Título : Todo no es para siempre
Pairing: Chris x Jill / Helena x Leon
Disclaimer: Resident Evil no me pertenece todos sus derechos son de Shinji Mikami y de CAPCOM, yo sólo fangirleo un poco
Notas:
Negrita: Diálogos entre los personajes
Cursiva: Flash Back
Negrita con cursiva: Diálogos en Flash Back y citaciones
Capitulo 1: Objetivo
Cada mañana abría los ojos y miraba hacia la mesita se quedaba un poco perdida. Su mirada se quedaba clavada en aquella pequeña lamparita que tenía en dicha mesa, el llamativo color madera, una foto de dos personas muy conocidas para ella y ese teléfono que con tan sólo alargar el brazo podía atenderlo sin ningún tipo de problema. A veces se preguntaba como había cambiado tanto su vida, parpadeó un poco intentando volver a la realidad, sacudió un poco la cabeza conforme suspiraba y se levantó quedándose sentada en el borde de la cama, con lentitud y cansancio giró la cabeza en dirección a la otra mesita viendo aquel enorme reloj digital tan característico de su habitación.
- Las cinco. - Susurró muy suavemente. Un movimiento en su cama llamó su atención, las sábanas se removían y unos brazos bastante fuertes abrazaban su cintura.
- ¿ Donde vas tan temprano, Jill? - Dijo el castaño de forma severa aferrándola un poco más, bostezó una que otra vez conforme se incorporaba – Apenas son las cinco, es más deberías descansar.
- Creo que ya es momento de que me reincorpore a la BSAA – Se estiró un poco cansada pero decidida por sus palabras. Había pasado casi un año desde su excedencia por maternidad, la vida de ama de casa no era para ella, aquella tranquilidad la volvía loca, contaba los días ansiosa mientras se comía las uñas para volver a su puesto de trabajo, sin embargo cada vez que sacaba el tema delante de Chris siempre terminaban discutiendo.
- Jill – La llamó un poco más nervioso. La castaña le conocía demasiado bien, aquella subida y bajada de ceja y aquellos suspiros demostraban su incomodidad con el tema – Dan es aún muy pequeño para que no esté con su madre – Hizo una pequeña pausa – Además no estás recuperada del todo.
- Deja de buscar excusas, estoy bien – Su mirada era directa a sus ojos, no temía mirarle, enfrentarle y salir victoriosa de aquel pequeño duelo sin más. - Estoy bien – Volvió a insistir al verle fruncir el ceño.
- Prométeme que si no te encuentras bien, volverás a casa, ¿De acuerdo? - Suspiró derrotado por sus palabras, se levantó algo ofuscado, no hubo ninguna palabra más por parte del chico, sin más se fue a la ducha, no quería discutir con ella.
La castaña se levantó moviéndose un poco el pelo, dejó caer sus pantalones cortos por el camino y la pequeña blusa azul claro que tenía por pijama, la ropa interior quedó en el baño que tenían en la habitación y se metió en la ducha con él. Un suave empujón por parte de la chica, un golpe seco por parte del chico casi tirándola de la ducha. Jill de forma vengativa agarró el telefonillo de ducha y le apuntó con el agua caliente, Chris gritó conforme se reía y la maldecía, así eran ellos, ¿Qué importaba un pequeño momento incómodo comparado con aquellos momentos que podían arrancarles sonrisas? Nada. Él la abrazó por detrás, poniéndola contra los azulejos azules del baño, unos suaves besos recorrieron los hombros de la Valentine, un suave jadeo escapó de sus labios, esas manos le enloquecían cuando estaban a solas, al igual que la aferraban en cada una de las misiones para no perderla. Sus jadeos se volvían gemidos, los cuales salían de su boca extasiada con cada uno de los movimientos de Chris, se complementaban de tal manera que parecían una bomba de relojería.
- Jill... - Susurró de forma ronca conforme la embestía con brío y ganas. Sólo eran unos minutos pero eran tan intensos para ambos que parecía como si el tiempo se detuviera, sin embargo no duraría demasiado, unos llantos llamaron la atención de ambos, se miraron, suspiraron y se separaron como cada una de las noches que Daniel Redfield les había interrumpido.
