Título: That Girl.
Fandom: Twilight.
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, la trama sí.
Claim: Charles/Makenna.
Rated: T
Advertencias: Leves, leves, muy leves menciones de sexo. Pero muy leves.
Summary: Él no buscaba amor, eso no quería decir que no fuera a encontrarlo.
Notas: Para el reto Palabras para el recuerdo, del Foro LOL. (Palabra clave: nieve).
That girl.
El primer recuerdo visual que tiene es el de un bosque verde y espeso, en el que despertó luego de sentir fuego en las venas. El fuego en las venas es la primera sensación que recuerda, y la sed que amenazaba con desgarrarle la garganta. Recuerda que no había nadie para ayudarle a entender su naturaleza, nadie que le ayudara en el camino. Despertó solo y juró seguir solo toda su existencia, las personas eran engañosas y no merecían la pena.
Charles se volvió alguien huraño, a pesar de que nunca lo había sido, cuando se convirtió en vampiro. El saber cuándo te mentían era algo que te hacía perder la fe en la gente, por mucha que antes les hubieras tenido. En un principio se alimentaba de humanos, pero decidió que no quería nada de ellos en su sistema; era algo hipócrita puesto que él alguna vez fue uno de ellos, además de que los vampiros eran humanos con fuerza sobrenatural y sed de sangre… Pero le gustaba sentirse fuera del grupo, una extraña costumbre que había adquirido tras su transformación.
Por la misma razón se pasaba los días viajando por toda Europa, buscando a alguien sincero. Era una misión imposible, por lo visto, ya que llevaba diez años yendo de un lugar a otro y nadie había pasado la prueba de no mentirle ni una sola vez. Bufó y rodó los ojos cuando llegó a Alaska, queriendo probar nuevos horizontes. Nada valía la pena en el viejo continente, así que quería probar suerte en América.
El primer recuerdo que tiene verdadero significado para él, es aquel en el que vio a una pequeña niña entre la nieve. Estaba pálida, se veía tan frágil y su cabello negro estaba húmedo. Cuando ella lo miró, suplicante, su corazón saltó (no literalmente, por supuesto) ante la emoción tan pura que sus ojos azules reflejaban. Caminó hacia ella y la tomó entre sus brazos, notando lo fría que estaba en contraste a los otros humanos.
Ella temblaba, las lágrimas en sus ojos no paraban de deslizarse por sus mejillas y sus labios temblaban repetidamente. No podía hacer mucho para calentarla en ese momento, después de todo tenía la piel fría como la misma nieve.
Corrió lo más rápido que pudo, llegando en no mucho tiempo a California. Allí, comenzó a calentar a la pequeña que iba recobrando color en sus mejillas y labios. Era hermosa, sus facciones eran las de una muñeca y su cabello era perfectamente ensortijado. Su sonrisa era lo mejor, tan dulce y diferente.
Por primera vez desde que comenzó su vida vampírica, se estableció en un lugar. A la niña, que se llamaba Makenna, le gustaba el Sol; a él no le molestó poder salir sólo en la noche si eso significaba que ella era feliz.
Apreció en total detalle cada pequeño cambio que ocurría con ella, maravillándose en lo preciosa que era y cómo eso no cambiaba con el tiempo. Ella era, además, una dulzura, sincera y de carácter afable, tímida y risueña. Perfecta.
Esa niña fue su chica ideal desde el primer momento. La encontró cuando ella tenía diez años y estaba desamparada, ahora ella tenía veinte años y él sólo deseaba iniciar una nueva aventura a su lado. Ella ya conocía su naturaleza y quería ser como él.
A él no le agradaba la idea, pero haría lo que fuera para mantenerla a su lado. Así que un día, con algo de culpa arremolinándose en su pecho, posó sus dientes en el cuello de Makenna y el fuego ardió.
Ella despertó tres días más tarde y estaba lista para viajar por el mundo, para besarlo entre caricias y arrancarle la ropa en la mitad del bosque. Él no estaba buscando sinceridad, no amor, y en ella encontró las dos.
