos momento s el dolor era tan grande que no le permitía ni hablar, lo único que salía de su boca eran monosílabos o el nombre de su esposo.

¿Y qué más podría hacer?, sólo a ella se le ocurría salir a misión…

Naruto estaba tras las pilas de papel frente a Sakura.

La pelirosa mordía sus labios tratando de no liberar la carcajada en su garganta; Naruto lo intentaba, trataba de verdad de parecer un hombre serio y bien portado. Trataba de hablar pero se trababa, las hojas se le caían, empezaba a mezclar palabras y sus ojos llenos de bolsas en cualquier momento se cerrarían.

Naruto, ¿seguro que no puedes tomar un descanso? ─ Mordía su lengua para no reír.

No, no ¡de verdad!, esto no es nada. Como decía, te llamé Shizu-Su….Sakura, para hablar sobre la misión a la que fuiste refrita…─ 'Requerida', corrigió Sakura─, requerida… sí, eso. No creo que debas ir allá, no estás en condiciones de poder viajar mucho, además habrá otros ninja y…

Tranquilo, Naruto. Sólo iré a revisar a la anciana de la aldea, necesitan mis habilidades de médico, además no caminaré, me iré en el carruaje que enviaron. Tranquilo, Naruto─ Le sonrió maternalmente y se acercó a él, colocó su mano brillante de chakra y el peliamarillo empezó a cerrar lentamente los ojos─ Deberías descansar… lo estás haciendo bien, Naruto. ─ Y fue lo último que alcanzó a escuchar

Y ahí estaba ahora, tumbada en el piso sufriendo contracciones e hiriendo a sus acompañantes…

Naruto hurgaba entre sus papeles, debía encontrar aquel papel color rosa sobre el tratado de alianza con alguna aldea que ni él recordaba su nombre, cuando detrás de los pilares de hojas se escuchó la puerta.

─ Naruto-sama─ Shizune entró corriendo y desesperada con un pergamino en la mano. Inmediatamente Naruto lo tomó y empezó a leer.

─¿Qué sucede, Naruto? ─ El pergamino marcaba 'URGENTE', Shizune sabía que algo iba mal con Sakura, era lo más obvio.

─Es mi sentencia…─ El rubio tenía los ojos abiertos, como si las noticias le dieran una chispa de energía.

─¡¿Qué?! ─ La chica le arrebató el pergamino

─¡S…Sasuke va a matarme!

─Pero Naruto-sama, Sasuke-kun sólo viene aquí cuando entrega noticias sobre las investigaciones o cosas urgentes que descubre…─ Y para la suerte de Sakura y mala suerte de Naruto, Sasuke tenía noticias.

No pasaron dos cuartos de hora cuando el peliazabache entró por la puerta del hokage, el no tocaba, el no saludaba con una reverencia y un 'Hokage-sama'; Sasuke se limitaba a entrar, darle una mirada de pocos amigos a todos los que se encontrasen en la oficina y dejar pergaminos con las noticias sobre el montón de papeles. Pero esta vez fue diferente, cuando entró lo primero que lo recibió, en vez de ser la pila de papeles, fue Naruto. Nervioso, sudando y con los nervios a flor de piel.

Naruto no se animaba a hablar, tenía el pergamino en la mano temblorosa, Shizune se lo arrebató y se lo dio a Sasuke, era mejor actuar lo más rápido posible.

Sasuke lo leyó con paciencia. No supieron el momento en el que termino de leer, la habitación estaba en silencio, Naruto sudaba en frío Shizune se desesperaba por los valiosos minutos perdidos.

─Sasu…─ Naruto no terminó de hablar cuando la veloz (y única) mano que Sasuke tenía voló al cuello del sexto. ─ Ks…ks…─ Naruto tenía una de sus típicas miradas de idiota, con los ojos en blanco y sin poder respirar.

─¡Será mejor no perder tiempo! ─ Gritó Shizune, cuando terminó de pronunciar la última palabra, una ráfaga de viento azotó su rostro, Sasuke se había ido.

Continuará...