- Creo que debería hacer el desayuno y... Ver que le pasa a Dan – Tragó un poco de saliva intentando recuperar la compostura en tan sólo unos segundos. Le resultaba imposible separarse en aquellos momentos de él, pero el deber de madre le llamaba y no podía ignorarlo sin más. Rodeó su cuerpo con una toalla y fue a la habitación del niño, cuando entró en ella y acarició la mejilla del pequeño Dan, abrió los ojos desmesuradamente, dejando ver aquellos ojos grisáceos por herencia de su madre – Buenos días Daniel, mamá tiene que ir a trabajar hoy, pero te prometo que te recompensaré – Le sonrió suavemente.
Aquella mañana se sentía llena de energía, caminaba por los pasillos de la BSAA saludando como si el tiempo jamás hubiera pasado con aquel mono de tonalidades negras y azules, estaba deseando empezar y se lo iba a demostrar al Redfield.
- Buenos días, O'Brian – Esbozó una pequeña sonrisa inocente – Ha pasado bastante tiempo desde la última vez.
- Jill, es una alegría verte de nuevo por aquí – Aquel hombre se giró bastante sorprendido de verla allí, la última vez que había entrado en su despacho había sido para informarle de que estaba embarazada y debía ausentarse durante unos meses, verla de nuevo allí era una alegría para el blanquecino ya que la castaña era una de sus mejores agentes. - ¿Estás lista para volver? Aunque te veo en baja forma.
- Estoy perfectamente señor, ¿Cuál es la próxima misión? - No quería recibir ningún sermón por parte de nadie, y menos aún cuando se había incorporado nuevamente a aquel lugar que era tan importante. A pesar de que su vida hubiera cambiado considerablemente tras años atrás, sabía muy bien quien era, y que estaba dispuesta a proteger.
- Está bien – Suspiró un poco y dirigió la mirada hacia todas las carpetas que tenía detrás de él, había tantos casos recopilados que alguien que no supiera se perdería entre tanto informe. Se interesó por una carpeta de color azul , tenía unas letras bastantes grandes en su respaldo pero ella no dijo nada, se sentó enfrente de él esperando las novedades que tenía.
- ¿Recuerdas el caso de Tall Oaks? - Susurró O'Brian abriendo el gran fichero. Jill asintió y él prosiguió con la información – Este caso si mal no recordarás lo llevaba la DSO, sin embargo aún no hemos podido encontrar cierta información de aquella catedral.
- He oído por parte de Chris aquel incidente donde el agente Kennedy y la agente Harper estaban involucrados – Las fotos de aquellos monstruos no le sorprendieron en absoluto, había visto cosas peores y si había podido acabar con Nemesis en Raccoon City, no tendría problemas para recopilar algunos datos.
- Veo que estás bien informada – Sonrió con aquella suave sonrisa tan típica de él – En aquella catedral aún no se han encontrado los restos de el "Proyecto Ada Wong" Al igual que los datos sobre Helena Harper son algo confusos, quiero que vayas con Parker e investiguéis lo sucedido.
- Estoy lista para la misión – No tuvo porqué preguntar nada más, ni siquiera debía sentir algún pavor para emprenderse en una misión que podía ser peligrosa. Se adentró en su despacho donde su compañero en el Zenobia le esperaba, llevaba el hacha a su espalda y tenía esa cara de resignación, como cada vez que se iban de misión. - Sólo será unas horas.
- Eso dijiste la última vez y casi nos ahogamos en medio del Mar Mediterráneo– Le miró algo severo, pero no pudo dejar de ocultar su sonrisa y suspiró - ¿Estás lista para volver a los viejos tiempos?
- ¡Eh! Que sólo ha pasado un año, no somos viejos para decir esas cosas, Parker – Su mesa estaba como la había dejado aquel día, con sus informes apilados correctamente en la derecha de la mesa, su ordenador de sobremesa con el salvapantallas de la BSAA, y esa pequeña foto de cuando pertenecían a los STARS con cada uno de sus compañeros e integrantes.
- ¿Deberíamos avisar a Chris de esta misión? - Preguntó el moreno conforme se ponía su nuevo equipo.
- Por esta vez es mejor dejarlo pasar, se preocupará y empezará a poner pegas, así que en marcha.
En aquellos casi doce meses había ansiado volver a sentir el aire chocar contra sus mejillas, sentirse libre y útil para los demás. Estar en la compuerta de aquel helicóptero pudiendo estar a la altura de las nubes de alguna manera la hacía sentir poderosa y tranquila consigo misma, llevó la mano a su pecho y volvió a su posición al lado del Luciani.
