No hay advertencias para este capítulo :)
La historia se sitúa justo acabando el anime.
La batalla contra Hanzo y su gente había acabado y las cosas habían vuelto casi a la normalidad, excepto por la ausencia de Ana. Sin embargo, había un nuevo miembro en el equipo: Nezu Jinpachi. El pirata, maestro del rayo, se estaba quedando en el castillo, aunque de vez en cuando iba a chequear su barco y a sus hombres. Sanada le tenía mucho respeto, no sólo por haberles salvado en aquella oportunidad, sino también porque, junto con Saizou, era uno de los más fuertes de su grupo de Braves.
Jinpachi, mostrando buen carácter y buena disposición, -aunque pasaba mayor tiempo al lado de Kakei- se había dado un tiempo para conocer a los otros miembros del equipo. Todos habían venido a parar a este lugar por diferentes motivos. El chico llamado Sasuke al parecer llevaba aquí bastante tiempo al ser acogido por Sanada cuando era más joven. Amaba los animales y se había hecho amigo de Verónica, la pantera de Jinpachi. Rokuro era paje de Sanada desde siempre así que no había nada extraño sobre él. Benmaru, quien era un niño, buscaba un sitio al que pertenecer luego de haber sido abandonado por sus padres. Seikai, era hermano de Izanami…o algo así, pero estaba decidido a quedarse para proteger a la niña. De Kakei sabía todo.
Jinpachi estaba interesado en conocer más sobre ellos, no sólo como compañeros, sino por seguridad. Cuando se es capitán de un barco lo mejor es saber las intenciones de los hombres que te rodean y están a tu mando, para evitar problemas; y la mejor manera de conocer sus motivaciones e intenciones era llegando a conocer más de ellos. Sabía de la traición de Ana, la rubia de grandes pechos que derrotó en combate. No iba a permitir que ocurra otra vez lo mismo mientras él estuviera aquí.
El caso de Izanami y Saizou lo tenía sin cuidado. La chiquilla sólo quería un lugar donde sentirse protegida y trajo consigo a Saizou a la fuerza. Jinpachi conocía a tipos como él; a pesar de su rudo exterior, quería estar en un lugar, con gente que le necesitara, lo tenía escrito en la cara…y Jinpachi había visto muchas caras en su vida. Pudo averiguar algo del pasado de Ana y llegó a entender que la llevó a hacer lo que hizo. Aunque no se arrepentía, la mujer se sentía mal por lo que hizo, era obvio por como no se alejaba mucho del castillo en caso de que necesitasen ayuda. De todas maneras, Jinpachi la tenía vigilada.
Finalmente, quedaba Kamanosuke. Desde el primer momento que le vio, el chico captó la atención del pirata; claro que en ese momento pensó que se trataba de una hermosa chica. El tatuaje que llevaba en el ojo le hacía ver incluso más lindo. Si bien le había decepcionado saber que en realidad era un hombre, esto no cambió en nada su deseo de acercársele. Ese día bebieron bastante, y se dio cuenta de varias cosas sobre el chico: 1) aunque podía tomar grandes cantidades de licor, éste se le subía a la cabeza muy pronto, 2) si bien sobrio era entretenido, borracho lo era aún más, y 3) el chico estaba obsesionado con Saizou.
Kakei-san le contó las circunstancias en que le conocieron y no tenía mucho sentido para Jinpachi. Al parecer, luego de hacerse pasar por una chica, Kamanosuke junto con la banda de ladrones que lideraba (lo cual impresionó a Jinpachi. Alguien tan joven liderando un grupo de hombres adultos, era sorprendente), secuestró a Izanami, y luego de enfrentarse a saizou –quien le venció y casi le mata-, le siguió hasta Ueda. Por lo que había visto, el chico siempre buscaba al ninja para retarle a una pelea o simplemente para estar a su lado. Kakei tenía razón: Yuri parecía una chica enamorada.
Sin embargo, Jinpachi no estaba muy convencido de su historia, o más bien dicho de sus razones para seguir en Ueda. Además, cada vez que Yuri se le pegaba a Saizou o creaba un escándalo por motivos relacionados al ninja, Jinpachi se sentía extrañamente molesto. El por qué, aún no lo entendía, pero estaba dispuesto a averiguar la razón de ambas cosas. Así ideó un plan para hacer confesar a Yuri.
Ya era de noche y todos se estaban retirando a sus habitaciones después de cenar. Jinpachi vio a Yuri caminar por los pasillos como buscando algo o, posiblemente, a alguien. El pirata decidió poner su plan en marcha. Justo cuando Yuri iba a doblar la esquina, el pirata se apareció por el lado opuesto, colisionando con el chico. Yuri cayó al suelo, mientras que el pirata seguía en pie.
