Esta vez traigo una historia… agridulce, si así se le puede llamar. De antemano aviso que este capítulo no tiene un buen final, pero definitivamente estoy considerando hacer la continuación, pero mucho dependerá de cómo sea recibido este fic (Si os interesa o no). No tengo mucho que decir… hace poco perdí a una persona que dejó huella en mi vida, quizás influyó un poco en que algunas de mis emociones resurgieran del pasado y realmente necesitaba sacarme esta historia de la cabeza para poder continuar tranquilamente con mis otros fics.

Y bien… ya no os distraigo más…

Personajes Principales: Alfred F. Jones (América) y Arthur Kirkland (Inglaterra).

Disclaimer: Hetalia y todos los personajes que lo conforman no me pertenecen. El respectivo dueño es Himaruya Hidekaz.

La canción mencionada dentro del fic es propiedad de GEM – I Feel you Tonight

Versos mencionados propiedad de Calderón de la Barca en su obra "La Vida es Sueño"

Advertencias: Relaciones a larga distancia, Yaoi, Angst, Supuesta muerte de un personaje y algunas faltas ortográficas.

Dedicatoria: A mi querida amiga Diana. Espero que algún día puedas leerlo.


Dime cariño… ¿aun me recuerdas?

No… no está bien.

Con estas palabras me siento tan simple y superficial, cuando por fin encontré un lugar en donde puedo hablarte de nuevo… después de tantos años…

.

.

.

¿Recuerdas cuándo nos conocimos? Era en uno de esos foros, en donde por casualidad coincidimos en gustos ya que tu y yo somos completamente diferentes.

Tú en esos momentos tenías más tiempo libre, recuerdo que eras moderador de aquel foro, y no se me hace raro ahora… siempre tenías ese sentido de supervisar y hacer siempre lo correcto, además que tratabas los problemas con mucha diplomacia…

SirHero: ¡Ey dude! No importa que me haya tomado la libertad de haberte agregado a mi msn ¿verdad?

Taurus_Kirk: ¿Qué? Pero… ¿Cómo lo conseguiste?

SirHero: Well… estaba en tu perfil del foro… Anda, no me riñas…

Taurus_Kirk: Bien, qué más da…

SirHero: ¡Que alegría! ¡Ya tengo un nuevo amigui!

Taurus_Kirk: No es para tanto…

SirHero: Dime, ¿A qué horas te conectas? ¿De dónde eres? ¿Qué te gusta hacer? Eres signo tauro ¿verdad?

Taurus_Kirk: ¡Ack!… ¿A qué vienen todas estas preguntas? y no ignores lo que te escribí antes…

Y a partir de ahí, empezamos a conocernos y a compartir largas noches de lo que sería nuestra futura relación.

"Las almas más puras se esconden tras un inalterable semblante…"

Al final, el administrador argentino de ese foro nos había engañado a todos con esa doble cuenta que tenía, decidiendo al final abandonarlo todo sin dejar a nadie a cargo o con el acceso de administrar ese espacio… pero eso ya se trata de otra historia, después de todo eso no nos iba a detener para que siguiéramos invadiendo más foros y seguir nuestras charlas más personales por las redes...

.

.

.

Según había entendido, llegué a tu vida en un momento oportuno… No lo querías admitir pero mi alegría, entusiasmo y esa atención que tenía directamente a ti te hicieron más fuerte, dándote esa maravillosa habilidad de soñar en un futuro, inspiración para seguir escribiendo tus versos que llenaban por completo mi alma.

"Musa de mi inspiración…

Dale vida a mis palabras y mis ideas…

Que vienen directamente del corazón."

Me decías que toda mi palabrería era cursi, que la odiabas y que hasta sonaba falso. No me creías cuando te decía que te extrañaba y te apreciaba… Y no era para más esa reacción. Acababas de terminar una relación con tu pareja con quien sufriste y perdiste la confianza en toda persona que se te acercara. Además, me comentaste que tus vacaciones del trabajo eran forzadas debido a un ligero problema de salud que tenías, un despigmento en la piel por el cual te sometiste a una cirugía plástica para que no siguiera esparciéndose por tu cuerpo.

