¡Bienvenidos sean, lectores recurrentes o casuales! Lo que estás a punto de leer es mi especial por Halloween del 2018, porque soy fanática del Halloween o Noche de Brujas y también del Día de Muertos. Este especial Halloweeño se titula "Michael", es la continuación de mi anterior especial llamado "No es tan solo una velada Halloweeña"; centrado en el personaje del muchacho millonario llamado Michael, aquí relaté que pasó con él y cómo se resolvió su situación. Evidentemente, tienen que leer "No es tan solo una velada Halloweeña" (publicada aquí en Fanfiction) para que puedan comprender este nuevo especial halloweeño. E igual que los dos anteriores, este nuevo especial Halloweeño me quedó algo fumado (estrambótico) o tal vez muy ñoño, xD ustedes juzguen el resultado. Y a diferencia de los 2 anteriores, este nuevo especial es breve, es un cuento corto. La creación de mi cuento provino de varias cosas, tú sabes, series y películas de mi niñez y juventud. xD Como dato curioso, esta historia la comencé a escribir a mediados de marzo y la concluí en mayo (2018). Los siguientes meses (antes del 31 de octubre) corregí los errores de ortografía, de coherencia y agregué lo que se me había olvidado.
Michael
El primo otoño continuaba de visita en Nameless Town. Es una fría y ventosa mañana de Noviembre del 2017. Varios lugareños cubiertos con ropa otoñal, pasean por la avenida donde se encuentra la comisaría. Un muchacho del grupo se detuvo en seco, a causa de que su latte de calabaza resbaló de su mano. El vaso rodó por el suelo al tiempo que la salpicadura manchó su pantalón. Los demás siguen su recorrido, sólo tres personas se detuvieron a prestarle ayuda.
Uno supondría que esto es un caos, aunque no se asemeja al que acontece adentro de la comisaría.
El comandante, Brandon Flowers y su equipo están atónitos con el gran número de reportes sobre gente desaparecida –quienes se esfumaron de forma misteriosa– durante la pasada noche de Halloween. Flowers no ha pegado los ojos en una semana por averiguar ¿dónde diablos está el pequeño Timmy, que se disfrazó de pirata para aquella ocasión? El único testigo del caso que es el hermano mayor, no puede dar información sobre el paradero de su hermanito porque aún no ha salido del shock emocional. Quedó trabado. El testigo de diez años de edad, solamente repite la misma frase una y otra vez: "Un títere de Guiñol me golpeó y me arrebató a Timmy" "Un títere de Guiñol me golpeó y me arrebató a Timmy." Los doctores del hospital psiquiátrico donde se encuentra Tony, aseveran que el secuestrador se disfrazó de títere. Y debido a ésto, la madre de Timmy y Tony, diario atormenta al comandante con una llamada de teléfono, preguntándole si ya sabe dónde está su hijo.
–¡Discúlpeme señora, hacemos todo lo que podemos! –respondió el comandante en tono desabrido e inesperadamente cuelga la bocina en forma áspera.
Golpeando la base del teléfono. El policía Mark Stoermer, que iba caminando por allí, quedó boquiabierto. Al cabo de varios segundos salió del trance, después se acercó al escritorio de su jefe. Con valentía comienza a reclamarle.
–¡¿Brandon, qué carajos pasó contigo?! Por favor, se tolerante. La señora está viviendo en el infierno. Su bebé fue secuestrado por un demente disfrazado igual que Billy (Saw) y por culpa de éste malparido, su primogénito fue a parar a la casa de la risa.
–Agente Stoermer. No se dirija a mí con esa labia tan guarra. Para usted, soy el comandante Flowers. Y no le siga sino tendré que suspenderlo.
–¡Comandante, le ofrezco mi más sentida disculpa! –expresó arrepentido, frotándose su corbata. Su superior duda de su sincera disculpa, no obstante no soporta su mirada de cachorro regañado.
–¡Ya basta, Mark! Te lo suplico pon otra cara –rogó su jefe.
En eso, un oficial se juntó con ambos y los interrumpió.
–¡Brandon, tenemos otro reporte inverosímil! Un tipo confirma, que en la noche del Halloween avistó a un perro volador. El can levitaba en el cielo.