"Qué carajos! Oe! Mira por donde caminas!" le gritó el pelirrojo al hombre mayor.
"Y no será más bien que eres tú quien no se fija por donde anda? Buscando a alguien, chiquillo?" respondió divertido el pirata, mirando a Yuri directamente en los ojos….esos ojos verdes le gustaron desde la primera vez que les vio.
"N-no sé de qué hablas. Me voy a dormir!" dijo Yuri, levantándose del suelo para caminar a su habitación. Nezu le cogió por el hombro para detener su avance.
"Pero, qué—"
"Relájate. Ya que estás aquí, por qué no vienes a tomarte unas copas conmigo. Recién me ha llegado un cargamento de sake de la mejor calidad. Qué dices?" a Yuri se le iluminaron los ojos. Tomar sake era una de las cosas que más le gustaba hacer, y que no tenía oportunidad de hacer seguido. Luego de pensarlo un segundo, aceptó. Jinpachi le soltó el hombro y le dijo que le siguiera.
Mientras se dirigían al cuarto de Jinpachi (que se encontraba al otro extremo del castillo. Había pedido un cuarto privado y sanada aceptó sin objeciones), Yuri recordaba la primera vez que le vio. Si bien el hecho de que el pirata le confundiera con una chica le molestó de sobremanera, la forma de ser del hombre, su fuerza y afición por la bebida, le hicieron olvidar su cólera. Incluso bebieron juntos! Sin embargo, había algo más que lo tenía muy confundido. Luego de unas copas, se dio cuenta de que se fijaba en cosas que no debería fijarse como en lo definido de sus abdominales, su gran tamaño y contextura, su piel morena y sus ojos- no, otra vez estaba pensando en eso. Por ello, aquella vez optó por ir tras Saizou y molestarlo, colgádose de él para olvidarse de esos pensamientos. Y aquí estaba nuevamente, con el pirata, yendo a tomarse unos tragos juntos. Tal vez no era buena idea pero ya no había vuelta atrás. Todo era tan extraño.
Entraron a la habitación y cerraron la puerta tras suyo. El cuarto era amplio y regularmente iluminado. Había un futón, un baúl y otras cosas de menor tamaño. Y por supuesto, varias botellas de sake en el suelo. Se sentaron en el suelo y Jinpachi le sirvió en un vaso bien grande. Luego se sirvió él y brindaron. De rato en rato conversaron de cosas diversas. Yuri notó con apreciación que, para variar, alguien se interesaba en su vida y logros. El pirata le alabó por haber estado al mando de un grupo de bandidos siendo tan joven, así que Yuri le contó todo sobre como empezó en el negocio, o bueno lo más impresionante.
Luego de varias copas, pasaron de eso a hablar sobre cómo Yuri terminó en este lugar. Kamanosuke explicó que mientras peleaba contra Saizou, los ojos del ninja le dijeron lo mucho que en verdad el hombre ansiaba matar y eso lo decidió todo. Le seguiría para enfrentársele y así al final matarle o ser matado por él, le daba igual. Luego de eso, Sanada le dio la oportunidad de quedarse hasta que llegue ese día, pero tenía que formar parte de su grupo, así que aquí estaba. A Jinpachi no le gustó nada esta historia, sin comprender muy bien por qué, pero lo ocultó muy bien.
En un momento, Yuri se levantó para ir a coger otra botella que estaba un poco lejos, tambaleó y casi se cae sino fuera porque unas manos fuertes y grandes le cogieron por las caderas en el tiempo justo. En su estado intoxicado, escasamente pudo sentir como las manos se movían y apretaban un poco sus caderas.
"Oye, seguro que no eres una chica?" dijo divertido el pirata, acariciando con más vehemencia las redondeadas caderas del menor. Yuri se dio cuenta de la forma en que le tocaba el hombre e intentó zafarse.
"Idiota! Claro que soy un hombre! Ahora suéltame!" dijo Yuri, molesto, pero claramente intoxicado. Jinpachi no le soltó, más bien le jaló con fuerza y le sentó en el suelo.
"vamos, no te pongas así. Ten, yo te lo alcanzo" dijo el pirata, cogiendo la botella de sake y pasándosela al chico. Yuri le miró un rato molesto y luego tomó de la botella. Le daba aún más cólera que el pirata se veía de lo más normal a pesar de haber bebido tanto como él.
"Pasando a otra cosa. A cuál de las chicas de Ueda ya te has follado?" Yuri se atragantó con el sake al escuchar esta pregunta.
"Q-Qué?"
