Disclaimer: Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer, el resto es de mi total invención.

"¡Lo vas a pagar, Aro! Un día va a llegar aquel que te pondrá en tu lugar. Un pequeño bebé, que nacerá del amor más puro y noble. Será parte de nuestro mundo desde el primer aliento, y mis poderes resurgirán en él, haciéndote pagar la traición a tu propia sangre."


Profecía

Enero de 2010

Habían transcurrido ya cinco años desde el nacimiento de Renesmee, y su familia había tomado rumbos diferentes, todos se habían separado en parejas, quedandose Renesmee con sus padres en Alaska, Alice y Jasper se habían mudado a Rotterdam, Rosalie y Emmett estaban de tour por el mundo, aunque a menudo visitaban a cada pareja, en especial a Edward y Bella.

Él y Esme habían decidido vivir en Edimburgo durante algún tiempo. De modo que habían llegado al país escocés algunos meses atrás, él había conseguido empleo en el Liberton Hospital y Esme encontró un puesto de medio tiempo en una empresa de decoración de interiores y paisajismo.

Aquel día había estado trabajando en el hospital durante día y medio sin descansar, y aunque su cuerpo no lo necesitara, debía aparentar estar cansado tras una larga jornada laboral.

En ese momento solo quería llegar a su casa, donde Esme lo esperaba.

Acababa de entrar a Braid Hills Dr* cuando el olor a sangre llegó a sus fosas nasales. Y definitivamente era sangre humana. Comenzó a disminuir la velocidad y conforme más avanzaba, el olor se hacía más fuerte. Estacionó su auto a un lado del camino que estaba rodeado de árboles, y aladentrarse el olor de la sangre se intensifico, definitivamente debía apurarse, o la persona podría desangrarse totalmente.

Cuando estaba a pocos metros de distancia, distinguió un olor particular, se le hacía conocido, pero era imposible… ella nunca había aparecido, no quería pensarlo, pero posiblemente estaba muerta.

Alejó esos pensamientos de su mente y corrió a paso humano los metros que le faltaban, al llegar a la fuente del olor se encontró con una adolescente, no más de cartorece años tendría, sus cabellos estaban sucios pero se percibía un color dorado, y la ropa que llevaba le iba unas tallas más grandes, no se había percatado de su presencia pues presionaba la herida en su vientre, tratando de contener la sangre que emanaba de ella. Carlisle se arrodillo a su lado, llamando su atención, la chica levantó la mirada, asustada, y los recuerdos asotaron la mente del vampiro, una pequeña bebé con los mismos ojos llegó a su mente. Uno verde y uno azu, tan dulces que lo habían cautivado desde el primer momento en que los observó, pero estos lo observaban recelosos y asustados

—No temas, quiero ayudarte, pero necesito saber que ocurrió— le habló el vampiro.

La chica estaba aturdida por el dolor, y no respondió

—Déjame llevarte al hospital, estás perdiendo mucha sangre, soy el doctor Carlisle Cullen, trabajo en el hospital Liberton…

—Hospital no…— murmuró la chica —ella va a encontrarme.

—No dejaré que te hagan daño, déjame ayudarte— prometió Carlisle.

La chica asintió y Carlisle la tomó en brazos, sorprendiéndose nuevamente con lo poco que pesaba, era muy liviana para una niña de la edad que calculaba.

Pensó en llevarla al hospital donde trabajaba pero demoraría mucho en llegar ahí, de modo que decidió llevarla a su casa, tenía algo de instrumental médico que le serviría para atenderla.

—Voy a llevarte a mi casa, llevarte al hospital demorará más tiempo, y necesitas atención urgente— le informó para que no se asustara.

Carlisle la llevó hasta su auto y la dejó en el asiento de atrás, llevaba una pequeña frazada dentro, con la que "dormía" cuando tenía turnos nocturnos, cubrió a la chica con ella, le indica que continúe haciendo presión en su herida.

— ¿Cómo te llamas? — le pregunta Carlisle una vez que van en camino.

—Blaire… solo Blaire

—Bueno Blaire, necesito que sigas despierta, llegaremos pronto ¿De acuerdo? — La chica asiente aunque sabe que él no puede verla. — ¿Quieres decirme que ocurrió?

La chica comienza a sollozar, Carlisle no sabe lo que ocurrió, pero el llanto en la parte trasera de su auto lo desgarra por dentro, como cuando ella lloraba, aunque fuera porque tenía hambre o un cólico molestaba su sueño.

No demora mucho en llegar a su casa, era pasada la media noche y prácticamente nadie conducía por ese lugar a esa hora. Pronto llegó a su casa y rápidamente bajó a abrir la reja y metió el coche, aparcó en su lugar de siempre y sacó a la chica del asiento trasero.