–¿Hablas en serio? ¡Necesito leer eso! –replicó Mark con entusiasmo mientras le quitaba el archivo.
–¡Qué la chingada! Para ustedes dos, soy el comandante Flowers. Agente Keuning, los perros no vuelan ni levitan –confesó su jefe muy enojado.
–Entonces, cómo explicas tantas desapariciones –rebatió, el de cabello rizado.
–Es lo que estamos averiguando, Dave –gruño, dándose masaje en ambas sienes–. Ya basta de tonterías, si no los mandaré a volar con el perro.
Los dos policías ríen por la respuesta de su jefe, él también desea reír pero la cefalea que se carga no le permite ni sonreír. Keuning paró de reír, se dio cuenta de su estado. En seguida se puso detrás dela silla para darle un masaje a su jefe, tanto en su cuello como en su espalda. Brandon se removió en el asiento para recibir el masaje.
El policía de cabello rizado, masajeaba a la vez ambos hombros mientras el policía de cabello lacio y largo, estaba atento con la función. Al cabo de un rato, Dave detuvo el masaje. Posterior, le pidió a Flowers quitarle su chaleco, el jefe accedió de inmediato. Entretanto, el policía Stoermer, cansado de solo ver, decidió grabarlos con su celular. Captó el justo momento cuando su colega le retiró el chaleco a su comandante. Keuning está masajeando el cuello de su jefe, de un momento a otro pasa sus dedos por la nuca. Su jefe con los ojos cerrados intentando no gemir, pero es imposible, acaba de soltar un par de gemidos. Al parecer, lo está disfrutando mucho mucho. Su masajista está desamarrando los nudos de estrés con pericia. Stoermer sigue con la filmación y en su fuero interno, piensa que YouTube es el lugar indicado para éste vídeo. Por título llevará: "La abeja rizada roza a la flor", un título bastante pésimo. Por culpa de este pensamiento se aguanta la risotada y no sólo eso; además la cara de su jefe luce un mohín de orgasmo: Igualito a un actor de porno. Pobre Mark, quiere estallar por la risa acumulada.
Antes de que Flowers toque el cielo y grite varios yeses con enjundia. Otro policía les corta la leche con una horrible y terrible noticia.
–¡Brandon, jefe! ¡Encontraron a Timmy!
–¿Qué, cómo? –Dudó por un instante, luego murmuró con alivio–. ¡En serio, gracias al cielo! Agente Vannucci Jr. ¿dónde está el niño?
–Ronnie, dinos dónde está el pequeño –También solicitó Stoermer con preocupación, deteniendo la grabación.
–Ronnie, te noto muy alterado. Jamás te había visto de éste modo –Intervino Dave soltando a su jefe.
–El pequeño Timmy está… –Vannucci Jr. hizo una pequeña pausa, después respondió–: en la morgue.
–¡No! –gritaron al unísono los dos policías, con el semblante conturbado con la lamentable noticia.
–¡Maldita sea! –exclamó Flowers, apretandose la mano derecha con la izquierda. Queriendo lanzar los objetos que descansan en su escritorio, o el escritorio con todas las cosas.
Quince minutos después, tras calmarse. El comandante le pidió al agente Vannucci Jr. la información acerca de la pequeña víctima. Ronnie con los ojos acuosos, aguantando el llanto de ira y rabia; con muchas ganas de hacer pinole al malnacido que secuestró a Timmy Misfortune. Les explicó cómo la gente de su equipo, dio con el pequeño o lo que quedaba de él. En efecto, sólo encontraron la mitad del niño, o sea de cintura para abajo; y la pierna izquierda estaba roida. Mark con arcadas de vómito luego de escucharlo, Dave le acercó el cesto de basura por si acaso. Brandon no daba crédito a la información, negaba con el rostro. Como diciendo: ¡No! ¡No! ¡Esto no puede ser posible! ¿Por qué, por qué, tanta saña contra una inocente criatura?
Afuera de la comisaría, el viento ululaba de tristeza como si lamentara la horripilante muerte de Timmy.
