N/A: Saint Seiya no me pertenece, es propiedad de Masami Kurumada. Yo sólo hago ésta historia por amor a su obra.
En ésta historia habrá lemon, asi que si eres sensible o menor de edad no sigas leyendo, sino lee sin que tus padres de vean jajaja. Pero para tu seguridad pondré en que capítulos habrá lemon. :)

Dicho ésto, a leer :)

Pareja principal: CamusxJune / MiloxShaina

cursivas recuerdos


Era una linda mañana de otoño, las hojas marchitas caían sobre la gran Mansión Kido y una suave brisa era disfrutada por una muy feliz ex Diosa. La hermosa Saori estaba feliz porque finalmente veía como su sueño se estaba volviendo realidad. Al fin la diosa Athena había abandonado su cuerpo y su última voluntad fue dejarles a todos sus caballeros disfrutar la vida que eligieran en un mundo en el cual reinara la paz.

La joven Kido disfrutaba de la vida ya que vivía libremente su relación con su caballero más fiel, Seiya. Él junto con Seika vivían en la Mansión y ayudaban a Saori con la Fundación. Shiryu y Shunrei pasaban más tiempo en Japón que en los Cinco Picos, después de todo ambos lugares eran su hogar. En cuánto a Shun, estaba ansiosamente cursando por su tercer año en Medicina. Hyoga e Ikki trabajaban junto con Milo, Camus, Aldebarán, DeathMask y Aioria como cazarecompenzas, ya que era más rentable de lo que se pensaba y les daba la oportunidad de viajar a menudo. Algunos dorados volvieron a sus países natales, pero a petición de su ex Diosa, y ahora amiga, no dejaban de visitar Japón en fechas importantes. Y sin duda se acercaba una fecha muy importante; la boda de Marín y Aioria. Definitivamente la vida le sonreía a todos, o al menos, a la gran mayoría.

FLASH BACK

June comenzaba una serena vida, iba a mudarse a un lujoso departamento y disfrutaba su trabajo como modelo. Después de tantos problemas que tuvo que pasar después de haber sido expulsada de la Universidad por su "ostentoso" empleo, debía empezar de nuevo. No, no empezar de nuevo, sino empezar una nueva etapa en su vida; tal cual como Shun se lo había dicho. A pesar de que sus amigos la apoyaban, no podía evitar sentirse discriminada, no entendía por qué tanto drama por unas simples fotos; por lo que decidió dejarlo en secreto y evadir cualquier tema de su vida personal con conocidos.

Ya llevaba un mes de haber estrenado su departamento, la mayoría era muy amable dentro del edificio, le encantaba salir en las mañanas a trotar, llevaba una vida "tranquila" al fin. Un día volvía de sus trotes matutinos, subió al ascensor, se soltó el cabello mientras las puertas se cerraban, pero escuchó una voz a lo lejos.

-"¡Espere por favor. No cierre!"-, por instinto, June puso sus manos entre la puerta para evitar el cierre y el alto muchacho entró con una maleta en las manos –"Gracias"- la miró de manera rápida y ella le respondió con una dulce sonrisa; al ver que iban al mismo piso omitió comentarios. Ambos estaban a un lado del otro, la amazona trabajaba por calmar su agitada respiración y miró un punto fijo en la pared, el joven peliverde la miro de reojo, la reconoció de inmediato y rompió el silencio –"¿June?"- la susodicha lo miró y rió –"¿Camus? Oh disculpa no te reconocí. ¿Qué haces aquí?"- él solo le sonrió levemente mientras ambos salían del ascensor –"Vivo aquí, ¿y tú?"- La rubia se sorprendió al saber que compartían el edificio, pero su sorpresa aumentó cuando ambos llegaron a la mitad del pasillo para entrar a la casa del caballero de acuario.

–"¡Vaya! Vivimos al frente, esto es… tan raro. No creí que encontraría a nadie aquí"- June lo invitó a pasar a su casa, se cambió la ropa, mientras qué el contemplaba de arriba abajo el departamento de la joven. Ambos se sentaron en la mesa de la cocina y empezaron a hablar. Era extraño, ninguno de los dos se conocía bien, solo se veían en las fiestas que Saori organizaba, pero nunca compartieron charlas. Él volvía de un viaje que demoró 5 meses, no estaba al tanto con muchas cosas que pasaban en la mansión o en qué andaban los demás caballeros, June lo puso al día con todo lo qué pasó y lo qué estaba pasando.

