En un salón oscuro con el fuego quemando en la chimenea están sucediendo cosas muy extrañas. Primero, porque hay una sombra que está sentado en un sillón delante del fuego. Segundo, porque en los pies de esa sombra hay una serpiente gigante dormitando en la alfombra como un perro. Y tercero, porque acababa de entrar por la puerta una rata con una pata plateada que en un segundo desapareció para ver en su lugar a un hombre bajito y medio calvo con una mano plateada que hacía una reverencia dirigiéndose a la sombra.
- Mi señor, amo…
- ¿Y bien, Colagusano, qué noticias me traes del mundo mágico? ¿Ya ha decidido Potter qué va a ser? Dímelo- dijo la sombra casi silbando, con una voz que helaba la sangre, mientras que la serpiente levantaba la cabeza y miraba amenazante al hombre.
- S… sí señor… Potter ya ha decidido… sí… al igual… que todos los que… han terminado Hogwarts…- el hombre estaba sumamente nervioso, sabía que la noticia pondría a su amo muy furioso.
- ¡Eso ya lo sé, idiota! ¿Piensas decírmelo o te vas a quedar ahí tartamudeando como un imbécil?- dijo amenazante- No sé por qué te confío a ti los espionajes, no sirves para nada. Pero como puedes transformarte en rata eres el único que no es descubierto…- se cubrió la cara, indignado al tener siempre que recurrir a ese tipo.
- No… no señor… verá… Potter ya ha decidido. Y será… será…- qué remedio le quedaba que decírselo, se enfadaría de todas formas- Potter será auror.
- ¿Qué has dicho?- Colagusano se estremeció ante esa voz tan calmada- ¿Potter… auror?- durante un momento se calló, pero entonces empezó a reír- ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Auror, has dicho auror!
- A… amo… ¿se encuentra bien?
- Perfectamente, Peter, sólo que me ha hecho gracia eso que has dicho. ¿Auror?
- Pu… pues sí, señor. Hoy mismo estaba en el castillo recibiendo clases de Ojoloco Moody y Remus Lupin.
- Vaya… Siempre tan especial, ese Potter. Incluso recibe clases extra de ese par.
- Según oí, quieren prepararlo para cuando vuelva a atacarle.
- Como siempre… ¡Ja, ja, ja! Realmente será mucho más divertido el encantamiento, ahora que iba a ser auror.
- ¿Realmente piensa hacerlo? Es un… golpe… muy… bajo.
- Sí, lo sé, pero ser el malo de la película implica hacer golpes bajos, Peter- Peter volvió a estremecerse al oírle llamarlo por su nombre- Además, estoy harto que siempre consiga escaparse de mis manos. ¡Harto!- golpeó el sillón, y la serpiente silbó enfadada- Perdona, querida Nagini, no quería asustarte. Ahora, Colagusano, trae a uno de mis mortífagos. Probaremos en él nuestro nuevo plan.
- Sí… sí, mi amo- suspiró aliviado Peter Pettigrew, pensaba que lo probaría con él.
Por una de las ventanas, entre la noche, un gato marrón oscuro tigrado y de ojos ambarinos miraba disimuladamente y escuchaba todo lo que decían. De un salto se bajó y corrió hacia perderse de la vista en un bosque. Se paró en un árbol viejo y grande, donde en una de las ramas, había una hermosa y gran águila de color marrón rojizo y con la cabeza blanca (creo que se llaman Imperiales) y los ojos azules, que al ver al gato, desplegó sus alas perezosamente y se tiró encima del gato, cogiéndolo con sus poderosas garras, y alzó el vuelo con él. Estuvieron volando toda la noche y, cuando empezaba a amanecer, llegaron a las afueras de Hogsmeade, donde un gran perro negro les esperaba. En perro, en un segundo, se transformó en un hombre que corrió a recibir a los recién llegados mientras tocaban tierra y también se transformaban en humanos, un chico y una chica.
- ¡¡Ron, Hermione!! ¡¡Gracias a Dios que estáis bien!!
- Hola Sirius- dijo el joven medio asfixiado por el abrazo.
