Nueva historia!

Espero que les guste

Personajes pertenecientes a S. Meyer


Capítulo I

Salón de Detención, Instituto de Forks

15:00 horas

...

-Cullen... ¿qué haces aquí?

-Srta. Swan... no tiene permitido hablar. Vuelva a su lección.

Me encogí de hombros y miré a Cullen burlonamente mientras el se dirigía a la silla contigua.

-No, Sr. Cullen. Siéntese lo más lejos posible- interrumpió la profesora Cope.

El le sonrió seductoramente a la irritante mujer, quien abrió mucho los ojos y se ruborizó. Cullen tenía ese efecto en muchas mujeres.

-Pensaba que Bella podía ayudarme con mi tarea de Matemática. Por favor Sra. Cope, no quiero reprobar.

Contuve un bufido. El era cien veces mejor que yo en esa asignatura.

-No lo sé, Edward...- respondió la anciana, respirando más agitadamente. Era una verguenza. Los poderes sensuales de mi compañero claramente no tenían límites de edad.

-Por favor sra. Cope.- dio mirándola más intensamente con sus ojos verdes

-De acuerdo.-dijo con un suspiro- Pórtense bien, chicos- le dio una última mirada cargada de deseo y se volvió a su novela romántica.

Edward se sentó a mi lado

-Eres una completa verguenza ¿sabias?- susurré meneando mi cabeza- Esa mujer podía haber tenido un paro cardíaco

El sonrió torcidamente

-Sólo uso lo que Dios me dio, Swan. ¿Por qué estás en detención?

Sonreí

-Agredí a tu novia-

Recordé la clase de gimnasia. Jessica me había empujado aprovechándose de mi torpeza natural. Yo caí con muy poca elegancia y fui objeto de las burlas durante toda la clase. Ella me había odiado siempre, pero el sentimiento se había incrementado geométricamente desde que su ex, Mike Newton me había invitado a salir. Tuvimos un par de citas, pero hasta ahí había llegado porque Mike era agradable, pero demasiado insistente. Aún así eramos buenos amigos y pasábamos algún tiempo juntos. Jessica al parecer creía que Newton era de su propiedad y me hacía la vida imposible desde ese día.

Y yo no dudaba en responderle.

De modo que al finalizar la clase compré un par de bebidas y no me demoré ni un segundo en dejarlas caer sobre su vacía cabecita. Ella había echado chispas por los ojos pero estaba lejos de intimidarme.

-¡Uy! Querida. Te empapaste- le había dicho con mi sonrisa triunfal. Luego añadí con calma- No te metas conmigo, Stanley. O la próxima vez será un viaje a emergencias.

Me alejé y alcancé a dar tres pasos antes de escuchar sus gritos histéricos. No mucho después el director me había citado y aquí estaba pagando mis faltas.

-¿Lauren?- respondió el muy promiscuo

Rodé los ojos.

-¿Cuantas novias tienes Cullen? No, Jessiquita decidió molestarme así que pagó las consecuecias.

El rió

-¡Ah, sí! La vi llorando en un pasillo- dijo sin ningún tipo de preocupación en su voz.- ¿Le tiraste algo encima?

-Refresco de naranja. Dos.-sofocó otra risa- ¿Y tú?

-Saltándome clases con Emmett

-¡Que romántico!

Edward Cullen era unos de los chicos problema del Instituto en Forks. Bueno para beber, saltarse clases, fumaba en los baños. Mi padre, Charlie lo había llevado en varias ocasiones a la estación de policía por ebriedad o conductas indecorosas en el asiento trasero de su Volvo. Al mismo tiempo era condenadamente apuesto. Alto, con un cuerpo de infarto, ojos verdes, pelo desordenadamente atractivo y sonrisa sensual. Había estado con la mitad del cuerpo femenino del instituto y la otra mitad babeando por estar con él. También era bastante inteligente y encantador cuando se lo proponía. El primero en la generación.

-¿Qué te hizo Jessica?- preguntó pasando por alto mi comentario homosexual

-La muy idiota me empujó. Y por supuesto no tardé en caerme escandalosamente.