Antes de marcharse, Camus preguntó –"¿Qué haces tú June? ¿Estás estudiando, trabajando, tienes novio?"- la rubia se intimidó ante la pregunta, se dijo a sí misma que no le diría a nadie sobre sus temas personales, pero después de todo sabía que en algún momento él se lo preguntaría, era obvio, al menos tenía que dar una respuesta sin detalles. –"Eeh… yo no tengo novio… y bueno… digamos que no estudio porque mi carrera no los exige"- No mintió, amaba su trabajo, la hacia feliz y le entregó muchos amigos, pero aun así quería dejar la conversación hasta ahí aunque no sabía como terminarla sin sonar descortés ni mucho menos incomoda. El acuariano leyó las expresiones de la chica, notó la sinceridad en sus palabras, y sabía perfectamente a lo que se dedicaba. –"Dime, ¿te gusta ser modelo?"- June se sentía tonta, era estúpido hacerse la misteriosa cuando era obvio que él sabía de algo de su vida, tal vez Hyoga le comentó o le mostró alguna de sus fotos en las revistas. –"Claro que sí, me da la posibilidad de viajar como lo haces tú"- respondió dignamente, esa expresión era más normal verlo en Shaina que en la joven rubia.

La conversación siguió varios minutos más, pero solo hablaron de June y su trabajo. Camus había conseguido su objetivo; que June hablara de sí misma sin avergonzarse, pero no pudo negar que se asombró cuando la joven amazona le mostro sin timidez una de sus fotos de prueba. Aparecía ella en traje de baño, uno que hacía resaltar sus largas piernas y revelar unas envidiables curvas, se veía hermosa, era la joya perfecta para un deportista o un actor. Antes de marcharse, el peliverde comentó –"¿Sabes Junes?, solo te interrogue porque me habían dicho que eras bastante tímida y que te avergonzabas de ti misma. Me alegro que no sea así"-

Después de aquella conversación compartían muchos momentos juntos, pero era de esperarse ya que vivían al frente y se veían a diario. Fueron unos meses muy tranquilos para June; una marca muy prestigiosa la contrató para que desfilara unos meses. Todas las mañanas Camus la dejaba unas calles cercanas a su trabajo, le agradaba estar con ella, era una chica llena de simpatía, de vez en cuando le sacaba una risa, de hecho la consideraba una amiga.

FIN DEL FLASH BACK

-"¿June?, ¿te encuentras bien?"- preguntó una pelirroja. –"Ah… sí disculpa es que me distraje"- respondió para volver al presente. -"Te queda lindo el vestido, creo que solo deberías ajustarlo un poco más en la parte de la cintura."- June acompañó a Marín a probarse un vestido de novia, la rubia insistió en acompañarle para evitar a cierto caballero que se encontraba por ahí. Sin embargo, no quería usar a Marín como excusa, tarde o temprano tenía que madurar y enfrentar la realidad. Ambas amazonas volvieron a la Mansión, todos estaban ordenando el recinto para la anhelada ceremonia. June estaba en la cocina, no hallaba qué hacer para poder despejarse, tomó un vaso de agua, pero no alcanzó a beber gracias a una inesperada llamada que recibió. Tomo su teléfono y contestó –"¿Sí?"-

-"Hola hermosa, ¿qué tal? ¿Saldremos hoy verdad?"- preguntó una voz masculina

-"¡Kyo, hola!"- se oía nerviosa, trataba de disimular, pero en ese momento era imposible –"La verdad es que no puedo… estoy ocupada y… y nos vemos en el trabajo."- mintió, era lo mejor que podía hacer ahora; enserio no quería verlo. Colgó la llamada, dio un suspiro botando todo el aire que tenía en los pulmones