- Hola- dijo la chica sonriendo.
- ¿Acaso no confiabas en nosotros, que te pones tan eufórico?
- Temía que Voldemort os descubriera.
- ¡No pronuncies ese nombre!- gritaron a la vez.
- Perdón. ^^U No me acordaba. ¿Qué has descubierto?
- Creo que algo grave- dijo Hermione- Volvamos al castillo y os lo explicaré junto a Harry y el profesor Dumbledore.
- Sí, pero antes vamos a dormir un poco- dijo Ron- Llevamos todo el día persiguiendo a esa maldita rata y toda la noche volando, no puedo mover los brazos.
- Anda vamos, os merecéis algo de descanso- dijo Sirius- Pero debemos transformarnos por si hay algún espía.
- Creo que no podré llevarte, Hermi, no me quedan fuerzas. ¿Hermi?- Ron, al mirar al suelo, vio a su compañera ya transformada- ¿Es que no sabes esperarnos, Zarpa?
- ¡Guau!
- Canuto, ¿tu también? -__- Esperadme, ya voy- en un momento ya se había transformado en águila y volaba directo al castillo.
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- Harry, ¿qué te ocurre, has dormido mal?
- Ah, hola Remus- sonrió el joven de casi 18 años con el pelo más revuelto de lo normal y los ojos medio cerrados- He vuelto a soñar con Voldemort.
- Ven, siéntate a desayunar con nosotros.
- Gracias- Harry se sentó en la mesa de los profesores y observó las mesas vacías de las casas. Realmente aún le costaba verlas vacías a ellas y a todo el castillo, y eso que llevaba 3 veranos quedándose allí para protegerse de Voldemort desde su retorno- Hola Moody, buenos días profesora McGonagall- les saludó al verles aparecer por el Gran Comedor.
- Buenos días, Harry- dijo ella- Ya no me llames más "profesora", ya no lo soy para ti. Llámame por mi nombre.
- Lo siento, es la costumbre. ^^U Buenos días- se dirigió a Moody.
- Creo que no tanto para ti, Harry. ¿Pesadillas?- con su ojo mágico parecía que estaba escaneando a Harry.
- Otro sueño de Voldemort- suspiró. Ya estaba acostumbrado al ojo de Moody, y por el rabillo del ojo pudo ver que el labio inferior de su ex profesora temblaba un poco ante el nombre que acababa de pronunciar.
- Bueno, ya nos lo contará después de desayunar junto con Sirius, Ron y Hermione- dijo Dumbledore apareciendo en ese momento.
- Oh, bueno días, Dumbledore- dijo Harry- ¿Ya han vuelto?
- Sí, y sano y salvos, si es eso que ibas a preguntar- sonrió- están durmiendo, los tres se han pasado la noche en vela. Sobretodo Weasley, es el que está más cansado.
- Claro, es el único animago que puede volar- dijo Harry.
- Recordad que cuanto todo esto de el-que-no-debe-ser-nombrado acabe- dijo McGonagall- Debéis registraros en el Ministerio, todos.
- A Sirius no le hará mucha gracia.
- Y al ministerio aún menos. Sirius Black ya ha tenido suficientes problemas con la ley.
- Pero esos problemas quedaron resueltos cuando me salvó hace 2 años y cuando se infiltró como espía de Voldemort… arriesgaba su vida.
- Pero aún así deberá registrarse.
- Vamos, vamos- dijo Dumbledore alegremente- Desayunemos antes de que se enfríen las gachas.
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Cuando Sirius, Ron y Hermione se levantaron, se reunieron todos los profesores que quedaban en el castillo (Sprout, Flitwick, Binns, aunque siendo fantasma no tenía donde ir, Hooch, Hagrid y Snape) con ellos y Harry. Hermione contó todo lo que había oído en la antigua casa de los Ryddle, donde se alojaba Voldemort, que resultó ser lo mismo que había soñado Harry esa noche. Todos los presentes se pusieron nerviosos y preocupados (bueno menos Snape), así que tomaron precauciones. Sabían que el castillo era seguro, pero lo sería más si le tenían controlaron. Le prohibieron, como si fuera un alumno de 1º, andar por los pasadizos secretos, ir a Hogsmeade sin llevar a un profesor con él y si salía del castillo, que lo hiciera acompañado y no se adentrara en el bosque prohibido.
