Titulo: Cuentos fuera de papel.

Personajes: Hermione Granger/ Draco Malfoy

Resumen: Sin duda alguna Merlín junto con todos lo dioses habidos y por haber se confabulaban en su contra, probablemente en este momento se estarían riendo haciéndole una señal obscena, si no de que otra forma Hermione entraba y salía de un sin numero de cuentos con varios de sus compañeros ya sea para dejar o recuperar algo.

Advertencias: He mezclado en un caldero tres cuentos infantiles (Cenicienta, Blanca Nieves y Los Tres Cerditos) junto a varios personajes de Harry Potter, los personajes así como situaciones seguirán cambiando la única que no lo hará será Hermione de la cual no aseguro que su pareja definitiva sea Draco pero al menos en este capitulo si lo es.

Respondiendo al reto de el foro Weird Sisters "De cuento"

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"No llego, no llego, no llego…."

Saltó de dos en dos lo que quedaba de escalera ganando velocidad para correr el pasillo que seguía y más allá dar la vuelta a la izquierda

"No llego, no llego, no lleg…"

Impactó de lleno con alguien más que daba la vuelta en sentido contrario logrando soltar el libro que llevaba en las manos y caer sentada para después sentir como si le rociaran la cara con agua.

-¡Fíjate Granger!

Soltó una maldición mientras se arrastraba con ayuda de sus manos lo mas lejos de Malfoy, no necesitaba elevar la vista para saber que era el despreciable, prepotente, racista, egocéntrico y despreciable de Draco Malfoy su maldita voz lo delataba donde sea que fuera.

Si tan solo no hubiera asistido la noche anterior a la fiesta que ofrecieron los gemelos en la sala común "Hermione querías ir no lo niegues" le dijo su conciencia con una vocecita demasiado parecida a la de Ron, bufo por pensar en Ron, estupido Ron el tenia la culpa de todo si al menos Fred o George o cual fuera de los dos no le hubieran dado la botella de wiskey de fuego ella no se habría tomado cerca de la mitad pero como no hacerlo si un estupido antes mencionado se intentaba fusionar por medio de la boca con Lavender Brown, no se hubiera despertado esa mañana con una resaca de el tamaño de Hogwarts lo que hubo ocasionado se acordara a ultima hora de entregar un libro que había sacado de la biblioteca y que probablemente ya estaría cerrando en estos momentos ¡demonios! En días como estos echaba de menos no tener un giratiempos a la mano.

Se levantó ignorando todo lo posible a Draco lo que menos quería era empezar a pelear, cuando estaba con Harry y Ron a ella le tocaba ser mediadora pero ahora estaba sola, al no tener a quien detener probablemente la lanzaría algún hechizo de su amplio repertorio que lo mandaría a San Mungo y sinceramente aun estaba demasiado joven como para cargar en su conciencia semejante culpa, su decisión de desistir se vio enviada mucho al traste porque al acercarse a recoger su libro descubrió que estaba totalmente mojado, furiosa acorto la distancia que los separaba en dos zancadas plantándose frente a el Slytheryn.

-¡Que le hiciste a mi libro Malfoy!-agitó el libro frente a su rostro para dar mayor énfasis a la pregunta pero solo logró que su furia aumentara en un considerable cuarenta por ciento al percatarse de que su compañero de estudios ni siquiera le prestaba atención- ¡Maldita sea Malfoy te estoy hablando!

Draco estaba demasiado ocupado observando a su alrededor como para fijarse en la castaña que, en estos momentos estaba haciendo un recuento de los daños al libro, murmurando cosas poco agradables a todos los integrantes del árbol genealógico de los Malfoy.

-Emm… ¿Granger donde estamos?-preguntó con una voz demasiado aguda para ser la de un hombre y como consecuencia llamando la atención de Hermione.

-Estamos en Hogwarts idiot…-la furia salió por la ventana dejando entrar el aturdimiento por la puerta, se le corto la respiración, todo estaba raro, Malfoy estaba raro, ella estaba rara.