-"June, Shaina te está llamando, quiere que la ayudes con las habitaciones"- sintió como una mano se posaba en su hombro, un escalofrío recorrió todo su cuerpo, conocía esa voz, era la de Camus; esa voz la llenaba de emociones, de recuerdos, de hermosos momentos, y de verdad la extrañaba. –"Volviste"- volteó y por impulso lo abrazo cariñosamente. –"Eeh… yo también te extrañé"- dijo el peliverde irónicamente para luego corresponder el abrazo. –"¿Llegaste recién? Ya no enviaste más postales. ¿Cómo te fue? ¿A cuántos lugares fuiste?"- la amazona solo preguntaba por preguntar, se sintió tonta al abrazarlo de esa forma. –"June después tenemos que hablar y tú sabes a qué me refiero"- hubo un silencio incomodo en la habitación, ella sabía perfectamente a lo que se refería, pero quería decirle otra cosa más importante, no era el momento. –"Camus yo no…"-

-"Ahí estás niña, vámonos, tenemos cosas que hacer. ¡Aah! y Camus, Hyoga te está buscando desde hace rato"- interrumpió Shaina al momento que se llevaba a June por el brazo. –"Bendita seas Shaina"- pensaba la rubia, se sentía aliviada por la oportuna interrupción de la mujer, mientras el acuariano solo miraba a las chicas que salían de la habitación.

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June y Shaina estaban ordenando la tercera habitación que sería usada por uno de los muchos invitados de los novios, el cuarto estaba inundado por el silencio, la rubia se repetía las palabras de Camus "tenemos que hablar y tú sabes a qué me refiero", estaba muy distraída, repasaba en su mente los momentos que pasó con el peliverde y lo que había pasado mientras él no estaba. "¿June te pasa algo?"- Shaina cortó los pensamientos de la joven –"Disculpa, es que estoy algo cansada"- June dejó la escoba de lado y se sentó en la acogedora cama del cuarto. –"Sí, sí… y yo nací ayer"- la peliverde se paro de brazos cruzados al frente de la menor y arqueó una ceja.

-"Vamos, cuéntame. Sabes que te ayudaré en lo que pueda"- Shaina se hincó para quedar a la altura de June, ésta miró con tristeza a su compañera. –"Ésta vez no"- pensó la rubia. Quería contarle, pero tenía miedo ya que sabía que iba recibir un regaño de parte de la amazona de Ofiuco. -"Shaina si te cuento… ¿prometes no decírselo a nadie?…"- suplicó con ojos llorosos -"Lo prometo"- June tomó aire, miro al cielo y con un fuerte suspiro respondió –"Me acosté con Camus y creo estar embarazada"-

FLASH BACK

Era la víspera de Navidad, la mañana no podía ser más agradable en la Mansión Kido, Saori preparaba su hogar para la fiesta que daría en la noche. Lo cierto es que la joven heredera buscaba excusas para juntar a todos sus caballeros. Por su parte, Camus ayudaba a June a terminar de ordenar su departamento; si bien se mudó hace meses aún no terminaba de desempacar y deshacerse de algunas cajas. Se ofreció a ayudarla para comentarle que al día siguiente tenía que hacer un pequeño viaje. Mientras June estaba en la cocina, Camus tomó una caja para cambiarla de lugar y sin querer pasó a llevar una carpeta que estaba en la punta de la mesa de café, todos los "documentos" volaron por suelo y el joven peliverde los levantó.

Camus comenzó a caminar por la sala, estaba admirando los prohibidos "documentos" de June; y realmente eran prohibidos. Eran unas fotografías de prueba en las cual June posaba "casi" desnuda, tapaba sus senos con su largo cabello y con sus manos cubría su intimidad. El acuariano sintió como su corazón se aceleraba, realmente esa mujer era hermosa, no podía negar que al ver a esa chica de esa manera tan provocativa le quitó el aliento, sintió como su sangre hervía por sus venas y como su masculinidad se tensaba. El cuerpo de la joven era maravilloso, no quería perder ningún detalle, miraba las fotos sin parar examinando cada rasgo de sensualidad, hasta que oyó a la dueña de las fotos hablar desde la cocina. –"Camus, ¿quieres un poco de agua? Es que no tengo cerveza"- Rápidamente dejó la carpeta en su lugar, sacudió su cabeza para enfocarse y tratar de olvidar lo que vio, y se dirigió a la cocina.