¡Cómo deseaba poder estar más cerca de ti! Pero un inmenso mar nos separaba… Tú, allá en Europa… mientras que yo estaba perdido en la ciudad americana que, por ironía si así se puede decir, trataba en vano de alcanzar tierras inglesas al verse separada de todo el continente figurada en una isla… O eso era lo que imaginaba de Manhattan.

- ¡Anda Arthur! Dame tu número de teléfono…

- ¿Para qué lo quieres? No soportaría que a demás de leerte todas las noches tenga que soportar tus molestas llamadas.

- Pues es por muchas razones… - Recuerdo que estaba nervioso y que no quería sonar precipitado y así ahuyentarte, a sabiendas de lo esquivo que eras.

- Aja…

- Pues… ya sabes. Pronto se vendrá tu operación…

- ¿Me lo tienes que recordar? Ya sabes lo nervioso que estoy acerca de eso. – Acompañando a tus palabras, siempre usabas esas expresiones escritas, para mostrarme que me "veías" de forma amenazadora y un tanto molesto.

- Si, si… lo siento. Pero, estarás en el hospital por tres días, y… ¡Yo no podré soportar todo ese tiempo sin saber de ti!

- Oh vamos Alfred, son sólo tres días… además, después de la operación me dejarán usar el ordenador y así te mandaría un mensaje.

- ¡No! ¡No debes! Tú tienes que descansar luego de la cirugía…

- Pero qué… Agh, ya decídete Alfred… ¿Qué es lo que quieres entonces?

- Es que… tengo muchos deseos de escuchar tu voz… - Tardaste en contestarme a partir de eso… Creí que había dicho algo malo… pero lo que siguió, conmovió a mi corazón.

- Idiota… si es sólo para eso porque no pones el estúpido micrófono de tu computador… Además a mí también me gustaría escucharte, claro… no es por curiosidad ni nada por el estilo. De seguro tienes ese acento americano que… no me agrada…

- Quizás tienes razón… ¡Pero no me cambies de tema! Yo lo que quiero es tu número móvil…

- Que persistente eres…

Insistí hasta el cansancio para obtener tu número celular, dándome un buen resultado. De inmediato, esa misma noche, me puse a probar los códigos de área para que no hubiera algún error en el número y entonces sucedió… La primera vez que escuché tu voz… Dios, era hermosa… tan callada y tímida al principio, cuando jurabas que era por ser de madrugada y no querías despertar a nadie, aumentando cada vez de intensidad mientras yo reía ampliamente, por nervios y alegría desbordante.

Durante esa semana, hubo cambios… Incluso los compañeros de mi escuela me preguntaban ¿qué pasaba conmigo? me veía diferente… y claro, les expliqué del amigo que había hecho del otro lado del océano. Estaba preocupado por tu operación, contando las horas de diferencia y ansiando poder salir a receso para llamarte.

-Aló… - Tu tono de voz era suave y muy delicado… logrando adivinar que acababas de salir de aquella cirugía.

-¡Arthur!...

"Todo había salido bien" me contaste, además de que estabas con tus padres en esos momentos. Ellos habían ido a verte y justo habían ido a dejarte tus pertenencias y el móvil. Me dijiste que unos días atrás les habías hablado de mí, y ellos se alegraban mucho porque tenías una amistad y gran confianza conmigo… algo, que al parecer era muy difícil para ti.

.

.

.