-Tan torpe como siempre Swan

Sonreí. Edward y yo habíamos sido amigos desde muy pequeños. Nuestras madres eran amigas y nos criaron prácticamente juntos. Para mi Esme y Carlisle eran como mis segundos padres. Con Edward compartíamos absolutamente todo de niños, los cumpleaños, trabajos escolares, juegos. El era mi mejor amigo, pero al llegar a la pubertad se convirtió en el dios griego que era ahora y yo me había alejado por que el cada vez me dedicaba menos tiempo. Las chicas lo invitaban a salir y el no dudaba en responderles. Se había convertido en un patán. Cansada de la situación me había apartado y echo nuevos amigos. Ahora nuestra relación era buena pero muy distante.

Y de algún modo ambos nos habíamos rebelado durante este tiempo. Yo era mucho menos problemática que Edward, pero tenía mi carácter y Charlie, a pesar de ser el jefe de policía, ya no me intimidaba demasiado. Aunque procuraba no presionarlo en exceso. Sabía que si lo hacía podía terminar pasando una noche en una celda.

Mi celular interrumpió mis pensamientos

Felicitaciones por tu actuación con Stanley.

¿Detención?

¿Quieres que te ayude?

Mensaje de texto de Jasper. El era uno de mis mejores amigos. Jasper era tan irreverente como yo pero lo escondía mejor. En la escuela todos los profesores lo adoraban. Con su cabello rubio, sus ojos azules era la perfecta caracterización de "caballerito". El siempre estaba sacándome de este tipo de situaciones, teníamos como "5 maneras de evitar la detención". Me pregunté cual pondría en acción hoy

Cullen miró por sobre mi hombro.

-¿Whitlock?

Asentí sin mirarlo mientras respondía. El bufó. Jasper y Edward no se llevaban mal, pero había cierta rivalidad entre los dos que nunca entendí. Supuse que era porque ambos tenían éxito con las chicas y eran extremadamente inteligentes.

¿Acaso tienes que preguntarlo?

Sácame de aquí

-B

-¡Vaya, Swan! ¿Tan terrible te resulta mi compañía?

-Si, ya sabes... prefiero dejar que tu y Cope se queden solos. No quiero interrumpir.- sonreí

Hizo una mueca y luego rió

-¿Celosa?- ¡Dios! Edward tenía la mirada mas sexy de mundo. Pero ¡gracias al cielo! yo no era parte de las estúpidas que andaban arrastrándose por ahí.

-Si claro, si lo que quisiese es que me contagiases herpes o sífilis...

Bufó de nuevo. Me pregunté si tenía algún complejo animal.

-Golpe bajo, Swan. Estoy limpio.

-Lo dudo. De todas maneras ¿Dónde esta Emmett? ¿No debería estar cumpliendo castigo contigo?

Emmett Mc Carty era el amigo inseparable de Edward. Tenía un carácter alegre y vivaz, además de un cuerpo enorme lleno de músculos, admirados por todas las féminas. Sus ojos grises y sus hoyuelos en torno a su boca tenían un aire infantil que lo hacían muy agradable. Nos topábamos mucho en detención.

-No. Lo enviaron a limpiar los baños- dijo divertido

No pude contener una carcajada

-¡Srta. Swan! Silencio si no quiere repetir la detención mañana.

Le dediqué mi sonrisa más angelical y simulé leer mi libro de biología.

-¿Es cierto que tendrás una fiesta en tu casa el fin de semana?

Rodé mis ojos. En Forks no habían secretos, menos en el instituto.

-Tengo que aprovechar las salidas de Charlie.

-¿Se va de pesca?

Lo miré desconfiada

-¿Esme te lo dijo?

Negó con la cabeza

-Carlisle. Creo que el también se une a la expedición

-¡Ugh! Que pena por él.

Una vez había acompañado a mi padre a sus salidas de pesca. Decir que era aburrido era un eufemismo. Casi morí por la falta de actividad durante horas. Le había echo prometer a Charlie que nunca mas me obligaría a ir con él.

-¿Y me invitarás a tu pequeña fiesta?- preguntó burlón

Estaba a punto de responderle con un liso y llano "no" cuando la puerta se abrió para dejar paso a una Jessica con el pelo pegajoso, su top blanco con grandes manchas anaranjadas y una expresión de odio puro en su fea cara. Se le había corrido la tonelada de maquillaje que usaba y parecía lista para una película de horror.

Reí descaradamente. Me sentí orgullosa de mi acto de vandalismo.

Edward escondió su risa en una tos.

-Stanley siéntese.- Cope alzó apenas la mirada de su libro.