Entretanto, June mojaba sus manos para pasarlas por su cuello y poder refrescarse, después de tanto ordenar. Llenó dos vasos con agua, los dejó en la mesa y sacó un una pequeña caja de regalo de un estante que escondía del acuariano. La chica miró detenidamente el obsequio y dijo soltando un suspiro –"¿Cómo se lo digo"-

-"Decirme qué…"- interrumpió el joven peliverde mientras se apoyaba en el marco de la puerta. –"¿Es para mí?-señalando el envoltorio con su mirada. –"Emmh… sí, es para ti. Feliz navidad"- la joven le entregó el regalo acompañado de una dulce sonrisa. Camus abrió el regalo, era una brújula bastante grande, el regalo perfecto para cualquier viajero, pero él no necesitaba precisamente una brújula, no por nada fue un Caballero Dorado, por lo que miró con dudas a la chica –"Es para que nunca olvides cuál es tu norte y tu sur"- June acariciaba suavemente su brazo, estaba nerviosa y un poco apenada, no sabía qué palabras usar para su confesión. Para el acuariano eran bastante obvios los gestos de la joven modelo, pero más obvio era lo que iba a pasar; conocía lo suficiente a June como para predecir todos sus movimientos.

La rubia se armó de valor, miro fijamente los ojos del peliverde y dijo -"Camus yo no quiero que te vayas sin antes saber que yo te amo. De verdad estoy enamorada de ti y yo solo quería que lo supieras, pero tampoco quiero que nuestra amistad se arruine. Después de que Shun me rechazó aprendí que si tu amor no es correspondido tú serás feliz al ver que tu ser amado es feliz, aunque te pueda doler al principio…"- Camus no sabía cómo reaccionar, de todos modos se lo esperaba, ella era muy obvia para él, pero el gesto le pareció tan tierno que le derritió hasta la parte más fría de su ser. No entendía como esa chica no tenia novio –"…Lo que quiero decir es que a pesar de que me rechaces, espero que sigamos siendo amigos..."- June jamás apartó la mirada, cada palabra delataba su sinceridad y quería hacerla notar. Camus se acercó a la joven, recordó las fotos que vio hace unos momentos –"No estaría mal intentar algo"- pensó para sí.

Las eróticas fotos, con el tierno regalo más las lindas palabras de ella y lo hermosa que se veía con el cuerpo sudado, era una mezcla que el acuariano no pudo resistir. Acortó la distancia entre ambos, al notar que ella no cambió su expresión, la tomo por la cintura, y con su mano libre le corrió el cabello que tenía en su delicado y fino rostro. –"Yo no quiero ser tu amigo"- puso su mano sobre el mentón de la chica, acercó su rostro al de ella, cerró sus ojos y la besó en los labios. June se quedó procesando unos segundos en su mente lo que estaba pasando, jamás espero esa reacción del caballero, ese beso era dulce y tierno para ella, pero lo tornó más apasionado cuando posó sus brazos en el cuello del acuariano.

Camus la acorraló entre la pared, a cada segundo el beso se volvía más fugaz, pero ambos lo cortaron para dar un respiro –"¿Te gustó?"- preguntó pícaramente el joven y June solo sonrió, no era necesario responder ya que era obvio que lo disfrutó. La única respuesta que se le ocurrió darle fue tomarle el rostro y volver a besarlo, de la misma manera que hace unos segundos. La chica enredaba sus dedos en el cabello del acuariano mientras que él bajaba sus manos por la espalda de la rubia, cuando llegó a los muslos de la joven, la levantó y ella enredó sus piernas en la cintura de su compañero. La amazona pasaba su mano libre por debajo de la remera del dorado para poder sentir su fuerte y sudado pecho, él no puedo evitar excitarse al sentir esa delicada mano tocarle, por lo que cortó el beso y la miró extrañado.

–"Vamos a mi cuarto"- ordenó la joven modelo mientras el francés la bajaba delicadamente. Camus lo analizó unos segundos, esa chica realmente era hermosa, sensual y para su sorpresa, le estaba ofreciendo ir a acostarse con ella, no era una mala idea, pero no quería aprovecharse de ella, aunque tampoco podía negar que le atraía desde hace un tiempo. Esperando una reacción, June lo tomó por el cuello y comenzó a guiarlo hasta su cuarto mientras intentaba quitarle la remera. –"Me entrego completamente"- pensó el peliverde y dejó quitarse la prenda que tanto incomodaba a la modelo. Ya en la alcoba de la chica, ambos se recostaron en la cama, él estaba encima de ella. Comenzó a besar el cuello de la rubia y hasta descender a la clavícula.

