NOTAS DE AUTOR

¡Muy buenas a todos!

Bueno, este es mi primer fanfic y os quería adelantar que ya llevo tiempo subiéndolo a otra página web (Fanfic ES) bajo este mismo seudónimo.

Los personajes principales son la pareja de Sasuke y Sakura, pero también se hablará de otras conocidas de la serie: NaturoXHinata, NejiXTenten, SaiXIno, etc. Incluso aparecerán triángulos amorosos.

La mayoría de los personajes utilizados en este Fanfic pertenecen a la serie de Naruto, pero algunos son creaciones mías. Yo soy la ÚNICA AUTORA de este fanfiction.

Contiene lemon.

Esta obra está registrada en: © Safe Creative by PinkPantherK22.

Sin más, estaré encantada de leer y responder vuestros comentarios.

¡A DISFRUTAR!


PRÓLOGO

No era suerte.

Nunca lo había sido.

La suerte no existía, por mucho que la gente se empeñara en que lo creyeras.

O al menos era eso lo que la tía Tsunade me repetía a menudo.

Todo dependía del camino que habías elegido.

Pero era fácil pensar así. No estás teniendo en cuenta lo mucho que cuesta cargar con las consecuencias de dicho camino, y tampoco te planteas la idea de que algo pueda fallar. Y quizás por eso, ante el primer obstáculo con el que nos topamos, decidimos abandonar…

¿Y qué pasa si es la propia vida la que te obliga a no abandonar el camino?

A los trece años, cuando contemplé con detenimiento aquel pequeño armario de madera lleno de candelabros y quema-inciensos, esa fue la pregunta que relampagueó en mi mente. La pregunta que surgió cuando, finalmente, asimilé que ya no vería nunca más al risueño hombre de la fotografía que se levantaba en el centro del altar. Supongo que hasta aquel momento había observado lo que me rodeaba como un pedacito de nada; un mundo ilusorio que miraba sin mirar a través de la pantalla de mis ojos, y que mi cerebro se negaba a aceptar como real.

Papá ya no estaría.

Ya solo me quedaban mamá y Hana.

Y ellas solo me tenían a mí.

Las deudas acumuladas durante los últimos años por las pérdidas que había causado la continua hospitalización y la ausencia de mi padre en su empresa, ahora habían recaído sobre nosotras. Pero ni el dinero ni la inminente situación de pobreza que nos amenazaba podía resultar tan desolador como el dolor que sentíamos nosotras.

No hay pérdida comparable a la de un ser querido, sobre todo, si ese ser querido es uno de tus progenitores.

Sin embargo, limitarme a comportarme como la más desamparada y desesperada de todas no servía absolutamente de nada. Y menos aún cuando formas parte de la vida de Hana. Si me desentendía de ella en medio de toda aquella tormenta, no solo estaría incitando a su naufragio, sino que también al mío, ante la posibilidad de fracasar como su hermana mayor. Y lo mismo sucedía con mamá.

La tía Tsunade decía que todo dependía de tu camino, pero creo que en mi caso la vida había orientado bastante el mío.

O al menos eso pensaba yo.

Dejar atrás mi actitud de niña mimada, cargadita de regalos encendidos de capricho y arrebato. Dejar atrás las rabietas y las exigencias constantes por las trivialidades que flotaban en mi gran burbuja. Dejar atrás la ceguera del odio absurdo hacia todo el que no cumpliera con mis deseos. Dejar atrás a la princesita que solo sabía pedir y pedir por su boquita. Dejar atrás las ilusiones patéticas por aquel niño que ya andaba lo suficiente adulado por docenas de niñas como yo…

Dejar atrás el platónico y falso amor mío por Sasuke Uchiha, aquel chico de ojos vacíos que ni siquiera cuando estuve perdida quiso encontrarme.

Uno a lo que todo le era indiferente. Aunque siguieras sus huellas como un perrito faldero, enterrando bajo los pies los fallos que solo le pertenecían a él.

¿Qué esperar de los trece años?

¡Ag, déjalo ya, Sakura! Solo fue la ilusión caprichosa de una cría caprichosa.

Pero, a punto de cumplir los dieciséis, todo era distinto.

Sí, a punto de los dieciséis mi único capricho era la felicidad de Hana y la de nuestra humilde, pequeña y esperanzadora familia.

Lo demás, humo. Como castillos de polvo consumidos en el aire.