"Vamos, estamos en confianza. Cuál es tu tipo? Mujeres fuertes y voluminosas como Ana o de pechos chicos y cara de bebé como Izanami?" mencionó el pirata lanzándole una mirada intensa a Yuri, quien se sentía extrañamente amenazado y…algo más….. su mente no pensaba con claridad, pero igual respondió.
"ja! Cómo si fuera a fijarme en esas dos. Ana es una perra traicionera que lo único que tiene son sus enormes tetas para llamar la atención. Izanami, esa mocosa me saca de quicio. Siempre quejándose, llorando, acaparando la atención de Saziou e impidiendo que peleemos. Quién se fijaría en ella, tan débil que es. Si tanto te gusta Ana, ver por ella. No me interesa" Yuri siguió bebiendo de su vaso. Jinpachi sonrió siniestramente, mirándole de arriba abajo.
"Jaja, tal vez lo haga" rió el pirata, acercándose un poco más al chico sentado frente suyo. Extendió su mano derecha para rozar con sus dedos la mejilla de Yuri, justo donde llevaba su tatuaje. Yuri se quedó inmóvil.
"Pero ella no es la única belleza por aquí. Tu piel es tan suave al tacto, Kamanosuke, tanto o más que el de una chica" dijo el pirata acercándose un poco más. El corazón de Yuri comenzó a latir más rápido, como cuando Saizou le tocó la cabeza, pero éste no era el ninja. Además, sentía como si se quemara, aunque eso podía ser producto del licor, pero….su cuerpo no le respondía, había dejado de respirar. Se sentía tan confundido. Una mano sobre su muslo derecho le sacó de su ensimismamiento. Yuri botó con fuerza la mano que le tocaba la mejilla, haciendo que el pirata se aleje un poco.
"yo te dije que no soy una chica!" le dijo al hombre moreno, gruñendo de cólera.
"Pero a veces te comportas como una, siguiendo a Saizou de esa manera. Te gustan los hombres, cierto? Cuántos ya te han follado, Kamanosuke?" Yuri se quedó sin palabras por un momento. Había tantas cosas incorrectas en esas palabras que no sabía por donde empezar a corregirlas.
"Ya te dije! Sólo quiero que pelear con Saizou. Me gustan la sangre y las peleas, y él es el único que me puede dar esa satisfacción. Joder! Y—y a mi no me interesan esas cosas, tampoco he tenido tiempo para ello. Nadie me ha-carajo! No me gusta NADIE! Sólo una pelea sangrienta" bramó Yuri, colorado de cólera y embriaguez. Jinpachi le quedó mirando impasible. Yuri se levantó dispuesto a marcharse de ahí, lejos de ese pervertido.
El chico salió de la habitación. Jinpachi le siguió de cerca y, antes que el chico se alejara más, cogió su cabello y le quitó el pin que lo mantenía en una cola.
"Devuélveme eso!" gritó molesto el menor, con fuego en sus ojos. Jinpachi, divertido, tomó el pin entre sus dedos y lo acercó a sus ojos para inspeccionarlo.
"No está mal para ser una baratija. Si lo quieres de vuelta, ven por él" desafió el pirata. Era como jugar con un niño. Yuri, ni lento ni perezoso, se le acercó y estiró su brazo derecho para coger el pin. Jinpachi fue más rápido, lo puso fuera de su alcance, y atrapó el brazo del chico con su mano.
"Con que no te interesa nadie, uh? Ésa no es una respuesta convincente para mi" Jinpachi guardó el pin en su bolsillo y usó esa mano para coger el bulto entre las piernas del jovencito, apretando un poco. Yuri dejó salir un quejido muy cercano a un gemido, si quererlo.
"Pareciera que te gusta que te toque aquí. Te está excitando esto" dijo el pirata apretando un poco más. Yuri apretó los dientes y de un empujón se apartó del pirata.
"Mierda! No me toques! No era que te gustaban las MUJERES como Ana? Pervertido!" siseó Yuri, sacando su arma. Creando una ráfaga de viento con la cadena, atacó al pirata con su hoz. Jinpachi parecía más divertido que otra cosa. Cogió la hoz por la parte baja, evitando el filo, sin retroceder un centímetro.
"En serio, Kamanosuke?" dijo mirando condescendientemente al jovencito que le miraba confundido. Cuando parecía que empezaba a darse cuenta de su error, Jinpachi electrificó la cadena, con la descarga suficiente para noquear a Kamanosuke sin herirlo de gravedad. Yuri cayó al suelo.
"Belleza y bravía, pero nada de sentido común" suspiró el pirata. Quitó el arma de las manos de Yuri y lo llevó cargando sobre su hombro de vuelta a su habitación. Sería una noche larga.