— ¡Esme! —llamó a su esposa

La vampira bajó inmediatamente ante el olor a sangre que percibió desde que su marido había llegado y que se intensifico al escucharlo entrar a la casa.

— ¿Qué ocurre? — preguntó alarmada.

—La encontré entre los arboles de camino acá, está perdiendo mucha sangre, necesito que me ayudes.

Esme estaba en shock, la chica que llevaba su esposo era la versión más grande de ella.

—Cariño, por favor

Rápidamente apartó de su mente aquellos recuerdos y subió las escaleras con Carlisle detrás de ella, abrió la puerta de una de las habitaciones y quitó la ropa de cama, dejando solamente una sábana y una cobija gruesa.

Carlisle deposito a la chica en la cama y la ayudó a levantarse el sweater delgado que llevaba.

—Blaire, ¿Sabes qué tipo de sangre tienes?— le preguntó

—AB- — respondió en un murmullo cansado.

—No te duermas Blaire — le ordenó Carlisle — Esme, necesito la bolsa de sangre O- de mi despacho, y que traigas el estuche con mis cosas del mismo lugar.

La vampira obedeció inmediatamente, no le preocupó utilizar su velocidad normal, la chica, Blaire, se encontraba casi inconsciente. Llevó a su esposo lo que le había pedido y bajó a calentar un poco de agua y por paños limpios, también buscó entre algunas prendas de ropa algo que pudiera quedarle a Blaire.

Cuando subió a la habitación, Carlisle estaba terminando de coser la herida de Blaire y la bolsa de sangre ahora estaba vacía, era un corte un poco profundo, pero no mortal o que necesitara una operación mayor.

Pero la chica tenía un poco elevada la temperatura, por lo que dejó a un lado el agua tibia y corrió al baño por agua fría y comenzó a pasarle paños húmedos por su piel.

Carlisle le aplicó un sedante y un antibiótico con el que pudo descansar y su dolor y la temperatura disminuyó.

—Blaire, mi esposa, Esme, va a limpiarte un poco y cambiarte de ropa, ¿esta bien?— le preguntó el vampiro.

Blaire asintió casi dormida y se dejó hacer, no sabía el porqué, pero el doctor la hacía sentir segura, lo mismo pasaba con la mujer que dijo era su esposa. Y sin esperar a estar cambiada, cayó dormida.

Cuando Carlisle salió con su instrumental de la habitación, Esme cuidadosamente quitó la ropa de Blaire, solamente la dejó con ropa interior y comenzó a pasar un paño húmedo y tibio por su piel. Cuando comenzó a pasar el paño por sus piernas, se quedó estática por un segundo, Blaire tenía ese lunar, el lunar que solo había visto en dos personas anteriormente.

Fue cuando analizó a Blaire con más detalle, era cierto que cuando Carlisle apareció con ella su olor era como aquel que tanto anhelaba, aquel que su mente se negaba a olvidar. Pero al tenerla ahí, dormida, fue cuando su mente pudo asociarla a ella cabello rubio, con algunos destellos caramelo, piel pálida, y ese lunar. No había prestado atención a sus ojos, pero podía jurar que uno era azul y el otro verde.

Algo dentro de Esme le decía que Blaire pertenecía ahí, que le pertenecía a ellos.

Emocionada procedió a vestirla, no podía dejar de verla, su instinto le decía que no se equivocaba, una vez estuvo vestida llamó a su esposo. Le pidió que la levantara mientras cambiaba la ropa de cama, el vampiro así lo hizo y una vez la dejaron acomodada en la cama y bien cubierta, ambos salieron del cuarto.

—Carlisle— llamó su atención Esme —es ella— le dijo emocionada.

—No podemos hacernos ilusiones cariño, sé que sus ojos son iguales, pero hay muchas personas con heterocromía, no podemos dejarnos llevar por eso.

Las palabras del vampiro solo confirmaron lo que presentía.

—Pero si en las marcas de nacimiento, Blaire tiene tu lunar Carlisle, lo vi.


*Es una avenida.

Hola! Como ya lo mencioné en el grupo de Fb, he venido a terminar los fics que tengo inconclusos, por ahora comenzaré con este, pero como se habrán dado cuenta, la trama es diferente, además de que la anterior era para un concurso en el que ya no participé, ahora mismo pienso que no era la línea que quería que siguiera la historia. De modo que va a cambiar.

Espero que no las decepcione el cambio y que sigan apoyándome con la historia. Esto solo es el Prólogo, y espero poder actualizar cada semana, antes si me da el tiempo.

Les recuerdo que hay un grupo de Fb donde pueden pasar y donde subiré adelantos de la historia y de las demás que tengo pendientes.

Bella.