-Definitivamente esto no es Hogwarts- al parecer lo había dicho en voz alta porque Draco asintió uniéndose a su brillante conclusión.

El panorama era un tanto aterrador para el rubio y terriblemente familiar para Hermione, a su izquierda un poco alejada se encontraba una casita donde probablemente si su memoria no le fallaba era una casa de enanitos, a su derecha había otra casa solo que de tamaño normal un poco antigua pero normal en comparación con la anterior, un poco mas al fondo tres casitas se veían una de paja, la siguiente de madera y la última de ladrillos.

-Y bien Granger ¿Dónde mierda estamos?-Preguntó Draco, sacándola de su minuciosa inspección por el lugar y haciendo que centrara su atención en él.

Hermione soltó una risita porque, aunque trato no pudo contenerse, el chico estaba vestido de príncipe pero con unos cuanto detalles como dos orejas de lobo y una cola que en estos momentos se movía alegremente. Resistió la tentación de buscar una rama y lanzarla lejos para ver si corría tras ella.

-Es demasiado bajo alegrarse de la desgracia ajena- Observó molesto el rubio.

-Pero si es de la tuya es todo un placer Malfoy.

-Te recomiendo que veas tu atuendo y vamos a ver quien ríe al último- Una sonrisa maliciosa apareció en la cara de Draco.

Cuando examinó su ropa el alma se le cayó a los pies, su uniforme escolar había mutado a un vestido de colores chillones blanco y azul con agujeros por todas partes, para terminar con la cereza de el pastel su piel estaba demasiado blanca, si Narcisa Malfoy la viera se moriría de la envidia de eso no había duda.

-Esto no puede estar pasando-murmuró.

-¿Que dices Granger?

-¡Que te vayas a la mierda Malfoy!

Draco observó al los lados para después sonreírle abiertamente.

-Pero si ya estoy en ella, sangre inmunda.

Hermione estaba concentrando todo su odio para lanzar su primera maldición imperdonable, le valía muy poco si ganaba un boleto a Azkabán o no, cuando algo distrajo su atención en estos momentos. Una muchacha algo parecida a ella salía de la casita cantando y con una mini escoba en la mano empezaba a barrer sin prestarles atención. Draco fue el primero en reponerse de la impresión para después empezar a caminar en dirección a donde la muchacha se encontraba. No había dado ni dos pasos cuando una mano lo jaló del brazo. Molesto, se giro solo para encontrar a una castaña sumamente preocupada.

-¿Y ahora que?

-Escucha Malfoy si mis conclusiones no me fallan estamos en un cuento muggle, bueno para ser exactos tres cuentos. No me preguntes como llegamos, no lo sé-agregó al ver que el rubio abría la boca- talvez cuando chocamos o… ¡un momento! ¿De que huías Malfoy?

-¿Quien eres? ¿La inquisición? No es de tu incumbencia-respondió cortante.

-Si lo es porque puede que sea tu culpa el que estemos aquí.

-Peeves trataba de lanzarme una poción que le robó a Snape ¿contenta?

Hermione esperaba que dijera algo más pero al parecer eso era todo, era poca información por lo que tuvo que presionar.

-¿Y que mas?

-Eso es todo, que mas quieres ¿mi horario personal? Siento decepcionarte pero no tengo uno.

Definitivamente presionar no servia con Malfoy, al parecer solo lo ponía a la defensiva, un dato más que anotar a la inmensa lista que describía la personalidad de el rubio.

-Bien, lo poco que dices puede servir, es obvio que la poción al hacer contacto con el libro nos envió a esta dimensión o la creo y nos envió o algo así, estamos en Blanca Nieves...

-¿Blanca que?- interrumpió por el solo placer de hacerla rabiar.

- Blanca Nieves Malfoy-contestó molesta por que la había interrumpido a este paso no saldrían nunca-como iba diciendo es un cuento donde una bruja destierra a la princesa y esta se va con los enanos, después la bruja se entera que blanca nieves aun sigue viva y le da una manzana envenenada q…

-¿Qué poción usaría?