- ¡Pero qué rabia!- exclamó Harry mientras paseaba por las orillas del lago junto a sus amigos y su padrino- ¡Prohibido! ¡¡Cómo si fuera un niño!!
- Vamos Harry, cálmate- dijo Ron.
- Lo hacen por tu seguridad- dijo Sirius.
- Ya lo sé, pero igualmente, da rabia- puso "morros"- Bueno, por lo menos puedo ir a Hogsmeade, creí que también me lo prohibirían.
- Ellos saben que ya no eres un niño, Harry- dijo Hermione.
Siguieron charlando durante un rato más después de sentarse en la hierba, a lo que poco después se les unió Hagrid, Lupin y Moody, el segundo traía una cesta flotando para hacer una merienda, que resultó muy agradable. Todos agradecían esos días de paz, sobretodo Harry. Desde que Voldemort se alzó de nuevo, no pasaban 6 meses sin haber tenido algún que otro intento de ataque, y en 3 años y ase había enfrontado cara a cara 5 veces con él. Además estaba la presión de los estudios, las clases extra de Defensa contra las Arte Oscuras, decidir una profesión… pero todo eso ya había pasado, y ahora podía disfrutar un poco de las vacaciones y tenía todo el tiempo del mundo para recibir clases de Moody y Lupin, incluso a veces también les ayudaba Sirius. Además, durante esos tres años el muchacho vio muchas cosas horribles como el dolor de someterse a la maldición Cruciatus o ver morir a gente bajo el Avada Kedavra en manos de Voldemort. Cosas así y más le han hecho volverse más serio de lo que debería, siempre atento y más reservado, y mucho más atento en las clases (todo puede servir en un encuentro con Voldemort). Aunque seguía comportándose igual con sus amigos, los demás le vieron tan "adulto" que incluso Draco Malfoy se lo pensaba dos veces antes de decirle nada (más que nada porque Moody le había enseñado a Harry como convertir a la gente en hurones XD). Aunque ahora todos se habían ido, habían terminado el último curso en Hogwarts y ya se estarían preparando para trabajar. Ron y Hermione eran los únicos que se habían quedado con él, demasiado preocupados como para irse, y demasiado peligroso si Voldemort les encontraba (hacía 1 año les había capturado y Harry logró salvarles de milagro).
De pronto apareció un viento fuerte y Harry tubo un mal presentimiento. Entonces, una extraña luz verde rodeó el cuerpo de Harry para susto de todos. Harry gritó, un dolor fuerte fue recorriendo todo el cuerpo, como si al latir su corazón se extendiera veneno con la sangre. Eso tenía que ser cosa de Voldemort. Los profesores sacaron sus varitas e intentaron protegerle sin éxito. La situación sólo duró 5 segundos pero fueron eternos para todos los que veían como gritaba el chico de dolor, mientras que para Harry no tenía fin. El dolor era insoportable, le quemaba la sangre y el corazón. Pasados esos 5 segundos, la luz verde desapareció, y Harry cayó al suelo inconsciente.
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Harry se despertó aturdido. Estaba en la cama de la enfermería, y la Sra. Pomfrey le estaba sacando un paño húmedo de la frente en esos momentos. Absolutamente TODO el personal del castillo estaba allí, incluso Snape, y lo miraban con temor, como si de un momento a otro se fuera a olvidar de respirar ("eso nos pasa a todos muchas veces" XDDD este profesor mío de mates está loco).
- ¿Qué… qué ha pasado?- se incorporó, pero inmediatamente se colocó la mano en el corazón- Me… me quema…
- Tranquilo Harry- Remus se acercó con un jarro y puso en un vaso un líquido transparente con hielo- Toma, bébetelo.
- ¿Qué…es? ¿Al…guna… poción?- le costaba respirar.