Pasaron aquellos días en los que estuviste en recuperación y nosotros aprovechábamos esas vacaciones para pasar más tiempo conectados, pasándonos por algunos foros y jugando también por nuestra propia cuenta. Tú tenías esa forma de relatar tan culta, refinada y de pocas palabras que eran en realidad las indicadas para cada instante… Por mi parte, tenía que hacer un esfuerzo sobrehumano para poder comprender muchos de los versos que me enviabas, con la ayuda de un diccionario ya que no quería desentonar con tu amplio léxico. Tu personaje era frio y metódico, mientras que el mío era muy parecido a mí, alegre, extrovertido, travieso y según tu, demasiado molesto… pero esas mismas cualidades eran lo que hacía que nuestros roles fueran lo más entretenidos y divertidos para ambos.

Automáticamente se estableció una hora y días en los que nos reuníamos y por medio de la tecnología lográbamos comunicarnos, excusándonos cuando en verdad no podríamos vernos y en otras ocasiones lograba milagros para ser puntual y complacerte con una de mis peores cualidades. Para ese entonces, pensaba en lo mucho que habíamos avanzado, cuando antes sólo me mandabas correos un tanto desabridos y muy reservados. Pero ahora sabía todo de ti…

Sobre tu familia, tus comprensivos padres, tu trabajo como elemento de rescate en un hospital de Londres, donde te animaste a seguir los pasos de tus padres y hermanos que se inclinaban por el trabajo social y la milicia, lo segundo que era el caso de tus hermanos. Ese detalle era lo que más me atraía de ti, que tenias la oportunidad de salvar vidas y convertirte en el héroe de alguien que lo necesitase...

Tu obsesión con los gatos, cómo olvidarlo… No podía creer que entre tú y tus hermanos tenían que cuidar y alimentar a diecinueve gatos… Gosh, y yo apenas si podía mantener a un solo glotón… Hahahaha!

Por supuesto que yo también te abrí las puertas de mi vida para darte a conocer todo lo que acontecía conmigo, mis estudios en high school y los momentos que compartía con mi ser más allegado en ese momento que era mi hermano... Éramos unos adolecentes en esa época… ninguno de los dos tenía claro lo que queríamos, lo que era la realidad y mientras más pasábamos el tiempo juntos, dejábamos que nuestra imaginación volara cada vez más y más alto, soñando en que algún día nos conoceríamos… haciendo planes de lo que haríamos a donde me llevarías y viceversa…

"Vivir cada segundo sin miedo y de la manera que yo quiero."

Pasó una semana más, y tuviste que volver a trabajar pero sin que esto afectara el tiempo que compartíamos. Me sentía tan especial cuando, durante el trabajo, tomabas un receso para poder contestar mis correos que a pesar de la diferencia de horarios siempre estuve atento a tus respuestas, día y noche…

Fue entonces, que comencé a darme cuenta que había algo más especial entre nosotros… que no podía dejar de pensar en ti y de cómo tus palabras, acciones y expresiones me encadenaban a ti… Ya no lo podía negar… Estaba enamorado de ti.

Me propuse entonces, empezar a ganarme tu corazón. Empezando con algunos versos que me costaban tanto para que rimaran… eran un dolor de… bueno, ya sabes. Me sentía poco para tu exigente gusto por la literatura y filosofía… pero si los acompañaba con algunas palabras cariñosas y profundas, provenientes de mi más sincero corazón, lograba ablandar y darle calidez al tuyo, esperando sacar más de alguna sonrisa en aquellos delgados labios, que estaba seguro de que así era, aun que me escribieras criticas un poco duras y me pedías que ya no te molestara con esos versos.

A parte de las composiciones, nos juntábamos para nuestras charlas sin sentido, queriendo desahogar varios temas que teníamos en mente o del diario vivir para luego retomar nuestra conversación en los juegos de rpg… que mientras más profunda se hacía la noche estos cobraban más interés y calor a mi criterio. No podía creer lo que a veces empezábamos a redactar con nuestros personajes… mis mejillas se tornaban rojizas al leer las acciones de tu caracterización y comenzaba a enmarañar ideas… pensando que era a ti a quien te hacia todas esas barbaridades.