En otro punto del pueblo, muy retirado de la comisaría. Unas ráfagas de viento traviesas se colaban por una ventana abierta, perteneciente a una casa de corte victoriano. Tras su pasó, alzaron varios pergaminos que descansaban sobre una mesa. Ascar, corrió con celeridad hacia la ventana para cerrarla. En lo que, Hohornse con su hocico atrapaba los pergaminos que iban descendiendo. Robyne, vio lo que sucedió y pronto se acercó para darles las gracias. Los tres se encuentran en el laboratorio de la reciente mencionada.
El lugar se halla desordenado debido a que sacó su basto arsenal sobre magia e hechizos. La mesa y un par de sillas se encuentran atiborradas con libros, pergaminos y grimorios. Los frascos de conservas abiertos y desperdigados por doquier, igual que algunas probetas y equipo de laboratorio. Su caldero es un desastre, jamás había elaborado tantas pociones como en ésta ocasión. Por consiguiente, quedaron pringosas todas las paredes junto con el suelo. La bruja lo puede limpiar con facilidad, con tan sólo chasquear los dedos, pero no lo hará hasta que logre borrar ésta información de la memoria de Michael Cera. El muchacho, ya sabe que ella y toda su familia son seres sobrenaturales o monstruos –para la mayoría de seres humanos–. Robyne no puede ignorar esto, su hijo correrá peligro si Cera abre la boca. En un pasado muy remoto, ella estuvo a punto de ser linchada por culpa de un humano, por tanto no quiere que su hijo se enfrente a ésto.
Ascar y Hohornse, ni con toda su sabiduría y conocimiento sobre la magia, no han podido borrar esta revelación del cerebro de Michael, el millonario resultó ser un hueso duro de roer. Inclusive, la bruja tuvo el descaro de hacerle una incisión; tanto en su cerebro como en su pecho para averiguar la composición del muchacho. En palabras simples: ¿De qué coño está hecho? Cosa que en su momento hizo enfadar bastante a su hijo, Jonathan. Por fortuna, Michael sobrevivió a ambas intervenciones quirúrgicas.
La bruja se encuentra despeinada, el unicornio se siente cansado y el macho cabrío tiene sed, quiere beber una copita de Ron. Ya llevan tres semanas con el asunto del chico. En eso, el unicornio menciona algo.
–¡Discúlpame, Robyne, ya no siento mis cascos! Por qué no desistimos con esto. El humano Cera, parece ser un buen muchacho. Si le pedimos que no revele nuestra identidad, de seguro cumplirá con nuestra petición. Además, tengo la impresión de que él quiere mucho a tu hijo.
–¡No! No en vano, hemos estado en joda estos días. Y los seres humanos son muy frágiles y débiles, caen en la tentación tan fácilmente. No olvides la caja de Pandora y la Arca de la Alianza. Por eso los demonios los corrompen con facilidad –dijo la bruja, tomando varios ingredientes para elaborar un nuevo brebaje en su caldero sucio.
–Muy cierto. Pero, éste humano demostró ser a prueba de hechizos, conjuros y demás –comentó Ascar, pasándole un frasco a la bruja–. Y hace poco, revisé el árbol genealógico del muchacho y ninguno de sus parientes ha sido brujo/a o tenido relación alguna con la magia y brujería. Por lo visto, Michael es un caso especial.
Terminó de explicar el ovino. Jacob, el brujo, hace poco llegó al laboratorio; escuchó toda la plática y por eso interviene.
–Mis tíos, tienen mucha razón. Hazle caso a Hoho. ¡Deja en paz el cerebro de Michael! Puedes pedirle que guarde nuestro secreto: amenazandolo. Algo así cómo: Si revelas nuestro secreto con los demás humanos, te convertiré en una babosa o, mataremos a toda tu familia. Existe una gran variedad de amenazas.
Ascar y Hohornse se carcajean por el comentario. A la bruja no le gusto su comentario por eso le arrojó el frasco a la usanza mortal. Jacob esquivó el golpe. El objeto de cristal se estampó en el estante detrás del brujo.
–¡Jo, muy gracioso! ¡Cierra tu bocota y ayudame con este hechizo! –Lo regañó la señora. El brujo obedeció; y al darse cuenta de que trata el hechizo, dio un respingo de susto.