-¡Que te importa!, solo déjame terminar de contar para buscar la forma de salir, como decía le da una manzana envenenada que la hace dormir eternamente pero llega el príncipe y le da un beso…

-¡waik!-hizo una mueca de asco -Seguro no se había lavado la boca después de haber comido la manzana y tenia mal aliento-le importaba poco lo de la dichosa blanca-no-se que, pero estaba encontrando un placer casi morboso el hacer enojar a Granger.

Hermione lo ignoró y continúo con su relato

-El segundo cuento ha de ser Cenicienta esta es de una muchacha que vive con su madrastra y dos hermanastras un día el príncipe de ese reino hace un baile para escoger a su esposa. Las hermanastras no dejan ir a cenicienta y se marchan sin ella, llora desconsolad…

-Que patético tanta melosidad enferma.

-Ya esta bien Malfoy déjame terminar quieres, Cenicienta llora desconsolada pero se le aparece un hada madrina y le convierte una calabaza en carruaje y dos ratones en caballos, le transforma un hermoso vestido regalándole unos zapatos de cristal. Llega al baile del príncipe, se enamoran, pero al dar las doce campanadas se tiene que marchar dejando solo uno de sus zapatos, después de unos días el príncipe le prueba el zapato a todas las doncellas…

-¿Y si ya no eran doncellas? Tu me entiendes- preguntó con una sonrisa pícara y a la vez divertida, al ver a Hermione apretar fuertemente los puños y mandarle miradas asesinas.

-¡Me lleva el diablo Malfoy! ¡Es un cuento de niños imbecil! a diferencia tuya no son ningunos ninfómanos.

-El que lleve una vida activa y sea irresistible no quiere decir que sea un ninfómano, además solo son unos besitos inofensivos solo haces escándalo, déjame darte un consejo a…

-Seria un mal consejo en ese caso

-Aléjate de la comadreja te esta contagiando su estupidez.

-Algún día te caerás de esa nube y va a doler Malfoy- sentenció con una voz calmada.

-Tu no te caerás nunca y ¿sabes porque? Porque no puedes caerte del suelo que es donde siempre has estado, eres inferior admítelo.

La castaña hubiera querido zarandearlo hasta que sus neuronas colapsaran y le diera un cáncer, una parálisis o como mínimo un tumor pero tenia cosas más importantes que ocuparse del insufrible rubio así que solo atino a decir:

-Púdrete Malfoy, ahora cierra la boca y déjame seguir- A lo que el aludido simplemente hizo una reverencia- le prueba el zapato a todas las doncellas de el reino hasta que encuentra a cenicienta, esta se lo prueba, al comprobar que efectivamente es ella, se casan y termina con un beso. El último ha de ser el de los tres cochinitos este trata de unos cochinitos que construyen sus casas una de paja, una de madera y otra de ladrillo en eso llega el lobo, sopla hasta que derriba la primera; el cochinito acude con el de la de paja pero el lobo va y también sopla derribándola, los cerditos corren con el tercero este les asegura nada pasará y así es porque en cuanto el lobo trata de derribarlo no lo logra, entonces vuelve a soplar y nada, intenta una tercera vez pero tampoco, trata una cuarta pero no puede y se desmaya.

Hermione se quedo pensativa unos segundos para después dar un grito de emoción, Draco que no se esperaba una reacción así de la chica pego un salto hacia atrás.

-¡Joder Granger! Cuando gritas así pareces Trelawney.

-No fastidies, ya se como salir tenemos que darnos un beso y si no funciona le robaremos la varita mágica al hada madrina para salir por medio de la magia.

-¡Ni hablar! escucha no hemos avanzado en nuestra relación como para que quieras aprovecharte de mí y me beses, mejor vamos a quitarle la varita al hada esa- diciendo esto, Draco se cruzó de brazos e hizo un puchero.

