Disclaimer: la gran mayoría de personajes aquí empleados son obra de J.K. Rowling ^_^
Descubriendo
Se sentía realmente cansado. Se coló en el primer compartimento vacío que vio y se colocó lo más cómodamente posible con la idea de echar un sueño en lo que durara en trayecto hacia Hogwarts. Los meses de verano lo habían dejado más cansado de lo que creía. Lo notó en cuanto se sentó en su asiento, como si al dejar atrás lo vivido durante el verano el cansancio despertara de golpe en él. Supuso que no había dormido lo suficiente y ahora le venían las consecuencias. Pero no era nada que no se arreglara echando un buen sueño, pensó. Ahora que no tenía nada de lo que ocuparse, nada de lo que preocuparse... ¿Nada de lo que preocuparse? Se preguntó cómo estaría ella. Cuando se habían despedido se la veía tan frágil, sin energías. Pero allí la cuidarían bien y, con suerte, lograrían que mejorara y recuperara pronto las fuerzas. La echaría de menos esos meses. Este pensamiento lo sobresaltó. Nunca antes la había echado en falta del modo en que lo sentía ahora. Pero la verdad era que últimamente había cosas que habían cambiado, confundiéndolo. Su modo de ver las cosas, el mundo como lo había conocido hasta entonces, todo parecía trastocado y aún seguía confuso. Todo empezó a raíz del encarcelamiento de su padre y de la enfermedad de su madre. Esa enfermedad... Poco a poco te iba robando la vitalidad, y ningún método mágico la curaba, como un brebaje lo hace con el resfriado. Era como si absorbiera cualquier magia que se usase. Sólo se podía confiar en cuidados no mágicos. Era muy incierta, se sabía poco sobre ella, puesto que tampoco era frecuente, y nunca se sabía qué podía acarrear. Pero Draco confiaba en la fuerza de su madre y en que saldría adelante a pesar de las dificultades.
Se despertó bruscamente y con un leve dolor de cabeza. ¿Ya habían llegado? Le parecía que sólo hacía un minuto desde que cerrara los ojos. Afuera en los pasillos del tren reinaba el alboroto, con alumnos recogiendo el equipaje y saliendo al exterior. Al girar el rostro se encontró con unos ojos verdes que lo miraban con curiosidad. Su dueña era una muchachita con gafas del mismo color de sus ojos y cabellos castaño claro en una media melena. Se sorprendió, pues pensaba que estaba solo. Ella se sonrojó un poco y apartó la mirada.
-Perdona... Me sorprendió que pudieras dormir tan profundamente durante todo el viaje con todo el jaleo del tren... Por eso... me preguntaba si... debía despertarte... ahora que hemos llegado... Encantada, yo soy Amy. Primer año.
-Mm...
-Esto... ¿Puedo ir contigo? Soy nueva y no sé muy bien qué hacer...
-Sólo sal. Afuera llamarán a los de primero.
-Mm. Vale. Gracias. Ya nos veremos.
Y así la muchacha cogió las maletas y se apresuró en desaparecer.
'El silencio personificado. Pensaba que estaba completamente solo en el vagón... Así que durmiendo profundamente, ¿eh? Pues yo tengo la impresión de no haber dormido nada. Bueno, esta noche ya recuperaré horas de sueño.'
Draco cogió sus cosas y bajó del tren. Enseguida localizó a los de su casa. La verdad es que el número había disminuido bastante; muchos padres habían sacado a sus hijos de la escuela después de que el curso pasado el bando del señor Tenebroso comenzara a agruparse y a reorganizarse y de que algunos mortífagos fueran apresados. Grabble y Goyle, entre otros. De hecho muchos se sorprenderían de que él mismo continuara en la escuela después de lo de su padre. Pero su madre había querido que continuara en la escuela y Dumbledore siempre anteponía la inocencia hasta que se demuestre lo contrario y no quiso expulsar a nadie, tan confiado en la naturaleza humana y en sus estudiantes como siempre. 'Ingenuo' pensó el rubio. 'Siempre hay que estar alerta, la naturaleza humana es altamente traicionera'. Era eso lo que le había sido enseñado durante años. Divisó a Pansy parloteando junto a algunas compañeras. Prefirió mantenerse al margen de los demás, no tenía ganas de charlas frívolas y tampoco tenía una relación tan estrecha con ninguno de sus compañeros como para alegrarse del reencuentro. Sólo quería llegar a su alcoba y acostarse. Aunque primero quedaba la cena en el Gran Comedor. Por suerte había dejado de ser prefecto y así no tendría que ocuparse de la organización de los estudiantes de cursos inferiores ni de los otros menesteres que eso conllevaba.
Llegaron entonces unas carrozas, llevadas cada una por dos pegasos de resplandeciente color blanco, que les llevarían a la escuela. Draco distinguió al profesor Snape delante del grupo de Slytherins. Movía la cabeza como buscando algo o a alguien y, en cuanto vio a Draco, se le quedó un rato mirando con una expresión extraña. ¿Entre preocupación y alivio? No, no podía ser. Al momento volvió a girar el rostro y indicó a los primero alumnos que fueran entrando en las carrozas. A la quinta carroza le toco el turno, junto a unos de 4º.
-Hola, profesor . -Lo saludó Draco, seria y formalmente.
-Hola, señor Malfoy. Bienvenido al nuevo curso. -Pareció que iba a añadir algo más, se le quedó mirando un momento, pero por lo visto cambió de idea, así que Draco se subió a la carroza que les llevaría al castillo.
Fin del primer capítulo.
N/A: Bueno, a ver qué os parece el principio. Personalmente creo que tiene poca fuerza, pero que va mejorando a medida que avanza. ;)