- No, agua de grifo normal y corriente.
- PLOCK- se cayó de espalda en la cama.
- Vamos, levanta- le ayudó y el chico hizo otro gesto de dolor- Bebe un poco.
Harry, con silencio, bebió y tragó. Notó como el agua helada también le recorría el cuerpo y calmaba el dolor mientras iba bebiendo. Remus no lo hizo parar hasta que se bebió toda el agua de la jarra (que no era poca) y acto seguido le puso la varita en la mano.
- Harry, necesitamos que hagas algún encantamiento.
- Con todos mis respetos, Sr. Lupin- dijo la Sra. Pomfrey- No creo que el chico esté en condiciones…
- Por favor, Poppy- dijo Dumbledore amablemente- Es sumamente importante que Harry haga algún encantamiento.
- Oh… de acuerdo, no me opongo.
- ¿Qué hago?- dijo el chico mirando su varita, aún como nueva, pero con una raya casi en la punta que hacía curva, fruto de otro encuentro con Voldemort (lo mismo le había pasado a él).
- Prueba de hacer tu Patronus.- dijo Remus- Es el encantamiento que mejor te sale.
- Vale- todos se apartaron- ¡EXPECTO PATRONUM!- pero de la varita no salió ni siquiera un chorrito de humo- ¿Eh?- la sacudió un poco- ¡EXPECTO PATRONUM!- bueno, una gotita de humo sí que le salió- ¿Qué le ocurre a la varita?
- Mejor intenta hacer un encantamiento más sencillo- dijo Dumbledore.
- ¿Cuál?
- Prueba con el encantamiento convocador- dijo Flitwick- Haz venir aquí a tu escoba.
- No será difícil, está en mi habitación- se concentró en su Saeta de Fuego- ¡Accio Saeta de Fuego! – pero la escoba no aparecía- Ya debería haber aparecido.
- Weasley- dijo Dumbledore- ve a ver si encuentras la escoba de Potter.
- Sí, señor- Ron salió corriendo.
- A ver Harry, prueba con algo que tengas más cerca. Mira- sacó de su bolsillo un caramelo de cola y se lo puso en la palma de la mano- Vamos, inténtalo.
- Está bien… ¡Accio caramelo!- el caramelo empezó a ir hacia Harry, pero se cayó en la mitad del camino, que era la cama- ¿Por qué no ha llegado hasta aquí? ¿Le pasa algo a la varita? ¡Accio caramelo!- ahora el caramelo no se movió ni un centímetro- No lo entiendo… ¡Lumos!- de la punta de la varita surgió una llama de fuego- Ahora ha funcionado, la llama no es ni más pequeña ni más grande. ¿Qué ocurre?
- Harry, me temo que no es tu varita la que no funciona.
- ¿Qué?
- Lupin y yo probamos tu varita mientras descansabas.
- ¡Ya encontré la escoba!- Ron entró cogiendo aire y mostrándola.
- ¿Dónde estaba?- quiso saber Dumbledore.
- Se había movido hasta el final de las escaleras de las habitaciones, justo en la última antes de entrar a la sala común.
- ¿Sólo ha hecho eso?- dijo Harry, asombrado.
- Harry- Remus tragó saliva y le puso una mano en el hombro- El problema lo tienes tú.
- ¿Yo? ¿Qué quieres decir?
- ¿Recuerdas que en clase de Defensa, Moody y yo (sí, desde el regreso de Voldemort han sido los únicos que han querido ocupar ese puesto y lo hacen juntos para prepararles a todos contra posibles encuentros de Voldemort) hablamos una vez de las maldiciones improbables?
- Em… sí, si no me equivoco eran maldiciones que sólo creaban unos magos y sólo ellos sabían hacerlos. Al morir, esas maldiciones morían con ellos.
- Bien, veo que realmente recuerdas muy bien. Pues una de esas maldiciones era Magium Nulos, una maldición que creó un mago tenebroso y que sacaba la magia a los magos.
- ¿Qui… quieres decir que Voldemort sabe hacer esa maldición y me la ha echado encima? ¡Pero si puedo hacer magia!