–Tía, ése conjuro que estás elaborando es mortal: incluso para nosotros. Si quieres deshacerte de Michael, Jonathan puede ponerle la almohada encima de su cara para asfixiarlo.
–Mi adorable sobrino, segunda advertencia. Sino cierras el pico, te voy a transformar en babosa en vez de al humano –gañó la señora con un gesto de enojo.
–Jacob, estás en lo cierto, no obstante «a medidas desesperadas, soluciones extremas» –baló Ascar, recordando un anuncio de televisión.
–¡Ay! –suspiró el equino– Iré por la mandrágora.
Mientras los cuatro hechiceros se ocupaban del nuevo brebaje.
En la habitación del brujampiro. El muchacho millonario seguía suplicando que lo deje ir. A Jonathan, se le rompía el corazón con cada palabra; aunque quisiera, no puede hacerlo.
Michael se hallaba en el ático, sin embargo, después de las dos intervenciones quirúrgicas que acontecieron el pasado veinte de noviembre, fue trasladado a la habitación de Jonathan. Y desde entonces, continúa ahí.
–Por favor, déjame ir, déjame escapar. ¡Quiero volver a mi casa! –rogó de nueva cuenta, removiendose en la cama– En serio, confía en mí, no se lo diré a nadie. Te lo prometo, nadie sabrá que tu familia y tú son seres sobrenaturales.
–Lo siento mucho, no puedo dejarte ir. Aunque me lo jures, aunque me des todo tu dinero o lo más sagrado para ti: ¡No puedo desobedecer a mi mamá! –desveló Jonathan, sentado a su lado en la cama.
–Disculpanos, muchacho. No podemos dejarte ir porque mi mujer ser de armas tomar. Cuándo logremos borrar lo que sabés de nosotros de tu memoria, hasta ése entonces te dejaremos ir –habló Serge, después de haber entrado a la habitación.
Y con éste comentario, espanto aún más al muchacho de lo que ya está. No solamente cortaron su libertad sino además violaron su integridad física con aquellas operaciones.
–¡¿Papá, por qué le comentaste esto?! –dijo Jonathan, sintiendo odio y a la par comienza a reírse por los nervios.
Michael, tiene sus manos libres. Por tal motivo, intentó quitarse las sogas que envuelven su torso y piernas, pero desistió porque se dio cuenta de que lo ataron muy bien (lo amarraron en la base de la cama). El desafortunado también se pellizcó para confirmar que esto no es real, tan sólo es una horrible pesadilla y pronto despertará.
Jacob de súbito apareció en la habitación de su primo. Les avisa que ya está listo el nuevo mejunje. El muchacho luego de oírlo, hizo un mohín de asco. El brujo-vampiro vio el gesto, enseguida comenta algo para darle ánimo.
–¡Michael, te prometo que esta vez no vas a vomitar!
–¿Por qué estás tan seguro? –preguntó su amigo en tono amargo.
–¡Oye tú, mi hijo trata de animarte!
–Tío, por favor no lo regañes. El pobrecito humano ya ha sufrido bastante. De por sí, ya nos considera como unos malditos monstruos, con M minúscula de poca mother –razonó Jacob.
Jonathan comenzó a carcajear pero pronto suspende la emoción por la tragedia de su amigo. Que no es para menos, debido a que la tráquea y el estómago de Michael han sufrido varios estragos por haber sido expuestos a distintos tipos de brebajes y pócimas; todo con el objetivo de borrarle dicha revelación.
Jacob miraba con compasión al humano y a su primo. Después, con un tronar de dedos le quitó todas las sogas al humano; quien sintiéndose libre comenzó a estirarse, aunque no le permitió estirarse del todo; porque de nueva cuenta utilizó su magia, esta vez para teletransportarlos al laboratorio. Michael se sorprendió de hallarse en el suelo lustroso, color blanco, en vez de la cama. A Serge le causó ternura la ingenuidad del chico millonario, enseguida se reúne con su esposa. El macho cabrío y el unicornio no usan ropa, en cambio todos los presentes visten ropa casual a excepción de Michael, que trae puesta la pijama color zafiro de Jonathan. Entretanto, el recién aludido y Matthew lo ayudan a levantarse del suelo.
