Regalo de Navidad

Capítulo 1

Kandri

-Pero Harry…- repuso de nuevo el pelirrojo

- Ron si no deseas ir con nosotros puedes quedarte e ir a Rumania con tu s padres- corto Hermione.

- Pero es que no entiendo porque vamos a arruinar así la Navidad – se quejo el pelirrojo.

- Vamos no será tan malo- contesto Giny dirigiendole una sonrisa a Harry.

- Ya lo decidimos Ron, no podemos cambiar de opinión ahora- contestó Harry saliendo hacía el jardín de la Madriguera.

Era una mañana fría y la nieve golpeaba sus rostros con fuerza, la señora Weasley se había levantado temprano para hacerles el desayuno y ahora los despedía con un beso dejando a todos con la marca roja del labial en la mejilla.

- Cuídense mucho, nosotros partiremos en cuanto los demás estén listos- explico la mujer.

-Está bien mamá, saluda a Charly por nosotros- dijeron Giny y Ron a la vez y salieron del jardín hacía donde se encontraban Hermione y Harry para luego tomar un lugar alrededor del traslador.

- Están todos listos, 1,2 y3…- todos tocaron una parte del zapato gastado y desaparecieron.

Descendieron despacio hasta que sus pies contactaron con el suelo y hundieron los pies en la nieve, Ron reprimió un suspiro y Giny aprovecho para colgarse del brazo de Harry.

Si alguien les hubiera dicho el año pasado que pasarían la Navidad en aquel lugar, habrían pensado que les estaban jugando una broma, pero allí estaban ellos frente a la imponente fachada de la mansión, esperando que alguien les abriera el portón para entrar.

Todo había sido idea de Harry, ¿cómo era posible que olvidara tan pronto quienes eran los Malfoy y aceptara de muy buena gana pasar las Navidades en aquel tétrico lugar? Ninguno de sus amigos sabía la razón, él les había comunicado su decisión y ellos como buenos amigos se ofrecieron a acompañarlo.

Lo primero que notaron fue que la mansión Malfoy había cambiado mucho desde la vez que Voldemort la usaba como cuartel general, ahora los jardines estaban adornados por hermosas flores, los árboles se mecían con el viento,… sin duda todo aquello era obra de algún tipo de hechizo, como explicar sino que el Jardín de los Malfoy parecía estar en plena primavera mientras afuera todo estaba cubierto por la nieve.

Narcissa observaba el portón desde su habitación impaciente, pensando en que tal vez no vendrían, pero ella no podía juzgarlos si se arrepentían y decidían no presentarse, por eso en el momento en que vio a los jóvenes bajo las escaleras y corrió hacía el portón.

- Buenos días, pasen- saludo la mujer y todos se sorprendieron al escucharla, parecía feliz de verlos.

- Buenos días señora Malfoy – contestaron todos a coro entrando al jardín.

Realmente es asombroso lo que puede hacer un hechizo- pensó Hermione mientras se quitaba los guantes y tomaba asiento en una de las butacas del salón.

- Les agradezco mucho que hayan venido, la verdad espero que ustedes consigan que Draco salga del estado en el que se encuentra- dijo Narcissa y todos la observaron asombrados, menos Harry quien parecía entender a que se refería.

- Sus habitaciones están preparadas, allí podrán cambiarse, también encontraran ropa en los armarios y si desean algo pueden contar con Herbes- explico mientras señalaba a un elfo de orejas grandes y con la piel arrugada, el mismo que les recibiera en el portón.

El Elfo les mostro sus habitaciones, Harry dormiría en el segundo piso su habitación se encontraba al lado derecho del cuarto de Draco y la de Ron del lado izquierdo, las muchachas dormirían en el tercer piso, sus habitaciones se encontraban separadas por una habitación que según explico el elfo pertenecía a la señorita Kandri, la prima del hurón.

Luego de dejar su equipaje el grupo se reunió en la sala, todos observaban expectantes a Harry pues esperaban que les explicara el porqué debían pasar la Navidad en aquél lugar.

- Vamos amigo, dinos que está pasando – comenzó Ron

- Bueno la Señora Malfoy me pidió que pasáramos aquí la Navidad porque Draco está deprimido debido a la muerte de su padre, ella espera que nosotros lo ayudemos… realmente no sé cómo podemos ayudarlo pero…- intentó explicar Harry

-Pero Harry, no creo que él no quiera aquí- expreso Ron.

- No creo que nosotros seamos los adecuados para ayudarlo, a menos que permitamos que él se divierta insultándonos- expreso la castaña.

- Creo que Granger tiene razón, después de todo es una bruja muy inteligente- dijo Draco que al parecer había escuchado la conversación y se encontraba apoyado en el marco de la puerta de la biblioteca.

- Malfoy… yo… no...qui…

- Claro que quisiste, pero no te preocupes Granger, no me interesa lo que pienses de mí- dijo el rubio en tono de burla.

Ron y Harry se levantaron del sofá y dirigieron sus manos a los bolsillos donde guardaban las varitas, fue algo instintivo, un recuerdo de sus tiempos en Hogwarts, que el rubio no paso por alto.