- No quiero meterme en tu matrimonio Jill, pero... ¿Crees que es buena idea habernos ido sin pasar por su despacho? - Él le dirigió una suave miranda mientras que ella comprobaba cada una de las coordenadas, no estaban demasiado lejos, incluso podía intuir que estaban justo encima.
- Deja de preocuparte, no me has secuestrado para que tenga que preocuparse – Hizo una pequeña pausa algo seria – Que sea su mujer no significa que no pueda hacer mi trabajo por mi cuenta.
- Como quieras, pero luego no digas que no te lo avisé. - Tomó los mandos y comenzó a descender en el cementerio que había al lado de la catedral, podían agradecer que hacía poco había entrado la mañana y que no había habido ningún problema durante el vuelo. Un suave salto y ambos se encontraban a unos metros de la catedral.
Aquel lugar parecía que estaba parado en el tiempo, las tumbas estaban removidas tras el incidente que Leon y su compañera habían tenido en aquel lugar (Y ni siquiera se habían molestado en repararlo) Con su pistola en sus manos caminó cuidadosamente teniendo la espalda protegida por su compañero, el silencio reinaba en el lugar, como si cualquier fuerte ruido despertara a todos los monstruos que llevaban durmiendo allí durante años.
- No hay signos de B.O.W.S por ninguna parte – Miró la ojigris a su compañero – No me gusta la tranquilidad de este lugar.
- Parece que en cualquier momento nos va a salir algún bicho y creo que a estas alturas no estoy para sustos – Con dos zancadas por su parte se puso al lado de la chica, no tenía demasiadas ganas de inspeccionar aquellas tumbas, no había indicios de "vida", si se podía llamar de alguna manera – Vamos a la catedral, nuestro objetivo está allí.
- Recibido. - El contacto de sus tacones sobre la tierra removida le hacía fruncir el ceño, debía levantar un poco las piernas para no caerse en ningún hoyo de aquel cementerio, podía escuchar su respiración agitada, no habían caminado ni dos kilómetros y ya estaba exhausta, carraspeó un poco, no, no iba a ser la carga de nadie, terminaría aquella misión y los dos volverían a casa.
La puerta de la catedral estaba entornada, con un empujón a la puerta por parte de ambos pudieron entrar dentro de ella. Ambos encogieron un poco la nariz, tuvieron que ponerse unas mascarillas para poder avanzar. Los bancos de la iglesia que tenía en su interior estaban demacrados, e incluso aún había algunos rastros de sangre por el lugar.
- Según nos dijo O'Brian, la entrada al laboratorio de la catedral está justamente enfrente – Parker se adelantó, acercándose al altar.
Jill miró en su equipo cogiendo algunas pruebas del caso donde tenía ambas vírgenes, las cuales se colocaban a ambos extremos de la catedral – Tengo algunas pruebas que nos servirán para avanzar por este sitio.
- Bien, iré al otro extremo de la sala – Asintió el chico cogiendo una de las estatuas. Por su parte la castaña hizo lo mismo, aquel pequeño jeroglífico no sería problema para ella, no después de todo lo informada que estaba con el tema, sin embargo... Había algo que no le gustaba del lugar, sentía como si miles de miradas se clavasen en su nuca esperando cada uno de sus movimientos y esa sensación no le gustaba... Tragó saliva y cuando se acercó al altar de una de las vírgenes perdió el suelo bajo sus pies, un grito escapó de sus labios cayendo por varios pisos hasta llegar a algún lugar que había debajo de la catedral, no pudo escuchar nada, sólo los gritos de Parker nombrandola.
No supo cuanto tiempo había estado inconsciente, comenzó a mover su cuerpo con lentitud, sus ojos aún estaban cerrados, el dolor de cabeza debido al golpe podía con ella... ¿En qué momento se había vuelto tan distraída? No lo recordaba. Comenzó a flexionar sus rodillas con cuidado hasta que hizo un gesto de dolor agarrando uno de sus tobillos, no era una novata para no predecir todo aquello, ni tampoco para terminar de aquella manera. - ¿Parker? - Miró hacia arriba viendo todas las plantas por las que había pasado hasta llegar donde estaba, podía entender perfectamente su dolor de espalda, sin duda que lo comprendía.