El primo vampiro, llamado Matthew, llegó al laboratorio cuando Jacob se trasladó a la habitación de su primo materno para avisarlos.
La bruja con voz firme, les ordena que acerquen al muchacho. Michael apenas puede caminar, siente el horrible hormigueo, su sangre retomó la circulación adentro de su cuerpo; debido a estar tanto tiempo amarrado. Había pasado mucho tiempo desde la anterior pócima que bebió y no funcionó. Ambos lo colocan en frente de Robyne, ésta le entrega un cáliz de tamaño grande en cuyo interior se encontraba el nuevo brebaje.
–¡Ten cuidado, está caliente! Por favor, tómatelo todo –Le advirtió, en lo que el muchacho lo recibía.
Una vez en sus manos, le sopla a la bebida (igual que un café o chocolate caliente) mientras la observa con asco y repudio. Pasados unos segundos, cuando se puso tibia, comenzó a ingerirla. Mientras la bebía adentro de su fuero interior decía: "La pócima sabe horrible, ¡guácala! Pero no es tan desagradable como las anteriores ¿o quizás sí?" Y a la vez reprimía las ganas de vomitar.
Finalmente, tras beber la última gota. Dudaba con devolver el cáliz, porque dicho objeto sería un buen recipiente para vomitar. A la bruja no le importo su urgencia, pronto se lo retiró de las manos y comenta:
–¡Wow, te lo acabaste todo! ¡Eres un estupendo muchacho! –Quedo admirada–. ¡En cinco minutos hará efecto la pócima!
Michael no pronuncia ninguna palabra, sólo se relame reiterada veces la boca y a la vez parpadeaba sus ojos con intensidad. En eso, sin advertirlo, se desvanece en el suelo. El brujampiro tras darse cuenta, se agachó para socorrerlo.
–¡Madres… corrección, madre, se te fue la mano! ¡Acabas de envenenar a mi amigo! –dijo Jonathan muy preocupado.
–Se lo advertí a mi tía, pero ella me ignoró –recordó Jacob con indignación.
–Genial, aquí vamos de nuevo –La señora rodó sus ojos–. ¡Michael, despierta, porque si no te va a ir peor!
–No te enojes mi amor, pero tu amenaza no fue digna para cualquier bruja devoradora de infantes –comentó su esposo vampiro.
–¡Yo nunca en mi existencia he devorado infantes! –riñó la señora.
–Pero tus abuelas, sí. No lo niegues –reveló el señor, despertando la irá de su esposa menos al humano.
–¡Queridos tíos, por favor dejen de pelearse! –imploró Matthew.
Observando a su tía, dándole una sucesión de manotazos a su tío, quien intentaba defenderse.
Todos embobados con la gresca de los esposos ignoraron al tiempo, han pasado siete minutos. De repente, Michael abre sus ojos con lentitud, recupero el sentido.
–¡Jonathan! –susurró el humano, luego escupió poca sangre. Su amigo brujo-vampiro lo está sujetando, ambos tendidos en el suelo.
Robyne se percató de esto por eso dejó en paz a su esposo. Y se acercó con prontitud donde está el muchacho. Se inclinó para estar a su nivel. Porque le urge saber si por fin hizo efecto la nueva poción. Así que comienza a interrogarlo con las preguntas de rigor.
–Tú sabes que soy la mamá de Jonathan. Pero, en realidad tú sabes lo que soy. Entonces, te pregunto: ¿Qué soy yo?
–¡Eres una bruja! –contestó Michael sin vacilar mientras limpiaba su boca, retirando su propia sangre.
–¿Qué tipo de bruja! –Le volvió a preguntar, viéndolo con severidad.
El muchacho de complexión delgada con cabello rizado, lanzó un suspiro antes de responder.
–Eres una bruja mafufa, de aquéllas que realizan encantamientos, hechizos, conjuros… y vuelan con una escoba.
–¡Maldita sea, la nueva pócima no funciono! Y por cierto, dejé de usar mi escoba voladora porque la consideraba vulgar y lo sigo considerando –esclareció la señora.