Hasta que llego el día en que me confesaste que estabas enamorado de alguien… recuerdo que ya era muy tarde en América… imagínate, ya estaba amaneciendo allá contigo y aun así no me abandonabas, me asegurabas que todo estaba bien, que era fin de semana y que podrías dormir medio día. Yo estaba confuso, creí que alguien más que estaba a tu lado había robado tu corazón y te había alejado de mí.

Pero todo cambio cuando me dedicaste una canción…

"Cause I feel you tonight"

Estabas tan raro, ausente y sospechoso… Respondías a mis preguntas con más preguntas… confundiéndome más…

"Baby you don't know what I feel for you

Maybe because I didn't know until tonight

In my heart I feel I need you so…"

Parte de la canción la comprendí a la perfección, pero cuando te preguntaba tu negabas o no me asegurabas bien tu respuesta, obligándome a insistirte hartamente… Hasta que después de una hora, más o menos, concluiste en que sí… estabas enamorado de mí como yo de ti, aun sin podérmelo creer.

"Baby you don't know what I feel inside

Sure you didn't know it would be tonight

I give you all my loving and you know for sure…"

Y quizás… es hasta hoy en la actualidad que entiendo en totalidad la letra de esta canción… Esa línea que se repetía a cada término de la estrofa… que taladraba mi cabeza, indicándome que algo… no estaba bien.

"Please forgive me if I never show you my love"

.

.

.

"-¿Qué es la vida? Un frenesí.

Una ilusión, una sombra, una ficción;

el mayor bien es pequeño;

que toda la vida es sueño,

y los sueños, sueños son…"

Lo que vino después paso tan rápido… entramos a formar parte de más foros en la internet, juntos, haciéndonos de más amistades de todas partes del mundo. Me da aun tanta pena escribirlo y contarlo… pero hasta tuvimos una boda virtual, con todo e invitados... y aun que estaba tan entusiasmado con la idea, yo moría de nervios por dentro… Dios, no puedo imaginar lo que sentías cuando tú eras el más tímido de los dos. Luego de aquel evento lleno de sentimientos y alegría, formamos una pequeña familia virtual con los más allegados de nuestras amistades y mi hermano, que ya para ese entonces te había presentado.

Ahora nuestras charlas iban del momento en el que nos reuniríamos… "¿Cómo sería ese momento…?" Cuántas veces no lo imaginábamos… y relatábamos lo que pasaría cuando fuera a encontrarte al aeropuerto…

- Y justo cuando te vea venir salir por las puertas de cristal, alzaría mis manos al aire…

- ¿Con todo y ramo de rosas tudor?

- Por supuesto mi amor… Pero no interrumpas al Hero… que falta lo mejor.

- Hahahaha… Claro, pero debiste especificar que eres mi Hero.

- Oh, pero no hay nadie más por aquí a quien deba aclararle ese detalle… ya que tú lo sabes de antemano.

- Bueno, bueno… mejor sigue que estas empezando a ponerte muy meloso…

- Claro, claro… es porque quieres llegar a la parte en donde te tomo de la cintura con mi brazo derecho, mientras con mi mano izquierda entrego tus rosas y de paso aprovecho a acariciar una de tus mejillas… murmurando un "Bienvenido a América, mi sexy cejón" para luego fundirnos en un cálido y tierno beso.

- Perfecto mi inocente corderito… pero prefiero que omitamos la parte de "tierno" ya que por mi parte te comería la boca en un ósculo profundo y fogoso hasta quitarte el aire.

- Oh vamos Arthur… no arruines el primer y dulce encuentro. Lo que me dices está reservado para lo que se viene a continuación en nuestra primera noche juntos… ¿O en verdad es tanto lo que me deseas que me tomarías ahí mismo en el aeropuerto?

- Shut up… N… no trates de adivinar lo que pienso… porque, definitivamente no es eso. No, claro que no.

- ¡Hahahaha!