- Van a hechizarme en mi propia casa- dijo sonriente- que pasa con sus modales.

Giny tomo la mano libre de Harry entre las suyas, le dirigió una mirada intentando calmarlo y el moreno aparto su mano de la varita.

Ron y Draco, se observaban en silencio como si se tratara de una presa a la que quisieran devorar, el ambiente en la habitación era tenso y los demás no estaban seguros de que hacer, se limitaban a observar a ambos magos, sin atreverse a hacer nada que pudiera romper aquel momento pues ambos sostenían fuertemente sus varitas y apuntaban al pecho de su contrincante.

De pronto las puertas de la casa se abrieron y una brisa fresca se coló en la habitación. La muchacha corrió hacía donde se encontraba Draco y le lanzo los brazos alrededor del cuello aprisionándolo en un abrazo haciendo que este soltara la varita y la observara sorprendido.

- Hace tanto que no te veo, te he extrañado mucho primito- sonreía la muchacha mientras liberaba a Draco del abrazo.

- Supongo que es la tal Kandri- susurro Ron a sus amigos y estos asintieron.

Kandri tenía el mismo tono de piel de Draco, los ojos azul cielo y el cabello tan rubio como el de su primo, era alta y delgada, llevaba puesta una larga capa de viaje y el cabello le caía hasta más abajo de la cintura.

- No me presentas a tus amigo- exclamó Kandrí volteándose a verlos.

- Claro- contesto Draco

- Te presento al trío de oro, el Weasley, Granger, el famosísimo Harry Potter a y ella es la hermana de Weasley

La recién llegada le lanzo una mirada suspicaz a su primo y luego volvió a sonreír.

-¿Entonces cuáles son sus nombres?- interrogo Kandri- no le ponga atención al tarado de mi primo- dijo mientras le hacía un cariño a Draco.

- Estoy de acuerdo, mi nombre es Ronald Weasley y ella es mi hermana Ginebra Weasley

-Pero todos me llaman Giny- aclaro la pelirroja

- Yo soy Hermione Granger- saludo la castaña.

- Bueno, como dijo tu primo, mi nombre es Harry Potter

- Ese me resulta familiar…umm donde lo abre escuchado, bueno ya lo recordare mientras les parece si jugamos un partido de Quidditch?

-Genial –exclamo Ron y todos sonrieron menos Draco.

Los equipos quedaron conformados por Ron, Kandri y Giny contra Harry y Draco, debido a que Hermione se rehusó a participar del juego alegando un dolor de estomago y se quedo sentada observando el partido. Para sorpresa de alguno Harry y Draco trabajaban muy bien en equipo y aplastaron al equipo contrario, cosa que no le gusto mucho a Ron pero cuando Kandri le alabo un movimiento que realizo al esquivar una bludgler él olvido completamente porque estaba molesto.

- La cena estará lista en unos minutos – comunico el elfo y tanto Draco como Kandri se apresuraron a marcharse a sus habitaciones.

-Porque tanto apuro por la cena- se burlo Ron.

Pero al bajar al comedor Ron entendió porque ambos primos se habían marchado apresurados, Kandri lucía un vestido negro muy elegante que le llegaban cerca de las rodilla y contrastaba muy bien con el color de su cabello, el hurón vestía una túnica de gala negra y Narcissa tenía un vestido verde esmeralda, era como si estuvieran en una fiesta muy lujosa, en la mesa se veían toda clase de manjares y a Ron se le hizo agua la boca al pensar en probarlos.

Al contrario de sus anfitriones ellos no habían cambiado sus ropas, las cuales estaban sucias por haber pasado la tarde jugando quidditch.

-Lo lamentamos… no sabíamos…- intento decir la castaña.

- No te preocupes Hermione- interrumpió Kandri- vamos tomen asiento.

Harry y Giny se sentaron juntos en frente de Kandri, Ron se sentó a du lado y a Hermione no le quedo otra opción más que acomodarse al lado del hurón.

- ¿Siempre se visten así para cenar?- le susurro Ron a Kandri, para que nadie más que ella le escuchara.

- Si y para almorzar y desayunar, es un verdadero fastidio pero tía Narcissa quiere que aprendamos a desenvolvernos en sociedad, ten cuidado al usar los cubiertos, a mi me tomo mucho tiempo acostumbrarme- le intimido Kandri.

- Bueno ahora que todos estamos reunidos quiero presentarles oficialmente a mi sobrina…- dijo Narcissa.

- Creo que la hemos conocido- se quejo Giny por lo bajo

- Kandri Black- terminó Narcissa

- ¿Black?, ¿eres una Black?- casi grito Harry, saltando del asiento y provocando que el servicio cayera al piso y produjera un estrepitoso ruido al romperse.

El elfo murmuro un hechizo y todo volvió a su lugar, las miradas de todos estaban dirigidas hacía Narcissa quien parecía estar meditando sus palabras.

- Si, Harry soy una Black, Sirius tu padrino fue mi padre- intervino Kandri dejando a todos asombrados.

- Creo que es mejor que yo lo explique – exclamo Narcissa acomodando su expresión.