En esto, su hijo soltó a su amigo y se pone de pie, en lo que Serge se juntó con ella, le intriga saber algo.
–¡Demonios, otra vez fallo! Exactamente, ¿con cuántas pociones has intentado borrarle la memoria? –inquirió su esposo vampiro. Viendo a su hijo y su sobrino vampiro, levantando al humano del suelo.
–¡Ay, con 41! ¡Y con ésta ya son 42! –expresó la bruja con fastidio.
De súbito, adentro de la cabeza de ella se le prendió el foco con una brillante idea. Por lo mismo de la idea, en su boca luce una sonrisa perversa. De hecho, su semblante se trastornó a uno de mujer loca y desquiciada.
–¡Basta de estupideces! ¡Voy a matarte! –Le advirtió a Michael entre gritos, al tiempo que realizaba un rayo mortal con sus manos. Como si amasara una bola de nieve.
Luego de oírla, el humano inició la huida. Caminando hacia atrás, retrocediendo lentamente sin apartar la vista de la bruja; aunque con pantuflas no va a llegar muy lejos. Y para su salvación, el esposo y Matthew la someten, ni siquiera pudo lanzarle la gran bola que había logrado. Jonathan por su parte, comienza a regañarla, explicándole que esa no es la solución correcta. El millonario de quince años, resoplaba de alivio pese a los gritos de la bruja, pidiendo que la soltaran.
La bruja fue sometida. Hohornse se acercó al muchacho de cabello rizado y comenzó a decirle algo.
–Joven Cera, en representación de todos quiero pedirle perdón por todo el daño que le hemos hech-
–Podrías, por favor hablarme de tú –Michael lo interrumpió–. A propósito, ¡eres muy hermoso, me fascinan mucho tus colores!
–¡Muchas gracias, me siento muy honrado con tus palabras! Sin embargo, Ascar y yo, estamos muy alterados por culpa de tu resistencia ante nuestra magia y podere-
–Lo siento, ¿quién es Ascar? –El chico lo volvió a interrumpir, ahora con una pregunta.
–Soy yo, me llamo Ascar. ¿Acaso no sabías mi nombre? –repuso, juntándose con ellos.
–¡Ah sí, el borrego! Discúlpame, se me había olvidado tu nombre. Por cierto, tu lana es muy bonita y de seguro es muy calientita –Lo pronunció con tono caricaturesco.
–¡Basta de interrupciones! Deseo explicar, que jamás habíamos fallado con nuestra magia y tampoco con nuestros hechizos… Tú demostraste ser un humano extraordinario y…¡achís!
El unicornio estornudó directo al rostro de Michael, quien siente mucho asco porque la saliva le empapo toda su cara.
–¡Perdóname, lo siento mucho! Sucede que, tenía una hoja de mandrágora atorada en mi nariz. Lo que provocó el estornudo.
Se disculpó el unicornio.
–¿Te encuentras bien, Michael? –cuestionó el macho cabrío.
El muchacho ignoró la disculpa y la pregunta, no pronuncia absolutamente nada. Quedo aturdido, como en animación suspendida. Jacob sospecha del cambio súbito del humano, con premura se acerca hacia donde está. El brujo llevaba un buen rato vigilando a Michael, e irónicamente no detuvo a su tía cuando intentó acabar con el ser humano. En tanto, su tía por fin se serenó. Su familia la soltó minutos antes, pero no le quitan la vista de encima. Atentos por miedo a que ella intenté otro ataque mortal en contra del humano.
Michael duró casi ocho minutos así. De imprevisto sale del trance y expresa lo siguiente:
–Omg! Tengo que pellizcarme. No puedo creer lo que estoy viendo. ¡Un unicornio de verdad! Wow! –dijo muy sorprendido y acaricia al equino.
–¡Hey, muchacho, claro que soy de verdad! –respondió el unicornio con molestia– ¿Por qué te estás burlando?
–¡Y también habla! –desveló Michael.
–Creo saber, qué es lo que sucede aquí –dijo Ascar, frotándose su hocico con una pata. Indagando la situación.
