Akihiko

Desde que su hermano pequeño se había mudado con un amigo, iba mucho a casa de Takahiro ya que se sentía solo. Creo que su hermano se llamaba Misaki, aunque no estoy seguro, muchas veces cuando me habla de él no le hago mucho caso, en fin, Misaki hacía siete meses que se había mudado porque, según él, Takahiro necesitaba un poco de intimidad.

Llamé como siempre al timbre y en segundos Takahiro me abrió la puerta. Como es costumbre mía lo abracé bien fuerte.

-Akihiko, no hace falta que seas tan apasionado.- Dijo Takahiro riendo, siempre es así de inocente.-¿Te quieres quedar a cenar?

-Por supuesto.- Siempre que tenía ocasión me quedaba casi toda la noche en su casa.

-Pues voy a preparar la cena.- Dijo Takahiro entrando en la cocina. En ese momento llamaron al timbre.-¿Puedes abrir tu?

-No hay problema.- Me dirigí a la puerta deseando que fuera alguien que se haya equivocado y no una visita, solo quería pasar tiempo a solas con él. Nada más abrir vi a la persona que me iba a cambiar la vida, pero yo todavía no lo sabía.- ¿Quién eres?

-Soy Misaki Takahashi.- Me dijo el niño que se encontraba delante de mí. Tenía unos ojos verdes muy bonitos, pero estaban algo rojos e hinchados, parecía como si hubiera estado llorando. En ese momento deseé hacer sufrir a la persona que había causado que llorara.-¿Está mi hermano en casa?

-Sí, está cocinando.- Le dije y me hice a un lado para que pasara. Se metió en la cocina y yo le seguí sin poder apartar la vista de él.

-Nii-chan, ¿te importa que me quede unos días contigo?- Preguntó Misaki apenado, seguro que no quería causarle molestias a su hermano mayor.

-Misaki, que sorpresa verte.- Dijo Takahiro abrazando a su hermano.- Claro que te puedes quedar, ¿pero a pasado algo?

-No, no es nada, nii-chan, solo quería pasar unos días contigo.- Este niño miente muy mal, fue lo primero que pensé, y el inocente de Takahiro se lo cree todo.

-Muy bien, pues quédate el tiempo que quieras.- Dijo Takahiro.

Nos sentamos a cenar todos juntos. Takahiro y yo conversábamos animadamente, pero Misaki estaba cabizbajo y no decía nada. De repente le sonó el móvil.

-¿No vas a contestar?- Le preguntó Takahiro.

-Es de mala educación contestar mientras estamos en la mesa.- Dijo Misaki.

-A nosotros no nos importa.- Le dije a Misaki y se levantó para ir a hablar fuera. Pasaron un par de minutos y como vi que no volvía le dije a Takahiro que iba al baño. Misaki estaba en un pasillo hablando, tenía la voz entrecortada y sus lágrimas amenazaban con salir. Me escondí detrás de una puerta para que no me viera.

-No, ya estoy harto de todo.- Le dijo Misaki a la persona con la que estaba hablando.- No voy a volver, esto no es una relación ni es nada.- Estuvo unos segundos en silencio, le debía estar hablando su pareja o expareja.- No me vengas con esas porque siempre es lo mismo…Yo te quiero mucho, pero me tratas muy mal y yo ya no aguanto más.- Otro silencio, pero este fue más corto.- Ya te lo he dicho, no voy a volver, ya estoy cansado de tus burlas y tus indiferencias.- Una vez más, silencio.- No, no es solo por eso, es por todo. Cuando no es una cosa es la otra. Déjame de una vez, no voy a volver contigo nunca más. ¡TE ODIO, YUKI!- Y colgó.

Yo volví al comedor e hice como si no hubiera escuchado nada de esa conversación, pero estuve el resto de la cena pensando en ese maldito Yuki, no sabía quien era pero le odiaba por haberle hecho llorar.