Era divertido y hasta cierto punto tierno poder ver tus reacciones, a veces contradictorias pero que tenían sobre mí el mismo efecto de sentirme enamorado de ti por una y mil eternidades más.

.

.

.

Hasta ese punto, todo había estado de maravilla… Pero lamentablemente llegaron los celos, provenientes de una tercera persona que compartía contigo muchas más cosas y que según mi juicio, comenzaste a pasar más tiempo con ella mientras que yo debía concentrarme más en mis estudios y esto reducía mi tiempo acostumbrado a ti, mi Arthur… destruyendo así parte de la confianza que nos teníamos…

- ¡Ey! Arthur… te esperé por mucho tiempo…

- ¿A si…? lo siento, Gildo me comentó que te habló y que le habías dicho que vendrías tarde.

- ¿Qué? Pero si fue todo lo contrario, que sólo iría a comprar mi almuerzo y vendría por ti.

- Bueno, pero ya estoy aquí. ¿Qué era lo que querías decirme?

- Arthur… tú ya estabas aquí desde antes… - Dejaba un pequeño lapso de pausa, pero no recibía respuesta alguna de parte de él, a modo de incitación a que continuara con mi pregunta. - ¿Por qué hay publicaciones tuyas junto con las de Gildo desde hace más de una hora?

- Pues, porque tú no estabas y fue una forma de pasar el tiempo. Además eso fue hace más de una hora.

- Pero yo ya estaba aquí a esa hora… de seguro no querías que te molestara por que la estabas pasando mejor con él.

- Agh. Ya me harte Alfred. Piensa lo que quieras que yo no estoy para esas niñerías…

Después de aquello, en esa tarde ninguno de los dos se presentó a nuestra charla habitual de siempre, dejando pasar ese día y una semana más en donde nadie pedía disculpas o aclaraba el malentendido. Resignándome a que simplemente pasara el momento, además de soportar durante esa semana tu comportamiento huraño y ausente contra mí. Sin duda alguna esto me afectaba… quería que me atendieras un poco más, que volvieras a usar palabras semi-cariñosas conmigo… que charláramos y bromeáramos como siempre lo hacíamos.

Y tal como vino aquél incomodo momento se esfumó de nuestras memorias dando paso de nuevo a nuestras largas desveladas. Pero lo que no sabíamos era que a causa de ello nuestra relación se tambalearía y nos llevaría a seguir caminos distintos, forzados por fuerzas exteriores que superaban mis posibilidades.

Esa madrugada… cuando estábamos ambos al micrófono, yo, coqueteándote libremente a la vez que te obligaba a que me dijeras palabras de amor el demonio pelirrojo de tu hermano nos descubrió… nos escuchó e interrumpió nuestro dulce encuentro con palabras hostiles… crueles… que en verdad no valen la pena recordar.

Oh, pequeño detalle el que se nos había escapado de mi querido cuñado… Estaba en contra del amor a larga distancia y la homosexualidad.

Fue terrible… me quede tan impactado que no sabía si había escuchado bien lo que dijo… me asusté… temí por ti ya que tardaste en volver para contestarme… y al final sólo te despediste de mí y cerraste tu sesión. Tenía ese presentimiento de que él te había hecho algo, que te había lastimado y yo me maldecía por no haber estado ahí para protegerte, mi amor.

Al día siguiente no quisiste hablarme de lo acontecido, simplemente volviste a pedirme disculpas y actuamos normal, como si nada hubiera pasado… Pero lo que no sabía era que tu sentencia ya estaba dictaminada y que pronto te perdería en un día que nunca podría olvidar… Julio cuatro.

Toda la algarabía en las calles y los adornos en azul, blanco y rojo anunciaban que al fin llegaban las fiestas patrias en mi país. Estaba demasiado entusiasmado ya que ese mismo día también celebraba mi cumpleaños, mientras que por tu lado, me comentaste que ibas a ir el fin de semana de viaje y que desde el viernes te ausentarías de las redes, pero qué harías todo lo posible por dejarme un mensaje para mi cumpleaños el día domingo.