- ¿¡Jill?! ¿¡Estás bien?! - Se escuchó la voz varonil del chico como un eco en ese lugar. Se levantó con cuidado, agarrándose a la pared con todas las fuerzas que tenía.
- Estoy bien y creo que he encontrado el segundo laboratorio que no encontró la DSO, parece que se encontraba debajo de las dos columnas de las vírgenes, aún hay un poco de luz – Miró hacia adelante, unas luces de tono azulado alumbraban el lugar,como guiando hasta una gran plataforma donde habían unos "huevos" aun sin eclosionar – Al parecer aquí se grabo el nacimiento del proyecto Ada Wong.
- ¡Bajaré enseguida, no investigues hasta que yo esté ahí! - Gritó intentando advertirla, ¿Qué debía hacer? Aquello se le había ido de las manos, primeramente porque la DSO no sabía hacer bien su trabajo y en segundo lugar la voz de Jill se escuchaba adolorida, debía estar herida – Buscaré otra entrada, no te muevas de ahí. - Ordenó intentando parecer severo conforme se alejaba del "incidente", tomó su transmisor y suspiró – Aquí Parker Luciani, hemos tenido un problema, solicito refuerzos para investigar el segundo laboratorio que hemos encontrado, mi compañera está sola y herida.
La espera se le estaba haciendo eterna, no sabía cuanto tiempo había pasado desde que Parker le había dicho que buscaría una entrada, su reloj de pulsera se había roto con el golpe y su tobillo estaba amorotonado, hizo un gesto de dolor conforme lo agarraba, no podía esperar más. Sus pasos eran torpes, sus labios estaban semi abiertos, intentaba agarrarse a la pared para no caer, debía coger lo que buscaban y salir de allí. La plataforma parecía estar intacta, había un huevo eclosionado y podía intuir quien había estado dentro de él. - Parece que no hay anomalías, pero esto ha tenido que ser usado, han pasado unos años desde que ocurrió todo esto – El ordenador funcionaba sin ningún problema, la información sobre el virus C y todas las pruebas hacia Ada Wong estaban allí - ¿Cómo es posible que no borraran todo esto?
- Quizá porque la investigación no está terminada, señorita Valentine – Sonrió una voz dulzona a sus espaldas. La chica no dudo en girarse, mirando a todos lados – Había oído que la real Ada Wong te había matado.
- Ni siquiera se aseguró de que fuera yo la que la perseguía, maldita aficionada – Era tal y como había leído en los informes. Pelo corto moreno por el cuello, rasgos chinos y un vestido azul oscuro junto a una bufanda roja – No esperaba que llegaras hasta aquí, no después de ser madre.
- Así que me has estado observando... ¿Qué quieres de mí, Carla? - La aludida chasqueó los dedos encendiendo todas las pantallas del laboratorio, dejando ver una capsula con alguien en su interior, respiraba tranquilamente como si se tratase de un bebé en el vientre de su madre – Eres una persona muy interesante, señorita Valentine, sobretodo con ese virus que tienes en tu interior, serías un espécimen muy interesante para el virus C.
- El virus C ya tiene antivirus, por más que me utilices, será imposible que puedas ocasionar todo lo que hiciste en Tatchi. - Por más que se atreviera a enfrentarla, tragaba saliva sin compasión. Sabía que tarde o temprano aquel virus que llevaba en su interior por culpa de Wesker le pasaría factura, sobretodo si había sido capaz de dominarlo sin ayuda.
- El virus C es solo una fase querida, yo lo llamo Virus C – inferno y su principal objetivo eres tú.
Continuará:
Y hasta aquí el primer capítulo de mi nuevo fic "Todo no es para siempre" Tengo muchas esperanzas en este fic, espero poder terminarlo sin problema y que como no, os guste.
Jill está dispuesta a todo para volver a estar en plena forma, lástima que ella esta vez sea el objetivo de todo.
Espero que la intriga sea suficiente para veros en el siguiente capítulo.
¿Qué piensa hacer Carla?
¿Parker llegará a tiempo con los refuerzos?
¿Que es esa cosa que hay dentro de la capsula?
¿De quien sigue órdenes Carla esta vez?
Todo esto lo veremos en el siguiente capítulo de "Todo no es para siempre"
¡Nos vemos!
Rukia Kurosaki-chan