-Por favor sra Cope, debo ir a casa a ducharme. No puedo quedarme así mas tiempo. Mañana prometo recuperar la hora de detención- lloriqueó

-Stanley, usted golpeó a una compañera de clase sin motivo alguno. No es un acto digno de una señorita. Ahora siéntese y cumpla con su castigo.

-¡Pero mire lo que la muy animal me hizo!- se señaló a si misma sin ninguna falta. Sonreí socarronamente cuando me miró. Se puso roja de furia

-¡El lenguaje Stanley!- ya no había rastro de paciencia en la voz de nuestra profesora.

-Pero...- insistió la muy tonta

-¡Una palabra mas y la tendré aquí durante una semana! ¡Siéntese!

Jessica caminó hasta sentarse atrás de Edward echando humo por todos los orificios de su curerpo. Dejó sus cosas rudamente sobre el escritorio. Solté una risita y fingí enterrarme de nuevo en mi libro.

-¡Eddie!- susurró quejosamente

Alcé una ceja a mi ex mejor amigo. Hasta yo sabía que el odiaba ese apodo

El se volvió con cara de circunstancias

-Siéntate conmigo Eddie.- casi podía ver el puchero formándose en su desastrosa cara.

-No lo creo linda.

-Eddie- estaba usando un tono empalagosamente dulce- sé que no quieres sentarte con esa. Ven aquí conmigo.

Cullen suspiró

-Jessica, cariño...- respondió con su voz más seductora- apestas.

Escuché su exclamación ahogada mientras él se volvía. Reí para mis adentros. Edward era un idiota en toda regla, pero era muy cómico cuando quería serlo.

-¿Y, Swan? ¿Qué me dices de la fiesta?

Lo miré con mi mejor expresión indiferente pero a Jessica se le ocurrió abrir la boca de nuevo

-¡Eddie! No puedes salir con esta.

Me volví. Esta idiota seguía tratándome como una cosa.

- Ya te lo advertí.-blandí mi dedo amenazador - Una más y te mando directo al hospital.

Ahogó un grito

-¡Matona!

-¡Silencio Stanley!- ladró la anciana

-Si, silencio Stanley- repetí burlona. Ella apretó los dientes

Alguien golpeó la puerta atrayendo mi atención. Acto seguido entro Jasper ¡Gracias a Dios! Ya no quería estar aquí presenciando esta pelea de amantes. Me dirigió una rápida sonrisa antes de dirigirse a Cope.

-¿Jasper? ¿Tu también vienes a detención?- preguntó con cariño

La señora también tenía debilidad por mi amigo. ¡Jesús! Esta mujer necesitaba un hombre. Podría recomendarle a Charlie.

-No, sra Cope. Estoy aquí como mensajero. El director le envía esta nota.

Sonreí triunfante. Conocía el truco de Jasper. Lo habíamos usado en un par de ocasiones. Jasper llamaba al instituto haciéndose pasar por Charlie, una imitación que nos había tomado semanas perfeccionar. El había aprendido a sonar como mi padre y yo como su madre. De modo que el llamaba aquí diciendo que me necesitaba en casa porque tenía algún asunto oficial que atender. Como era el jefe de policía el director no preguntaba demasiado y me dejaba marchar. Y Jasper se aseguraba de rondar la oficina principal después de la llamada para asegurarse de que fuese quien pasara el mensaje. No queríamos más cómplices involucrados.

Era una táctica útil pero la usábamos muy pocas veces para no despertar sospechas.

La sra Cope alzó la vista

-Gracias querido. Srta Swan debe ir a su casa inmediatamente. Su padre la necesita

-Umm... si claro- puse mi mejor cara de sorpresa y recogí mis cosas con la ayuda de Jasper.

Edward me observó con su gloriosa ceja alzada. Le guiñé un ojo juguetonamente mientras salíamos.

-Un placer Cullen... Jessica -dije con mi tono amistoso. Me miró con odio- ...báñate.

Cerré la puerta y por segunda vez en el día escuché sus gritos histéricos.

Ambos nos reímos camino al estacionamiento.

-¿Por qué le tiraste refresco encima?

-Me empujó en gimnasia. Es tan estúpida.-dije mirándolo reprobatoriamente- No se como estuviste con ella.

-Fue por una noche, Bells y estaba borracho.- se defendió- Ni siquiera me acuerdo.

-Si bueno, una verguenza de todos modos.

-¿Qué hacemos hoy?- llegamos a su moto.