Y así fue… Aun recuerdo, ese mensaje que me dejaste. Fue justamente para el día domingo, en donde plasmabas con palabras dulces y sinceras todo tu sentir y querer… junto con una promesa de amor y que me darías un regalo especial que me encantaría…

Cómo un niño pequeño, me hice de ilusiones a la espera de ti y ese regalo del que tanto te habías enorgullecido…

Esperé…

Y esperé un poco más…

Pero al final nada sucedió… y sin saberlo… había recibido lo que sería tu último mensaje al día de hoy.

"¿Qué es vida?

…Es sueño y despertar, es placer y dolor…

Es todo y a la vez nada…

Es buscar tu destino y que el destino te huya…"

.

.

.

Después de ese día… llore mares enteros por las noches, cuando extrañaba tanto tu presencia, tu voz, tus palabras. Me culpaba por haber sido un idiota y celoso… por haber faltado a tu confianza y que no me diera, yo mismo, la oportunidad de explicarte muchas de las cosas de las que ahora estaba arrepentido.

No recuerdo cuando tiempo pasé en aquel estado, tantos sentimientos, buenos y malos, recorrieron mi cuerpo hasta que un día reaccione y me propuse que no me rendiría y que debía buscarte…

Tenía varias ideas claras de lo que había pasado contigo, en especial una por los planes que me habías dicho que tenias… Supuse que era la más acertada ya que al entrar a la armada te aislarían por completo del exterior y de seguro cumplirías con los caprichos de tus hermanos que tanto te molestaban y así, sólo así, lograrían separarnos.

Busqué en páginas, con otras amistades que también eran de Inglaterra… Probé llamarte miles de veces a tu móvil pero tus hermanos eran astutos y ya habían deshabilitado tu número.

Estaba desesperado.

Yo tan lejos y nunca se me había ocurrido preguntar por la dirección de tu casa. De haber sido así, me hubiera ido volado directo Londres, me hubiera enfrentado a tus padres, a tus hermanos, a quien fueran que se me cruzara en frente, hasta a la mismísima reina si era necesario… sólo para saber, por lo menos, que estabas bien.

Los años pasaron y nunca deje de buscarte…

Nuestros foros, todo lo que conocíamos y nos encantaba iban muriendo.

Nuevas amistades iban y venían… pero siempre te tenía en mi corazón.

El trabajo y la nueva vida universitaria me absorbían por completo pero nunca dejaba de pensar en ti.

Al final… En una de estas nuevas redes sociales… encontré una pista… hallé a tu hermano mayor.

No era a quien en realidad esperaba y buscaba… y mucho menos hubiera deseado toparme con él, pero sí que me encantó observar por medio de sus fotos que estabas bien, que aun estabas con vida… Porque mi amor… mi corazón, pensé de todo lo que ha pasado aun sigue palpitando por ti.

Obviamente, no le hablé a tu hermano porque me mandaría directo a la mierda y todos mis esfuerzos se vendrían abajo si él se enteraba que aun estaba buscándote. Además sospechaba que él había sido el principal causante de tú desaparición.

Seguí buscándote... y encontré a tu otro hermano, a tu madre y a uno de tus primos si no estoy mal… pero nunca a ti… no había nada de ti.

- Ah… Arthur… mi amor - Suspiraba apenas, dejando que las palabras se las llevara el viento que iba en dirección al mar que estaba frente a mí, con la pequeña esperanza de que aquellas palabras atravesaran el océano y llegaran a ti.

Otro año más pasó… y logré encontrar un pequeño espacio de ocio para volver a una de mis redes favoritas para probar de nuevo y buscarte…

Y así fue… ¡Lo logré! Te encontré…

Aun estando en mi oficina, daba un grito y brinco de la alegría, llamando la atención de todos, pero eso en realidad no me importaba, además que muchos de ellos estaban acostumbrados a esas reacciones en mí.