- Sí, eso quiero decir. Pero parece que Voldemort no la sabe hacer muy bien o ha fallado en algo, porque sí que ha quedado algo de magia en ti.
- Claro, así tiene a Harry en sus manos, porque no puede defenderse de él- dijo Sirius chocando el puño con la otra mano- ¡¡Eso es jugar sucio, muy sucio!!
- Calma, calma, Sirius Black- dijo Dumbledore- Todos sabemos de sobras que Voldemort nunca juega limpio- todos se estremecieron al oír el nombre (menos Harry, los profesores de Defensa, Sirius y Snape)- Ahora, lo que tenemos que hacer es buscar un refugio seguro para Harry. Si Voldemort- otro estremecimiento general- le ha echado el encantamiento, seguramente ya estará a punto de lograr entrar en el castillo para atacarle. No se atrevería a hacerlo si nos diera tiempo a buscar un remedio.
- ¿En qué está pensando, Dumbledore?- dijo Sirius- ¿En el encantamiento Fidelius?
- Pues estaba pensando en eso mismo, pero siendo el caso de Harry no lo encuentro muy conveniente…
- Cualquiera puede hablar bajo el encantamiento Imperio.
- Y no sólo eso- añadió- Pondríamos en peligro la vida de los señores Weasley y Granger, también la vuestra, Black y Lupin… y la de muchos más que conocen a Harry.
- ¿Entonces?- preguntó Harry.
- Seguro que encontraremos alguna cosa, y de mientras quiero que todo el mundo busque algún remedio. Sí, lo se, estamos en vacaciones, pero esto es urgente- lo dijo sin que nadie hubiera hablado.
- Déjeme ir a buscar algo en el invernadero, a ver si es la solución- dijo la profesora Sprout antes de marcharse a por lo que fuera.
- Bueno, a ver qué encuentro en los libros de pociones- dijo Snape antes de irse tan rápido como su compañera de trabajo.
- ^_^- Harry sonrió, parecía que Snape ya no le tenía tanto rencor desde que tuvieron que enfrentarse un rato juntos a Voldemort, cuando raptaron a Ron y Hermione.
- Bueno, creo que a los demás nos toca buscar en la biblioteca- dijo Hermione, saliendo junto con los demás profesores menos Hagrid, Dumbledore y Ron, que se quedaron para hacerle compañía.
Aproximadamente veinticinco minutos después, mientras Harry y Ron echaban una partida al ajedrez mágico y los demás pensaban algo, llegó la profesora Sprout con un frasco lleno de una cosa viscosa de color amarillo sucio. Se la dio a Harry para que se la bebiera y el pobre casi vomita al oler "eso". En ese momento llegó Snape con algo muy parecido.
- ¡Puaj, qué asco! ¡Parece vómito de dragón!- dijo Ron al poner su nariz encima del frasco de la profesora Sprout.
- Qué ánimos que das- dijo Harry tapándose la nariz.
- Perdona.
- Esto es escamus, un líquido que se saca de la escama de un dragón, y hay que bebérselo ya- dijo la profesora.
- Glup- tragó saliva y de un golpe seco, se bebió el líquido, que por suerte no era mucho. Realmente sabía a vómito, era la cosa más repugnante que había tragado jamás, y eso que había comido muchísimas Grageas de todos los sabores. Justo al terminar cogió el jarro, llenado otra vez de agua, y se lo bebió de golpe- ¡Uf, qué repugnante!
- Bueno Harry, a ver qué haces ahora- Dumbledore se puso de nuevo cerca de la puerta con el caramelo en la palma de la mano.
- ¡Accio caramelo!- el caramelo consiguió llegar a las manos de Harry aunque hizo un par de olas- ¡Bien! ¡Puedo hacer más magia!
- Prueba con la escoba- Ron la cogió y salió de la enfermaría hasta el final del pasillo- ¡¡YA!!