Una de las mejores cualidades de Jasper es que tenia una Harley, regalo de sus padres al cumplir los 16 años. Jasper era bastante responsable como conductor. No había tenido jamás un problema o un accidente. Yo adoraba la moto.

-Um, no sé-

-¿Te llevo a casa?- me pasó un casco

El me había recogido en la mañana, después que Charlie se hubiese ido, claro.

-¿Dónde quedaron las cervezas?- pregunté

-En mi casa.

-Allá entonces- sonrió -¿Me dejarás conducir?- puse mi mejor cara de niña buena.

-Sólo si prometes no repetir lo de Jessica y yo.

Reí -Prometido- levanté mi mano y la dejé sobre mi corazón solemnemente.

Me senté y mi amigo se colocó detrás de mi. Se agarró a mi cintura

-¡Hola, Jasper!-

Nos volvimos al mismo tiempo para ver a Alice Brandon pasar a un lado. Ella estaba un poco sonrojada mientras saludaba a mi amigo con su pequeña mano. Alice era una de las chicas buenas del instituto, porrista y con excelentes notas. Era bastante agradable pero muy tímida. Bajita, delgada y con el pelo negro corto apuntando en muchas direcciones. Hace un tiempo que a ella le gustaba mi amigo.

-¡Hola Bella!- dijo con menos entusiasmo. Yo sabía que la imagen que Jazz y yo entregábamos al mundo era de una pareja, aunque jamás lo habíamos sido. Tampoco teníamos interés de hacerlo. Eramos amigos, pero Alice debía pensar lo contrario pues era bastante efusiva con todos a excepción de mi. Los celos eran una emoción poderosa y bastante evidente en ella.

-¡Hey Alice!- respondimos los dos a un tiempo.

-¿Sabes?- le dije a Jasper una vez que la pelinegra se alejó- Deberías intentar algo con ella. Le gustas

-¿Alice Brandon?

-¿Qué tiene de malo?

-Nada, es sólo que... es demasiado buena

Me reí

-¿Y?

-Necesito emociones mas fuertes

-No la conoces Jazz, puede que te lleves una sorpresa.

-No se- dijo meditando. Luego me miró.- ¿Por qué no te buscas un niño bien para ti entonces? ¿Mike Newton?

Hice una mueca.

-Ew, no.

-Además, no me metería con la mejor amiga de Cullen

A pesar de ser tan diferentes Alice era la mejor amiga de Edward junto con Emmett. No tenían absolutamente nada en común con ella pero por una extraña e incomprensible razón eran un trío bastante unido.

-Si, podría ser un problema. Pero Alice sería una mejoría comparada con las tontas con que usualmente sales

Me guiñó divertido y me dio un apretón en la cintura

-Eres mi número uno Bells, que no se te olvide

Puse los ojos en blanco y puse en marcha la querida Harley.

La enorme casa de Jasper estaba en el centro del pueblo. Sus padres eran empresarios de la zona, eran muy acaudalados y no pasaban mucho tiempo con él. De ahí que siempre estuviésemos juntos. Charlie estaba siempre en la comisaría o de pesca y los padres de Jasper generalmente de viaje por el país. Se los podía ver en muchas páginas sociales de revistas.

En su casa estaba Annie, la ama de llaves que hacía de madre para él. Era una mujer de unos 50 años buena y muy ingenua, cualidades que nos venían como anillo al dedo.

Ella nos estaba esperando con algunos dulces caseros. No sabía como con Jasper no eramos obesos con toda la comida que ella siempre preparaba.

-Jazzito- ese era el apodo para mi amigo, algo que el odiaba con todo su corazón- sus padres llamaron esta mañana.

-¿Y que dijeron?- preguntó con poco interés mientras nos peleábamos por el manjar.

-Su prima Rosalie se viene a vivir aquí por un tiempo.

Nos quedamos inmóviles en nuestra posición de lucha

-¿Qué?

-Si, si. Llamaron esta mañana y me dijeron que sus tíos estaban teniendo problemas con ella. Creo que la niña carece de disciplina

-¿Y la mandan aquí como castigo?- pregunté

-Parece que si Bellita- ese era mi apodo. Annie tenía un don especial con los sobrenombres irritantes.

-No me acuerdo mucho de ella- dijo Jasper sombríamente. No le hacía gracia vivir con su prima.

-Ha estado viajando con sus padres desde pequeña- dijo Annie mientras nos servía jugo- Al parecer no estaba muy contenta por lo que la mandan aquí.