–"¿Has hecho esto antes?"- preguntó entre jadeos el francés, necesitaba saber si ella era virgen para poder ser cuidadoso, no se perdonaría lastimarla, ella era de porcelana y con cualquier movimiento brusco podría romperse –"No…"- respondió la rubia, al parecer no le tomó mucha importancia la pregunta, ya que estaba perdida en los besos que el hombre le daba. June se quitó la holgada remera que llevaba y lanzó sus sandalias con sus pies, acción que el acuariano imitó, para después despojar a la muchacha de su pantalón, ella bajó rápidamente la cremallera del dorado y le quitó los pantalones junto con los bóxers para poder sentir su erecto miembro con sus propias manos.

Lo masajeaba de arriba abajo, con suavidad, después de todo era nueva en el tema y quería sentir cada detalle. El peliverde comenzó a descender hasta el plano vientre de la chica, besaba con delicadeza cada rincón de su virginal figura, y le quitó las bragas de encajes que usaba mientras que June se despojó rápidamente de su brassier. Camus notó que la entrada de la chica ya estaba húmeda, estaba lista, lista y desnuda para él, se dio cuenta que estaba a punto de robarle su virginidad, iba a ser el primero y sabía que debía ser especial, mas la amazona lo miraba con suplicas.

Se puso nuevamente sobre el cuerpo de la menor, ella abrió sus piernas, y él con su mano introdujo su viril miembro en la entrada de la rubia. June sintió la penetración, dolorosa al principio, no pudo evitar apretar sus ojos, era su primera vez y sabía que dolería, pero con cada embestida el dolor se volvía en placer. June sólo se dejó llevar por el éxtasis del momento, arqueó su espalda, apretó más las piernas en la cintura del dorado y con sus manos intentaba apegar su cuerpo al de él para que la penetración fuera más adentro. Para Camus, los gemidos de la modelo eran un delirio, se había acostado con varias mujeres por lo que le hacía tener "experiencia", pero con June era diferente, era el primero en hacerle sentir todas esas sensaciones, y al saber que era virgen quería que ella recordara una "bonita primera vez", no como él recordaba la suya.

Empezó a embestirla con más fuerza, la chica podía sentir el clímax, pero él quería más, por lo cuál acarició uno de los senos de la chica con su mano y empezó a moverlo en círculos. Ambos estaban llegando al orgasmo, los gemidos eran más fuertes, June cerraba sus ojos a causa del placer, pudo sentir cómo el cálido líquido del dorado se derramaba en su interior, y al instante liberó un profundo gemido. El acuariano no terminaba aún, la embistió una par de veces antes de salir de ella.

Camus se dejó caer al lado de la rubia, estaba exhausto, pero valió la pena. June aún tenía los ojos cerrados, sonreía para sí, no podía negar que fue especial, sintió la mano del francés posarse en su cintura y la acercaba a su cuerpo. Quedaron frente a frente, aún con la respiración agitada, la joven acarició con su mano la mejilla del peliverde y le dio un dulce beso –"¿Me vas a mandar postales?"- Ella rompió el silencio, sabía perfectamente que el mago del agua y del hielo tenía que ir en busca de un fugitivo, cuya recompensa era inmensa, y no sabría cuándo volvería a verlo. Mientras esperaba una respuesta, se acurrucó en el pecho del acuariano y se quedó profundamente dormida.

Camus solo la miraba, no sabía que fue lo que había hecho; ella era sólo una niña tan frágil, no, no era eso. Ella también fue un caballero de Athena, era una mujer que podía manejarse sola en la vida, tenía una vida estable y un gran futuro por delante, y ahora él le había hecho el amor por primera vez. –"Lo prometo"- respondió el francés, la contempló unos minutos, acariciaba su cabello, se quedó pensando un buen rato. Decidió despertar a la chica, ya era hora de irse a la fiesta de Saori, y a petición de June, dejaron que lo ocurrido quedara en secreto.

FIN DEL FLASH BACK

Continuará...


N/A: lo sé, está largo pero bueno jajaja me di cuenta cuando ya lo tenía hecho. Eso pasa cuando la inspiración vuela.

Lo cierto es que éste fic lo publique en otra pagina y quise publicarlo aquí también.

Es uno de mis primero fics así que dejen reviews para saber si tengo futuro o no jajaja

Saludos cordiales y gracias por leer :)