- ¡Accio Saeta de Fuego!- miró atentamente la puerta, y al cabo de 3 minutos vio aparecer a la escoba a ritmo de caracol, con Ron detrás por si al final se caía, haciendo olas sin parar y casi rozando el suelo, llegó hasta los pies de la cama y acabó tocando el suelo- Al menos ha llegado…- dijo desanimado- ¿Y si bebo más de eso?- estaba tan desesperado que no le importaba repetir.
- No podrías recuperar toda tu magia, el escamus es mortal a la tercera dosis que se consume- dijo su ex profesora.
- Bueno, Potter, prueba esto- Snape le dio el frasco de color rosa sucio.
- ¿Es fiable?- dijo Ron.
- Bueno, por si acaso- dijo con voz ofendida y sacó una botellita de cristal- Esto actuará como un antídoto con un veneno. Pruébala, Potter- Harry lo hizo al instante y vieron que sólo te tocaba el cuello.
- ¡Quema!- la habitación le empezó a dar vueltas- me… me mareo…- empezó a sudar.
- Bébete la botellita- se la dio- Esta no es la reacción que esperaba- Harry se la bebió y al poco volvió a sentirse como antes.
Todos se callaron, abatidos. De pronto, Sirius se levantó cogiéndose la cabeza con las manos y haciendo un gemido de molesto.
- Caray, qué pinchazo me ha dado en la sien- se calló un momento- ¡Eh, un momento! ¡¡Ya lo tengo!! ¡Acabo de recordar una cosa bien curiosa!- miró fijamente a su ahijado- Harry, di esto como si fueras un profesor que acaba de pillar in fraganti a unos alumnos: con que merodeando por el bosque prohibido a medianoche, ¿eh?
- O_o?? Sirius… ¿estás bien?
- ¡Tú dilo!
- Vale, vale. Con que merodeando por el bosque prohibido a medianoche, ¿eh?- se imaginó la situación y le salió la frase algo "pícara", como quien dice: "¿habéis visto que noche tan bonita?"
- Santo Dios…- pareció sorprendido.
- ¿Pero qué ocurre?
- ¡¡Harry!! ¡¡Director!! ¡¡Sirius!! ¡¡Ya lo tengo!!- en un momento vieron aparecer a Remus corriendo y con los demás siguiéndolo, con cara de "se ha vuelto loco".
- ¿Tú también lo has recordado, Remus?- dijo Sirius.
- Sí.
- Entonces no es una imaginación.
- ¡¡Ya sabemos dónde esconder a Harry!!- dijeron a la vez.
- ¡¿Queréis explicaros?!- chilló Harry.
- Acabamos de recordar a un profesor de cuando íbamos a sexto grado- dijo Sirius.
- Era el profesor Harry Patter- dijo Remus.
- Eras tú, Harry- dijo Sirius- La manera en que has dicho la frase de antes es inconfundible.
- ¿Yo? Ô.Ô??
- Hemos tenido la memoria bloqueada, pero ahora hemos recordado unas cuantas cosas de cuando eras nuestro profesor.
- Estoy seguro, estabas en nuestra época porque es un escondite perfecto- dijo Remus- Y aquella especie de reloj…
- ¡Un giratiempo encantado!- dijeron a la vez.
- No es mala idea- sonrió Dumbledore mientras se fregaba la sien- Creo que ahora soy yo quién acaba de recordar a ese profesor Harry Patter y cierta carta que me dio al venir al castillo… realmente es un escondite perfecto. Harry, irás a la época en que tus padres eran estudiantes mientras buscamos una forma de solucionar la maldición Magium Nulos.
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Notas de la autora:
Este es mi primer fic sobre Harry, espero que os guste ^_- No sé cuanto tardaré en terminarlo, ya que aún lo estoy haciendo… así que un poquito de paciencia, por favor, que tampoco soy una máquina. ^^U Y además dentro de nada empezaré el instituto y cada vez tendré menos tiempo… -___- Pero intentaré escribir lo máximo que pueda, prometido!!
Y para cualquier duda, comentario, etc… estas son mis direcciones: kina.vero@andorra.ad y kina_vero@hotmail.com
Gracias por leerlo, espero que me dejen algún review ^^!!
Kina ^_^ (Kina_san @-----)