Sin esperar más, me desbocaba en escribirte un mensaje a la bandeja de privados, dejándote aquellas míseras palabras, que de seguro al leerlas provocarían en ti una reacción equivocada.

"Dime cariño… ¿aun me recuerdas?"

Fue un mal comienzo… lo sé. Pero al final logré escribir todos estos recuerdos y sentimientos que vinieron a mí y que quizás así, pueda obtener tu perdón…

Días pasaron, semanas e incluso meses y tú no respondías. Fue entonces que me puse a revisar mejor tu perfil y noté que no había actividad reciente desde que te había escrito. – Gosh… no puede ser que se haya desaparecido de nuevo. – Palmeaba mi frente un poco cabizbajo, mientras volvía de nuevo a mis actividades y no me quedaba más que resignarme y seguir esperando por aquella respuesta.

"Visto hoy, 15:30"

Ya era tarde… corría a más no poder por las calles para poder llegar a la Universidad. El tráfico nunca había estado peor que en otros días, y más por la lluvia. Era día de exámenes y todos los alumnos se encontraban estresados por todas estas razones…

De pronto, su celular emitió un sonido muy familiar por medio de sus audífonos, anunciándole que había recibido un mensaje privado.

Portaba una sombrilla en una de sus manos, mientras con la otra sacaba su celular de su bolsillo y al leer el nombre de la persona que le enviaba ese texto su ser y su corazón se detenían por completo.

"!Alfred! ¿En verdad eres tú? Dios, como has cambiado…"

Sus ojos se abrían ampliamente, aun no podía asimilar lo que estaba leyendo… De sus cristalinos ojos azules comenzaban a acumularse lágrimas de felicidad mientras sus labios temblaban y no podía emitir expresión alguna. Tan sumido en aquellas palabras y pensamientos estaba todo su ser, que apenas si se percató del chirrido de las llantas que resbalan por el asfalto…

Pasando después todo tan rápido, justo delante de sus ojos… hasta encontrarse tirado bocarriba sobre el suelo, con la vista directa al cielo nublado de ese día, donde gotas frías caían como agujas sobre su nívea piel que poco a poco perdía color. Sus cosas daban un aspecto más caótico a aquella calle, encontrándose desparramadas a varios metros de distancia mientras que gritos de pánico y horror acompañaban la escena.

- Ar… thur… - Susurraba apenas con un gran dolor en su pecho, mientras trataba de alcanzar aquel aparato en donde había recibido las palabras que tanto había anhelado en esos últimos años… Pero no le sería posible completar esa tarea ya que sus fuerzas le abandonaron por completo, cayendo su brazo sin consuelo al pavimento, cerrando a su vez sus ojos con gran pesadez y tranquilidad.

"Quizás… sólo así lograré saber que pasó contigo durante todos estos años. Sólo así averiguare la verdad. De ahora en adelante no me apartaré de tu lado, porque es ahí a donde quiero llegar."

.

.

.

"La muerte… para algunos llega demasiado pronto y que para otros es bien deseada…

La muerte son cadenas y libertad como la misma vida…

Será una cosa u otra dependiendo de cómo vivas la vida."


Pues… ¿Qué les pareció? Quizás, me hizo falta un poco más de detalles, pero es realmente difícil redactar algo así porque duele T_T. En esta semana me recuperaré para continuar Tango del Corazón, ya no les puedo fallar con seguir atrasando el capítulo que tanto hemos esperado :)

Se me olvidó mencionarles que varios versos de aquí son también de la persona a quien va dedicado este fic. Y nada más… creo. Gracias a todas y todos aquellos que vayan a leer este fic, si tienen oportunidad y el deseo de dejar un review, lo pueden hacer… (Quizás me animen un poco también.)

PD: (Obvio, lo alargaré porque no puedo dejar que mis consentidos sufran más luego de todo lo que han pasado…. ¡Lo juro!)

Saludos y feliz fin de semana.