-Mira Malfoy de haber podido elegir a quien besar, te aseguro que mi primera opción hubiera sido Cedric Diggory o tal vez Rogger Davies, pero se hace lo que se puede con lo poco que se tiene, como para que tu vengas a ponerte difícil- aunque pensándolo mejor le pudo haber tocado alguien como Crabbe o Goyle. Un escalofrío le recorrió la espalda al pensar tan solo en besarlos, ni bajo tortura lo haría pero eso no tendría porque decirlo en voz alta al menos le quedaba la seguridad de que Malfoy no le diría a nadie, para él sería demasiado humillante admitir que beso a una sangre sucia. -No podemos usar magia porque cabe la posibilidad que lleguemos a otro cuento o la poca realidad que hay en este sitio se distorsione, se me ocurren bastantes teorías para explicar esto pero si no te importa quisiera desarrollarlas cuando estemos de regreso en Hogwarts.

Draco que ya esperaba que Granger tarde o temprano sacara su personalidad sabelotodo solo rodó los ojos el ya había llegado a la misma conclusión, que no podían hacer magia. Abrió la boca para responder cuando, un grito los distrajo a ambos

-¡COMIDA!

Tres cerditos corrían hacia ellos mientras que, la muchacha que había salido anteriormente a barrer frente a la casita les ponía atención para después echar a correr a llamar a la casa vecina gritando cosas que no alcanzaban a escuchar.

El rubio entró en pánico. No a diario lo atacaban tres cerdos, así que busco una arma con que defenderse encontrando unos metros mas allá un tronco lo suficientemente grande como para golpear a un humano adulto y mandarlo al cielo. Lo tomo blandiéndolo como si fuera a batear en una serie de beisball dispuesto a lo que fuera con tal de no ser comida para cerdos, Hermione que hasta ese momento no había podido salir del shock, trató de tranquilizar a Draco.

-Malfoy estas exagerando, eso animalitos son inofensivos no les hagas daño-Trató de quitarle su arma pero lo único que obtuvo fue un empujón haciendo que trastabillara.

-¿Eres demasiado buena o tremendamente estúpida? Fíjate en lo que traen en las manos o patas, yo ya no se Granger, pero te aseguro no es para pedir un autógrafo-ordenó el chico.

La castaña lo hizo, era cierto, venían con cuchillos de carnicero y tenedores, como ella siempre piensa bien de los animales iba a replicar pero ni siquiera tuvo tiempo porque el joven corrió dando un grito de guerra como lo hacían los soldados en una batalla al encuentro de las criaturas rosas.

Si era una batalla sin duda era desigual porque se acercó, sin más, bateó con todas sus fuerzas. El cerdito más cercano salió disparado por el aire seguido por un segundo y un tercero, Hermione estaba horrorizada no sabia si llorar por el maltrato a los animales o porque Malfoy en estos momentos fuera su caballero de brillante armadura.

Cuando Draco vió que el último cerdo aterrizaba lejos y ya no se levantaba, dio media vuelta, caminando hasta parar frente a la consternada adolescente y con voz seria dijo:

-Para que después no digas que los cerdos no vuelan, ahora Granger prepárate para el mejor beso de tu vida- le tomo con ambas manos su cabeza sellando sus labios con los de él.

Todo les daba vueltas obligándolos a cerrar los ojos. Después de unos segundos, caían en el pasillo donde se habían encontrado. Draco al instante se levantó de un salto y observo sus aspectos, eran otra vez dos adolescentes estudiantes de Hogwarts con uniformes de sus respectivas casas.

-Granger después de esta traumática experiencia a tu lado, recomiendo nos evitemos un par de días- sin esperar respuesta se alejó corriendo.

Hermione se quedo en el suelo, observó a su alrededor para después romper en carcajadas ¿Quién en su sano juicio iba a creer la alucinante aventura que acababa de tener con el insufrible de Malfoy?

Se detuvo al momento ¿Dónde estaba su libro? Empezó a buscar frenética entre sus ropas, como un balde de agua helada cayo en la cuenta de que se había quedado en ese universo de cuentos entrelazados. Tragó saliva, la bibliotecaria la iba a matar.

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Espero les haya gustado, cualquier comentario, queja o duda la respondere, ahora me marcho a escribir el segundo capitulo.

Saludos yelen.