-Genial

-Vamos Jazz, puede que sea interesante.

- Si claro. ¿Cuando llega?

-En una semana

- Bien. Annie nos vamos a mi habitación.

Ella nos guiñó. Otra que creía que eramos pareja

La habitación de Jasper era mas grande que el segundo piso entero de mi casa. Me lancé a la cama mientras mi amigo abría su frigobar y me alcanzaba una cerveza. El lo tenía con un candado para que Annie no incursionara en nuestros hábitos alcohólicos. Le habíamos dicho que manteníamos hongos para nuestra clase de biología y que no debía abrirse jamás. Esa información fue suficiente para que la ama de llaves se mantuviese apartada.

-Cuéntame de Rosalie- abrí su laptop distraídamente

Se sentó a mi lado y me pasó un brazo por los hombros

-La he visto muy poco. Es parecida a mi madre, ya sabes, rubia alta ojos azules. Tiene un carácter de los mil demonios

-¿Cuándo la viste por última vez?

-Mmm...- tomó un trago- hace unos 2 años

-¿Qué edad tiene?- pregunté tecleando en algunas carpetas

-17 igual que nosotros

-Genial. Imagino que se inscribirá en el instituto.

-Probablemente

-¿Por qué no te agrada la idea?- abrí una que decía "videos"

-No se Bells, estoy acostumbrado a estar solo...

Unos gemidos interrumpieron. Miré la pantalla. Había una pareja en pleno acto sexual ante mis ojos.

-Mierda Jazz. ¿podrías avisarme antes de abrir tus películas pornográficas?- dije cerrando el computador violentamente

-No me averguenzo de ello cariño.

-Lo sé

Dos horas mas tarde estábamos un poco borrachos. Jugábamos a encestar la pequeña pelota de basquetball en una cesta en su pared. Por supuesto el era mejor. Yo había nacido casi sin coordinación y debido a mi estado "feliz", ahora era absolutamente nula.

Su celular sonó.

-Contesta Bells. Es probablemente mi padre.- a el no le agradaba mucho hablar con sus progenitores

Lo cogí y no reconocí el número.

-Hola, celular de Jazzito.¿Como puedo ayudarle?- puse mi voz de secretaria sexy mientras mi amigo me lanzaba una almohada.

-¿Swan?- no era el padre de Jazz, pero su tono...

-¿Quién es?

-Edward

-¡Ah! Hola Cullen- Jasper puso cara de "que demonios". Me encogí de hombros- ¿Cómo estuvo detención? ¿Hiciste un trío con Stanley y Cope?

Escuché su risa aterciopelada

-Cuando quieras te invito cariño.

-¡Que honor! Te paso a Jazz, Cullen

-No es necesario. Tu también tienes que escuchar.

-¿Eh?- puse el altavoz. Jazz se acercó tambaleante

-Cullen ¿que pasa?

-Whitlock

La tensión se notaba incluso a través de el teléfono.

-Ya saben que el festival de primavera es en un par de semanas

-¿Nos llamas para que reservemos una vuelta en la rueda de la fortuna?- me reí

-Muy graciosa, srta. Torpeza. No, el punto es que Tanya hizo los grupos para la organización y repartió las tareas. Como ninguno de nosotros fue a la reunión, nos asignó el puesto de tiro al blanco. Ya saben, con los rifles y los peluches de regalo.

Hubo un silencio denso

-¿Qué?- preguntamos Jazz y yo al mismo tiempo

-¿Nosotros tres?-

-Um, No... nosotros tres más Alice.

-¿No hay manera de salirse de esto?- preguntó Jazz irritado

-No lo creo, Whitlock. Cuentan como clases.

-Genial- masculló y se alejó

-Como sea, tenía que informarles. Mañana hay otra reunión después de clases.

-Ahí nos vemos Cullen

-Bien, adiós Swan

Jasper y yo nos miramos. ¡Genial! Cullen el idiota, que no se llevaba bien con Jazz bajo ningún concepto y era mi ex mejor amigo tenía que trabajar con nosotros. Y a eso había que sumarle una pequeña que estaba colada por mi actual mejor amigo y que parecía odiarme sin que yo tuviese ninguna culpa. ¡Simplemente genial!


Actualizaré seguido.

Mi otra historia se viene luego, perdón pero formatearon mi compu y tuve que reescribirla, pero el fin de semana si o si aparece un capítulo nuevo, al igual que en esta

besos

cata!