–No sé qué fume, pero éste cordero negro también puede hablar. Increíble, estoy con dos animales parlanchines –Ahora acaricia a Ascar. Mientras lo acaricia se da cuenta de algo–. Un momento… los unicornios no existen, solamente en los cuentos; tampoco los animales hablan, mucho menos con nuestro lenguaje humano…
El quinceañero trago saliva en lo que el miedo se apoderaba de él. Asustado, mira a su alrededor para entender qué rayos sucede. Lleno de desconcierto titubeó un par de preguntas.
–¡¿Jonathan, que diantres está ocurriendo!? ¿Qué hacen estos animales aquí? ¿Y por cierto, en dónde nos encontramos?
Luego de oír su nombre, el brujampiro se apresura en llegar hacia él. No obstante, su primo brujo lo alcanzó primero. Cara a cara, Jacob lanzó un rayo de color índigo con su dedo índice hacia su rostro; el rayo dio justo en el blanco. Éste hechizo durmio a Michael y antes de que toque el suelo, Jacob lo sostiene impidiendo su caída. Ya en sus brazos, lo deposita con cuidado en el suelo. Jonathan se aproximó muy agitado, pronto le pregunta acerca de lo que sucedió con su amigo.
–No estoy muy seguro de esto, pero la saliva de Hoho le borró la memoria a tu amigo. Más bien, le borró nuestro gran y culposo secreto –explicó el brujo, un poco confundido.
Su tía distanciada de ellos, soltó un sonoro "Yes!" de júbilo con bastante emoción. Después, ella camina con los demás para juntarse con ambos.
Hohornse y Ascar se reúnen con Jacob y Jonathan antes que su tía y los demás familiares.
–Me da alegría saber que mi saliva hizo efecto en Michael. Sin embargo, cuándo despierte, tendremos que volverlo a someter al cuestionario de rigor, para verificar que realmente funcionó mi baba –Lo explica entre relinchos–. Es muy temprano para cantar victoria.
–¡Vaya Hoho, eso fue rudo! –convino Ascar con una sonrisa en su rostro.
El unicornio miraba con frialdad al ovino, desaprobó su comentario. Los unicornios son criaturas muy sensibles. La bruja, su esposo y Matthew se reunieron con el unicornio, el macho cabrío y los tres muchachos: aunque uno de ellos se encuentra dormido.
Datos.
Elenco de mi fic: Jonathan es Jay Baruchel, Jacob es Jake Gyllenhaal, humano Michael Cera es Michael Cera (es él mismo), Matthew el primo vampiro es Matthew Gray Gubler y Robyne and Serge son los nombres verdaderos de los padres de Jay Baruchel. También, el grupo de The Killers: Brandon Flowers, Dave Keuning, Mark Stoermer y Ronnie Vannucci Jr. es la policía del pueblo llamado "Nameless Town".
*En este cuento, Jake, Jay, Matthew y Michael: son vírgenes, castos y puros. xD
*Los únicos personajes originales de este fic (cuento) son Ascar, el macho cabrío y Hohornse, el unicornio.
DERECHOS RESERVADOS, YO MERA, BÁRBARA EDITH M. G. ¡SOY LA AUTORA! ;) PROHIBIDO LA COPIA PARCIAL O TOTAL DE ESTA HISTORIA, TAMBIÉN EL ROBO. QUEDA ROTUNDAMENTE PROHIBIDO PUBLICARLA EN ALGÚN SITIO QUE YO (BÁRBARA E. M. G.) NO AUTORICE. EL QUE SE ATREVA HACERLO SE LAS VERÁ CONMIGO. SÉ QUE MI HISTORIA ES PURO CLICHÉ Y LENTEJADAS, PERO ES MÍA, YO LA CREÉ. LO RECIÉN MENCIONADO TAMBIÉN SE APLICA A LAS 7 HISTORIAS QUE TENGO AQUÍ PUBLICADAS. PERDÓN POR LOS GRITOS, PERO ME PARTO EL LOMO HACIENDO ESTO, PARA QUE UN HIJITO/A DE SU MAL DORMIR SE APROVECHE DE ESTO. :/ Y LO PEOR ES QUE NO ME DAN EL JUSTO RECONOCIMIENTO CÓMO LA AUTORA Y CREADORA DE LA OBRA. :(
