Hola, les traigo este one-shot. Espero sea de su agrado.

Por favor a los que leen mis FF, y quieren que los continúe voten en la encuesta que está en mi profile, para ver que FF quieren que continúe lo mas rápido posible.

Advertencia: Inuyasha no me pertenece ni ninguno de sus personajes.

Un beso.

No me podía sacar de la cabeza, todo el tiempo está ahí. Pero… ¿Por qué? Y sobre todo ¿Por qué él?

Porque Sesshomaru.

-Oe, Kagome apresúrate o te dejaremos- esa voz hace un tiempo me poni a temblar y aceleraba mi corazón pero ahora tan solo sonaba como cualquier voz… sin un significado en especial.

-Espérame Inuyasha- Inuyasha ¿Cuándo pasaste a segundo plano en mi vida?

Esa pregunta tiene respuesta, una dolorosa respuesta para ti, pues el día en que solo te vi como otro amigo más fue aquel día… cuando Sesshomaru me salvo de esa muerte segura, al igual que a Sango y a Miroku, si no fuera por él, Mukotsu se hubiera llevado mi vida y la de ellos.

-Vamos, vamos que lenta eres joder- sonreí, si te había dejado atrás… y eso me dolía.

La noche llego y tú te fuiste. No es necesario que fueras a escondidas, pues ya no dolía… desgraciadamente ya no me dolía tus encuentros con Kikio.

-Kagome-chan…- me voltea automáticamente al oír mi nombre, vi a mi mejor amiga.

-¿Qué pasa Sango?- estaba nerviosa pues se estaba retorciendo sus manos y mucho.

-No vas a dormir, es muy tarde… y… esto…- sonreí, intentaba protegerme pero a mí ya no me importaba.

-No te preocupes Sango ya sé a dónde ha ido Inuyasha.

-Kagome-chan…

-Caminare un poco… quiero estar sola- Sango no hizo nada para detenerme, supongo que pensaba que me dolía que Inuyasha haya ido a ver a Kikio pero estaba muy lejos de la realidad. Muy lejos.

Me había internado mucho en el bosque pero no me preocupaba llevaba conmigo mi arco y flechas así que no tendría problemas. El crujir de las hojas bajo mis pies era algo aterrador pero me había acostumbrado. El bosque se abrió ante mis ojos revelando un claro bañado por la luz de la Luna menguante, sonreí irónica hasta la Luna me recordaba a él, camine unos pasos más pero me detuve al ver como un ruiseñor empezaba a cantar.

-¿Cantas para mí?- pregunte extendiendo mi mano.

La pequeña y hermosa ave extendió sus alas, emprendió el vuelo hasta posarse en mi mano.

-Eres tan pequeña y frágil…

-Al igual que tú- me sobresalte al oír una voz tan profunda y helada. El ave emprendió el vuelo.

Me volteo buscando a la persona que me había hablado pero no encontré a nadie.

-¿Quién?

-¿Qué demonios haces aquí?

Por más que buscaba no encontraba a esa persona pero esa voz…

-¿Sesshomaru?

-Vete- sonreí sino se quería dejar ver, que él se fuera.

Me acerque al árbol que se alzaba en medio del claro, asenté mi arma cerca del árbol.

-No te dije que te fueras- su voz sonaba tan cerca pero no lo alcanzaba a localizar.

-Lo oí pero no quiero, no puedes obligarme hacer algo que no quiero- respondí mientras me acomodaba entre sus raíces y dejaba caer todo mi peso sobre el troco de aquel árbol que para mí extrañeza era suave y cálido.

El silencio gobernó aquel lugar.

-Sesshomaru…- llame pero no hubo respuesta- supongo que no pudiste soportar a una humana.

El aire que se respiraba era fresco, era una noche perfecta aunque no para mí, una lágrima se escapó de uno de mis ojos.

-No lo entiendo… porque te necesito tanto, jamás te odie pero yo lo amaba y me lo arrebataste... robaste mi corazón, borrando a Inuyasha de él… Sesshomaru ¿Por qué odias tanto a los humanos? ¿Por qué?

Me solté a llorar, los sentimientos fluían de mi pecho hasta mis ojos era dolorosa, quemaba.

-Te odio, no sabes cuánto de odio Sesshomaru… odio necesitarte así como te necesito en estos momentos. Dios duele admitirlo pero… te amo, Sesshomaru.

El viento me arrullo en mi dolor, poco a poco fui dejándome llevar por el cansancio… aunque puede sentir como algo rodeaba mi cintura para acunarme.

-Eres tan molesta… Kagome- esa voz.

Fui abriendo mis ojos con lentitud y pereza. Los rayos del Sol iluminaban mi rostro…

-¡El sol!- exclame, estaba asustada había pasado la noche afuera, los muchachos estarían preocupados.

Mi cuerpo estaba entumido pero no fue eso lo que me impidió levantarme sino que estaba siendo retenida por un brazo que rodeaba fuerte y firme mi cintura. Ladee mi rostro y lo vi… era la razón de mi llanto. La razón por mi tristeza. Y la razón por la que aún tengo corazón.

-Sesshomaru.

Su rostro se mostraba tranquilo y pacífico. Su frialdad se había esfumado, lo observe mejor y me di cuenta que tampoco llevaba su armadura, tan solo esa vestimenta blanca, tan resistente y fuerte como su dueño. Su piel se veía tan tersa si tan solo pudiera tocarla… me mordí el labio insegura…

-Bueno supongo que soy demasiada curiosa- susurre mientras rozaba con las yemas de mis dedos su mejilla.

No tenía idea de cómo había llegado a estar entre los brazos de Sesshomaru pero de lo que si estaba completamente segura es que no quería separarme de él, en un impulso de valentía y coraje, me alce un poco hasta quedar a la altura de él, tome una bocanada de aire y roce mis labios contra los de Sesshomaru. Una descarga eléctrica recorrió mi cuerpo hasta concentrarse en mi cuello, no le tome importancia, pues me perdí en la suavidad y sabor de sus labios. Abrí mis ojos, ya que los había cerrado cuando lo bese. Intente separarme, estaba sonrojada.

-¿Qué crees que hacías?

Baje la mirada, no estaba preparada para que me rechazara pues sé que lo haría. El odiaba a los humanos y para mi desgracia eso soy, una humana.

-Sesshomaru… por favor, solo un beso… es todo lo que te pido- no oí respuesta alguna pero sentí como su brazo apreso más fuerte mi cintura.

-No te puedo ofrecer más… humana- esas palabras me bastaron, uní de nuevo mis labios con los de él.

Una lágrima se escapó de mis ojos, sabía que solo un beso conseguiría y nada más. Pero era feliz, por una vez en mi vida era en verdad feliz. Al separarme no fui capaz de verlo a la cara, tan solo me levante, él me dejo ir. Era el final. Pero por lo menos obtuve un beso.

-Adiós Sesshomaru…- si era el final.

Salí corriendo, nunca escuche lo que me respondió. Posiblemente nunca me enterare.

POV Sesshomaru.

-Adiós Kagome.

Se alejó de mí, se alejaba de mí. Tenía el poder de detenerla pero no lo haría, no la ataría a mí.

-Señor Sesshomaru…- voltee a ver a ese ser tan parecido a un sapo-… ella es…

Me levante, el ser dio un respigo y se alejó por precaución.

-Vámonos, trae a Rin…- Jaken asistió con la cabeza-… y Jaken, si ella es.

Empecé a caminar, no se ha donde me llevarían mis pasos pero de lo que estoy completamente seguro es que no me llevarían con ella…

-Mi pareja predestinada.

The End.