Nota: Mi idea de lo que sucedió tras ese momento de Crepúsculo cuando Edward le muestra a Bella qué pasaría si lo retaran a comer. Basado en la entrevista de Stephanie Meyer al respecto, más en forma de chiste y completamente OoC. ¡Disfruten! :)


Pizza.

Sintió un suspiro nacer en su garganta mientras caminaba hacia la salida de la cafetería sin mirar atrás, empujó la puerta que decía 'jale' y después de lograr salir del lugar, se recargó contra la pared junto a la puerta con una sonrisa boba en los labios.

Era sólo una adolescente, si le prohibían sentirse emocionada por su próxima salida con Edward, en la que le mostraría a lo que se refería con respecto al sol, le estaban prohibiendo algo tan importante como respirar.

Ella sonrió y se sintió algo mareada, decidió sacar a flote su lado 'chica de 17 años acosadora' y rodeó la cafetería, hasta llegar a uno de los grandes ventanales y asomarse por este, buscando a Edward.

Pero él ya no estaba.

Bella trató de no sentirse decepcionada, pero no lo logró.

Estuvo a punto de irse a clase hasta que escucho el sonido de una botella estrellándose contra el suelo, con curiosidad –la misma que mató al gato– se asomó hacia los contenedores de basura y… se encontró con Edward.

Estaba incómodamente agachado contra una bolsa y se sostenía con una mano de la sucia pared.

Y… sin duda alguna, vomitaba.

Vomitaba violentamente, pero nada salía de sus labios y una tos seca rasgaba su garganta.

Bella creyó que si fuera posible, Edward vomitaría sangre.

― ¿Edward? ―susurró Bella.

Él gruñó y se giró hacia ella, encontrándose también con la mirada reprobatoria de la señorita Cope.

« ¡Lo sabia!» pensaba frenéticamente la mujer, «ningún chico normal es tan alto y delgado sin hacer deporte como demente, ¡Sí! esto explica sus ojeras, ¡Oh! Pobre doctor Cullen, él tan sano y su hijo anoréxico…»

Edward maldijo en voz baja y finalmente lo sintió, el trozo de pizza que había tragado y que había quedado en su garganta moviéndose, mezclándose con la ponzoña y subiendo.

Porque sólo tenía una forma de salir.

Y Edward no podía ir al baño.

Él se agachó, gruñó y maldijo aún más mientras lanzaba la pizza y algo de ponzoña fuera de su cuerpo, la señora Cope miró a Bella con preocupación y se tambaleó, sin saber qué hacer.

Bella pensó en cuales de las maldiciones de Edward eran para ella, y deseó haberse ido a clase de biología cuando pudo haberlo hecho.